El Contrabandista

Jungkook giró lentamente la cabeza hacia el lugar donde se escuchaba ese sonido. Allí estaba un hombre alto, completamente de espaldas a la puerta del baño. Sin embargo, su mente estaba tan inmersa en lo que había pasado hace unos minutos que pareció olvidar que existía Taehyung.  

—Vine porque estaba preocupado por ti... ¿Qué es eso?

Jungkook miró a su alrededor. Su mente estaba tan confundida que pareció olvidar dónde estaba y qué estaba haciendo. Sin embargo, fue debido a la voz del hombre, llamándolo un montón de veces, que recuperó la cordura una vez más.

Jungkook dejó escapar un largo suspiro. El tipo, que había perdido toda su energía, cayó sobre el suelo,  se quedó allí como si fuera un pedazo de carne muerta en un congelador.

—Jungkook, mírame.

—No hay problema. No es mi sangre.

—Ya veo.

Jungkook lo miró en silencio y luego, lentamente, comenzó a enderezar su espalda hasta quedar completamente derecho.

Fue directamente al lavabo del baño porque pensó que al menos tenía que lavarse primero. Abrió el grifo del agua y miró hacia arriba para poder verse en el espejo, parecía un demonio. La sangre goteaba de su cabeza hasta los pies así que no podía culpar a Taehyung por parecer preocupado en un inicio.

Suspiró, puso su mano bajo el chorro de agua fría y dejó que la sangre salpicara hasta que dejó todo pintado de rojo. Solo ahora, finalmente podía sentir el olor a metal de sus heridas y el terrible hedor de las feromonas Alfa.

—Maldita sea. —Jungkook chasqueó su lengua, tallando casi desesperadamente la sangre que estaba manchando sus manos, rostro, cabello y ropa. Sin embargo, no pudo quitar todas las manchas a la perfección.

—¿No vas a preguntar qué pasó? —Se secó la cara y las manos con una toalla de papel antes de hablar de nuevo.

Taehyung, estaba mirando al hombre Alfa que parecía no responder. —Supongo que algo similar a cuando te conocí.

—Quizás, supongo.

—Aunque tengo que decir que nunca esperé presenciar un espectáculo tan sangriento en un lugar como este.

La expresión de Jungkook, ligeramente rígida, no se veía del todo bien. Parecía como si no supiera qué hacer en esta situación.

—¿Olvidaste que soy de la familia Jeon?

—De ninguna manera. —Taehyung respondió suavemente. De alguna manera, incluso su rostro se veía aún más oscuro que al inicio. —Es impresionante.

—No estoy entrenado para derribar a las personas tan perfectamente como lo hace Jimin, pero como soy de una familia muy importante, sé lo básico.

—¿Quién? —Taehyung entrecerró los ojos y preguntó por el nombre que había salido involuntariamente de su boca.

Al parecer, él aún no sabía quién era Jimin incluso aunque había hecho una investigación de sus antecedentes. Jimin era el esposo de Yoongi, por lo que era natural que no lo supiera a menos que lo hubiera buscado con más cuidado.

—Sí, Jimin. Dame tu teléfono.

En lugar de dar una explicación extensa, se acercó y le tendió la mano. Era una orden silenciosa, pero Taehyung aceptó. Sacó su teléfono del interior de su bolsillo y comenzó a poner la clave de desbloqueo, se lo entregó a Jungkook, quien lo recibió y marcó un número sin dudarlo y muy rápidamente.

Igual que él, Jimin no contestaba números que no tenía registrado. Probablemente tendría que llamar unas cuantas veces más hasta que pudiera contestarle.

Pero entonces...

—¿Quién es?

Afortunadamente, la voz de otra persona se pudo escuchar a través del teléfono  después de solamente dos pitidos. Era Yoongi.

—Soy yo. Envía a alguien a esta dirección.

Pero Yoongi no lo saludó, ni se portó amable. —¡Puta madre, Jungkook! ¡¿Qué estás haciendo ahora?! ¿Dónde diablos te metiste? ¿¡Qué pasó!?

—Ya le expliqué todo a Jimin por la mañana. ¡Así que cállate y envía a alguien de una maldita vez!

—Te vas, haces que me preocupe y ahora de la nada me pides que... ¡¿Qué tipo de persona quieres y para dónde exactamente deseas que lo mande?!

—¡Alguien para limpiar! —Jungkook respondió con una sonrisa, como si no fuera nada especial. Luego, un breve silencio pasó por el auricular del teléfono.

—¿Mataste a alguien? —Yoongi preguntó.

—Yo no lo maté. Simplemente lo castre reventado sus testículos y le rompí la cabeza.

—Uy, alguien va a estar en problemas.

—¡No hice eso a propósito!

—El bastardo debió haber actuado como un perro me imagino.

—Me arrastró y trató de romperme la mano. ¿Vas a enviar a alguien o no?

—Entiendo.

Jungkook se frotó la frente con las yemas de los dedos y miró a Taehyung casi sin darse cuenta. El hombre todavía estaba parado allí, como un guardaespaldas que tenía una cara que gritaba que no sabía de lo que estaba hablando...

Si Taehyung no lo hubiera llamado, habría  seguido golpeando a ese Alfa borracho hasta dejarlo completamente desfigurado y tirado en algo más asqueroso que su propia sangre.

Eso también lo estaba haciendo pensar ¿Por qué demonios se detuvo por él? Fue como si una luz se hubiera encendido en su cabeza y entonces, la mano que golpeaba al hombre una y otra vez se detuvo por reflejo.

Taehyung solo llamó su nombre y fue más que suficiente.

—¿Dónde estás herido? ¿Estás bien? ¿Lastimó algo más que tu mano? —Yoongi, de pronto le hizo estas preguntas con bastante seriedad. Estaba muy preocupado por el hecho de que hubiese matado a alguien que lo había estado molestando.

Quizá se estaba preguntando si realmente había enloquecido ¿Cómo fue que actuó tan descuidado de pronto? Jungkook dejó escapar un largo suspiro, igual a si estuviera cansado de explicar extensamente lo que estaba haciendo o lo qué pasó.

—Estoy bien, mamá. Así que envía a alguien rápido.

—¿A dónde?

