El ciclo de Celo

Advertencia: Este capítulo contiene escenas 🔞. 

Sin hacer nada más, sin decirle otra palabra, el pene de Taehyung entró dentro del ano hinchado de Jungkook en un instante.

"¡¡...!!"

Era como si gritara, pero no se escuchó ningún sonido en realidad. La boca de Taehyung estaba cubriendo sus labios hasta quitarle el aliento. Sus gemidos y gritos fueron aplastados en su propia boca y pronto pareció igual a si estuvieran lo suficientemente ocupados chupándose la lengua y tragando la saliva el uno del otro.

Sus ojos revolotearon como si estuviera borracho y pronto se sintió igual a si el calor de Jungkook hubiera sido transferido a él por sus manos.

Taehyung se deslizó por el cuerpo de Jungkook, de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, ida y vuelta hasta aterrizar nuevamente en sus labios, en dónde le derramó un beso feroz y apasionado por segunda vez. Lamió toda su piel, su boca, chupó sus dedos, pezones y sus labios, deleitándose con el sonido de los jadeós de Jungkook, quien estiró los brazos y apoyó todo su cuerpo en el pecho de Taehyung.

Su torso y el suyo, temblaban.

—Ah, ah, ah... —Un gemido ahogado se dispersó en la habitación. Era difuso y se sintió como si viniera de muy lejos.

Al Omega le tomó un tiempo considerable darse cuenta de que era su propia voz.

—¡Ah!

Incluso le era difícil saber si el sonido de los chirridos, crujidos, piel mojada chocando, los gemidos que emitía débilmente y el traqueteo de sus cuerpos temblando independientemente de sus voluntades era algo REAL o solo partes de un SUEÑO.

No, seguramente esta era la realidad. Estaba tan claro como la sensación estremecedora y vertiginosa que le producía el gran pene de ese hombre al tocar el interior de su ano. Era una dicha que nunca había sentido, ni siquiera cuando usaba sus amados dildos.

—Jungkook...

El hombre puso una mano en su barbilla y luego, aunque había estado sujetando su cintura y empujando violentamente sus genitales en su interior, una y otra vez hasta acorralarlo contra la cama, dejó de moverse como para que pudiera responderle a una pregunta:

—Dime... ¿Quién soy?

“No te detengas... Más, necesito más”. Quería decir algo como eso, pero su lengua pareció endurecerse tanto que no pudo formar una sola oración.

—Respóndeme. —El Beta gruñó. —Mírame y di mi nombre al menos.

—… Taehyung. —Fue entonces cuando Jungkook pronunció el nombre del hombre a la perfección. De hecho, ni siquiera podía ver su rostro correctamente. Su mente estaba nublada y no podía ni recordar lo que estaba pasando o cómo sucedía todo exactamente.

Sin embargo, el nombre de "Taehyung" se deslizo involuntariamente de la punta de sus labios tal vez porque lo había mencionado muchas veces mientras se masturbaba y ahora  el Beta, realmente le hizo decirlo una y otra vez, al grado de que ahora, cuando abría la boca, solo salía esa palabra.

—Taehyung...

—¿Quién te está penetrando? ¿Quién está dentro de ti? Mírame y dime. —Acercó su rostro al suyo y repitió la misma pregunta... Y fue entonces cuando las gruesas líneas de su rostro llamaron su atención. Sus ojos oscuros, la nariz alta, los labios que le estaban chupando cada rincón de la piel, esa forma que tenía su cuerpo y sus músculos ¡Maldita sea!

Jungkook levantó la cabeza y le cubrió el cuello con ambas manos. Luego, besó los gruesos labios de Taehyung, los chupó, los mordió con la punta de los dientes y sonrió mientras comenzaba a decir:
—Taehyung... Taehyung, eres tú quien hace todo así que, continúa. Por favor sólo continúa y no pares.

