6. No te dejaré sola
Pvo Nami
Habían pasado cinco meses desde que Zoro y yo anunciamos que oficialmente éramos novios. Mis padres ya conocían a Zoro, pero apenas han pasado unas pocas semanas desde que les anunciamos que estábamos saliendo. Aparte de que mi padre se llevó a Zoro para tener una charla de suegro a yerno, se lo tomaron muy bien. Pero Zoro todavía no ha podido hablar con sus padres sobre lo nuestro. Ya apenas tiene la esperanza de poder llegar a contárselo. Yo le digo una y otra vez que se lo cuente por teléfono pero, al igual que yo, es demasiado cabezota. A parte de eso, también le apoyo en su decisión. Para él, darles esta noticia es muy importante y quiere hacerlo cuando pueda verlos en persona, no a través de una pantalla, por supuesto yo estando a su lado apoyándolo.
-¿Al final los viste?-le pregunto de camino al instituto.
-No, y ya me han confirmado que por lo menos se quedarán en Berlín un mes.
-Tranquilo. Ya llegará el momento.
-¡Oye Nami!
-Oh no.-digo llevándome una mano a la cabeza.
-¿Qué pasa?-pregunta Luffy.
-Es Kid.
-¿Otra vez?-pregunta Vivi.
-Sí.
-No creo que te deje en paz hasta que acabemos el instituto.-ríe Robin.-Eres la primera chica que lo ha rechazado.
-Que siga en sus trece, no lo diré que sí aunque la vida me vaya en ello.
-¿Quieres que me encargue yo?-pregunta Zoro molesto.
-No gracias. Me puedo ocupar yo misma.
-¿Es qué no me oíste?-agarra mi muñeca y me estampa contra la pared.-Ven conmigo y deja a ese niñato de Roronoa.
-¿Y por qué debería hacerte caso?-digo coquetamente.
-Porque soy mucho mejor que ese sujeto que afirma ser tu novio.-se acerca lentamente.
-¿Ah sí?-mostré una sonrisa juguetona.
-Sí.-su cara cambió de repente a una de dolor, agachándose y cubriéndose la parte dolorida con sus manos.
-Lo siento mucho Kid, pero yo no soy como todas esas chicas con lasque te has acostado.
-¿A qué te refieres?-dice incorporándose poco a poco.
-Que no soy una cualquiera.
-Maldita.
-Vamos Zoro.-le cojo la mano.
-Sí MI pelirroja.
-Esto no quedará así Nami Swan.-dice por lo bajo intentando amenazarme.
Cuando estábamos a unos metros de la puerta Vivi miró la hora en su móvil. Empezó a gritar como una loca, cosa que al principio nos hizo gracia, pero cuando nos enteramos que el motivo era porque ya eran casi las 9:00 salimos corriendo hacia nuestras respectivas clases.
-¡Señorita Swan, Señorita Nefertari! ¡Llegáis tarde!-para el colmo por una vez en su vida había sido puntual.
-Lo sentimos mucho Señor Sakazuki. No volverá a pasar.-respondo también por Vivi.
-Sentaos. Abrid el libro de historia por la página 110. En 19...
Y así comenzó otra de las aburridas clases de historia de nuestro tutor. Da bien la asignatura, pero cuando nombra a aquellos que provocaron la Primera y la Segunda Guerra Mundial los nombra como si fuesen escoria, basura que no merece seguir viviendo, bueno que no merecían seguir viviendo.
-Hola.-entra Kid a la sala como si nada.
-¿Cómo que hola? ¿Sabe la hora qué es?
-Las 9:30.-toda la clase ríe.
-¡Silencio! Siéntese Señor Eustass. A la hora de comer irá al despacho del director.
-Lo que usted diga viejo amargado.
-¿Qué dijo?
-Nada, nada. Ya me siento.-se lleva las manos a la nuca y se sienta en su sitio no sin antes guiñarme un ojo al pasar por mi sitio.
Como siempre, como respuesta, le ignoré y seguí atendiendo a la clase de historia.
Pvo escritora
Después del agotador día de clase, Zoro y Luffy esperaban al resto del grupo en la entrada del instituto. Poco después de que llegasen ellos, la peliazul llegó a la puerta del instituto extrañando a los presentes. Por Franky sabían que Robin y él irían por su cuenta,pero lo que les extraño fue el no ver a la pelirroja con ella.
-¿Y Nami?-pregunta el peliverde.-¿Todavía no salió?
-Se ha quedando hablando con Bonney en el aula. Tenía que consultarle una duda. Vendrá en cuanto pueda.
