Tensión e incertidumbre

Todo el trayecto se mantuvieron en un pesado silencio hasta llegar al bar, era apenas por la tarde por lo que estaba cerrado por ahora, una vez llegaron "Taath" se bajó del auto sin dirigirle una mirada a la ojimagenta, mientras que "Águila" solo le dedicó una mirada de compasión. La pelirosa trago grueso sabiendo lo que venía a continuación, por lo que apretó más fuerte el agarre que tenía con Mai pero sin llegar a lastimarla, Mai la miro con preocupación, acariciando su palma con su pulgar, tratando de analizar bien la situación, sin saber exactamente qué decir para consolarla.

Cuando realizó la llamada Maggie tuvo que apartarse ligeramente del teléfono cuando le contó brevemente su situación a "Taath", Mai también había oído parte de la conversación, bueno, más bien, los gritos de quien fuera que estuviera en la otra línea, y por la cara que puso Maggie en esos momentos, supo que era alguien de temer.

-¿No me habré equivocado?- pensó Mai, viendo tanto el lugar como a la ojimagenta- No, no pienso abandonarla.-

El peliceniza les abrió la puerta como un caballero y pasaron directo, sin que Mai pudiera apreciar más a fondo el lugar, cruzaron al fondo derecho y pasaron por un extenso pasillo hasta llegar a una puerta reforzada, que, ya estaba abierta. El chico entro de inmediato sin mirarlas, y antes de que la albina pudiera dar un paso más, la ojimagenta la detuvo.

Maggie se puso frente a ella con ambas manos en sus hombros y la miro a los ojos, donde pudo apreciar la inseguridad en la mirada de la mayor, aumentando su preocupación.

- Lo que sea que pase ahí, quiero que sepas que jamás te haría daño, así que por favor, no me temas- hablo seriamente pero con un tono de súplica que le encogió el corazón. Mai la miro con incertidumbre para después asentir brevemente.

Maggie suspiro antes de tomar su mano y entrar, poniendo a Mai detrás de ella. Adentro, se encontraron con un adornado y hermoso bar en el fondo de la habitación en donde se ubicó el peliceniza para comenzar a preparar los tragos, mientras que la peli verde estaba en el centro, sentada en uno de los sillones de cuero rojizo, con el ceño fruncido y un aura oscura. "Taath" le dedicó una mirada significativa a Maggie antes de levantarse.

- Eak, por favor, lleva a la invitada de Maggie al cuarto de invitados- ordenó de formó suave pero firme.

Tanto Maggie como Eak se asombraron de que no los llamará por su apodo, sabiendo lo estricta que era "Taath" en cuanto a la protección de identidad.

-Oh por favor, no me vean así. Ya que estamos revelando secretos, no es necesario usar apodos ¿No es así Maggie?- soltó dándole una mirada venenosa a la ojimagenta.- Eak, ¿Que esperas? ¿Una invitación?

Eak salió de su trance, dejando lo que estaba haciendo y camino a paso inseguro hacia el par. Maggie frunció el ceño, sin querer soltar el agarre de Mai, devolviéndole una mirada peligrosa tanto a Eak como a Cami.

-Ya wey, no somos unos suicidas como para hacerle daño- comento un tanto incomodo, ya al frente de ambas.

Mai lo miro claramente desconfiada, sin querer apartarse del lado de Maggie, hasta que escucho un pesado suspiro salir de los labios de la mayor.

-Esta bien, en cuanto termine de hablar con ella iré contigo ¿Si?- dijo suavemente sin mirarla, soltando dolorosamente el agarre.

Mai asintió, aún desconfiada y siguió al peliceniza hasta perderse escaleras arriba. Todo bajo la atenta mirada de Maggie. Cami río sarcásticamente atrayendo su atención.

-Ya puedes dejar ese teatro.- comento cami, otra vez sentada pero con una copa de vino en la mano.

-¿Teatro?

-Si, todo ese show de que estás herida y que necesitabas urgentemente apoyo, ambas sabemos que ya no lo estás- hablo cortante, dándole un sorbo a la copa- déjame adivinar, ella aún no lo sabe ¿verdad?- río con burla.

-Callate- contesto secamente, caminando hacia el otro sofá- en teoría aún están sanando.

-Pero la mayoría de tus heridas ya no están cierto- no era pregunta, era una afirmación certera.

Maggie la fulminó con la mirada y se mordió el labio antes de soltar una montón de insultos hacia la peliverde.

-Bueno wey ya, dinos ¿Como pasó esto?- pregunto el peliceniza bajando las escaleras, caminando directamente hacia el bar.

-Fue una trampa.

-Claro que fue una trampa- interrumpió, irritada, la peliverde- te dije que esperaras, pero no, corriste directo a la boca del lobo.

-Tenian rehenes, iban a matarlos si no iba y lo sabes- contesto fríamente.

Camí gruñó, mientras Eak permanecía callado escuchando todo. Después de todo, meterse en una disputa entre esas dos era un acto suicida.

- Claro que lo se, solo digo que un par de "bajas" no eran tan malas- comento borde, ganándose una mirada de muerte por parte de Maggie- era mejor que arriesgarse de manera estúpida en una pelea suicida y-

- Sin embargo estoy aquí, viva.

- Viva y expuesta. Esos bastardos lograron acorralarte y revelar tu rostro.

