1. Nami Swan

Eh Nami!-será pesado.

-¿Qué es lo que quieres ahora Kid?-pregunto cruzándome de brazos.

-A tí.-dice arrogante.

-Sigue soñando.-me doy la vuelta.

-Nadie se va de aquí hasta que digas que si.-me acorrala.

-¡Suéltame! ¡Suéltame Kid! ¡QUE ME SUELTES!-grito incorporándome en la cama.

Me costó unos minutos relajarme y darme cuenta de donde estaba. Estaba en mi cuarto. Cogí el móvil, apagué la alarma y miré la hora. Las 8:00. Ya era hora de levantarse. Vivi y Robin llegarían en cualquier momento.

-Nami. ¿Estás bien?-oigo una voz procedente del piso de abajo. Como siempre, era Nojiko.

-Sí, no es nada.-le respondo.

-Pues en ese caso baja ya mismo. No vas a llegar a tiempo.

-Ya voy.-me visto tan rápida como un rayo y bajo a desayunar junto con Nojiko.

-¿Has vuelto a tener una pesadilla?

-¿Cómo lo sabes?-pregunto mientras doy un sorbo al café.

-Porque cada vez que tienes una estás media hora gritando sin parar.-se echa a reír mientras noto como se me suben los colores a la cara.

-No hace falta que me lo recuerdes cada vez que tengo una pesadilla.

Llaman a la puerta.

-Ya voy yo.-me levanto y al abrir la puerta me encuentro con dos de mis mejores amigas: Vivi y Robin.

-Habéis llegado muy pronto.-les digo sorprendida.-Todavía no son ni y media.

-Robin, que es muy puntual.-suspira Vivi.

-Fufufu, mejor. Te recuerdo que tú no eres muy puntual, mi querida Vivi.-las tres reímos.

-Al menos ya apenas llego tarde. Eso tenéis que admitirlo.

-Lo admitiremos cuando tú y Zoro se atrevan a declararse.

-¡Robin!-exclamo sonrojada.

-Tranquila hermanita, no es que sea un misterio.

-¡Nojiko!

-Por favor Nami, las miradas que os echáis son demasiado obvias. No es que sepáis disimular muy bien.-no podía estar más roja en este momento.

-Nos vamos.-cojo mis cosas y saco a mis amigas de mi casa.-Ésta te la guardo.-le digo a Nojiko antes de irme.

-Yo también te quiero. Pásalo bien.

-Veo que tu hermana sigue tan bien como siempre.

-Ya ves que sí.

-¿Sigue con Ace-kun?-me pregunta Vivi.

-Es verdad, no os lo dije. Se casaron este verano.

-¡Habérnoslo dicho antes! ¡La podíamos haber felicitado!

-Gomen.-sonrío nerviosa.

-No nos desviemos del tema.-dice Robin.-¿Cuándo te declararás a Zoro-kun?

-N-no lo sé.-digo nerviosa.-¿Y si...?

-Como digas lo mismo de siempre, seremos nosotras las que intervendremos.

-No gracias.

-¡Chicaaaas!-oímos detrás nuestro.

-¡Luffy!-lo saludo mientras me abraza.

Luffy era mi mejor amigo desde la infancia. Siempre lo hemos considerado como un líder. Todos estos años nos ha estado defendiendo siempre que lo hemos necesitado.

-¿Qué tal el partido?-le pregunta Vivi.

-Tenéis delante a los campeones de la liga de fútbol.-dice una voz detrás de Luffy.

Esa voz jamás la podría confundir con otra. Era la voz de Roronoa Zoro.

-H-hola.-me saluda.

-Hola.-contesto.

-¿Ves cómo le gustas?-me susurra Robin al oído.

-Ahora no Robin.

-¿Estás bien Nami?-me pregunta Luffy.-¿Estás enferma? Estás toda roja.-dice Luffy inocentemente mientras Robin y Vivi se reían por lo bajo.

-Sí Luffy. Estoy perfecta. Te mato Luffy.

-Si seguís parados aquí nunca llegaremos a tiempo.-dice un moreno con nariz larga que acababa de llegar. Iba acompañado de un rubio.