-¿Será por lo de los internacionales?-pregunta Luffy sorprendiendo a los presentes.-¿Qué? Nami es mi mejor amiga. Nos lo contamos todo.
-¿Habéis oído?-oyen conversaciones de fondo.-Dicen que Eustass Kid por fin ha conseguido conquistar a Nami Swan.
-Eso es mentira. Nami está saliendo con Roronoa Zoro.
-Yo solo te digo que los he visto juntos en su clase sin nadie más.
-Baka, no lo digas tan alto. Roronoa está al lado.
Zoro soltó la bolsa y salió corriendo hasta la clase de la pelirroja. Al estar a unos metros de aula, Zoro pudo diferenciar la silueta de Kid junto al director del instituto.
-¡Señor Shanks!
-¿Qué ocurre Zoro? ¿No tenías torneo de kendo?
-Ya tendré otras oportunidades para participar. ¿Y Nami?
-Está ahí dentro. Si puedes convencerla de que no le va a pasar nada me harías un favor. Yo tengo que hablar con Eustass.
-Déjame en paz Akagami.
-¡A mi despacho! Por favor Zoro, saca a Nami de aquí.
-En seguida.
-Zoro entró al aula buscando a Nami. Dio un par de pasos y la encontró al final de la clase con la cara oculta entre sus brazos.
-¿Nami?-se agacha enfrente suyo.-Nami.-la nombrada esconde aun más la cabeza.-¿Qué te ocurre?-la abraza.
-No quiero ir a casa. Nojiko va a estar toda una semana fuera con Ace y después de lo que ha pasado no quiero quedarme sola.
-Tonta. Habérmelo dicho antes. Te vienes a mi casa, toda la semana.
-No quiero molestar Zoro.
-Y no molestas. Lo prometo. Iremos a tu casa y cogeremos todo lo que necesites. ¿Vale?-le seco las lágrimas.
-Vale.-dice con una dulce sonrisa.
Zoro sacó a Nami del instituto donde nuestros amigos nos estaban esperando. Luffy y Chopper se acercaron a Nami al verla así. Chopper siempre ha sido como un hermano pequeño para Nami y Luffy siempre se ha comportado con ella como si fuese su hermanita, aunque Nami sea un año más mayor que Luffy.
-¿Estás bien Nami?-le pregunta Vivi mientras empuja a Zoro.
-Sí, estoy bien.
-¿Segura? Sabes que puedes contárnoslo.
-Tranquila Robin. No me ha pasado nada.
-¿Cómo la has podido dejar sola?
-Habló la que va a su misma clase. Podrías haberla esperado allí y venir con ella y nada de esto habría pasado. Porque tanto tú como yo sabemos que Kid la acosa. Yo siempre la estoy protegiendo de él, pero en clase no puedo.
-¡Zoro!-grita una peliazul desde un coche.
-¡Ya voy Tashigui!
-Pero si hoy tienes kendo.-comenta Luffy.
-No, hoy no.
-¡Oye Zoro-ya! ¿A dónde vas?
-Hoy no iré al campeonato Law.
-¡Eres nuestro capitán!
-Yo nunca acepté el puesto. Hasta la semana que viene.
-Ve Zoro. Yo puedo esperar.
-Ni de broma Nami. El kendo puede esperar, pero tú no. Vámonos.-entran en el coche después de que Tashigui saludase a Nami.-Tashigui, ¿puedes llevarnos a casa de Nami para que coja sus cosas? Esta semana se va a quedar en casa.
-Sin ningún problema hermanito.
-Zoro, de verdad que no...-el peliverde la calla con un beso.
-Deja de preocuparte. No molestas. ¿Verdad Tahigui?
-Verdad.
-Después de haber recogido todo lo necesario, Tashigui llevó a la pareja a su casa y después se marchó al trabajo.
-¿Tu casa cambia cada vez que yo vengo o es una impresión que yo tengo?
-No eres tú. A mi padre le gusta cambiar la decoración del salón con frecuencia.
-¡Nami ne-chan!-sale una pequeña niña peliazul de unos tres añosa recibir a la pareja.
-Hola Kuina.
-¿Y a tu hermano qué?
-A ti te veo todos los días.-dice sacándole una risa a la pelirroja.
-Ven aquí enana.-muestra una sonrisa siniestra.
-¡No! ¡Ayúdame Nami ne-chan!
-¡No le harás nada!-empieza a correr con Kuina a la espalda!
-Volved aquí.
Corrieron y corrieron hasta llegar al amplio jardín de la casa,donde Nami y Kuina consiguieron despistar a Zoro, gracias a que éste se perdió debido a su maravillosa orientación. Y eso que es su propia casa.
