Capítulo 3

Owen en multimedia.

Seth:

Aquél chico estaba nervioso, demasiado diría yo, la curisidad me mataba, él oculta algo. Todos caminamos hacía un estante de libros, ninguno dirigió la palabra en todo el camino, podía ver como Leah no le quitaba los ojos de encima a Owen, tenía curiosidad, mucha más que yo al parecer. Esto era inmenso, miles de libros rodeaban el lugar, no era de leer así que sólo me límite a admirar la estructura de lugar que sin dudas era admirable. Paramos en una mesa y él nos invitó a sentarnos, que fue lo que hicimos.

─Bien....Qué libro están buscando?─ Dijo él mirando fijamente a Leah, sentía su curiosidad, pero también algo más, que aún no logró descifrar.

─Buscamos un libro sobre los antiguos dioses griegos.─Su nerviosismo aumentó, lo sentía, y estaba asombrado por nuestro pedido. Tan anormal era?!.

─P-para qué lo necesitan?...─Noté que tartamudeaba mucho y eso sólo me decía una y otra vez que oculta algo.

─Una...tarea para la universidad...─Dije yo inmediatamente y él sólo asintió para buscar el libro.

─No te resulta algo...extraño?─Le digo a Leah y ella ríe.

─Tampoco somos personas tan normales Seth, es sólo un chico tímido, nada más. Aunque tengo un extraño presentimiento sobre él.─ Yo sólo asiento levemente y juntos esperamos al chico, sus sentimientos eran confusos, un total torbellino. No quitó mi vista de él cuando se aleja, sobre todo siento su gran nerviosismo, oculta algo, lo sé. Estaba completamente serio, Leah no dejaba de mirarlo, debo admitir que él chico es atractivo, pero se equivoca si creé que estará con mi mejor amiga, no me creó su fachada de "chico tímido".

De camino hacía aquí lo fulmine con la mirada, Leah al notarlo me fulmina con la mirada y sólo me cruzó de brazos.

─Aquí está....Nesecitan algo más?─Ella   y yo sólo fulminamos al chico con la mirada y lo veo, me tiene miedo,  lo esperaba. Leah se sienta y comienza a leer el libro, con sus gestos ambos entendemos que debemos imitar sus actos. Me siento a su lado y él también, está tenso, no se si será por mi, o por Leah.

Ambos.

Mi conciencia habla y veo como Leah no para de leer, encerio creé que ese libro tendrá respuestas? Sólo me limito a mirarla, y lanzar miradas llenas de odio hacia Owen. Finalmente cierra el libro y se lo devuelve a Owen.

─No ibas a?...

─Es toda la información que nesecito. Puedo llevarmelo?─Le ofrece una amable sonrisa a él y yo sólo ruedo los ojos.

─Por supuesto. El tiempo que nesecites.─Dice y yo sólo intentó ignorarlos, que cliché. Sus miradas se pierden unos segundos el uno con el otro, y éso aumenta mi furia y sin dudarlo interfiero y digo.

─Será mejor irnos, no queremos llegar tarde.

─Seth, son las 13:30.─Mierda! Tenía que ser tan obvio?.

─Tienes lo que nesecitas, debemos volver.─Ella sólo ríe y yo levanto una ceja incrédulo, le divierte mi reacción.

Vaya amiga!

Fue un placer conocerte Owen, espero verte pronto.─Ella se despide con un beso en su mejilla y suelta una risa coqueta, y yo sólo no dejo de apretar los puños. Veo que extiende un papel y lo deja sobre su palma, lo último que escucho es un susurro de parte de ella. "Llámame"

Tomó su mano y la arrastró hacia al auto, de camino al hotel no digo ninguna palabra, no tengo porque hacerlo. Miro hacia ella y se encontraba con la mirada fija en paisaje, siempre le gustaba mirar por la ventana. Al llegar Leah toma mi muñeca y me mira a los ojos.

─Estas enfadado?─Esa pregunta, tenía una respuesta, pero no iba a contestarla, sólo negué y ambos fuimos a nuestras habitaciones. Había sido un día largo, en especial por el coqueteo de mi amiga, ése chico no terminaba de cerrarme.

Con miles de pensamientos abundando en mi cabeza caí rendido en la cama, soltando un gran suspiró. Esto de tener poderes era extraño, podía sentir lo mismo, que Leah, lo mismo que Owen, era muy difícil de manejar. Estuve un buen rato recostado hasta que Leah entro a la habitación con una sonrisa forzada, estaba apenada, y triste.

