2.
El hecho que recordara mi nombre, que sólo escuchó cuando mi hermano se lo dijo, hace que me sienta más segura. Mi limito a quedarme callada y que el sentimiento de querer morir se quede dentro de mi. El auto se mueve cada vez más y a pesar de ya sentarme "cómoda" en el asiento del copiloto, no logro sentirme bien. El ruido inesperado del tubo de escape del automóvil hace que pegue un salto de inmediato.
-Tranquila, Emma. -dice Harry volteando la cabeza hacia mi dirección cuando salto. Cierro los ojos y suspiro fuertemente. Creo que jamás podré recuperarme de este trauma, si es que se puede llamar así. -Solo ha sido el carro, tranquila. -y añade una pequeña risa.
Enarco una ceja. ¿Cómo quiere que no me sorprenda por esto si estamos en un auto, con prácticamente y bueno, literalmente un desconocido, llevándonos a no sé qué demonios? Me limito solamente a dejar mis cejas quitas un instante y luego me revuelvo en mi asiento tratando de encontrar una posición cómoda, si es que puedo.
De pronto, me siento completamente egoísta, ya que mi hermano y madre están atrás, en un compartimiento estrecho e incomodo, y yo que tengo un asiento, que perfectamente puede funcionar como una cama, me quejo. Miro hacia atrás, y veo que hay una pequeña ventana que nos separa, y cuando me vuelvo, veo que Harry me mira de reojo y luego cuando nota que lo he visto, fija su mirada en el blanco inmaculado del frente.
-Si quieres, puedes abrirla. -dice sin mirarme. Yo solo mantengo mi mirada en su rostro, y me fijo que tiene unos rizos que invaden su frente y pienso que quizás podría hacerle un favor si se los corro. Meneo mi cabeza y elimino esa idea de mi cabeza.
Me volteo lentamente y casi con miedo, extiendo mi mano y deslizo el pestillo que bloquea el paso entre mi familia y yo. Es entonces cuando los veo. Ambos están en el fondo del camión. Mamá apoyada en su espalda contra la enclenque puerta y Cam está recostado en el piso con su cabeza en las piernas de mi madre. Sonrío. Creo que es la primera vez que mamá duerme desde que empezó la Guerra o que Cam le demuestra la confianza suficiente a ella como para que pueda quedarse dormido en sus piernas.
No sé cuándo podrá perdonarla...
-¿Todo bien?
Harry me saca de mis pensamientos vagabundos con su voz ronca y rasposa. Me devuelvo a mi lugar inicial y le respondo encogiendo mis hombros y luego hundiendo en ellos. Harry sonríe ampliamente y suelta el manubrio con una mano para poder echarse el pelo hacia atrás con la mano libre.
-¿Sabes qué? -comenta soltando una pequeña risa mientras menea la cabeza. ¿Cómo puede reír? -Cuando tu hermano me habló de ti, me dijo que eras completamente diferente a él y yo te imaginé así. -ahora voltea hacia mi y trata de reprimir una sonrisa apretando los labios entre los dientes. -Pero ahora que me doy cuenta, son completamente iguales.
-¿Iguales? -la promesa interna que había hecho de rompió por completo. ¿Qué Luke y yo éramos iguales? Por dios, se nota que no me conoce ni mucho menos a él.
-Vaya, no eras muda. -rie casi en un susurro con esa sonrisa otra vez. Lo miro otra vez con el ceño fruncido evitando reír y de no sonreír con toda esa belleza frente de mi. No puedo dejar que piense lo fácil que es que confíe en el tan rápido. -Luke era mi compañero de habitación , ya verás. Solía dejar su bolso lleno de ropa, justo en frente de la puerta, cada vez que llegaba de haberlos visitado; por lo que cuando llegaba yo, siempre después de él por una extraña razón, -seguía comentando sin dejar de sonreír, meneando la cabeza, -lo primero que hacía era tropezar y caer al piso por su culpa. El era desordenado en la mejor expresión de la palabra, sin embargo, tu eres todo lo contrario, Emma.
Luke era el más desordenado de la casa, de la villa, del pueblo. Siempre se perdía cuando era pequeño, y como siempre dejaba algo en algún lugar donde estuvo en el día, mamá podía encontrarlo porque según ella, eran como pistas. La ultima vez que le vi dejó su placa sobre la mesa del comedor y estoy segura que no la dejó como siempre.
-¿Dónde vamos? -logro decir casi con temor. Escondo mis manos debajo de mis muslos para poder abrigarme aunque sea un poco. El vestido ya no estaba sirviendo de mucho y el calor de mi madre había desaparecido completamente. Harry me mira de reojo y vuelve a retomar la carretera, esta vez más despacio. Veo que cambia su mirada al retrovisor para cerciorase de que no venga ningún auto detrás de nosotros.
-No debería hacer esto. -dice y de pronto estaciona el camión a un costado de la carretera y se baja rápidamente de ella.
Me quedo anonadada y siento como si estuviese desnuda. ¿Dónde se habrá ido? ¿Nos habrá dejado? La puerta de mi costado se abre y estoy demasiado petrificada como para reaccionar ante la persona que aparece delante mi. Menos mal que era él.
-Toma. -dice entregándome la chaqueta que él traía puerta hacia unos instantes. Ve que no reacciono de modo que el mismo me cubre con ella. Me toma el codo con suavidad y lo inserta en las mangas de la chaqueta. Estoy a segundos de pedirle que deje sus manos en mi piel, que es suficiente para que deje de temblar, pero se separa demasiado pronto. Me sube el cierre de la cazadora y me contempla. -Un poco grande para ti pero de seguro entras en la industria de la moda en unos años más. -sonríe ampliamente.
-Gracias. -logro decir apenas, recuperándome del frío mientras que el calor que aún conservaba la cazadora, se integra en mi. Él, ahora solo lleva una sudadera de mangas largas que hacen que sus músculos se noten aún más. Harry me sonríe todavía y suspira. Se inclina hacia mi y deposita un beso en mi mejilla, mantiene sus labios tibios contra mi piel más tiempo del necesario, quizás.
-Solo mantengo mi promesa, Emma.
Holaaaaa! si, lo sé, no cumplí MI promesa, que fue que en cuanto el prólogo llegase a tal cantidad de likes, seguiría pero bueno, mejor tarde que nunca! Aquí estoy y espero que les guste esta historia, porque me encanta escribirla. Pondré lo mejor que pueda. No olviden dejar sus comentarios!
Nos vemos!
-M.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top