42. De vuelta

Mis nervios se pueden sentir en el aire, respiro con pesadez, Yoongi me abraza y a pesar de que se aminora un poco más mi miedo, aun me siento nervioso.

—Tranquilo Jiminie, no te preocupes — Besa mi frente.

—No puedo evitarlo, estámos a minutos de llegar, no sé como me vayan a ver, pueden pensar que los traicioné — Unas cuántas lágrimas se escapan.

—No Jimin, ellos te aman, estoy seguro de que lo van a entender — Me mira.

—¿En serio? — Limpio mis lágrimas.

—Claro que si. — Sonríe con ternura y continúa abrazándome. —Hace mucho frío en tu aldea.

—Siempre ha sido así, ya me acostumbré a ello.

Siento como ligeramente va cambiado el clima, se hace más frío, recuerdo que cuando hacía éste frío mamá preparaba chocolate caliente, y papá llegaba más temprano a casa, sonrío al recordar eso. También recuerdo cuando mi abuelo me contaba historias sobre antes, nos contaba de varios reinos...

—Suga. — Levanta la cabeza. —¿Había más reinos antes de Eugene y Miranda?

—¿Por qué? — Me ve.

—Mi abuelo me contaba que si. — Sonrío.

—Si, había muchos, Eugene antes de ser Eugene era Asfenia. — Hace memoria. —Miranda era Aregan...  Cuando regresemos podemos preguntarle a los demás.

Asiento con la cabeza, comienzo a temblar de frío y me extiende su capa, es negra y suave.

—¿En serio no tienes frío?

—Muy poco, pero no cómo tu — Se burla.

También recuerdo la carta que les envié hace poco, espero que la hayan recibido. Tae toca el vidrio. Yoongi se asoma y asiente.

—Sucede algo?

—Nada — De una bolsa de tela verde saca una corona, tiene varios brillantes incrustados, es muy hermosa, la coloca sobre su cabeza.

—¿Y eso? No la sacaste antes — Lo miro con una sonrisa de confusión.

—Ya casi llegamos, te dije que pagarían si le hicieron algo a tus padres — Cuando voltea a mirarme realmente su figura es imponente, la corona solo asentúa lo que es evidente. Cuando el carruaje se detiene, una oleada de nervios se hace presente, empiezo a respirar rápidamente, Yoongi me toma de la mano.

—Vamos — Sonríe. Tae abre la puerta, dejándome ver el paisaje que siempre recordaba, todo está exactamente igual, las lágrimas salen sin permiso alguno, mi hogar, el lugar donde me crié vuelve a estar presente frente a mi. Me vuelvo hacía Yoongi.

—Espera aquí, no tardo — No escucho si dice algo, pero corro con todas mis  fuerzas hacía el bosque, adentrandome, ese bosque que conozco desde que era niño, cuando llego a un pequeño páramo, alguien me esta esperando, caigo de rodillas.

—Abuelo, estoy aquí, estoy en casa — Estoy practicamente acostado en el suelo. —Te extrañé, te extrañé mucho, tus consejos me sirvieron cada día, gracias por enseñarme algo que nunca se me va a olvidar — No me importa tener la cara roja de tanto llorar. —Te amo, siempre lo haré.

Me quedo postrado un breve rato ahí, quisiera quedarme mas tiempo pero el lazo me exige volver. Beso el pavimento donde está grabado su nombre y le prometo regresar con alguien más. Vuelvo con Yoongi lo más rapido que puedo, Taehyung me ve a lo lejos y va hacía mi.

—¿Todo bien?

—Si, estoy bien — Entro al carruaje y en cuanto Yoongi me ve, se preocupa.

—¿Qué te pasó? ¿Qué te hicieron? — Me revisa.

—Nada, fui a ver la tumba de mi abuelo, vamos a ir tu y yo más tarde — Él asiente y bajamos nuevamente ambos, la gente se empieza a juntar mirando que pasa, busco mi casa, Yoongi expulsa un aroma más fuerte de lo habitual. Me río, él me toma de la mano.

—Guíame — Asiento, Tae va atrás de nosotros cuidando que nadie nos haga nada, la gente nos ve, veo la casa de los Jeon y aprieto la mano de Suga.

—Esa es casa de los Jeon, aunque no sé si estén ahí.

—Pregunta, te espero — No sé si es porque Yoongi huela muy fuerte o porque trae una corona para hacer saberle a todos los aldeanos que la realeza está ahí, aunque creo que es la segunda el motivo por el que todos se acercan.

Llamo al timbre de la casa Jeon. Pasa un rato y una criada me abre.

—Buenos días ¿Diga? — Parace ser muy amable.