—Un aeródromo cerca de Daegu. Te voy a enviar la dirección por mensaje de texto.

—No, espera. Quiero saber si...

—Estoy cansado, voy a colgar.

—¡Jungkook! —La voz de Yoongi sonó ferozmente, pero igual terminó la llamada sin responder nada más. No es que estuviera especialmente cansado, por supuesto. Además, sabía mejor que nadie que cuanto más larga fuera la conversación, más información le sacaría y más extraño se volvería todo.

Suspiró. —Envía esta dirección a mi primo. Yo me ocuparé del resto.

Después de ese breve discurso, Jungkook cerró de golpe la puerta del compartimiento del baño donde el hombre tenía la cabeza bien metida en el inodoro.

Taehyung también suspiró. —Sé que tu primo tiene grandes habilidades, pero ¿De verdad se puede ocupar de esto así como si nada? ¿Algo así pasó antes?

Jungkook se movió y lo enfrentó. —Yoongi tiene que hacer esto por mi. Incluso algo así como un hombre muerto no es nada en comparación con todas las veces en las que lo he salvado yo.

"..."

—Y si "algo así" significa una situación en la que los Alfas coquetean conmigo y son golpeados por mi. Diré que siempre sucede cuando salgo por mi cuenta sin un subordinado. Muchas gracias por secuestrarme. —Jungkook terminó de hablar rápidamente y se dio la vuelta de nuevo. —Se va a volver molesto cuando la gente entre. Vamos a salir.

Pero Taehyung no se movió.

—Bueno, ahora que lo pienso, veo sangre cada vez que estoy contigo. Hace tres años, y nuevamente ahora.

En lugar de responderle, Jungkook simplemente lo miró. Pasaron dos minutos, tres minutos, y entonces Taehyung empujó la pierna ensangrentada del hombre Alfa, que había salido del fondo del cubículo del baño, para que se quedara bien adentro y nadie lo pudiera ver, luego volvió a encender su teléfono y le envió un mensaje de texto a Yoongi con la dirección exacta del restaurante en el que estaban.

Taehyung nunca mostraba una pizca de sorpresa sin importar lo que hiciera o no, o lo que dijera o dejara de decir. Más bien, era demasiado casual. Hace tres años, y nuevamente esta vez.

Los ojos de Jungkook se entrecerraron mientras lo miraba... Había algo increíblemente inusual en él. Incluso si pensaba que era una persona común con una buena razón para actuar de esa manera, su comportamiento despreocupado lo hacía lucir extrañamente loco. No sabía si eso lo hacía aún más interesante o muy aterrador.

—Entonces, ¿No estás emocionado por esto? —Jungkook dio un paso más cerca de él y preguntó esto abruptamente. Fue una pregunta tonta, a decir verdad. —¿No te parece  un poco excitante?

Dijo eso hace tres años también, cuando abrió fuego contra los perros Alfa que corrían hacia él mientras tenían sexo. Tenía esa misma voz, la que hablaba suavemente como en un susurro. La misma línea de su barbilla, las comisuras de sus labios levantadas como si quisiera abrirlos y las mismas pestañas revoloteando encima de sus ojos.

—... Quizá lo es. —Pero a diferencia de entonces, Taehyung respondió monótonamente, con una cara seria.
Su expresión facial era difícil de descifrar. Tal vez hablaba en serio o quizá era una broma. ¿Quién sabe? Sin embargo, un escalofrío vertiginoso recorrió su espalda mientras lo miraba.

—Hay que dejar de decir tonterías. Vámonos.

Fue Jungkook quien primero evitó su mirada. Trató de salir del baño a un ritmo apresurado sin ninguna razón en específico y sin embargo, antes de que pudiera siquiera dar un paso más, se detuvo completamente en una posición extraña. Había sido porque la mano de Taehyung cayó sobre su hombro, se encogió ante la inesperada sensación y volvió la cabeza hacía él.

Taehyung se había acercado a sus espaldas y lo estaba mirando atentamente. —No. Si sales así, todos te mirarán y todo se volverá un desastre.

Taehyung  se quitó la camisa que llevaba y la puso sobre la espalda de Jungkook. Esta mañana se había estado quejando de que su camisa de cuadros oscuros era horrible y que además no era adecuada para un día soleado como hoy... Y ahora la tenía sobre él. Era una prenda que le quedaba un poco grande, pero que ahora se estaba envolviendo alrededor de su cuerpo de una manera casi perfecta.

Era cierto, si hubiera salido como estaba, podría haber llamado la atención de todo el mundo.

Taehyung, quien ahora lucía una camiseta de algodón blanco le dijo: —Seguro tu amado primo se encargará de la limpieza, así que podemos salir de aquí como si nada hubiera pasado. —Y abandonó el baño antes que él. Por supuesto, Jungkook lo siguió sin decir una palabra.

Con cada paso que daba, la camisa de Taehyung parecía envolverse más alrededor de él, esparciendo un aroma dulce tan potente, que incluso pensó que podía sentirlo danzando en sus pulmones.

Como siempre... Fue un sentimiento extraño.

Ya estaba atardeciendo para cuando la avioneta aterrizó en otro pequeño aeródromo.

Taehyung  volvió a meter a Jungkook en el asiento de un coche que ya estaba aparcado en una esquina. Al parecer, al hombre le gustaba mucho conducir porque, justo después de volar durante varias horas, inmediatamente tomó el volante de un automóvil y le dijo que se pusiera el cinturón.

Jungkook lo miró con cansancio. Sin embargo, al momento siguiente, sus ojos parecieron ponerse en la completa forma de una espiral. Fue porque el coche, al que Taehyung abrió la puerta para que pudiera entrar, era un bendito Mustang convertible.

Incluso la forma cuadrada, brillante y compacta era un diseño que no podría decirse que estuviera de moda en estos días. Él no era un aficionado a los autos, y aún así podía reconocer de inmediato que el Mustang que tenía enfrente era un clásico bastante antiguo. ¡Ya se estaba mareando por venir en un avión y ahora lo quería meter en un Mustang convertible! ¿¡POR QUÉ NO TENÍA UN AUTO MODERNO!? Quería morir.

—¿Qué es esta chatarra? —Cuando preguntó, con una mueca en los labios, Taehyung lo miró con una expresión que gritaba "¿Estás loco?"

