Please, come back to me.

La gotas de lluvia se deslizaban por su rostro mientras que el frío se mezclaba con el miedo erizandole la piel.

¿Porque?.

- ¡Rapido!, Sigan corriendo, ¡no miren atrás!

¿Que hizo mal?.

-¡Nos están alcanzando!, ¿¡Que hacemos!?.

Se suponía que él era su héroe, se suponía que le enseñaría a ser más fuerte, a ser mejor.

-¿Deuz?, ¿que estás haciendo?, ¡Espera!.

Todo este tiempo solo fue...

-¡Deuz no lo hagas!- lloro siendo sujetada y llevada lejos por su amigo quien se negaba a mirar atrás.

...Una marioneta más.

- Iré después, ustedes vallanse ¡Ya!.

Mentiroso.

Solo podía mirar hacia atrás con el sonido de las balas de fondo, con los ojos nublados y el corazón roto, ya que bueno, nunca nos alcanzó.

Tres semanas después.

Las cosas solo iban de mal en peor para la albina.
Desde ese día no sonreía como siempre, es más, cada vez era más evidente la sonrisa falsa que adornaba su rostro. Sus amigos trataban de sacarle información, ¿Que le había pasado? Pues ni ella misma sabía, por lo que se negaba a hablar.

En su mente se repetía una y otra vez la maldita imagen de Maggie besando los asquerosos labios de Luna y viceversa, era doloroso, pero pareciera que a su mente le gustaba hacerla sufrir con esa imagen.

Si, le gustaba Maggie, eso le quedó claro desde..., Bueno no sabía exactamente cuando empezaron a surgir esos sentimientos pero ahí estaban, dándole un dolor intenso en el corazón.

Y la cereza del pastel, fue que desde ese día Maggie había dejado de asistir, ¡Aunque sea le hubiera encantado que le diera una explicación!, Pero luego se daba cuenta de que, en realidad, no eran nada. ¿Que se supone que le reclamaría entonces? Sería muy egoísta exigirle algo así ¿No?.

Con la ausencia de Maggie, el acoso volvió con más fuerza y como no, sin su presencia era como tener luz verde a todo lo que quisieran hacer y Luna se deleitó haciéndoles la vida imposible. Cada día era más difícil que el anterior, casi no quedaban escondites, ni formas de evadirlos, ¿Porque la odiaba tanto?, Nunca les hizo nada.

Ahora se encontraba atada de manos y pies en el maloliente cuarto del conserje. Quería llorar pero de qué serviría, quería que Maggie volviera a pesar de todo pero sabía que no lo haría, se sentía tan a gusto con ella, tan feliz y segura de sí misma que no le importaba lo que los demás dijeran. No lo entendía, Maggie siempre trataba con desprecio a la pelirroja con mechas.

Ese desprecio era lo único que le decía que esa imagen era una vil mentira; Maggie no tiene la culpa, se repetía con obsesión.

El sonido de la puerta la saco de su trance por un momento, alguien la había abierto.

-¿Maggie?- pero rápidamente toda esperanza desapareció.

-¿Qué demonios?- una mirada ámbar la analizó de pies a cabeza, incomodandola- lo que me faltaba, a ver, déjame ayudarte.

Con cuidado desató las ataduras de sus manos y pies bajo la atenta mirada de la ojilila, sentía que la había visto antes pero ¿Donde?.

- Bien, ya estás libre, ahora quítate tengo que buscar unas cosas.

- Que mal genio, gracias por ehm, ayudarme- agradeció en un susurro casi inaudible sin dejar de verla- Vamos Mai piensa, ¿donde la has visto?.

- Si si si lo que sea, ahora adiós.- tomo rápidamente la escoba junto al trapeador prácticamente escapando del lugar.

-¡Espera!- se detuvo, casi pudo oír una pequeña maldición salir de sus labios, corrió hacia ella- tú, emh, eres la amiga de Maggie ¿no?- lentamente se dio la vuelta, matandola con la mirada- ¿Sabes en donde está?- pregunto lo más sueve que pudo, esa chica no parecía tener mucha paciencia.

Soltó un fuerte gruñido antes de responder.

- ¡No! No sé dónde está, ni me interesa, esa idiota no me a respondido los mensajes por semanas- refunfuño caminando de un lado a otro, hasta que se detuvo y la miró con los ojos entrecerrados- De hecho, ahora que lo recuerdo, ¡Tú!, ¡tú fuiste la última persona con la que estuvo!- la encaró parándose de puntillas con tal de intimidarla - ¿Acaso eres la culpable de que esa idiota dejará de venir? ¡Responde!.

-¡¿Que?!, ¡No! Yo no...ahg yo solo- suspiro pesadamente- Necesito hablar con ella, eso es todo.

Mangle la miró detenidamente por un par de segundos antes de alejarse y suspirar.

-¿Porque te interesa tanto?- pregunto cruzada de brazos.

Los colores subieron a sus mejillas mientras pensaba que contestar poniéndose nerviosa, Mangle lo notó.

- Ok olvídalo, no importa- le dio la espalda tomando sus cosas- Mira no se exactamente dónde está, pero  se donde podría estar.

Por un momento sus ojos brillaron de emoción hasta que la ojiambar la miró seriamente.

- Pero te advierto que no es un lugar muy bonito que digamos. ¿De verdad quieres buscarla?