—Me encanta cuando actúas así de desesperado.
—Taehyung estaba sonriendo. Agarró los muslos de Jungkook y los separó hasta dejar al descubierto ese agujero tan pequeño que tenía entre sus nalgas. Allí, su fluido corporal y el semen de Taehyung estaban mezclados y goteando constantemente hasta el punto de manchar las sabanas y todo el colchón.

Habían estado así por tanto tiempo que su trasero y muslos estaban rojos e hinchados por tanta fricción ¡Y ni hablar de la entrada por donde penetraban y salían sus genitales!
Sin embargo, aún lastimado, sobre-excitado y terriblemente confundido, continuó murmurando todo este tiempo que "lo necesitaba" como si todavía no pudiera tener suficiente con lo que le dio.

Taehyung levantó la punta de sus labios y sonriéndole volvió a hablar. —Incluso si viene la prostituta más experimentada del lugar, estoy seguro de que no sería tan traviesa como tú.

—Ah, ah...

—Ya estás lleno de mi semen y aún así dices que no es suficiente.

—Taehyung... Taehyung....

—Pon tus manos en tu agujero y ábrelo para mi. Después, si me haces feliz y me gusta lo que veo, te daré justo lo que tanto quieres.
—Taehyung dijo esto sin quitar la mano que abría sus muslos. —Tú puedes, cariño, compláceme.

Jungkook levantó sus dedos, temblorosos y mojados, y abrió con ellos el agujero de su ano. Fue un acto que no podía ser visto como una "vergüenza" después de todo lo que habían pasado para llegar hasta allí y sin embargo, antes de que se diera cuenta, un enorme chorro de semen salió de su interior, goteando y chorreando hasta provocar que sus hombros se encogieran en un segundo y su rostro se pintara de un rojo que bien podía pasar por una cereza.

El hombre se mostró plenamente complacido y su pene  penetró de nuevo en su pared interior de una sola estocada. Luego, la carne que ya se había aflojado lo suficiente como para volverse flexible, palpitó al compás de los movimientos de su cuerpo y subió de intensidad hasta un punto en que Jungkook dejó escapar un nuevo gemido, un alto y sonoro gemido. Apretó su agujero, sacudió las nalgas y se entregó al placer, lo suficientemente dispuesto como para permitir que lo penetrara más fuerte y también, un poco más profundo.

—Oye... ¡Ah, joder! Estás apretando tan fuerte que... ¡Um! ¡Me lo vas a arrancar!

—Ah, ah, más. Quiero más.

Taehyung, que había estado sonriendo hasta ese momento, de repente frunció el ceño y se mordió los labios ante el inesperado dolor. Luego, pareció como si sus embestidas se volvieran considerablemente más violentas y más frecuentes porque hasta se escuchaba el sonido de sus testículos cuando golpeaban con toda su fuerza contra el culo del Omega.

Jungkook levantó la mano, la que había estado sosteniendo su ano, y la ocupó para agarrar ahora el pecho de ese hombre. En realidad, lo golpeó y golpeó hasta que le dolieron los dedos pero ni siquiera se dio cuenta de lo que estaba haciendo o por qué lo estaba haciendo para empezar. De hecho, cada vez que el pene de Taehyung le golpeaba la pared interior y  esta se hinchaba, sus ojos se abrían y la boca se le caía en una expresión de verdadero dolor, el hombre parecía querer romperlo. Luego, las yemas de los dedos que se sostenían de Taehyung, sus brazos, sus muñecas y todo su cuerpo en general, comenzaba a temblar como si fuera una ramita en un estanque a merced del viento y finalmente, venía una explosión.

—Ah, Taehyung, Taehyung, ¿Qué debo hacer? ¡Ah! Esto es tan raro, es tan raro... Ah, Tae...

—Es extraño, entiendo que es extraño. Pero a veces esa palabra también significa que algo es muy bueno.

—Sí, sí lo es... Sí.