—¿Un Mustang del 69?

—No inventes ¿El doctor que dice tener mucho dinero está arrastrando esta basura por las calles? ¿No lo trajiste aquí a propósito para molestarme?

—Perdón, pero esta chatarra costó más de 200.000 dólares.

—¡200.000 dólares! —Jungkook parpadeó y negó con la cabeza.  —El precio de las antigüedades es exorbitante. Sin embargo, basura es basura. Me mareo cuando viajo en automóviles feos así que la próxima vez, trae un sedán para mí... Claro, no quiero decir que habrá una segunda vez. Ya sabes. Solo decía.

—Entiendo. No sabía que te mareabas. —Sonrió, incluso cuando Jungkook solo balbuceaba tonterías y como para seguirse burlando de él, el techo del descapotable se elevó hacia arriba para dejar sus cabezas completamente al aire.

¡Dios!

Al final, Jungkook no tuvo más remedio que aceptar, lamentando ser golpeado por el maldito viento que soplaba como loco cuando iban por la autopista. De verdad, su resistencia estaba llegando a su límite. Ayer tuvo un accidente automovilístico y hoy había volado en una avioneta por primera vez en su vida ¡Con graves hematomas! 

Además, en el punto medio, incluso se peleó involuntariamente con un Alfa parecido a un perro. De hecho, cuando lo golpeó, estaba perdiendo la cabeza por lo que no era consciente de su terrible condición física en absoluto. Sin embargo, después de regresar a la realidad, colapsó rápidamente por la tensión.

No podía levantar un solo dedo.

Puto alfa. Debería haberle dicho a Yoongi que lo enterrara y bailara en su tumba minutos después. Tardíamente, la fiebre en su interior aumentó hasta un punto en que tuvo que rechinar los dientes.

El mustang, antiguo, caro y estúpido, hizo un ruido sordo y, cuando Taehyung pisó el acelerador, fue tan rápido que su cabeza rebotó hacia adelante. Por supuesto, el mareo por movimiento empeoró muchísimo más debido a eso. Se estaba volviendo cada vez más difícil mantener el ritmo cuando estaba durmiendose... Además ¿Cuánto tiempo había pasado?
Cuando se dio cuenta, el coche, que se movía incómodamente hasta hace unos segundos, estaba quieto y los horribles murmullos de Taehyung apenas y se podían escuchar.

No obstante, no se sintió capaz de abrir los ojos para echar un vistazo. Su estómago dolía, su cabeza estaba mareada y todo su cuerpo estaba tan pesado que era seguro que no podría moverse en un maldito mes. Trató de separar los párpados una vez, pero fue imposible.

De pronto, en algún momento, su cuerpo se elevó en el aire como si fuera una muñeca de papel. Tuvo la breve sensación de estar siendo separado del suelo y después, la sensación de flotar desapareció y en su lugar, un toque tierno e increíblemente cálido envolvió todo su cuerpo hasta hacerlo sentir muy calientito, inconscientemente enterró sus mejillas contra la sensación y extendió los dedos como para poder agarrarlo. Sintió... Que los brazos de alguien lo estaban sosteniendo y luego, incluso escuchó un latido debajo de su oreja y entonces volvió a perder la consciencia.

Para cuando recuperó el conocimiento, incluso aunque fuera levemente, el lugar ya estaba completamente oscurecido. Parecía que había pasado un tiempo considerable.

Parpadeó y miró hacia sus manos. Sin embargo, estaba tan nublado y oscuro a su alrededor que parecía no poder ver de forma correcta y pensando que debía encender la luz, estiró los brazos hacia la mesita de noche y buscó un enchufe...

Hubo un sonido de dolor fluyendo por su garganta y tuvo la sensación de que no podía moverse por segunda vez. Luego, un ardor impresionante se extendió por todo su cuerpo igual a si lo hubieran golpeado con fuerza utilizando un bate.

Frunció el ceño. —No ¿Por qué?

Se despertó de esa forma ayer, pero ¿Por qué volvió a sentirse así hoy? Cada vez que se despertaba estaba en el mismo maldito estado así que era difícil saber si era un déjavu o la vida real. Es decir ¿Por qué diablos tenía que despertarse sintiéndose como una rata atropellada? ¿Qué había hecho mal esta vez? Su cabeza palpitaba con una sensación de culpa por haber cavado su propia tumba al seguir a Taehyung tan ciegamente solo por verlo poner sus ojos de "cachorrito triste."

Aún así, no podía simplemente lamentarse por eso a estas alturas.

Se levantó y se sentó poquito a poquito. Su garganta estaba seca y su cuerpo se sentía incómodo. Era el tercer día después de ser secuestrado por Taehyung. Durante ese tiempo, no había logrado ducharse adecuadamente y ni siquiera había logrado cambiarse de ropa. Su cuerpo, cubierto de polvo y sudor, estaba pegajoso y olía muy feo.

No pudo evitar sentirse incómodo por eso.
—Seguramente daría asco hasta en los países en donde no se bañan a menudo. —Murmurando para si mismo, encendió las luces y cuando la linterna se prendió, la vista de la habitación fue lo primero que logró cautivarlo.

El interior era sencillo, con una cama king-size, mesitas de noche colocadas a ambos lados, una cómoda sencilla frente a él y un escritorio grande pero muy hermoso. En un lado del cuarto, que parecía espacioso gracias a la falta de más muebles, había un pasillo que conducía a la ducha y a un tocador. No había una puerta que lo separara, por lo que el interior era visible desde todas direcciones.

Se puso de pie lentamente mientras miraba la habitación y el baño. Luego, paso a paso, movió sus piernas en un intento por poder ponerse a explorar.

Tan pronto como entró en el sanitario, se encontró frente a un gran espejo de cuerpo completo y por supuesto, el rostro que se reflejaba en él era infinitamente aterrador. Su ropa estaba manchada de sangre, su cabello estaba desordenado e incluso su cara estaba desaliñada. Hasta la camisa que llevaba parecía verse más fea.

Se le escapó un suspiro.

Ni siquiera le quitó la camisa. Estaba claro que el señor "Todomeimportauncarajo" lo tiró sobre la cama como si fuera equipaje y luego se marchó.

