11. Te perdí, para siempre
-¡Luffy va! ¡Tenemos que ir a buscar a Nami y a Hancock!
-Ya va, ya va. Que prisas tienes.
-No quiero llegar tarde.
-El baile no va a empezar porque tú llegues antes.
-Calla, solo que no quiero llegar tarde a la quedada con Nami y con los demás.
-Ya estoy. ¿Me ayudas con la corbata?
-No vas muy formal. ¿A qué se debe?
-No quiero ir con Hancock. Sé que ha amañado la votación para el rey del baile y que voy a salir yo.
-¿Y cual es la parte mala?
-Que paso. No quiero serlo. Solo me apetece ir a pasarlo bien con vosotros.
-Bien dicho. Y ahora entra al coche.
Los chicos primero fueron a recoger a Nami, llendo Zoro en los asientos de atrás junto con ella y más tarde, para desgracia de Luffy, fueron a buscar a Hancock, quien no dejó de hablar y de atosigar a Luffy sobre el baile y las elecciones.
-A Luffy le va a explotar la vena de la frente como Hancock no se calle.
-Déjalos Zoro. No me acuerdo de haber visto a Luffy cabreado.
-Créeme, mejor que sea así.
Llegaron al baile dónde todos esperaban a los ocupantes del coche. Para sorpresa de Nami, Carina también estaba allí acompañada de su novio Gild Tesoro. Entraron y justo llegaron a tiempo para nombrar a los reyes del baile.
-El rey del baile de este año es...¡Monkey.d.Luffy!-el nombrado subió no muy contento.-Y la reina del baile es...¡Nami Swan!-la pelirroja subió sorprendida al escenario y se colocó al lado de su mejor amigo mientras Hancock maldecía y exigía una explicación por aquel resultado.
-¡Esto no es justo! ¡Yo tendría que estar ahí arriba con Luffy!¡No ella! ¡Se va a enterar!
-¿Me concedes este baile?-le pregunta Luffy a la pelirroja tan sonriente como siempre.
-Será un honor bailar con el rey.
En una mesa apartada de la pista de baile
-¿Qué tanto le miras a Nami Zoro?
-Simplemente, me alegra volver a verla sonreír como lo hacia antes. Ojalá nunca recuerde a Kid.
-Da por hecho que no diremos ni pío.
-Os lo agradezco.-mira la hora que es.-Bueno, es hora. Ni una palabra a Nami de donde estoy. Tan solo darle esta nota. No seáis unos bocazas por una vez en vuestra vida.
-Lo intentaremos.-dice Gild.
Rato después Luffy y Nami se cansaron de bailar y decidieron ir con sus amigos quienes los felicitaron.
Pvo Nami
-¿Habéis visto a Zoro?-le pregunto a Carina.
-Creo que te está esperando fuera para decirte algo.-le echa una mirada a Gild.
-¿Fuera?
-Ya conoces a Zoro-kun, Nami-chan.-ahora hablaba Robin.-No le gusta llamar la atención.
-Ten Nami. Zoro quiso que te diésemos esto.-me entrega un papel doblado por la mitad.-Zoro quiere que lo encuentres siguiendo unas pistas.
-Ni que fuéramos unos críos.
-Las ha escondido en tu clase y en la azotea. Procura coger las notas para que Zoro no sepa que te hemos contado todo.
-Gracias Luffy.
Después de recoger la nota que se encontraba en mi clase, fui a buscar la de la azotea. Desde allí pude ver a Zoro sentado en la fuente. Recogí la última pista y bajé las escaleras para encontrarme con él.
A decir verdad, no habría sido muy difícil encontrar las pistas. Eran demasiado obvias. Esto es lo que decían las notas que encontré.
1ª nota
¿Recuerdas dónde te fui a buscar el día que me declaré?
2ªnota
Si has encontrado esta nota mira la fuente de la entrada. ¿Me ves? Sé que cuando me veas me preguntarás porque te has tenido que recorrer medio instituto para dos papeles, pero tengo un buen motivo. Ve a la fuente, ahí te lo explicaré.
Mientras bajaba las escaleras me preguntaba que ocurría. Al parecer,los demás si que saben que me va a decir Zoro y, por sus caras, sé que es algo bueno. Aceleré el paso, pero cuando estaba tan solo a unos pasos de la fuente, deseé no haber visto nada.