Como el gran consolador que Jungkook usaba diariamente en casa, el enorme pene de Taehyung se clavaba a la perfección en su ano cada vez que comenzaba a moverse un poquito mas para dentro. Era tanto, tan terrible, que hasta su vientre pareció comenzar a sobresalir en un segundo. Como si tuviera un bultito. Pero igual como si eso no fuera suficiente para el Beta, Taehyung puso las piernas de Jungkook sobre sus hombros y levantó su cintura en un ángulo recto, metiendo su pene más profundamente que antes aunque por un momento pensó que eso no iba a ser posible de conseguir.

—¡Aaah!

Sus caderas flotaban en el aire. Era una posición tan rara que hasta sintió como si su cuerpo ya no fuera suyo y aún así, fue divertido lo increíblemente bueno que se sentía. Fue sexy.

Incluso se preguntaba si realmente estaba bien sentirse así de bien, en medio de un éxtasis vertiginoso que lo aterrorizaba y que precipitaba constantemente su cuerpo para adelante. Sintiendo que iba a perder la cabeza, a morir o a derretirse o simplemente a convertirse en algo que no era.

En ese momento, Taehyung levantó la parte superior del cuerpo de Jungkook y lo colocó correctamente sobre sus muslos. El hombre, que respiraba como si estuviera bastante acelerado, abrió los ojos y miró a la persona que al parecer le estaba exigiendo más de lo que podía soportar. La sensación, era similar a encontrarse con un sólido muro de piedra frente a él en lugar de tener a un humano. Sabía que tenía un físico majestuoso cuando vestía ropa normal pero, cuando estaba desnudo, era precioso. Hombros anchos, pecho duro, abdominales apretados y muslos bien definidos. El cuerpo de Taehyung, cubierto de fuertes articulaciones, era amenazante y perfecto y como Jungkook era mas delgado, al estar uno contra otro y compararse, resultaba más que obvio que la diferencia de físico entre los dos era mayúscula.

No era de extrañar que Taehyung  lo hubiera manipulado tan a la ligera todo este tiempo, como si un adulto estuviera jugando con un niño.

—Si conviertes a los hombres como yo en perros sedientos de pasión, tienes que asumir la responsabilidad ¿No es verdad? Aguanta. ¿Qué pasa si te desmayas cuando estemos en medio de esto? ¿Solo vas a dejarme así?

Jungkook puso los brazos alrededor de los hombros de Taehyung y comenzó a llorar. Fue porque estaba medio sentado y su pene estaba tan profundo dentro de él que le dolía el estómago cuando se apoyaba en su cuerpo de esa manera.

—No es tan profundo, tranquilo. Tu agujero está resistiendo a la perfección...
—Taehyung, que susurró esto en voz baja, dejó de sujetarlo abruptamente y de repente solo decidió agarrarlo de la pelvis para hacerlo moverse encima de él, lentamente y como si estuviera montando a caballo. Las caderas de Jungkook se le balanceaban a voluntad de Taehyung, no por la suya, y cada vez que su trasero caía hacia atrás y se deslizaba hacia adelante nuevamente, su enorme pene parecía comenzar a estimular un poco más esa parte más sensible, escondida en su pared interna.

Hacía un sonido húmedo y chirriante que resonó de manera lasciva por las paredes. Tanto así, que al final Jungkook apoyó la frente en su hombro igual a si se hubiera derrumbado por completo. No podía sentarse con la espalda recta porque todo su cuerpo temblaba como loco y para ser honesto, también fue un poco igual a si su columna vertebral simplemente se hubiera derretido, parecía un muñeco de papel a merced completamente de la voluntad de Taehyung.

Jungkook dejó escapar un gemido de puro dolor. No era que fuera particularmente intenso, era por esa sensación de hormigueo, de éxtasis, que se extendía por todo su cuerpo hasta el punto en que se le ponía la piel de gallina desde el pecho hasta el estómago.

¿Alguna vez había experimentado tal placer mientras utilizaba un consolador? Por supuesto, una respuesta simple siguió a la pregunta que le vino a la mente: PARA NADA.