Se miró en el espejo una vez más y rechinó los dientes, se quitó toda la ropa, incluida la camisa de Taehyung, y tiró todo a la basura. Luego, fue directamente a la ducha y abrió la llave. ¡No podría estar más satisfecho con la sensación del agua caliente en un cuerpo tan dolorido y lleno de moretones como era el suyo! Era casi... Algo infinitamente celestial.
Después, volvió a la habitación y comenzó a secarse el cabello mientras se preguntaba si tal vez Taehyung lo había estado esperando. Por supuesto, la espaciosa habitación estaba tan vacía como la primera vez.

Aunque debería estar feliz por eso, simplemente perdió su energía. ¡Ni siquiera sabía qué tipo de reacción era esta!

Sacudiendo la cabeza para aclarar sus pensamientos, inmediatamente abrió la puerta del armario que ocupaba toda una enorme pared. Como era de esperar, estaba lleno de ropa nueva, desde prendas de interior hasta prendas de exterior. Taehyung pareció haber hecho algunos preparativos muy organizados para secuestrarlo.

—Que intenso el hombre .

Sacó su camiseta y unos cómodos pantalones cortos. Luego se vistió, abrió la puerta y salió lentamente.

La mansión era más grande de lo que había esperado. Tenía sed, así que salió a buscar la cocina... Se perdió, por supuesto. Era tan espacioso como la mansión de Yoongi. La diferencia, era que al parecer él no era del todo un hombre popular. Por ejemplo, siempre había alguien en la mansión de Yoongi, afuera y dentro, sus secuaces mantenían la casa en buen estado. Además, desde que se enlazó y se casó con Jimin, había mucho ruido debido a la madre de Jimin, su hermano y sus pequeños niños.

Esta era una atmósfera completamente diferente a la animada mansión de su primo.

La espaciosa casa se hundió en un silencio tan profundo que pensó que alguien había muerto. Se preguntaba si era la misma sensación de entrar a un museo cerrado y quizá porque el techo del primer piso era particularmente alto en comparación con el segundo piso donde estaba la habitación, el sonido de sus pasos resonaba sobre el espacio vacío con cada caminata...

Pero mientras cruzaba la sala de estar, una puerta cerrada, justo al lado de un extenso pasillo, le llamó la atención tan terriblemente que tuvo que acercarse.

Empujó la puerta para ver si era el comedor, pero resultó que solo se trataba de otro pasillo. Algo más grande que una habitación y más pequeño que su sala.

"..."

Estaba vacío. Es decir, ni siquiera tenía una ventana por la que pudiera asomarse. No, la expresión "vacío" en realidad no tenía sentido porque, a fin de cuentas, había una cosa acomodada justo en el medio: Un gran y bonito piano de cola bajo una luz tenue que caía desde el techo. Incluso le recordó a una pequeña sala de conciertos.

Sin saberlo, dejó de caminar. Miró a su alrededor y entró lentamente en el pasillo, cerró con cuidado la puerta a sus espaldas y continuó, paso a paso. Un pie delante del otro... Y cuanto más se acercaba a la parte delantera del enorme instrumento musical, más comenzaba a sentirse nervioso. Tanto que incluso sintió que le estaban hormigueando los dedos.

El interior de la sala, donde solo estaba el piano, era muy anticuado, también lo eran los pisos de madera y las paredes sin nada más que ladrillos. No importaba que estuviera elegantemente decorado, la humedad y la temperatura eran impresionantes. Con cada paso que daba, el aire que sentía en la piel le hacía darse cuenta de que era muy parecido a un horno de vapor.

El piano tenía la marca "Steinway & Sons" grabada en él. Además, era del tipo que solo podía encontrarse en alguna sala de arte. Un piano de este tamaño podía superar fácilmente los cientos de miles de dólares y si estaba hecho especialmente, como confirmaba la firma, el precio entonces se volvía difícil de estimar. Además, era un piano creado por una marca que era famosa por producir instrumentos musicales de hermosos sonidos, tal como lo que utilizaban los pianistas de talla mundial.

De pie frente al piano, extendió la mano y tocó las teclas suavemente. Un sonido lento se extendió por todo el espacio y se perdió haciendo una especie de eco. Había pasado mucho tiempo desde que escuchó esa melodía. Para ser exactos, la última vez que lo hizo fue hace unos 10 años.

"Tok, tok, tok", los dedos que habían estado golpeando las teclas de manera insignificante recorrieron al piano hacia la derecha.
El timbre claro y perfecto hizo que sus dedos se pusieran tensos, como si se hubiera dado cuenta de que estaba haciendo algo equivocado. Estaba intoxicado por el sonido que resonaba en todas direcciones, sintiendo como si incluso unas cuantas notas fueran una canción y  quizá, no había nada extraño en estar hipnotizado por algo que antes le ocasionaba un tremendo placer.

Se sentó.

Puso la espalda recta en su asiento y volvió a examinar las teclas del piano con las yemas de los dedos. De hecho, cada vez que las hacía sonar una por una, su mente se quedaba en blanco y todo lo que estaba alrededor, a excepción del piano, dejaba de existir. Incluso había olvidado que esta era la mansión de Taehyung, que se había despertado después de quedarse dormido hace un rato, que le dolía todo el cuerpo, que tenía sed y que bajó a buscar el comedor porque tenía hambre.

Fue agradable ver un piano después de 10 años. Quizás por eso, "ding, dong, ding, dong" los dedos que presionaban aleatoriamente las teclas estaban empezando a crear una melodía a partir de nada.

Guiado por sus recuerdos, dejó que sus manos se movieran tanto como quisieran. Pasó una nota y pasó otra y cuando continuó presionando un par de veces más, la melodía más clara y hermosa del mundo llenó el espacio hasta terminar por hacer que todo flotara.

Sintió como si sus dedos estuvieran empezando a volar.

El sonido era elegante y lleno de potencia. Una cancioncita clara y viva, que no se sentía pesada en absoluto y que llenó el salón en un instante hasta hacerlo sentir... Igual a si cayera en un mar de espléndidos sonidos que salían desde su piano.
Sin embargo, a medida que la actuación se intensificaba, hubo un crujido, las yemas de los dedos se le desalinearon y el sonido se volvió horriblemente turbulento. Al mismo tiempo, detuvo la mano que hasta un momento, parecía bailar.