─Seth...yo..

─Leah, tranquila estoy sólo...un poco abrumado, te aseguro que no tiene que ver con tigo.

─Cómo?...

─Puedo sentir que estas arrepentida, y sobre todo que esto te afecta.

─La había olvidado.

─Cómo vas con tus poderes?─ Entonces sus sentimientos cambian bruscamente, siento su temor, está tensa.

─No han vuelto a aparecer, al aparecer sólo fue pasajero.

Yo no estaría tan seguro.

─Debes estar atenta, supongo que como yo los he tenido a los dieciocho tu igual.

─Hablas de qué?...

─Si Leah, el viernes tu poder se desatara por completo.

─Y...como lidiaste con todo eso?

─Fue difícil, estaba terminando la fiesta cuando al soplar las velas me invadian mil sentimientos, todos al mismo tiempo. Creí que iba a volverme loco, dejé a toda mi familia y me encerre, pensé que así todo pasaría pero no fue así, no pude dormir en toda la noche.

─Debió ser difícil para ti.

─Lo fue te lo aseguró, al pasar los días comencé a controlarlo, sólo debo concentrarme mucho y mantener mi mente tranquila. Si concentro todo mi poder hasta puedo localizar a la persona, sólo con sus sentimientos.

─Éso...es genial.

─Todo tiene un lado malo Leah.

Ella asiente y luego se va, puedo sentir su temor, lo que le dije la afecto, debe estar totalmente aterrada, yo sé que podrá controlarlo. Ese día intentaré bloquear los sentimientos de Leah, no quiero sentir todo lo que le susedera. Sería muy doloroso para mí.

Nesecitaba relajarme haci que tomé una ducha y luego me acosté, no dejaba de pensar en que sólo faltaban casi cuatro días, y Leah sería mayor de edad. Aún recuerdo cuando nos conocimos.

Como todas las tardes luego de la escuela me dirigí al parqué, era un lugar lleno de felicidad, y eso era lo que me llevaba allí. Todas las tardes veía a una chica, un poco menor que yo, se sentaba bajo un árbol a leer, me daba demasiada curiosidad. Su cabello batallaba entre el negro y el castaño, a lo lejos veía su piel pálida, y luego sus ojos se clavaron con los míos, unos magníficos ojos azules. Eran sumamente hipnotizantes, sus labios eran levemente rosados, me miró por unos minutos y volvió a fijar su mirada en el libro.

Sonreí al ver que me ignoró, no sera fácil deshacerse de mí. Me levanté del banco en el que estaba y me dirigí hacia la chica, no despegaba mi mirada de ella, y pensar que ni siquiera me nota. Su mirada está concentrada en el libro. Estaba cerca muy cerca, y finalmente cuando estaba a sólo centímetros de ella tropiezo como un idiota, y lo admito hasta comi pasto.

Bien hecho!

Entonces escucho una leve pero magnífica risa, levanto mi mirada y esa chica esta frente a mi, ofreciendo su mano para ayudarme.

Deberías tener más cuidado, porque no creo que hayas querido besar al piso.─Reí ante su comentario, me parecía amable.

─Y crees bien, soy Seth, Seth Anderson.─Con una sonrisa extiende su mano y la aceptó sonriendo.

─Leah Brooks.

Pasamos un buen rato, entre bromas e idioteces, me encantaba verla reír, debo admitir que es linda, tiene una belleza peculiar. Parecía ser reservada ya que luego de hacerla reír a los segundos volvía a ponerse sería. Éste parecía ser el comienzo de una gran amistad.

Una sonrisa se dibujo en mis labios al recordar ese día, jamás me  arrepentire de haber conocido a Leah. Con gran alegría cerré los ojos y luego sólo sé que me quede profundamente dormido.

(...)

Uno de mis ojos se abre y lo primero que veo es a ella, Leah. Quien no deja de moverme sin parar y decir mi nombre para despertarme.

─Levantate idiota! Tengo hambre!...

Reí ante su acción, sólo me despertó porque tenía hambre, si sin dudas, esa es Leah. Al verme despierto ella sonrió divertida y se lanzó en mi estómago provocando un dolor, yo sólo podía reír.

─Éso es por quedarte dormido!

