39. Incluso sí mueres

Sigo de pie frente a Yoongi, hay más que quiere decirme.

—Yo no quiero convertirte porque para mi ser un mitad demonio es como estar muerto, no sientes mucho, es como saber que tu corazón late solo porque lo sientes pero no mueres. Todos mis parientes desde Taemin viven en lo más profundo del castillo, no han muerto.

No sé lo que se sienta ser un mitad demonio, pero de lo que estoy seguro es que no me da miedo. Lo tomo de las manos lo más fuerte que puedo.

—Sí ser un mitad demonio es estar como muerto, entonces, incluso sí mueres te voy a seguir amando tal como eres.

Él me mira, y sé que ya no está el miedo que antes se escondía en su interior, lo abrazo de nuevo.

—Sabía qué eras tú — Besa mi frente.

—¿Ser qué?

—La persona que quería para compartir mi vida de aquí hasta que el mundo se acabe.

—¿Eso es una propuesta? — Me río.

—Si... Por cierto... — Se separa un poco para mirarme. —Te voy a marcar.

Una carcaja sale.

—Es lo que he estado esperando. — Siendo sincero, él es el único alfa que quiero que marque, porque sé que no se irá, sé que no va a cambiar sus sentimientos hacía a mí, del que estoy seguro que quiero ser su omega.

—Perdóname por no haberte dicho antes sobre todo ésto.

—Entiendo tu miedo, y no hay problema — Le sonrío y lo doy un beso en los labios.

—Por cierto... Vamos con mi padre — Eso me toma por sorpresa.

—¿Para qué? — Me toma de la mano guiandime hasta el despacho del rey.

—Para avisarle — Me sonrojo al instante, ¿en verdad estará de acuerdo?

Yoongi me lleva lo más rápido que puede hasta allá, parece como si entendiera algo, como si por fin las cosas se aclararan en su mente y todo esté cobrando sentido, sé que lo siente porqué yo también lo siento.
Estamos frente a la puerta, antes de entrar él me toma de la mano.

—¿Estás seguro? — Me mira.

—Yoongi, nunca he estado más seguro en mi vida.

Él sonríe y me toma de la mano. Llamamos a la puerta y nos permiten la entrada.

—¿A qué debo su visita? — El rey se levanta y se pasea por su despacho.

—Padre, me dijiste que cuando tuviera mi desición final te lo hiciera saber — Siento como aprieta mi mano.

—¿Y bien?

—Quiero a Jimin, él ya sabe lo que soy... Y... — lo interrumpo.

—No importa, lo quiero tal cómo es — Le sonrío.

—¿Estás dispuesto a ser nuestra sangre? ¿En verdad quieres ser un mitad demonio? — Se planta frente a mí.

—Si, si lo estoy — Le dijo con toda seguridad.

El rey sonríe y me toma de los hombros.

—Entonces no hay nada más que discutir, tienen mi bendición — Siento como si un gran peso se hubiera quitado de mí, abrazo a Yoongi con todas mis fuerzas y unas cuantas lágrimas salen.

Ambos salimos de ahí y él me carga de manera nupcial, yo solo río y lo abrazo por la espalda. Si me volvieran a ofrecer la oportunidad de ser el guardia de Yoongi la acepto sin ninguna molestia, sin dudarlo un segundo.
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Me levanto de la cama y me voy a bañar, ya han pasado cuatro días, y todo volvía a la normalidad, busco mi uniforme pero no lo encuentro, escucho la puerta cerrarse.

—Venía a despertarte. — Yoongi hace un pequeño puchero.

—No encuentro mi uniforme — Paso una mano por mi cabello.

—En el armario — Se recarga en la pared. Yo nunca lo he dejado ahí, abro las puertas y veo un traje negro muy fino colgado, volteo a mirarlo.

—¿Qué le hiciste a mi uniforme? — Lo miro con picardía.

—Ya no eres mi guardia, ya no usas uniforme — Se acerca a mi.

Solo dibujo una sonrisa y tomo el traje.

—Voy a vestirme, salte.

—¿Por qué debería?

—Por favor. — Rueda los ojos y solo se voltea.

—No entiendo porqué si ya te vi desnudo antes.

La sangre sube a mis mejillas mientras me pongo el pantalón. No recuerdo haberme sentido feliz en tanto tiempo, es lindo por fin estar de esta manera con Yoongi.

—Cuando termines te espero en el jardín del ala oeste — Finalmente sale y me quedo vistiendo. ¿Qué está planeando?

Me gusta el traje aunque siento que no se me ve lo suficientemente bien, alguien llama a mi puerta. Le permito la entrada.

—Señor, le llegó esto — Me extiende un sobre. Rápido lo tomo y le agradezco.

Hola Jiminie.

Espero que estes bien y que no te haya pasado nada durante éste ataque, espero que algún día vengas a visitareme, ya regresé a casa, la verdad si extraño a los demás, puedes venir cuando quieras, recuerda Comarca dos Sur, aldea Anida.

Te quiere: Jiyong.

Sonrío, me alegra saber que pudo regresar bien a casa y con gusto voy a ir a verlo cuando menos se lo espere, finamente acabo de arreglarme y voy hacía donde me dijo, a decir verdad me siento muy raro vestido así, estaba acostumbrado a mi uniforme pero le agradezco a Yoongi que me haya dado esto, sonrío y cuando por fin llego hasta el jardín, veo lista una mesa con comida, gracias, ya tenía hambre.

—¿Un desayuno? — Me acerco a la silla.

—Si, espero que te guste — Se rasca la nuca.

—¿Tu lo hiciste? — Me siento.

—Yu Rae me ayudó, pero si, en teoría yo lo hice — Se sienta rápidamente.

Transcurre todo con normalidad y hablamos de cosas como ¿Por qué salía mucho con Tae? ¿A dónde iba con él? Creo que me vigilaba a pesar de estar pensando en su decisión, le respondo todo lo que quiere saber, a excepción de lo que me dijo Tae, no quiero que se vuelvan a pelear por otros nueve años, así que solo le digo lo que quiere saber.

De postre hay un pay de limón, ese me queda claro que no lo hizo él, pero no le digo nada.
Terminado el postre nos quedamos platicando, hablando de como nos imaginamos en un futuro, el me da una rosa que escondía en su traje.

—Ten, siempre dices que huele a rosas, así que aquí tienes una — Me la extiende. La tomo y huelo, pero no, no huele a Yoongi, solo huele bien. Al mirarla bien, veo algo brillante justo en medio, volteo la rosa para sacar lo que tiene dentro, sale un anillo dorado, simplemente hermoso.

—¿Qué es esto? — Me quedo viendo el objeto.

—Un anillo — Su tono es tan obvio.

—Sé que es un anillo, pero... — Me interrumpe.

—Park Jimin, creí haberlo dejado en claro cuando fuimos con mi padre, pero hay que hacerlo oficial — Se levanta y se queda a lado mío. —¿Quieres casarte conmigo?

Me levato y lo abrazo.

—Si — Dicho eso él coloca dónde va, ambos nos damos un tierno y dulce beso.

Mare 👑

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