Finalmente recobró el sentido.

—¿Qué estás haciendo aquí?

No pudo ocultar su vergüenza, así que  dejó escapar un largo suspiro y comenzó a frotarse las manos como para pensar en una excusa que decir. Su corazón latía rápido porque todavía había un poco de tensión y emoción flotando alrededor de su cuerpo.

—Es "El Contrabandista."

Fue ese el momento en que Jungkook, todavía sentado en silencio sobre una silla, escuchó una voz baja y pesado detrás de la espalda. Su tono, más la redacción exacta del título de la canción que acababa de tocar, hizo que su espalda se tensara.

Jungkook podía sentir emociones vertiginosas dentro de su pecho.

Asintió, y lentamente volvió la cabeza hacía él. Taehyung estaba de pie, con la espalda contra una puerta que todavía parecía estar bien cerrada. No había logrado sentir ningún sonido ni presencia hasta que hizo ruido a propósito para llamar su atención. Tal vez, no lo notó porque estaba muy emocionado con el piano que no había visto en mucho tiempo.

—Nunca pensé que pudieras interpretar tan bien a Franz Liszt. —Taehyung, que lo miraba fijamente con los brazos cruzados sobre su pecho, habló con una voz bastante tranquila. Jungkook levantó la punta de sus labios de inmediato y sonrió igual a si nada hubiera pasado en primer lugar.

—¿Estás sorprendido?

—Es muy bonito.

—También tengo aficiones. No solo el doctor aquí presente puede tenerlos.

Trató de responder con indiferencia, pero en realidad, estaba terriblemente nervioso. Era porque había tocado después de pensar que no lo haría nunca más y porque estaba sorprendido por la repentina aparición de Taehyung. Sin embargo, se mostró reacio a demostrar algo de lo que estaba sintiendo en ese momento, por lo que se puso de pie con los puños bien apretados.

—¿Tus hobbys siempre están a ese nivel? Liszt RondoFantastique era famoso por sus difíciles composiciones.

—Yo estoy sorprendido de que conozcas la canción y su nombre. ¿También te gusta el piano? —En lugar de responder, le preguntó esto a Taehyung, quien seguía mirándole con ojos llenos de un inmenso asombro. Él dijo que no, y agregó: —Soy bueno con las máquinas, pero no soy bueno para tocar instrumentos musicales.

—¿Por qué tienes un piano tan caro?

—Porque es bonito.

—Es una marca famosa.

Jungkook evitó su mirada y cerró con cuidado la caja del piano. Debido a que el espacio estaba todavía increíblemente silencioso, hubo un fuerte estruendo cuando lo hizo. Le puso los pelos de punta, a decir verdad.

—Es el único recuerdo que tengo de mi hermano.

La mano que había estado apoyada ligeramente sobre el piano fue retirada con cuidado e incluso se sintió mal por haberlo tocado sin pedir permiso. —Lo siento.

—No. A mi hermano le gustaba la música así que su afición era invitar a músicos famosos cada vez que tenía la oportunidad.

—Entonces, ¿Esto era una sala de conciertos?

—Así es.

¿Invitaba personalmente a los artistas a realizar un concierto solo para él? Se preguntaba qué clase de persona era en realidad su hermano mayor.

—Desafortunadamente, mi hyung no era bueno tocando. No importaba qué tan maravilloso fuera su maestro o cuanto practicara con un piano caro, siempre fue terrible en la interpretación. Era difícil de escuchar.

"..."

—A diferencia de ti. —Taehyung lo miró a la cara. Sus ojos agudos le resultaban desconocidos porque era una mirada que le decía que estaba intentando esconder un secreto muy dentro de él.

Jungkook caminó lentamente por el pasillo, dio un paso más cerca de Taehyung y lo dejó hablar otra vez.

—Liszt era uno de los compositores favoritos de mi hermano. Por eso, he oído hablar de "El Contrabandista" varias veces. No es una canción que se toque a menudo.

No era particularmente famosa y era una canción muy difícil, por lo que no era común que los pianistas lo tocasen a menudo. Pero a Jungkook le gustaba mucho esa canción.

Hace mucho tiempo, cuando tocaba "El Contrabandista." de Liszt, su abuelo, venía a escucharlo todo el tiempo. De vez en cuando, bromeaba y se reía de él diciendo: —¿Es esta una canción para mí por trabajar de contrabandista? Por lo que sí, era tonto pero igual muy agradable.

Extrañamente, aunque esos viejos recuerdos ahora se habían desvanecido, miles de millones de notas musicales todavía flotaban vagamente frente a sus ojos y hacían cosquillas en sus manos. Quizá por eso, seguía tocando siempre que tenía tiempo libre.

Por supuesto, su abuelo no era consciente de que ser un músico, era realmente su verdadero sueño.

—Ahora, déjame decirte que tu actuación es una de las mejores que he escuchado. No pude evitar sorprenderme. —Taehyung, que estaba todavía bloqueando la puerta, inclinó la cabeza y lo dijo como un cumplido, pero su mirada sobre Jungkook todavía estaba llena de ese extraño sentimiento que le había dejado hablar de su hermano.

—Ni siquiera está terminado. Lo que dices es una exageración. Creo que es porque tus oídos no son lo suficientemente buenos.

—En absoluto. No soy bueno tocando instrumentos musicales, pero mis oídos nunca mienten. —La voz fría pero firme de Taehyung flotó sobre el pasillo silencioso. —Debo decir que comencé a pensar que en lugar de un hacker, había traído a un pianista profesional.

Su mirada y expresión, que parecía haberse vuelto suave solamente para él, hicieron que Jungkook se sonrojara.

—Pero, si tocas el piano como pasatiempo o juegas con un consolador cuando tienes ganas, el hecho de que seas un hacker maravilloso y una persona increíblemente inteligente y fuerte sigue siendo un hecho. Nada cambia dentro de ti por amar algo.

Jungkook agitó las manos como para pasar de tema. Sin embargo, Taehyung se quedó allí, como una estatua o como si no estuviera dispuesto a apartarse fácilmente del camino.