Había estado usando un dildo diferente en cada ciclo de celo, pero nunca fue tan bueno como para hacerle perder la cabeza. No, para ser precisos, pensaba que todo tipo de juguetes y consoladores habían sido más que buenos hasta el día de hoy.  Sonrió ante tal pensamiento.

—Eres estupendo... Um... Eres estupendo en todo. —Frotó su frente y sus mejillas en el hombro de Taehyung, presionó su pecho contra el suyo, que estaba empapado de sudor, y luego se sintió como si ambos corazones comenzaran a derretirse de placer con cada nuevo latido, de forma sincronizada.

—De acuerdo... Levanta la cabeza y saca la lengua. —La suave y profunda voz de Taehyung resonó de un modo dulce en sus oídos, aunque lamentablemente no podía moverse con tanta facilidad como para hacerle caso. Su cuerpo estaba roto desde la raíz hasta la punta así que, todo lo que podía hacer era apoyarse en él como si fuera una especie de gatito recién nacido.

Entonces, el hombre lo agarró por el cabello y lo jaló hasta hacer que hiciera su cabeza completamente hacia atrás. Su lengua se deslizó a través de sus labios abiertos y después, muy despacito, comenzó a llenar su boca hasta que sus lenguas pudieran entrelazarse y chuparse profundamente y por supuesto, a medida que los besos que se apoderaron de su boca y le quitaron el aliento, continuaron, su mente se volvió tan borrosa como si se hubiese convertido en una hoja de papel en blanco.

—Espera...

Taehyung le lamió la nuca, y luego le clavó los dientes en su carne.

Mientras gritaba, aprovechó el momento para apoyarle la espalda sobre el colchón y obligarle a acomodarse de una manera que le resultara la más cómoda posible. Luego, ocupando la boca para hacer que se moviera sobre sus pezones, lo mordió, lo chupó en el área alrededor de la aréola y le llenó la piel de marcas de dientes y pequeños chupetones.

Los dedos de sus pies se curvaron para adelante ante la sensación.

—¡Ah! ¡Detente! ¡Detente, Taehyung!

El pezón que estaba chupando pareció volverse más afilado a medida que pasaba el tiempo. Por supuesto, instintivamente surgió el temor de que pudiera eyacular solo con algo así.

—Ya que eres un Omega, entonces algún día también podrás dar de lactar. —De repente, Taehyung murmuró esto en voz baja, como si hablara consigo mismo. 

Jungkook, que estaba medio consciente y completamente sin aliento, lo miró sin comprender del todo lo que decía. Como él no pensaba en tener a ningún hombre en su futuro, el embarazo también era algo que evidentemente nunca sucedería en su vida. Por supuesto, eso significaba que no iba a amamantar a ningún cachorro en el futuro. Pero antes de que pudiera responder, Taehyung abrió la boca y le mordió el pezón de nuevo.

—¡Ah!

Su cuerpo comenzó a flotar en el aire y después, evidentemente avergonzado, extendió las manos y abrazó con todas sus fuerzas a Taehyung. Él, por su parte, colocó los dedos debajo de sus rodillas para intentar que sus piernas se abrieran otro poquito más.

—Qué estás haciendo? ¡Voy a caerme!

—De ninguna manera, te tengo.

Luego, Taehyung se puso de pie, apoyó las nalgas de Jungkook entre sus palmas y las sostuvo firmemente mientras encontraba una almohada en la que pudiera apoyarlo para continuar.

—¡Ah, ah, Taehyung!

La profundidad de las embestidas era exagerada y los movimientos de Taehyung parecieron ser increíblemente violentos mientras sujetaba sus caderas. Una sensación espeluznante se extendió por su pecho y un temblor vertiginoso hormigueó por sus piernas hasta instalarse en los dedos de sus pies.