Zoro, Hancock, beso. Eso era lo único que mi mente podía procesar en estos momentos. Sin darme cuenta, la copa que llevaba en la mano se me resbaló y cayó al suelo rompiéndose y avisando a ambos de que estaba ahí. Hancock sonrío satisfecha y Zoro se quedó mudo al verme ahí parada.
Un sollozo se escapó de mi boca. Cada vez me costaba más ver la escena y todo por culpa de las lágrimas que se iban amontonando en mis ojos. Así que decidí volver a dentro de nuevo, disimulando que nada ocurría, sabiendo de ante mano que, a los ojos de mis amigos,era bastante raro no entrar junto con Zoro.
-Nami.-me llama Carina.-¿Estás bien? ¿Y Zoro?
-Está fuera. Me ha dicho que entra ahora mismo.
-Claro, y yo nací ayer. Dime la verdad. Mírame Nami.-me obliga a verla a los ojos.
-Zoro, él...él se...
Abracé a Carina y lloré en su hombro. La verdad dolía, dolía mucho. Pero no podía verme débil enfrente de todo el instituto.
-Carina, quiero irme.
-Vale. ¡Gild! ¡Nos vamos!-llama a su novio.
-Ya voy.-dice en cuanto me ve.
Unos minutos antes Pvo Zoro
-Hola Zoro.-me saluda Hancock. ¿Por qué está tan sonriente?
-Ah, hola Hancock.
-¿Sabes? Tu novia me ha quitado algo que yo deseaba.
-Ella no te ha quitado nada. Han sido los alumnos los que han votado a Nami y a Luffy. Ellos no tienen la culpa de que piensen que Nami es mejor que tú.-comente para mosquearla.
-¡¿Estás insinuando que Nami es más guapa que yo?!
-Al parecer esa ha sido la opinión de los alumnos. Pero para mi ella siempre será la mujer más guapa, más inteligente y más amable que he conocido jamás.
Hancock hechó una mirada alrededor, sonrió y sin verlo venir me besó. ¿Qué cojones le pasa a esta tía? ¿No estaba enamorada de Luffy? Agarrándola de la cintura la intenté apartar, pero ella no cedía.
El sonido de un vaso rompiéndose hizo que, por fin, Hancock se separase de mi. Miró hacia el lugar del que provenía el sonido. Sonrió victoriosa. Algo no iba bien. Lo ha hecho por algo en concreto, y eso no me da muy buena señal.
Un sollozo. Un simple sollozo provocó que mi cuerpo se estremeciese. Ni siquiera necesitaba voltearme para saber que era Nami, pero aún así lo hice, y deseé no haberlo hecho. Por culpa de Hancock, Nami estaba malinterpretando la situación.
Sus ojos color miel estaban húmedos y sus mejillas, junto con su nariz, habían adoptado un tono rojizo debido al esfuerzo que estaba haciendo para no derramar las lágrimas que se estaban acumulando en sus ojos.
Se marchó. No dijo nada, no gritó, no montó una escena, no derramó una sola lágrima, simplemente dio media vuelta y volvió a entrar ala pista de baile con la cabeza en alto, aunque yo sabía de seguro que por dentro estaba destrozada.
-¡¿Por qué lo has hecho?!-me levanto preguntando a grito pelado.-¡¿Te he preguntado POR QUÉ lo has hecho?!
-Ya te lo he dicho antes. Tu novia...¿o debería decir exnovia?-sonríe burlesca.
-Ve al grano.
-Ella me ha quitado lo que más deseaba y yo he hecho lo mismo.
-Eres despreciable. No me extraña que no le gustes a nadie.
Entré corriendo al salón del baile buscando a Nami desesperado. Tenía que aclararle el malentendido.
-Zoro, no la busques más. Ya se ha ido.-me dice Luffy apoyando una mano sobre mi hombro.-¿Qué ha pasado? Nami se ha ido llorando. Pensaba que te ibas a declarar.
-Eso pretendía, pero llegó Hancock. Me dijo que Nami le había arrebatado el puesto de reina del baile y luego me besó. Nami nos vio y se marchó. Hancock después. Nami no va a querer hablar conmigo. Ya no necesito esto.-saco una pequeña caja que tenía guardada en el bolsillo de la chaqueta y se la entrego a Luffy.-Buenas noches.
Da igual todo lo que intentase. Nami tiene demasiado orgullo, como yo. No me hace ninguna gracia, pero la he perdido, para siempre.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top