—Dijiste que a veces cocinas cuando tienes dolor ¿No? A veces toco el piano cuando tengo dolor. Eso es todo. Por cierto, nunca lo he hecho frente a alguien más. Utilizo auriculares en un piano eléctrico así que nadie sabe... Nadie sabe que toco el piano. No vayas a andar de chismoso.

—No. Bueno, no digas que lo sigo haciendo.

Taehyung frunció el ceño, como si estuviera disgustado por lo que acababa de oír. Su reacción no fue para nada comprensible.

—¿Por qué? ¿Hay alguna razón por la que debas practicar piano en secreto?

—Porque el piano... No es para mí.

—¡Tienes un talento increíble! Si fueras pianista, creo que tendrías bastante éxito en tu vida. Entonces ¿Por qué dices...?

—Ser pianista no es para todos y cada persona tiene sus propias circunstancias con las que vivir. Ahora estoy plenamente satisfecho con mi trabajo así que ¿Por qué no solo te detienes ahora? No quiero hablar de eso. —Sin querer, su tono de voz se había vuelto muy frío.

Taehyung que lo había estado observando por un largo tiempo, de repente se volvió y abrió la puerta por completo para permitirle pasar. Era como si se hubiera dado cuenta que no tenía sentido seguir discutiendo.

Jungkook se apresuró a salir por la rendija que había abierto. Sin embargo, todavía no tenía claro a dónde tenía que ir para encontrar el comedor.

—Sígueme. Te prepararé algo de comer.

Al darse cuenta de que había perdido el rumbo, Taehyung dio el primer paso hacía su derecha. Jungkook se mordió el labio y luego, simplemente asintió y caminó detrás de él, justo a sus espaldas. No era su casa y no podía hacer nada al respecto de todos modos.

El ancho cuerpo del hombre estaba oscureciendo su visión así que sintió como si una pared sólida estuviera de pie en lugar de un humano. Nadie lo estaba forzando a hablar, pero dejó escapar un largo suspiro y lo hizo. —Fue agradable ver un piano de cola después de mucho tiempo así que, por eso... Yo toqué el piano sin darme cuenta. Me recordó al Steinway que tenía en casa. —Jungkook se mordió el labio, todavía detrás de la espalda de Taehyung. Los sentimientos de nerviosismo y malestar seguían creciendo incesantemente, incluso después de su excusa.

—Si tuviste un Steinway, significa que eras un estudiante perfecto. Quiero decir, no era solo un pasatiempo. —Taehyung, que no sabía cómo sentirse al respecto, murmuró igual que si estuviera hablando solo. —¿Pero qué le pasó a tu piano?

Ante su repentina pregunta, Jungkook se encogió de hombros inconscientemente. Por ahora, se alegraba de no estar mirándolo. Después de todo, si no fuera por la manera en la que estaban hablando ahora, se habría sentido como un completo imbécil.

—Lo tiré. —Jungkook pasó saliva por su garganta que sentía reseca. Eso fue hace bastante tiempo así que apenas podía recordarlo. También era algo de lo que ya no quería saber. Sin embargo, de alguna manera, los eventos de ese día le estaban llegando a la mente con bastante claridad en este momento.

Sintió... Náuseas.

—¿Lo tiraste? ¿Ese piano tan caro?

—¿Olvidaste que soy millonario? Si no me gusta algo, puedo tirarlo y ya. No preguntes. —Sin darse cuenta, su tono se volvió muy agudo, como si estuviera a punto de llorar. Era por las cosas en las que no quería pensar. Era porque estaba triste.

—Ya.

Pero Jungkook se enojó. Era una sensación que ni siquiera podía comprender. Su cabeza latía con fuerza ante el revoltijo de emociones encontradas y no, no fue porque Taehyung sintiera curiosidad por su pasado. ¡Fue por esa maldita cosa! La ira que había estado escondida durante mucho tiempo volvió a surgir.

Su cara, aplastada contra el piano de cola.

Su llanto.

Maldita sea, tener un flashback tan inútil como ese era tan..

Jungkook negó con la cabeza para borrar la imagen del pasado que de repente le había llegado a la mente. Pero al mismo tiempo, sus ojos se nublaron.

—Ah, espera... —Le temblaron las piernas,  pensó que caería en cualquier momento así que, para evitarlo, rápidamente extendió la mano y se agarró de la espalda de Taehyung

—¿Jungkook?

—Espera un minuto, ah... Espera solo un minuto.

Taehyung trató de darse la vuelta rápidamente, pero Jungkook agarró el dobladillo de su abrigo y lo impidió a como diera lugar. En cambio, apoyó la frente contra él y comenzó a intentar tranquilizarse. Le temblaban las piernas y sus ojos estaban desenfocados. Le costaba respirar así que inhaló, agarrándose el pecho como si estuviera obstruido.

—Es... Es mi anemia. Mierda... Creo que me voy a desmayar de hambre. Pronto estaré bien, así que... Así que solo dame un minuto.

Su mandíbula tembló lo suficiente como para hacer un sonido de castañeo. La mano que sostenía a Taehyung tembló, su respiración era errática y el corazón le estaba latiendo con prisa. Afortunadamente, Taehyung no miró hacia atrás ni una sola vez. Solo, se quedó ahí parado y mantuvo la boca cerrada hasta que no aguanto más y le hizo una pregunta: —¿No dijiste ayer por la mañana que incluso si no comías durante unos días, no morirías? —Como de costumbre, su tono y su voz fueron directos.

Jungkook, que descansaba la frente en su espalda, levantó las comisuras de sus labios en una sonrisa y contestó: —Creo que tenías razón. Como no he comido bien durante varios días, mi cuerpo...

De hecho, estos síntomas no eran por no comer. Era un ataque de pánico por recordar el maldito evento del piano. ¡Joder! Se agarró el pecho, tragándose la blasfemia tan bien que ni siquiera se escuchó. Parecía que su garganta estaba cerrada y que por eso no podía pasar el aire adecuadamente.

Taehyung, que había estado de pie y en silencio como si fuese una estatua, de repente se dio la vuelta.

—Um...

El cuerpo de Jungkook se tambaleó hacía atrás. Sin embargo, justo antes de caer al suelo, unos brazos lo sostuvieron y lo rodearon suavemente hasta hacer que dejara de tocar el suelo.