Después, mientras su cuerpo se doblaba como si estuviera a punto de caer contra el suelo de la habitación, los pilares de la verga de Taehyung penetraron profundamente en la parte más oculta de sus órganos internos. Su cuerpo fue levantado nuevamente, su pene se salió, luego penetró su ano una vez más y logró que hiciera un sonido muy parecido al de un estallido. Además, de sus labios abiertos, solo salían maldiciones y sollozos que le hacían pensar que se había convertido en una prostituta lujuriosa. Por supuesto, Taehyung tampoco podía encontrar las palabras adecuadas para expresar sus sensaciones.

Las lágrimas, que se habían acumulado en las esquinas enrojecidas de sus ojos, se revolvieron y cayeron por sus mejillas. Taehyung soltó una palabrota en voz baja pero, contrariamente a lo que creía que iba a hacer después, lo lamió lentamente y comenzó a acelerar el movimiento de sus caderas a la vez.

—¡Ah, ah! ¡¡Taehyung!!

Jungkook, quien lanzó un grito enorme, palmeó a Taehyung en la espalda e incluso comenzó a rasguñarlo. Sin embargo, en lugar de ocasionar alguna molestia en él, pareció haber logrado que el hombre gruñera justo como lo haría una bestia. Es más, incluso lo abrazó tan fuerte como pudo. Casi hasta sentir que podía romperlo por la mitad. No, ¡Sintió que su estómago era el que se estaba rompiendo en lugar de que fuera todo su cuerpo! Era igual a si los órganos internos, los que estaban en su abdomen, fueran quemados por el movimiento de su fricción.

—¡Es extraño! Espera, no puedo más. ¡Creo que me voy a morir! ¡Taehyung!

Jungkook gritó ante la sensación tan desconocida y torció su cuerpo para intentar alejarse de él. Taehyung apretó los dientes, haciendo que la línea de su mandíbula se levantara y se viera bastante bien definida.

—Dios mío, estás apretando cada vez más. ¿Puedes sentir cómo me aprietas? ¡Tan sucio! ¡Tan delicioso!

Fue cuando Taehyung gruñó, en voz baja y quebrada, que un hilo de semen comenzó a salir del agujero que sostenía sus genitales y mientras este líquido goteaba, manchando sus muslos y los muslos de Taehyung antes de caer al suelo, Jungkook mostró una expresión ligeramente desconcertada en todo su rostro. Sintió como si la humedad de su cuerpo se hubiera drenado debido al calor de sus manos y sus dedos y, como era de esperar, no tenía idea de lo que estaba pasando con él. ¡Jamás había actuado así! Asustado, hundió la frente en el hombro de Taehyung y lloró una y otra vez.

—¿Qué me pasa? ¿Qué me pasa? Umm, tengo miedo... Tengo mucho miedo de esto. ¡Está mal!

De repente, el sonido de Taehyung haciendo crujir los dientes salvajemente fue audible desde todo el lugar. Al mismo tiempo, entró en el agujero de Jungkook con la misma fuerza que había ocupado la primera vez y lo penetró y lo penetró hasta que el semen que había estado guardando llenó todo su estómago.

Era tan, tan caliente.

Jungkook dejó de respirar ante la insoportable estimulación. Quería abrazarlo por la espalda pero no sintió que tuviera la fuerza suficiente como para hacer algo así. Además, la voz baja y quebrada de Taehyung resonó en sus oídos en palabras incomprensibles para él. Decía algo que parecía dulce pero que tal vez, no lo era del todo.

Jungkook no podía decir que sabía que había pasado con los dos. Solo supo que cuando llegó su orgasmo, sintió como si se estuviera hundiendo cada vez más entre sus brazos. Como si estuviera siendo absorbido por un abismo de placer incomparable.

Le fue muy difícil calmarse.

Este había sido el ciclo de celo más intenso que hubiera experimentado en su vida y también, fue el primero en el que estuvo completamente acompañado de alguien más.

Después de terminado el encuentro sexual, de vez en cuando, cada vez que abría los ojos, veía a Taehyung estar junto a él. Lo llamaba por su nombre, le acariciaba la cabeza, lo besaba y esperaba pacientemente para darle agua o un poquito de sopa de rábano picante.