En respuesta Maggie bajo la cabeza, mordiéndose fuertemente el labio hasta sangrar. Tenía razón, hace poco Camí había detectado la presencia de varias cámaras escondidas por todo Last breath, antes de que lograra hackearlas ya alguien había descargado todas las grabaciones. Desde un inicio venían por ella.

- Y la cerezita del pastel, es que también involucraste a una civil ¿¡En que estabas pensando!?- grito estrellando la copa en la mesa, ya vacía.

-...

-¿No dirás nada en tu defensa?- dijo levantándose para después caminar hacia la ojimagenta. Por un momento Eak se paralizó por toda la tensión y presto aún más atención a lo que venía a continuación.

- No me delatara, si eso es lo que te preocupa- soltó desinteresada, haciendo que una vena se marcará en el cuello a Cami y que las manos de Eak empezarán a sudar.

- Ese. No. Es. El. Problema. Principal- Eak se preparo para saltar en cualquier momento.- un montón de assassinos van tras tu cabeza, incluida la policía, el mayor desgraçado de la ciudad conoce tu rostro ¿¡Y tú decides involucrar a una inocente menina en toda tu merda!?, ¿¡Acaso no estás consciente de lo que podería acontecer!?

- Claro que estoy consciente- aunque respondió calmada, se había levantado de golpe mirando fijamente a Cami, haciéndola retroceder del susto, de inmediato Eak salto del mostrador para estar a la par de Cami- y es por esa razón que la traje aquí, quisiera revertir todo lo que pasó pero ya está hecho, Ahora ese bastardo irá por mí y aprovechará cada debilidad que tenga.

- ¿Y esperas que te ayude así sin más?- pregunto con sarcasmo e ironia- ¿Después de todo lo que has hecho? ¿¡Ayudarte y ya!?

- Si- Eak se preparo mentalmente para la ola de insultos en portugués que iba a soltar la peliverde pero en cambio recibió.

- Está bien- respondió sencillamente alejándose de Maggie y dejando boquiabierta a Eak- ¿Que? Es muy persuasiva- comento mirando a su amigo.

- Chingada madre casi me da un paro- pensó agobiado el pobre peliceniza antes de volver a su puesto.

- De hecho, Maggie tomo una buena decisión al traerla- comento una voz amistosa y masculina, ajena a todo el drama de hace unos segundos.

- Town, cuanto tiempo- saludo la ojimagenta, extrañada por la presencia del pelinaranja.- ¿Que haces aquí?

- Bueno hoy me toca trabajar, así que vine antes para traerte algo.- respondió amablemente sentándose al lado de la peliverde.

- Si es uno de tus jugos paso.

- Oh que lástima- dramatizo para después sonreir- pero no, no es eso. Es esto.- sonrió entusiasmado mientras sacaba una laptop de su bolso.

Observó con curiosidad como Towntrap tecleaba a una velocidad impresionante con una expresión relajada para después voltear la pantalla hacia ella.

- Mira quién está en la entrada de tu escuela.

Se acercó sin entender en su totalidad, hasta que vio una maldita trenza morada y verde que le hizo hervir la sangre, captando la atención de Camí y Eak por su repentino cambio.

- Owynn- escupió con odio, como si hubiera dicho una blasfemia que le producía náuseas.

- ¿¡Qué!?, ¡Ese pinche cabron!- gruño Eak echando humo por las orejas, para después correr a ver la pantalla también.

- Eso explica porque Vedil de repente se volvió más estrategico- comento con acidez la peliverde. Frunciendo el ceño al ver al bicolor en pantalla.

- Exactamente- completo Town- y no parece que te esté buscando a ti en concreto- comento mirando de reojo a Maggie que parecía echar fuego por los ojos.

- ¿Que harás ahora Maggie?- cuestionó la ojirubi, ya sabiendo la respuesta de antemano.

- Capturarlo.

Muy lejos de ahí. Una albina de cabello corto respiraba pesadamente frente a un imponente portón de una impresionante mansión. Chica tomo su mano para transmitirle toda la tranquilidad que podia antes de tocar el timbre y esperar el pitido del comunicador.

- Todo va a salir bien- susurro apretando el agarre, mientras Puppet suspiraba, aliviada de haber traído a la rubia como su soporte.

-{Hola, buenas tardes, en estos momentos no estoy disponible para recibir invitados, vuelva mañana}- hablo una ronca y cansada voz masculina que, fácilmente podría confundirse con la voz mecánica de un contestador.

- Pues si no me abres, no volveré más nunca a este lugar- contesto secamente al reconocer la voz de su padre. Revolviendole el estómago.

Hubo un breve silencio del otro lado de la línea antes de cortar y abrir las rejas del imponente portón, caminaron hasta la entrada y conforme más se acercaban, más podían notar una figura demacrada y cansada de un hombre en sus cuarenta/cincuenta años con una cara que iba desde la emoción hasta el espanto. Una vez frente a él, lo vieron balbucear y contener la respiración como si hubiera visto a un espectro.

- Puppet...- soltó sin aliento, queriendo acercarse pero sin atreverse.

- Hola...Padre.

































Hooooooolaaaaa eh aquí otro capítulo de In the Shadows, cada vez más profundo en la vida de nuestras queridas protagonistas.
¿Maggie le contara su historia a Mai finalmente?

¿Se reconciliara Puppet con su padre?

¿Owynn no tiene material para Villano?

Esas y más dudas serán respondidas en el siguiente capítulo.
Nos vemos bye ( ˘ ³˘)♥

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