—Disculpe ¿está aquí la señora Park Sooyoung? — Le muestro una sonrisa.

—Si, tambien está el señor Park Siwon, solo que... — Se asoma y sonríe. —Mire, viene llegando.

Me vuelvo y observo a mi padre conduciendo el carruaje, el mismo con el me que casaría.

—¿Puede llamar a Sooyoung? Por favor — Asiente y deja la puerta abierta.

Al estacionarse, veo a mi padre cansado, se ve que tiene frío pero a los Jeon no les interesa en lo mínimo, se baja y abre las puertas, de ahí baja Lisa, Daesung y Jungkook, mi padre voltea para abrir la puerta de la casa y al alzar la vista me ve.

—¿J–Jimin? — Cree que está viendo a una ilusión.

—Papá — Quiero evitar que las lágrimas se resvalen pero es imposible.

—Mi pequeño Chim Chim — Dice soltando todas las compras de los Jeon y se apresura hasta llegar a mí, por fin siento un cálido abrazo y por más que trato de contener mis sollozos no puedo, él también está llorando.

—¿Jimin? — Una voz atrás me distrae, me giro a ver y está mi madre, parada en la puerta, viéndome.

—Mamá — Ella corre hasta unirse a nuestro abrazo, los tres nos abrazamos con tanta fuerza que no dejo que se separen. Escucho como Lisa insulta a mi padre por haber tirado las compras. En cuanto los Jeon me miran Lisa se pone como loca y Daesung se acerca peligrosamente hacía a mi, no importa, vencí a gente más fuerte que él, mi padre se pone entre él y yo, y antes de que me pueda si quiera tocar Tae ya tiene la espada en su cuello.

—No se acerque al principe Jimin.

Daesung me mira con confusión y mi padre se vuelve hacia mí.

—¿Príncipe? — Dicen al unísono.

Lisa toma por detrás a su esposo y empieza a insultarme.

—Tú, cobarde mal agradecido, dejaste plantado a mi Kookie — Quiere llegar hacía mi pero Tae no la deja. Ella exige que deje darme mi merecido e incluso suelta frases como "¿Sabes quién soy yo?"

—Sí... El príncipe Park Jimin o mejor dicho el príncipe Min Jimin. — Yoongi sube las escaleras, todos lo miran con impresión, Jungkook hace una reverencia.

—Padre, madre, él es el principe Min Yoongi, heredero al trono de Eugene — Baja la mirada en señal de respero.

—¿Pero cómo? Jimin ¿obligaste al príncipe a venir hasta aquí? — Mi madre habla.

—Te lo explicamos en casa.

—Ah no, nos lo explicas aquí mismo — Lisa está más que furiosa.

— Primero dejemos entrar a su majestad.- Jungkook es el más razonable. Ellos hacen un mueca de enojo y nos dejan entrar, para ser honesto hubiera preferido ir a casa. Yoongi se da cuenta.

—Solo les diremos lo que quieren escuchar, pero a tus padres les vamos a explicar mejor — Promete, asiento.

Hay una sala pequeña –Nada a comparación del castillo– nos sentamos e incluso me doy el lujo de poner cara de asco cuando me siento.

Hacen las preguntas más tontas pero aun así las contestamos, en si el único que de verdad hace preguntas coherentes es Jungkook así que cuando acaban vamos a la casa que realmente extrañaba.

—Jimin... — Jungkook me llama antes de irme. Me vuelvo hacía él. —¿Puedo hablar contigo? — Yoongi me toma de la cintura, asiento en señal de que está bien.

—¿Sucede algo? — No quiero sonar grocero pero hay algo mucho más importante que debo hacer.

—Hay algo que no pude decirte el día en que te fuiste — Comienza. —T–Tal vez tu pensabas o piensas que yo soy la peor persona que pudo haber pisado el mundo.- En cierta forma. -Pero... La verdad es que, cuando te vi por primera vez... Supe que te quería.

Algo dentro de mi se rompe, no es como si sintiera lo mismo por él, sino que me siento culpable de haber juzgado mal a Jungkook.

—Pero... ¿Cómo? — Es lo único que puedo decir.

—Cuando fuimos a verte a tu casa, el día en que se formalizó nuestro compromiso, ese día yo deseaba que no te aceptaran, yo no quería casarme... Pero, en cuanto te vi entrar a esa pequeña habitación, en cuanto vi a ese pequeño y lindo omega... En ese momento decidí que si quería protegerte, decidí que te quería — Pequeñas lágrimas se forman en sus ojos, pero las limpia muy rápido.