Unas cuantas veces lo vio limpiándole el cuerpo, y algunas otras tantas, lo observó durmiendo junto a él con la cabeza muy pegada a la suya y un brazo rodeándole la cintura de forma protectora. Pero lo que más recordaba eran esos momentos en los que le tomaba del cuerpo y le hacía mover la cintura a su ritmo. Le hacía él amor de forma tan dura y era tan perfecto que comenzaba a pensar que se trataba de un Alfa en lugar de un simple Beta.

Y es que el sexo con Taehyung era tenaz y rudo.

A veces se movía suavemente, pero en su mayoría era dominante y absolutamente controlador. Un día, Soo-Min dijo que era el tipo de hombre que cambiaba en la cama y es que cada vez que no podía controlar su excitación, escupía malas palabras y lo empujaba hasta el punto en que le parecía difícil poder soportarlo hasta el final.

Era increíblemente provocativo. Lo hacía tan bien, TAN MALDITAMENTE BIEN, que ahora estaba completamente seguro de que hacía que sus testículos quedaran vacíos sin intentarlo tanto. Además, también era ese tipo de persona que se preocupaba lo suficiente como para abrazarlo con ternura al final y preguntarle si se sentía bien y no lo había lastimado.

¡Demonios! ¡No podía dejar de pensar en él en lugar de hacerlo en si mismo!

Que asco le daba pensar en que Taehyung fuera esa clase de persona que viajaba con mujeres y se acostaba con mujeres y terminaba siendo gentil y amable, pero violentamente impulsivo y sí, cuanto más pensaba en ello, más lo hacía enfadar. Nunca se había enredado con un hombre, y ahora que esta era su primera vez, recordaba que Taehyung era hetero y ya se había acostado con docenas de chicas.

—Eres un maldito... —Jungkook, que estaba medio dormido, habló de esto sin darse cuenta.

—¿Qué dijiste? No te escuché. —Taehyung, que estaba a su lado, preguntó si todo estaba en orden, pero Jungkook solo negó con la cabeza. No tenía la energía suficiente como para hablar de esto ahora. Ni siquiera quería decírselo. Taehyung se rió entre dientes y lo envolvió  con una pequeña manta delgada. —Trata de descansar un poco.

—... ¿Por qué? —Cuando le preguntó, Taehyung se inclinó para sostenerlo entre sus brazos y sacarlo de la cama.

—Porque es hora de volver a casa.

Esta vez, Jungkook definitivamente no entendió el significado de sus palabras. El calor de su ciclo de celo no había desaparecido por completo así que ¿Por qué quería irse ahora? Tenía las extremidades caídas y la cabeza le pesaba tanto que ni siquiera podía moverse para verlo. Seguía quedándose dormido y no podía ni siquiera seguir el ritmo de su conversación. Definitivamente era extraño.

—Tranquilo, llegaremos pronto. —Los suaves labios de Taehyung tocaron su frente. No estaba nada mal en realidad, así que Jungkook presionó su mejilla contra su pecho y dejó que lo abrazara y se lo llevara a donde quisiera hacerlo.

Estaba envuelto por completo en esa manta, como una oruga, y cuando comenzó a caminar con él en sus brazos, también descubrió que había dejado de interesarle el lugar al que aparentemente se irían.

En primera, le pareció difícil mantener los ojos abiertos. En segunda, sus pasos regulares sonaban como una canción de cuna bastante bien entonada y en tercera, el pequeño calorcito que salía de él era completamente delicioso y relajante.

Se durmió, lo metió en el coche, luego lo sacó, caminó de nuevo y al final parecía que estaban en un nuevo vehículo. Supo que era un avión por el ruido del motor y la voz de sus empleados pero, en realidad, durante todo ese tiempo no dejó de estar metidito entre sus brazos ni una sola vez.