Tardo un par de segundos en contestar, teniendo un mal presentimiento. A pesar de eso asintió determinada.

- Bien, si es así, búscame en la salida y te diré en donde es.

Sin más se retiró, no faltaba mucho para la última hora de clases, así que optó por subir hasta la azotea donde se recostó viendo las nubes.

- Ahora entiendo porque le encantaba venir aqui- alzó su mano- Es tan pacífico. Es un gran escapé de la realidad.- suspiro antes de caer en los brazos de Morfeo.

(...)

-¿Como se encuentra?.

- Por ahora se encuentra estable, gracias a Dios no a sufrido otro derrame.

- Si claro, Dios- penso con sarcasmo

- Bueno me retiraré por ahora, si sucede algo llame a la enfermera.

Espero en silencio hasta que saliera para acercarse. La impotencia se volvía cada vez más fuerte con cada paso, verlo conectado a todos eso cables, pálido y golpeado, luciendo como un muerto, era de lo peor.

Con cuidado se sentó al lado de la cama para después tomar su mano.

- Hey hermano, soy yo Maggie, no sé si me escuchas o no...pero quiero que sepas que estoy aqui- Apretó un poco más el agarre, no hubo reacción- se que te molestara que esté aquí y no en la escuela, pero hey! De todas formas era una mierda jeje- río débilmente- Te extraño- suspiro tratando de quitar el nudo en su garganta- Onnie también, Mucho. Él...no es el mismo sin ti...- recostó su cabeza en el colchón tratando de no llorar- Ni yo tampoco- sollozo - por favor vuelve...

Suspiro limpiando sus lágrimas, sus latidos eran tan lentos que tenía miedo de que se detuvieran en cualquier momento. No, no quería, no quería perderlo, no de esa forma.

- Descuida hermano, los haré pagar. A todos y a cada uno.

(...)

Corrió rápidamente por los pasillos, cuando despertó ya habían pasado 10 minutos despues de la hora de salida.

- Que no se allá ido, que no se allá ido, que no se allá ido.

Con suerte distingüio una cabellera blanca con un mechón rosa en la entrada, gracias al cielo no se había ido, pero al acercarse fue recibida por la mirada asesina de Meg, cielos para ser tan pequeña daba miedo.

-¿!En donde diablos estabas!?, ¿¡No que era muuuuy importante para ti encontrarla!?- la encaró ya teniéndola cerca.

- ¡Lo Siento!, Lo siento, no era mi intención- elevó ambas manos en señal de defensa.

Meg soltó un breve gruñido antes de darle la espalda y comenzar a caminar.

- Como sea, ¡muévete! Antes de que se haga más tarde.

- eh ¡Si, si, voy! Ya voy.

Caminaron en un silencio incómodo, Mangle al frente y Mai atrás, cada vez que la albina quería acercarse a la ojiambar esta se alejaba dos pasos.

- ¿Cual es su problema?- pensó resignandote a no acercarse a ella.

- ¿De dónde la conoces?-  pregunto de repente la ojiambar asustando la brevemente.

- ¿Que?

- A Maggie ¿De dónde la conoces?

-Ella es ¿que debería decir? Mi compañera de clases, pero también es mi amiga.

-¿Entonces si iba a clases? Wow quien lo diría.

- ¿Debería decirle que solo asistía un par de veces?- pensó con una sonrisa nerviosa.

- Y tú ¿cómo conociste a Maggie?- se animó a preguntar al verla un poco más relajada.

Meg bajo la cabeza pensativa, debatiendo consigo misma.

- La conocí hace 5 años- relato después de un largo silencio- siempre se metía en problemas ¿Sabes?, Es como si no pudiera evitarlo- comentó con nostalgia- un día, me perdí mientras iba de camino de regreso a casa ya que se me ocurrió la brillante idea de tomar un atajó, se hacía tarde, mi teléfono se quedó sin bateria y estaba empezando a desesperarme, hasta que ella apareció.

-¿Estás bien?- pregunto una chica de cabellos rosados.

-¿Te parece que estoy bien?- respondió con sarcasmo.

- Que caracter- contesto burlona- ¿Te perdiste no es así?

- ¿Y que si me perdí?, Que te importa.

La desconocida puso los ojos en blanco antes de darle la espalda con indiferencia.

- Bien, iba a preguntarte si querías ayuda pero, creo que lo tienes todo bajo control- Comenzó a caminar- Suerte con los pedófilos. A ellos les fascina una chica como tú, adios~- comento alzando la mano para despedirse.

- ¡Pedófilos!- pensó con horror- ¡Espera!, ¡Cambié de opinión!- Corrio hacia ella tragándose su orgullo.

- ¿Y bien, quieres mi ayuda?- pregunto burlona, la fulminó con la mirada.

-...Si-  contesto por fin, resignada.- por cierto, ¿Cual es tu nombre?.

- Me llamo Maggie. ¿Y tu eres?.

-...Mangle

- Y desde ese día se volvío un constante dolor de cabeza- termino sonriendo de lado
































Hola mi gente X3 me extrañaron, he aquí otro cap de in the Shadows y un poco de la historia de Maggie, no se pierdan el sig cap😆, bye.

PD: si me siguen en Maiggie shippers recuerden dejar su tema en los comentarios para tener un one shots, me despido bye

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