—Lo siento mucho Jungkook, yo no lo sabía, te juzgué muy mal, perdóname. — Esas palabras me salen del corazón, realmente me siento mal.

—No hay de qué perdonarte, en todo caso, perdóname tu a mí, perdóname por no haber hecho nada en contra de mis padres y no haber defendido a los tuyos — Hace una pausa. —Tu no sabías nada de esto... Y aunque lo supieras no me habrías elegido a mí como tu alfa.

Una punzada en mi pecho se hace presente, extiendo los brazos y lo rodeo con ellos. Siento la mirada molesta de Yoongi, le explicaré después.

—No hay nada de qué perdonarte, eso ya está en el pasado y créeme que sé cómo te sientes, no quisiera dejar las cosas así, ¿Podemos ser amigos? — Le sonrío sinceramente. Él asiente y con un último abrazo me despido.

Cuando llego hasta Yoongi, él me toma de la cintura.

—¿Qué pasó? — Está molesto.

—Aclaramos algunas cosas que dejamos inconclusas y me pidió perdón... Y yo lo acepté, realmente él también fue obligado como yo — Le miro, Yoongi suaviza su mirada y suspira.

—Si tu lo perdonaste... Entonces yo también — Me sonríe y nos dirigimos a casa. Mi verdadera casa, al llegar a ella siento tanta alegría y felicidad, pero también tristeza de haberla dejado. Entramos.

—Majestad, me temo que es lo único que podemos ofrecer — Mi padre deja que todos pasemos. Aguanto mis ganas de ir corriendo a mi antigua habitación. Nos sentamos en los sillones que tanto extrañaba.

—Bien, primero que nada, siento haberlos dejado, nunca quise que los tratarán mal — Me inco y hago una reverencia. —Siempre los quise y quería lo mejor para ustedes.

Mi padre me levata.

—No te odiamos Jiminie, entendemos porqué lo hiciste. — Me sonríe.

—Ahora, ¿Por qué trajiste al príncipe hasta acá? Él no tiene ninguna obligación.

Yoongi suelta una carcajada.

—Lo siento, pero es que si la tengo — Yoongi toma mi mano. Mis padres nos miran exigiendo una explicación.

—Hace un mes, él y yo nos casamos —Mis padres casi se caen.

—P–Pero... ¿Cómo? — Mi madre era la mas sorprendida..

—Jimin tuvo que ir a una misión en las comarcas del Norte para defender a Eugene de una invasión, él asesinó al comandante enemigo y mi padre lo puso como mi guardia —Lo resume.

—Jimin, primero, ¿A dónde fuiste todo éste tiempo y que hiciste para que te mandarán al Norte? — Es comprensible que quieran saber.
.

.

.

.

.
Después de escuchar toda la historia exceptuando algunas partes —Como el secreto de la familia real— ellos entienden mejor. Se disculpan conmigo por casi haberme obligado a tener una vida con Jungkook.

—Hay algo que quiero pedirles, en unas semanas coronaran a Yoongi rey, y quiero que estén presentes, que se vayan con nosotros al distrito central — Yoongi fue el de la idea.

—P–Pero... Donde viviríamos, además no creo que el rey éste de acuerdo — Mi madre niega.

—Yo fuí el que le dijo a Jimin que vinieran al distrito central. — Interrumpe Yoongi.

—¿Y tú estás de acuerdo? — Pregunta mi papá.

—Si por mi fuera, me los habría llevado desde el día en que me fuí.

Dicho eso ellos aceptan y vamos a ayudarlos a empacar, entro a mi cuarto y veo que todo esta exactamente igual. Me da nostalgia, recuerdo todo lo que pasé ahí, las risas y los llantos, extrañaba estár en casa.
Tomo a Yoongi del brazo.

—Quiero que conozcas a alguien más. — Le miro. Asiente, les avisamos a mis padres que iremos a otro lugar y que no tardaremos, caminamos hacia el bosque y cuando llegamos a ese páramo, le presento a mi abuelo.

—¿Es aquí? — Me mira, asiento, él se arrodilla frente a la tumba. —Señor Park Woo Bin, me presento como el alfa de su nieto, prometo cuidarlo y hacerlo feliz en lo que reste de mi vida — Sonrío, limpio unas cuantas lágrimas. Yoongi se levanta y vuelve a abrazarme. Nos quedamos unos pocos minutos y luego volvemos con mis padres.

Salimos de ahí con las maletas de mis padres, sabemos que no es un adiós para nunca volver, sino es un hasta luego, después de todo aun está mi abuelo, sonrío antes de subirme al carruaje, siempre voy a guardar éste lugar en lo más profundo de mi corazón, entonces nos vamos.

Mare 👑

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top