Cuando abrió los ojos, tal vez una hora más tarde, lo primero que vió fue el pecho de Taehyung envuelto con una camisa blanca y planchada. Tenía el rostro serio, como si estuviera lo suficientemente concentrado para siquiera darse cuenta de que lo estaba mirando a él, y unos audífonos en la orejas y después de observar fijamente en su dirección por un momento, desvió los ojos y se preguntó qué era lo que lo tenía tan cautivado como para hacerle poner una expresión así.

Obviamente resultó que tenía una computadora portátil sobre la mesa. La pantalla cambiaba cada vez que movía las yemas de los dedos. ¿Cómo podía trabajar con tal actitud y tanto enfoque después de todo lo que acababan de pasar?

—... Taehyung. —Finalmente, logró llamarlo con una voz entrecortada. Ante el débil sonido, el Beta bajó la mirada de la pantalla de la computadora portátil y lo observó ahora a él.

—Dime.

Ya que lo había llamado, tenía que decir algo para complementar su excusa, eso era obvio... Es solo que no podía pensar en nada bueno. Después de dudar por un momento, Taehyung de repente bajó la cabeza y sonrió como si se hubiera dado cuenta de esto. Estaba bebiendo whisky, así que el olor a alcohol amargo se sintió en la punta de su nariz.

—Jungkook, ¿No te dije que si me mirabas así iba a ser imposible para mí ser paciente? —Taehyung, que seguía teniendo los labios húmedos, susurró esto en una voz bastante bajita...

Pero en los ojos que lo enfrentaban había una lujuria deliciosa e inmutable que se desbordaba hasta caer contra el suelo. Estuvieron enredados, besándose, teniendo sexo durante varios días, pero, aún así, no se sintió como si hubiera sido suficiente. Es más, solo mirarlo había hecho que la parte inferior de su abdomen se tensara y que la garganta le doliera por un tiempo.

Jungkook extendió ambas manos y las envolvió alrededor de su cuello.
—¿Hay alguna razón por la cual tengas que ser paciente?

El Omega, que no había perdido todo el calor del celo, intentó seducirlo, incluso aunque tenía los ojos un tanto entrecerrados. Taehyung dejó escapar una pequeña risita. —Porque estamos en un avión justo ahora. Tienes que contenerte hasta que lleguemos a casa.

Jungkook frotó su frente en el hombro de Taehyung y se inclinó entonces un poquito más contra él. ¡Ni siquiera podía oír lo que estaba diciendo! Y tal vez fuera porque lo sostenía contra su cuerpo o porque todavía estaba acurrucado en una manta pero, cada vez parecía hacer más calor alrededor de los dos y a medida que el rostro de Jungkook se ponía más rojo, Taehyung chasqueaba la lengua como si esta fuera su manera de tratar de contenerse

—Ya pronto... —La voz de Taehyung se cortó mientras le decía que debía tener paciencia.

—Pero mi ropa interior ya está mojada. También mis muslos y mi trasero así que, por favor... Por favor...

—... Maldita sea.

No hubo más remedio que llevarlo al baño.

Jungkook estaba sentado en el lavabo del pequeño cubículo del avión, colapsando. Si no fuera porque había una pared justo en la parte de atrás, se habría caído por completo y terminado por aterrizar sobre su cabeza. Es decir, Taehyung estaba agarrando sus tobillos pero, no era una cuestión de seguridad. Era solo para empujar su pene dentro de él.

—Ah, ah, ah, ahí, un poco más...

—Aunque he estado en muchos aviones, nunca pensé en follar en uno. Realmente conviertes todo en una nueva experiencia para mí.

Jungkook lo miró cuando gruñó. La forma en que se había sacado la verga del zipper mientras vestía un traje tan formal, se veía diferente a cuando no usaba una sola prenda en absoluto. Parecía como un caballero por fuera, pero la atmósfera que emanaba de él era la de una bestia diabólica con cuernos.

¿Quién podía imaginarse alguna vez que fuera así?

Con una cara indiferente e inexpresiva, un doctor vestido con traje, sin distraerse, atento y serio...

Bueno, ahora los ojos indiferentes se habían ido.

