9. Aitor x Lucian [Summer Love]

Aitor Cazador: Masaki Kariya
Lucian Dark: Hikaru Kageyama




Había llegado el verano y Lucian y Aitor se encontraban agarrados de la mano mientras paseaban en una noche estrellada, donde a lo lejos había fuegos artificiales ya que era un día festivo para todos.

Ellos dos eran novios desde hacía dos días, era poco tiempo, pero se encontraban muy emocionados y felices por tenerse el uno al otro. Jamás habían sentido algo así por alguien, y tampoco por nada, ni siquiera el fútbol. Un fútbol que los unió y los conoció.

—Oye, Aitor, ¿cuándo comenzaste a sentir cosas por mí? —dijo avergonzado el peli morado, intentando recordar la primera vez que lo conoció.

—Pues no sabría decirte. Tal vez aquella vez cuando el entrenador nos presentó a todos, ahí sentí una fuerte conexión contigo. —contestó pensativo.

—¡Igual que yo! Sentí también una conexión tan fuerte, como tus super técnicas. Caí en tus redes. —rió tímido al hacer hincapié en lo fascinante que era su técnica futbolera.

Lucian y Aitor no se conocían del todo bien. Había muchas cosas que desconocían el uno del otro, pero ellos habían sentido tan fuerte aquella conexión que Aitor después de un mes decidió declararse al menor.

Seguían paseando hasta que fueron a una gran colina: la colina Inazuma; donde allí se sentaron en el césped que había y comenzaron a charlar sobre cosas triviales. E incluso hacer una super técnica juntos.

—¿Qué te parece el nombre boom oscuro? —Dijo Aitor con su gran genialidad con los nombres.

Lucian no puedo evitar reír, ya que su punto fuerte no era precisamente los nombres.

—Ummmmh, primero habrá que mirar cómo es la super técnica. Pero tengo una en mente, que es como una bola negra, donde esparce redes para atrapar a los rivales. —los dos se tumbaron en el césped. —¿Que te parece red infernal? —sonrió Lucian.

—Me gusta el nombre. —sonrió también Masaki.

De repente hubo un silencio entre ellos dos, pero no era incómodo, sino un silencio tranquilo y agradable. Cuando de repente vino Gabriel García con Víctor Blade. Otra parejita también en el equipo.

—Hey, ¿Qué hacéis vosotros aquí? —Preguntó Gabi.

—Estábamos pasando el rato juntos. ¿Vosotros? —dijo Hikaru.

—Dando un paseo. Y ahora iremos a la feria. ¿Queréis venir?

Entonces al decidirse los dos chicos enamorados, acompañaron a sus amigos a la feria. Un lugar que tenía pensado llevar Aitor a Lucian a solas. Pero bueno, no podía ser ya que a Lucian le hacía ilusión ir con ellos.

Los cuatro se fueron a la feria más famosa de Inazuma. Al llegar primero fueron a la tienda de peces para pescar algunos.

—¡Mira Aitor, un pez rojo! Quiero ese... —puso un puchero y agarró del brazo a su novio.

Aitor no iba a caer en sus redes. Tenía que ser duro con él, y no darle todos los caprichos que él quiera.

—No.

—¡Por favoooor! —suplicó. Empezó a zarandearle del brazo. —Solo una pez, podrá ser nuestro hijo.

Al escuchar aquello, Aitor se sonrojó al pensar en aquello. En tener una familia con Lucian debía ser bastante divertido y extraño.

—Está bien. Pero solo uno.

Pagó 100 yenes para ver si pescaba ese pez. Pero falló, así que lo volvió a intentar hasta cuatro veces seguidas, hasta que finalmente en la quinta vez lo consiguió.

—Ten. Nuestro hijo. —dijo sarcástico y enfadado Aitor. Ya que él era bastante rácano y haberse gastado 500 yenes le enfadaba bastante.

—Nuestro hijo. —dijo feliz Dark, inocente del estado de ánimo de Aitor Cazador. —¿Qué te parece llamarlo Airen? De Aitor y Lucien.

Aitor al escuchar la ocurrencia de Lucian, sonrió ampliamente y asintió orgulloso.

Mientras tanto, Gabi y Víctor veían la escena enternecido. Mientras ellos estaban agarrados de la mano, comiéndose un helado.

—Víctor, también quiero un hijo. —Gabi rió y Victor también.

—Puedo darte hijos de otra manera. —Le besó y le agarró de la cintura.

Aitor al escuchar aquello sutilmente de los mayores, él pensó que no se había dado ni siquiera un beso con el más joven. Algo que deseaba con muchas ganas.

Pero sentía que aún no era el momento.

—¿Aitor, me estás escuchando?

—¿Eh? Sí, sí. —Aitor comenzó a caminar, pensativo. ¿Lucian acaso quería también besarlo? ¿Cuando iba a ser el momento?

—Masaki, te noto raro.

—No es nada, tranquilo.

—Incluso comenzaste a andar entre la multitud sin haber avisado a Gabi y a Víctor y los hemos perdido de vista...

—¿En serio? —dijo sorprendido Aitor. Así que sin más remedio, dijo lo que le rondaba la cabeza. —¿Lucian, quieres besarme tanto como yo quiero hacerlo?

Lucien lo esperaba esa respuesta, y un color carmesí aparecieron en sus mejillas. Claro que quería, pero jamás había besado a nadie. Abrazó a su pez dentro de una bolsa, y lo miró, sin saber qué responder.

—Sí quiero... Pero...

—¿Pero?

—Jamás... Esto yo... Jamás he besado a nadie...

—¿Jamás? ¿En serio? —Aitor no daba crédito a lo que había escuchado, y le pareció adorable aquello. Es verdad que son jovenes, pero el peli-azul si que había besado a dos personas anteriormente.

—¿Tú sí?

—Sí. —Lucian sintió celos. Pero se fueron rápidamente, al pensar que es el pasado del mayor y no podía hacer nada. Pasado, pasado está y antes no se conocían. Así que no podía hacer nada.

Aitor sintió como se puso celoso, así que agarró de la cintura a Lucian, y sonrió enternecido.

—Tranquilo, solo te amo a tí. Y sólo quiero estar contigo. —Lo abrazó y después juntaron las dos frentes para sentir aún más conexión entre ellos.

—Siempre te querré, Aitor.

—Yo también te querré amor. —dijo de repente Aitor. Algo que se le había escapado y se sintió avergonzado.

—¿Amor?

—Sí... —agachó la mirada.

—Me encanta. —sonrió Lucian. —Te amo, amor. Y también te ama Airen. —Masaki sonrió y rió después. Hikaru era tan adorable, que cada segundo que pasa, lo ama más.

—¿Quieres un helado? —diji Aitor, agarrando de la mano a Lucian. Quería pasar todo el tiempo posible con él, y aunque no se hayan besado todavía, no tenía prisa, ya que sabía que iban a durar muchísimo tiempo y el amor verdadero no hace falta contacto físico, sino que con unas simples palabras y actos eran suficientes. Un amor puro.

—¡Sí! Quiero helado de vainilla.

—Pues venga. Vayamos.

Y los dos. Se fueron a tomar un helado, en un amor que comenzó en verano, y que los dos desean que sigan por mucho más tiempo, uniéndolos el fútbol, y la conexión entre ellos.


...


Aquí un nuevo apartado, espero que os haya gustado. Aunque no haya tenido mucho sentido, quería deciros y trasmitir que no hace falta ir rápido, sino que vayáis a vuestro ritmo, sin forzaros.

Os quiero ❤️


 

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