—Es mi culpa, se supone que te traje aquí porque te necesito y ahora estoy haciendo que te mueras.

Luego, sosteniendolo todavía, cruzó la sala de estar y comenzó a dirigirse en la dirección opuesta. Jungkook no pudo evitar mirarlo fijamente, incapaz siquiera de parpadear. Taehyung presionó las yemas de los dedos sobre su cabeza y lo hizo descansar contra su pecho nuevamente. —Está bien, trata de relajarte. No pienses en nada.

—Te dije que es hambre. No pierdas la cabeza por nada.

En realidad, la sensación de opresión en su garganta y la dificultad para respirar estaban desapareciendo gradualmente. No sabía si lo entendía pero fingía no saber, o si realmente creía que tenía anemia. Sin embargo, de alguna manera, comenzó a tratarlo tan dulcemente que su mente quedó en blanco. Tal vez era también por la temperatura corporal que le transmitía el tener sus brazos por completo alrededor de él.

Jungkook respiró hondo y apoyó la cabeza en el pecho de Taehyung. Cada vez que inhalaba y exhalaba, el olor de su cuerpo le hacía cosquillas en la punta de la nariz y penetraba profundamente en sus pulmones. Además, no olía mal, se preguntó si este era el aroma de una persona que ni siquiera tenía feromonas de Omega o de Alfa.

"..."

Jungkook, que había estado conteniendo la respiración por un segundo, cerró los ojos y se sostuvo de los brazos de Taehyung. De repente, los abrió de nuevo y pensó: ¡WTF! Había enterrado su cabeza en el pecho de este hombre y además de eso, ¡Lo había estado olfateando!

Cuando se dio cuenta de su absurdo comportamiento, se sintió avergonzado y no supo qué hacer. Sintió la cabeza caliente, como si tuviera fiebre, rápidamente giró para ver si Taehyung se había dado cuenta y por segunda vez, se echó a reír por todo lo que estaba pasando con él. Parecía una maldita locura.

—Por cierto, doctor. El servicio es muy bueno. Ayer y hoy, me has llevado cargado a comer ¿Me llevarás así mañana también? —Jungkook preguntó esto descaradamente. Fue una especie de reacción de autodefensa para que no notara la vergüenza y la tensión dentro de él.

—No hay nada que no pueda hacer, si tú quieres que lo haga. —Taehyung respondió mostrándole una cara que ni siquiera tenía una sonrisa, una mueca o algo. Eso significaba que sin importar lo descarado que fuera, ¿Lo aceptaría?

—De verdad, si te digo que me abraces, me cargues y me lleves contigo todos los días, ¿Lo harás? ¿O vas a aparecer mañana fingiendo que nunca dijiste eso?

—De ninguna manera. Tiendo a mantener mi palabra en toda situación.

—¿Entonces quieres decir que realmente vas a cargarme siempre?

Cuando Jungkook habló, Taehyung levantó una esquina de su boca.
—Puedes considerarlo la "recompensa divertida" que mencionaste antes.

Jungkook no tuvo más remedio que parpadear ante la oración "recompensa divertida". Habían pasado muchas cosas que provocaron que se olvidara de eso por completo y aún así, reclamar este tipo de trabajo como la compensación que había pedido, era un fraude.

—Ya veo, ¿Estás tratando de engañarme para no darme mi recompensa divertida?

—¿Qué es una recompensa divertida para ti en primer lugar? ¿¡Sentarme y dejar que me des de cachetadas!?

—Tal vez. Pero mi salario por hora es tan alto que eso apenas cubriría una tercera parte.

—Todo lo que quieres es tener una excusa para estar conmigo.

—Hablas así porque no me quieres pagar.

Se sintió un poco, como si estuvieran jugando y mientras los dos se peleaban un rato, Taehyung entró en la cocina, sentó a Jungkook en una silla junto a la mesa e inmediatamente después, se dirigió a la estufa.

Jungkook se quedó en silencio, como había dicho Taehyung, y luego solo lo siguió con la mirada hasta que desapareció por la puerta. Suspiró de nuevo, cerró los ojos y pensó: Había llegado la repentina comprensión de que los síntomas de pánico que habían surgido hace unos segundos, ya no estaban allí. Suavemente se frotó el pecho con la palma de su mano y se revisó los dedos. Estaba bien, era como si nada hubiera pasado. No había síntomas de asfixia, y su garganta ya le estaba dejando respirar.

Se secó los labios con la mano. Exhaló, inhaló y luego exhaló de nuevo.

Todo lo malo había desaparecido durante esa "pelea" con Taehyung. El ataque de pánico, las imágenes molestas del pasado, absolutamente cada cosa que no quería recordar.

—Es extraño de verdad. —Murmuró para si mismo, mientras apoyaba la barbilla en el brazo que estaba colocado sobre la mesa. Luego, volvió a buscar a Taehyung con la mirada hasta dar con él. Estaba preparando una comida de la misma forma que lo había hecho ayer por la mañana. Tenía una expresión y una actitud extremadamente gentil, como si nada hubiera pasado entre los dos y después de observarlo durante mucho tiempo, respiró hondo y se obligó a apartar la cara de él.

Quería alejarse de ese hombre que seguía siendo lo primero que aparecía en su mente cada vez que despertaba, así que deliberadamente, miró a su alrededor como si estuviera interesado en las instalaciones de la cocina.

Era extraño que aunque la mansión fuera demasiado amplía, el comedor no se separara de la cocina. El lugar en el que estaba era solo una mesa anticuada y la cocina tenía la pared negra sobre algunos mosaicos blancos que llegaban a unos centímetros de donde estaban puestas las sillas. Era, un diseño limpio y elegante. Conservador.

Pero después de observar alrededor por un tiempo, los ojos de Jungkook volvieron a fijarse en Taehyung. Se movía lentamente, pero sin parar. La forma en que cocinaba mientras manejaba hábilmente varios utensilios de cocina era impresionante y hasta un tanto varonil.

—... Lamento haber tocado el piano de tu hermano tan arbitrariamente. Debe ser algo lleno de recuerdos para ti. —Sus palabras no tenían nada que ver con el desayuno.  Podría haber sido un tema un poco aleatorio, una disculpa que no se ajustaba a la situación actual y aún así, quería decirlo.