-Más os vale salir de donde quiera que estéis, sino será peor.
El ruido de una rama partiéndose llamó la atención del joven peliverde. Corrió hasta la piscina y encontró a Nami escondida detrás de unos matorrales.
-¡Te pillé! ¿Dónde está la otra?-dice acorralando a la pelirroja contra la piscina.
-No te lo pienso decir.
-Peor para ti.-la eleva por encima de su hombro y se coloca en el borde de la piscina.-¡Kuina, tienes tres segundos para salir o Nami acabará en el agua! ¡Uno!
-No va a salir.-dice la pelirroja tranquila.
-¡Dos!
-Te digo que no va a salir.-repite divertida por la persistencia de su novio.
-¡Tres! ¡Tú lo has querido!
Y Zoro lanzó a Nami al agua, pero no contó con que la ojimiel se había agarrado a él y, como consecuencia, él también acabó empapado.
-Te dije que no saldría porque sé que se ha quedado dormida. Yo misma la he llevado a su cuarto.
-¡Eso no vale!
-Yo no tengo la culpa de que tú nos pierdas de vista porque te has perdido en tu propia casa.
-Ve a cambiarte. Estás empapada y no hace calor precisamente.
-Tú también deberías.
-Ya lo sé. Ponte tu ropa de baile.
-¿Para qué?
-Tú hazlo.
Rato después
¿Por qué me has hecho ponerme una venda?
-Tú espera.
-Si me caigo por el camino será por tu culpa.
-No te vas a caer. Vale, quítate la venda.
Casi a la par que lo oyó, Nami se había destapado los ojos y se había encontrado con un pista de baile.
-¿Le gustaría bailar conmigo?-pregunta Zoro tendiéndole una mano.
-Sería un gran honor.-le sigue el juego.
Zoro no supo medir cuanto tiempo estuvieron bailando, pero si que llegó a cumplir su objetivo, sacarle una sonrisa a Nami y hacerle olvidar todo lo que había pasado a lo largo del día.
Hurricane, Let me love you, Got to love you, Tied to you,...solo fueron unas de las numerosas canciones que bailaron esa tarde.
-Descansemos un poco Zoro. No puedo más.-se tumba en el suelo.
-Tienes razón. Además, ya es hora de cenar. Son las 22:00.-se sienta a su lado.
-Ni me he percatado de que han pasado más de cuatro horas. Espero que Tashigui haya vuelto.
-¿Por qué lo dices?
-Porque yo no sé cocinar.
-¿Sino nos toca?
-Exacto.
-No me parece mala idea. Siempre me ha gustado cocinar.
-¿Eh? Que pereza.
-Venga.-suplica la pelirroja.-Me apetece.
-Está bien. Solo porque tú me lo pides.
-¿Qué le gusta a tu hermana?
-A ver...sobre todo el ramen y los dorayakis.
-Esperemos tener todos los ingredientes.
La pareja fue hasta la cocina, revolviendo y buscando todo lo necesario para preparar la cena.
-Lo tenemos todo. Ahora hay que evitar que Kuina entre.
-¿Me decías algo Nami ne-chan?
-No nada. Ahora ve a jugar un poco. Pronto cenaremos?
-¿Va a cocinar ni-chan?-dice asustada.
-Cocino yo. No te preocupes.
-¿Qué hay para cenar?
-Es una sorpresa.-dice el peliverde cargando a su hermana.-Te dejamos tranquila. Si necesitas ayuda ven y dímelo.
-Está bien.
1 hora y media más tarde, la cual Nami se pasó cocinando y Zoro entreteniendo a su hermana para que no fuese a la cocina, Nami llamó a Zoro para que le ayudase a llevar los platos al comedor.
-¡Ramen!-exclama contenta la pequeña peliazul.
-Un pajarito me ha contado que es tu plato favorito.
-¡Gracias ni-chan!-se lanza a su cuello.
-Para que luego digas que no hago cosas por ti.
-¡Itadakimasu!-dicen a la vez.
-¿Dónde están los demás?
-Tashigui en casa de Smoker y mis padres siguen de viaje, para no variar.
-Que peligro. Ni-chan cocinando toda la semana.
-¡Oye!
-Tranquila. Esta semana cocinaré yo.
-¡Bien!-bosteza.
-Tienes que ir a dormir Kuina. Es tarde.-le dice Zoro a su hermana pequeña.
-¿Puedo dormir con vosotros?
-Claro que sí.-responde Nami sonriendo antes de que Zoro pudiesedecir algo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top