—No sabía... Que eras así.

—¿Y qué?¿ Quieres hacerles saber a los otros sobre mi verdadera personalidad? Ya sabes, como uno de tus pequeños chantajes. —Preguntó Taehyung, levantando oblicuamente las comisuras de sus labios.

Jungkook, que lo estaba mirando con los ojos casi al rojo vivo, reflexionó un momento y luego negó con la cabeza. Contarles a otros sobre la apariencia de Taehyung cuando tenía sexo... No le gustó la imagen mental de eso por alguna razón. En realidad, quería que nadie lo supiera. Ojalá todos pudieran conocerlo sólo como un doctor que se la pasaba absorto en su trabajo, con una mirada ascética y un rostro indiferente e inexpresivo. Deseaba ser él el único que supiera sobre su apariencia de bestia, su lujuria, sus gruñidos y la forma tan apasionada en la que dejaba atrás los modales cuando era el momento de tener sexo.

Pero ese pensamiento absurdo rápidamente se le desapareció de la cabeza con un nuevo movimiento de su pene, dejó escapar un breve grito y envolvió sus brazos alrededor de su cuello por segunda vez.

—A mí me gustaría encontrar y matar a todos los que saben al menos un poco de la manera en la que luces cuando pierdes el control por la lujuria. —Había molestia en la voz de Taehyung.

Jungkook quería decirle que no existía tal cosa. Además, quería preguntar algo como "¿Por qué estás diciendo una tontería como esa? Pero claro, no podía pronunciar ninguna palabra ahora que la cintura de Taehyung se había vuelto más violenta y que él estaba muy ocupado jadeando.

"Puck, puck, puck, puck".

El movimiento hizo que sus ojos se cerraran. Fue un momento en el que su mente parecía estar completamente mareada por el intenso bamboleo de sus cuerpos y por la forma tan desesperada en que buscaba sus labios al final.

—¡Ah! ¡Por Dios, Taehyung!

El cuerpo de Jungkook se separó del lavabo.

Sorprendido, gritó y envolvió sus piernas alrededor de la cintura de Taehyung para intentar no caerse. El hombre parecía tener una manía extraña por levantarlo y sacudirlo libremente como si estuviera manejando a una muñeca de trapo y cuando esto pasaba, una corriente eléctrica vertiginosa comenzaba a recorrerle la columna vertebral y el centro mismo del estómago. Los muslos que envolvían su cintura temblaban violentamente y parecía entonces no poder evitar agarrar la camisa de Taehyung con todas sus fuerzas.

—Dime. En el tiempo que estuviste lejos de mi... ¿Pediste prestado otro pene? ¿Te fuiste con otro hombre?

—Ah, ah, ah...

—Sí, será mejor que no me lo digas.  Prefiero pensar que mi pene es el mejor y que sigo siendo el único. Incluso si es una mentira.
—Taehyung apretó los dientes, como si estuviera enojado.

Jungkook no respondió pero, no fue porque no deseara hacerlo. Era porque  lo había besado como si insistiera en que no escucharía absolutamente nada más de él. Lo chupó, lo mordió, lo succionó y después, incapaz de soportar la estimulación de sus manos, incluso permitió que Jungkook llegara al clímax primero.

Segundos más tarde, tal vez sin hacer un minuto, una cálida sensación de calor se extendió desde su interior hasta hacer que Taehyung, (que estaba todavía muy ocupado chupando los labios de Jungkook como para reparar en algo más), se encogiera de hombros y gimiera desesperadamente su nombre.

Jungkook lo miró cuando entró en su campo de visión y luego puso fuerza en sus manos para abrazarse a su pecho. Quería aferrarse a él el mayor tiempo posible y quedarse muy envuelto entre sus brazos. Sin embargo, contrariamente a su mente, la energía comenzó a drenarse de su cuerpo que ya había alcanzado su punto máximo de placer.

Al final, solo tuvo que volver a cerrar los ojos una vez más.

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