10.
Lo miro a los ojos tratando de meditar mi respuesta. Es muy tarde y estoy muy agotada, pero el dolor de cabeza sigue aún y el sueño aún no me baja, así que creo que un poco de desvelo no le hace mal a nadie.
Asiento lentamente.
El sonríe y sé que me agradece de alguna forma, camina un poco y se lanza con suavidad en la cama, pasando sus brazos por detrás de su cabeza, y finalizando su proceso con sus ojos cerrados. Si yo no hubiese visto cómo estaba hace tan solo unos segundos, pensaría que es la persona más tranquila de este mundo, que no tiene problemas ni nada. Pero ese chico de allí, algo oculta. Decido dejarlo descansar un momento y procedo a investigar la habitación aprovechando que él no me ve. Hay una cama como ya me fijé en el principio, frente a ella, un pequeño escritorio que más bien es una mesa con algunos compartimientos debajo de ella. A su lado, hay dos baúles de esos antiguos, que supongo que vendrían siendo una especie de armario en la ausencia de él en su cuarto. Sobre la mesa, descansan unos cuadernos y libros, siendo resguardados por un conjunto de lápices grafitos ya gastados por el uso contante, y sobre ellos, atrás y rodeando todo el lugar, las paredes (largos trozos de tela gruesa de la carpa) están vacías totalmente, exceptuando una de ellas.
La que está al lado izquierdo de la cama, del lado donde justo está la "puerta" a la habitación, está cubierta casi en su totalidad de fotografías, y algunos sobres cerrados por los alfileres que los sostienen en alto. Doy un vistazo a donde está Harry, para ver si sigue igual que antes y así es, su pecho sube y baja lentamente, tranquilo. Parece que de verdad necesitada de este lugar. Avanzo con cuidado, tratando de no hacer ruido mientras mis pies se mueven hasta que por fin puedo posicionarme frente al inicio de la historia por fotografías.
La primera que está colgada, es una de él junto a mi hermano Luke. De alguna manera, en mi rostro aparece una sonrisa de manera instantánea, amistad de ellos dos me parece tan real y verla impresa por primera vez y de un momento del inicio, me causa una alegría enorme. Paso mi indice sobre ella, recordando tiempos aquellos, y sigo con las demás. Hay muchas en donde aparecen personas que no conozco, niños con sus madres supongo, en otras unos adultos reunidos alrededor de una mesa mientras cenan y ríen todos juntos. y entonces encuentro una que me llama la atención.
Está casi al final de la pared, y en vez de tener un alfiler pretendido a una de sus esquinas, este tiene un poco cinta adhesiva en todos ellas, y en medio de ella también. Está un poco sucia en comparación todas las demás, y pienso que debe ser la más preciada si es que la cuida tanto como para que un pequeño orificio la atraviese y le haga daño. Asai que la aprecio. En ella, aparece el en el medio, rodeando los hombros de una mujer de pelo castaño oscuro y de un hombre con unos ojos de un color tan extraño como los suyos.
Son sus padres.
-La foto la rescaté apenas, el fuego destruyó casi por completo los álbumes de fotos que tenía, pero logré salvar este. Y justo esta fotografía fue la que más salió dañada. -dice Harry haciéndome estremece por su extraña aparición. Mira con nostalgia la fotografía y pasa sus dedos por ella al igual que yo hace unos minutos.
-¿Son tus padres? -logro musitar mientras lo veo para que me responda. Él se voltea para mirarme, y toma mi mano lentamente para darla vuelta y lograr dejar mi palma hacia el cielo. Con el dedo indice comienza a trazar un circulo y marca los puntos en donde el reloj indica las 12, 3, 6 y 9.
-El era mi padre. -posa su indice sobre el punto de las 12, y vuelve a mirarme a los ojos. -Ella, mi madre. -dice yendo hacia abajo, a las 6. -y los extremos mi hermana y yo. -añade uniendo el circulo con una rápida pasada por sobre él entero.
Algo en mi corazón me dice que no debo preguntar más, pero se me es casi inevitable no preguntar donde están ellos, porque al nombrarme a su padre, dijo "era", porque mencionó fuego y porque sus ojos brillan pidiendo a gritos dejar caer sus lagrimas que empiezan a aparecer. Pero no lo digo, aunque parece que él me conoce mucho mejor, y me dice la respuesta sin habérsela pedido directamente.
-Cuando tuve la oportunidad de salir de aquí por primera vez, no dudé ni una vez en ir a por ellos. -dice soltando mi mano nuevamente y relamiendo sus labios. -Pero cuando llegué, la villa entera estaba en llamas, corrí sin que me importara nada con Luke a mi lado, hasta que llegué a lo que fue mi casa. Lo único que logré sacar fue el álbum que contenía todos estos recuerdos. -dice mientras con sus manos indica las fotografías. -Hoy se cumplen 3 años desde que mi familia murió.
Y en ese momento, una lagrima cayó por su mejilla y creo que es el único momento en mi vida que veré a Harry destrozado. Se pasa rápidamente el pulgar por la mejilla borrando todo trazo de llanto de su rostro pero yo le detengo la mano antes de se aleje de mi.
-Emma, no. -dice cuando yo ya he logrado que quedara frente a mi.