Taehyung lo miró mientras cortaba la fruta con una expresión indiferente y un tanto digna, así que era difícil tener una idea de lo que estaba pensando o sobre lo que quería decir. Pero en el momento en que sintió que era un poco incómodo simplemente mirarse sin decir una palabra, negó con la cabeza y habló. —El piano lo tengo solamente para fines ornamentales. No te disculpes por algo como eso, en lo que a mí respecta, puedes utilizarlo cuando quieras. —Taehyung respondió en un tono despreocupado y comenzó a poner toda la fruta en un plato hondo. Pero a diferencia de él, Jungkook estaba un poco perplejo.

—¿En cualquier momento?

—Cuando lo desees.

—Pero... Ese piano es muy caro.

—¿Y...?

—Además, es un recuerdo de tu hermano.

—¿Y?

A decir verdad, respondió de una manera un tanto irrespetuosa. Su actitud gritaba que realmente no le importaba lo que hiciera o lo que no así que Jungkook luchó contra el deseo que tenía de gritarle: "Deberías ser un poco más cuidadoso con las pertenencias de tu hermano que amaba la música".

—¿No estás respondiendo muy despreocupadamente?
—Jungkook estaba furioso por su reacción.

—Ese piano se ha descuidado durante más de un año. No es diferente del equipaje que arrojo en mi almacén así que ¿No sería mejor para ti tocar de vez en cuando ya que lo tengo? Incluso aunque no te quedes permanentemente. —Taehyung le respondió sin rodeos y sin detener la mano que estaba cortando la fruta. Jungkook estaba sin palabras. Las palabras no salían de su boca, era como si tuviera un nudo atorado en su garganta. No supo qué decir o cómo actuar, así que solo frunció el ceño.

Pero mientras luchaba contra si mismo, Taehyung estaba muy ocupado moviéndose para todas direcciones. Después de poner las frutas bien cortadas en su lugar, pasó al frente de la estufa y encendió la lumbre. Parecía haber olvidado el tema del piano, por lo que se concentró solo en cocinar. En realidad, el piano parecía ser algo tonto para él.

Luego, escuchó el ruido de algo hirviendo, fue algo cálido, tan fragante como el sonido y, tenía que decirlo, demasiado rico. El aroma a café recién preparado se mezcló a la perfección con el burbujeo del agua.

—Entonces... Esta será la "recompensa divertida" de la que hablamos. —Jungkook que había estado viendolo preparar el desayuno, de repente sonrió ante su idea.

Es decir, era un hecho que el piano era tan caro como para no encontrarlo fácilmente en el mercado y además, tenía el recuerdo que le había dejado su hermano mayor. Parecía que era una buena compensación para empezar.

Taehyung levantó la cabeza y le dedicó una mirada de puro asombro. —¿Vas a usar algo tan simple como esto como la compensación? Fuiste tú quien me amenazó con tu salario por hora y tu rescate y todas esas cosas así que...

—La tarifa diaria de alquiler de ese piano es exorbitantemente cara, es solo que no lo sabes y, te dije que quería algo divertido.

Eso de "diversión" era cierto. Porque era un maldito piano Steinway, algo que no había visto en mucho tiempo y que seguramente no volvería a tener.

—¿En serio ese piano es una recompensa divertida?

—Es una recompensa divertidísima.

Quizás la respuesta de Jungkook después de sus palabras fue sorprendente, porque Taehyung inclinó la cabeza en lugar de mirar la sartén.

—Aun así, como dije desde el inicio, no es comparable a la cantidad que me debes.

—... ¿Perdón?

—Así que debes pensar en algo más para pagarme, escucharé cualquier sugerencia.

Taehyung apagó el fuego y tomó la sartén. Los huevos revueltos, amarillos y maduros, comenzaron a dividirse en dos platos para tener porciones relativamente iguales que pudiera ofrecer.

Jungkook, que estaba observando en silencio su apariencia, se rió.
—Tranquilo. Puedo esperar hasta que encuentres algo. Supongo que no llevamos prisa.

Taehyung entrecerró los ojos ante la arrogante respuesta de Jungkook.
—Entonces, primero comamos y luego pensemos.
—Se paró frente a él, sosteniendo un plato grande en cada mano.

Jungkook, que estaba medio tendido en la mesa, enderezó la espalda por completo y cuando su estómago hambriento sintió el olor de la comida, hubo un rugido tan impresionante que pareció rebotar por cada una de las paredes de la habitación.

En el plato, Taehyung había servido pan tostado, huevos revueltos, naranjas en rodajas y un montón de plátanos con crema a un lado. Olía particularmente sabroso, pero probablemente era porque tenía mucha hambre.

No le daría salsa de tomate o salsa picante, pero no importaba.

—Entonces, ¿Estás de acuerdo con darme algo además del piano? —Tan pronto como se metió el huevo revuelto en la boca,  comenzó a hablar.

Taehyung levantó una mano de inmediato y le mostró uno de esos gestos que ocupaba para decir: "Si tienes algo que decir, primero come y no hables con la boca llena." Y luego el hombre, que se sentó en una posición tranquila, tomó un sorbo de café y comenzó a dar las gracias.

—... ¿En serio?

—Puedes ser más específico sobre lo que quieres hacer o no, después de terminar. Compórtate.

La expresión de Jungkook se arrugó mientras mordía la comida hasta un punto en que sus mejillas se llenaron tanto como las de una ardilla. Taehyung solo estaba tomando café como si no hubiera visto nada... O como si fuera su abuelo.

—Además, ya que he decidido pagar una compensación, no hay razón para dudar de mi. Te daré lo que quieras.

Con el tenedor en la mano, Jungkook partió la naranja en trozos que pudiera comer. Sin embargo, en lugar de discutir sobre algo como "términos y condiciones de la compensación", simplemente masticó la comida y se la tragó sin decir cualquier otra palabra. De todos modos, tenía razón en que era como si el contrato ya se hubiera firmado.

—Eso espero. Por favor, no seas un dolor en el trasero.
—Murmurando y comiendo mientras tanto un delicioso desayuno, Jungkook parecía haber elevado sus esperanzas en él y haberle depositado toda su confianza.

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