Sin dejar de sonreír me dirigí al baño y cambié mi cómoda ropa por otra algo más...nomal. Tome las llaves de mi auto y junto con Leah partimos a la cafetería más cercana.

Al bajar del auto caminamos hacia la cafetería, al hacerlo imite el caminar de quien al parecer era un empresario, causando que Leah estallara a carcajadas. Ella imitó mi acción y al ver a una mujer muy arreglada y retocando su maquillaje la imitó, intentaba aguantar la risa pero fue imposible. Ella fulmino a mi amiga con la mirada y se fue tirándole el pelo en la cara, como respuesta ella sólo le enseñó su dedo medio y seguimos nuestro camino.

El holor a café hizo a mi estómago rugir, tenía demasiada hambre, al girar mi mirada hacia ella estaba igual, inhalando el delicioso aroma. Corrimos al lugar y pedimos un delicioso desayuno, y ambos disfrutamos cada minuto de el.

En el momento en que salíamos de la cafetería el teléfono de mi amiga sonó, y atendió rapi damente. Se alejó con una sonrisa posada en sus labios, y siguió hablando por su teléfono. Quien será? Sentía su alegria y emoción, y otro sentimiento que no podía descifrar, se encontraba en el fondo, casi inexistente.

Veo que se despide de la persona con la cual hablaba y se dirige hacia mi con una sonrisa.

─Era Owen, quería vernos y nos invitó a su casa. Esta noche.

Genial! Ese chico aún no termina de cerrarme, no descansare hasta saber que oculta. Ambos volvimos al hotel luego de una divertida mañana, ella se fue a su habitación y yo a la mía, de seguro irá a arreglarse. Es lo más probable. Yo sólo prendo el televisor y dejo que las horas pasen.

(...)

─Llegamos!

Frenó en una casa de dos pisos, era muy moderno su diseño, al rededor está llena de un gran jardín digno de admirar. El motor del auto se apaga y ambos bajamos, me parece raro que nos invitará a su casa pero no tengo de que quejarme, por ahora. Tocó la puerta y los nervios me invaden, más específicamente a Leah, está demasiado nerviosa.

─Tranquila. No van a matarte.

Recibo un débil golpe de mi amiga y río, al pasar unos minutos la puerta se abre y una señora de unos cuarenta años nos sonríe. Tiene los ojos azules  y su cabello es rubio, casi dorado diría yo, trae puesta una falda de tubo gris y una blusa con pliegues color crema. A pesar de su edad parece joven, ella nos invita a pasar y sonríe al ver a Leah.

─Mi hijo bajará en unos minutos. Mi nombre es Elena.─Ambos asentimos con una sonrisa y nos presentamos. Dirijo mi mirada a las escaleras al escuchar unos pasos y era él, Owen.

─Hola Leah!...Hola Seth.

Yo lo saludo con un gesto indiferente, suelo ser sociable pero si no descubro que está ocultando no estaré tranquilo. Ellos comienzan a hablar y yo sólo me pierdo en mis pensamientos, no tenia interés en entablar un conversación.

CofcofCeloscofcof.

Si claro. Celoso de él? Ni siquiera soñando. Al pasar varios minutos su madre nos deja sólos y yo vigilo a ambos, escucho risas y no dejan de hablar. Entonces escucho mi nombre.

─Seth. Esta todo bien?─ Pregunta Leah, y la miró unos segundos.

─Si, no te preocupes.

─Iré por algo de beber, vuelvo en unos minutos.─Él se levanta y mi amiga se despide de él con una sonrisa.

─Ahora me diras, qué susede?

─Sólo...Aún no confío en él, oculta algo.

─Lo sé, pero debemos darle una oportunidad. Luego seguiremos nuestra búsqueda.─Yo sólo asiento y veo como él vuelve con vasos de gaseosa y nos entrega uno a cada uno. Comienzo siento como Leah se tensa, está nerviosa y la curiosidad la domina.

Veo como él se queda paralizado, tiene terror, y yo aún no comprendo porque.

─T-tú tatuaje.....─Entonces inmediatamente me levanto y giro su muñeca, no caben dudas. Es un dios.

─Q-qué tiene de malo?....─Luego de su largo silencio él habla y mi amiga se acerca a él sin apartar la mirada de sus ojos.

─Somos como tú Owen, somos especiales, somos dioses.

Sus ojos se abren de par en par, y ahora me doy cuenta que es verdad, hay mas como nosotros. Hay aún aun más dioses, y debemos encontrarlos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top