-Mírame. -le digo ya que tiene la mirada en el piso, así que al no obtener respuesta de aquello, pongo mi mano fría en su barbilla y trato de levantarla para que me mire, pero el sigue tratando de esquivar mi mirada. -Oye. -le digo hasta que por fin lo logro. Sus ojos están rojos porque sigue tratando de luchar contra las lagrimas que siguen cautivas dentro de sus limites, mi pulgar se dirige a sus mejillas, acariciándolas un poco para calmarlo y el cierra los ojos para evitarme nuevamente. Rápidamente y sin esperarlo, el me reúne entre sus brazos, terminado en un abrazo fuerte, de modo que mi rostro queda en su pecho duro y firme, haciendo que pueda escuchar el latir rápido de su corazón. No sé que hacer para calmarlo así que digo lo primero que se me cruza por la cabeza. -Mi padre había salido unos minutos antes de que tu fueras a casa a buscarnos.
-¿Qué? ¿Por qué no me lo dijiste antes, Emma? Pude haber ido a buscarlo. -dice separándome un poco de su pecho pero sin dejar que lo vea. Yo niego con la cabeza antes de que me interrumpa.
-De todos modos, ahora está mucho mejor que todos nosotros, ¿no? -le digo y me calmo también yo. De alguna manera, todos ellos son unos favorecidos, por no tener que vivir aun con el miedo del constante bombardeo y el miedo inminente. -Había ido a la casa contigua a utilizar el teléfono pero esa fue la que entraron primero. Todos ya sabíamos qué le había pasado cuando salió de la casa por primera vez.
Harry suspira y vuelve a estrecharme entre sus brazos. Le digo y le repito más que nada que ahora están mucho mejor y que él hizo lo posible para lograr salvarlos, que no se ponga triste por algo que trató de evitar pero no estaba a costa de él. Me dice que está mucho mejor contra mi cabeza, sin apartarme de él todavía.
-Gracias. -susurra mientras me separa de él. Alzo la mirada y veo que efectivamente está mejor. Sus ojos ya no están irritados, y se ha liberado de todo al parecer. Le sonrío y le doy un pequeño empujoncito para hacerlo sonreír y lo hace. -No creas que soy un llorón, es solo que justo me encontraste en este momento y no tenías por qué. Lo siento.
-No te preocupes, yo también y todos en realidad, tenemos algún momento en el que caemos sin importar lo que hagamos. Y no me agradezcas que yo no soy el te salvó de lo que me pudo haber pasado a mi familia y a mi. -vuelvo a sonreírle.
-Estás cansada. -dice volviendo serio, pasado una mano por mi cabello con delicadeza. Observa su muñeca y veo que tiene un reloj análogo para mi sorpresa, todos ahora usan uno digital, y que el sea diferente, me hace sonreír un poco. -Dios, vamos, vamos. -dice poniendo una mano en mi espalda, haciendo que me estremezca otra vez, avanza hasta la ventana y se cruza tan rápido como cuando pasó para entrar. Me ofrece su ayuda desde el otro lado de la carpa, y me subo con cuidado al escritorio para repetir lo que él hizo antes, pero casi tropiezo y caigo fuertemente en su pecho. Me disculpo casi sin sonido y lo sigo rápidamente mientras él se burla de mi torpeza.
Me toma de la mano para que podamos cruzar el pequeño desierto más rápido, ya que son ya pasadas las 4 de la madrugada. Llegamos a el dormitorio principal en menos de tres minutos, el vuelve a ir delante de mi, aún con su mano entrelazada con la mía, y protegiendome mientras me mantiene pegada a él todo el tiempo hasta que logramos llegar por fin a mi cama. Se pone de cuclillas frente a la cama mientras yo me siento en ella. Harry mira hacia todos lados tratando de ver si alguien despierto nos ha descubierto pero al parecer no hay nadie. Me saco las pequeñas y delgadas alpargatas que llevaba puestas y la chaqueta que tenía en mi pecho. Él me abre las sabanas, ayudando a que entré en ellas rápidamente para que no me congele. Me volteo hasta donde está el ya debajo de las sabanas y frazadas gruesas para luchar contra el frío. Él me mira con una sonrisa y me acaricia el cabello, y pasa a mi frente para trazar pequeños círculos entre mis cejas.
Es mi debilidad.
-Gracias por acompañarme allá y ayudarme a soportar este día un año más. -susurra muy cerca de mi. Yo asiento porque el sueño es cada vez más fuerte que mis ojos, y se están cerrando un poco más de tiempo cada vez. -Tu también me puedes decir lo que quieras, lo sabes, ¿verdad? Ahora duérmete que mañana será un gran día y debes estar bien despierta.
Asiento a modo de agradecimiento y sé que el lo entiende, porque entonces se levanta con cuidado y me cubre bien con el cobertor, yo me acomodo y cierro los ojos definitivamente. Solo escucho lo que está pasando afuera y siento como un calor se acerca a mi. Desliza mi cabello rebelde que queda al descubierto y lo pasa por detrás de la oreja, y entonces siento sus labios fríos y tibios a la vez, rozar mi mejilla, y ahora presionando contra ella. Deposita ese suave y tierno beso agradeciendo por todo y yo lo dejó para siempre en mi memoria fundiéndose entre mi s sueños que ya comienzan a surgir. Él se aparta de mi acariciando mi mejilla por ultima vez, y susurrando a mi oído las ultimas palabras que necesitaba para descansar.
-Buenas noches, Em.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top