-Usopp, Sanji-kun. ¿Qué tal el verano?

-¡Muy mal mi querida Nami-san! ¡Es un horror estar alejado de vosotras tres!

-Sí, sí, lo que tú digas Sanji-kun.

Genial. Tengo a uno de los mujeriegos a mi lado. Espero que el otro no aparezca.

-Por fin te encuentro Nami Swan.-oímos una voz a nuestras espaldas, una voz que conocíamos muy bien a nuestro pesar.

-Kid.-me doy la vuelta.-¿Qué haces aquí?-pregunto con un tono entre molesta y asustada.

-Vengo a por tí. Y no me iré hasta que aceptes mi propuesta.-me agarra de la muñeca.

-¿Cuántas veces te tengo que repetir que odio a las personas como tú?

-Muchas veces.-responde arrogante.

En menos de un segundo Kid estaba en el suelo con un chichón en la cabeza. A su lado había un shinai y solo una persona podía ser la responsable de lo ocurrido.

-Lo siento. Se me resbaló.-se excusa Zoro recogiendo el shinai.

-¿Qué es lo que te pasa Roronoa?-pregunta Kid mosqueado.

-A mí nada. Solo que no aguanto a los babosos y a los mujeriegos como tú. Haznos un favor y no te vuelvas a acercar a ninguno de nosotros. Vámonos.-me coge de la mano y emprende la marcha seguido por el resto.-Ya sé que me vas a decir Nami. Sé que eres capaz de defenderte sola y que no necesitas mi ayuda...

-Gracias Zoro.-mi respuesta le sorprendió.-¿Qué te pasa?

-Pensabas que me dirías alguna de todas las cosas que te he dicho.

-No tranquilo. Admito que esta vez si que necesitaba ayuda. Muchas gracias.-le planto un beso en la mejilla y vuelvo con las chicas.

No tardamos mucho en llegar al colegio. Incluso llegamos cinco minutos antes de que tocase el timbre. Me senté en mi asiento y escondí la cabeza entre los brazos.

-¿Qué he hecho? ¿Qué he hecho?

-Eso Nami. ¿Qué has hecho?-dice Vivi sentándose en mi mesa.-Te has precipitado primita.

-Ya lo sé.

-No le digas eso Vivi. Y bien Nami-chan, ¿qué se siente al darle un beso al chico que te gusta?

-¡Me quiero morir Robin! Ahora no le voy a gustar nunca.

-Mejor Nami. Roronoa no te merece.

-No le digas eso Vivi. Escucha Nami. ¿Quieres que te diga que pasó realmente cuando apareció Kid?

-Ya lo sé. Zoro dejó caer su shinai sobre Kid.

-No sabes toda la historia. En un principio Luffy iba a intervenir, pero Zoro le dijo que él se encargaba.

-¿Quieres decir que Zoro me salvó porque quiso?

-Así es.

-Entonces...

-¡Todos al salón de actos!-dice Akainu, nuestro tutor.

Sin rechistar obedecimos. Akainu no es alguien al que tengas que enfadar.

En cualquier caso, fuimos hasta el salón de actos y allí nos fuimos sentando. A lo lejos pude distinguir a Zoro. Akainu se iba acercando a la fila donde estaba sentado Zoro. Y solo había un asiento vacío a su izquierda. ¡Yo estaba la primera! No, no, no...

-Siéntese al lado del señor Roronoa señorita Swan.

-Como usted diga.-digo lo más normal que puedo.

¿Por qué con Zoro? Después de lo que ha pasado con él...no puedo mirarlo sin ponerme roja.

-Hola.-me saluda con una sonrisa.

-H-hola.-le saludo tímida.

-Al parecer se han invertido los papeles. Ahora tú eres la tímida.-me señala.

-Q-que va.-cada vez estaba más roja.

-Si que es verdad y lo sabes.

Busco con la mirada a Robin y a Vivi y las encuentro tres filas más atrás. Robin me sonríe mientras que Vivi mira de mala manera a Zoro. Me parece que a Vivi no le cae muy bien Zoro. También me pude percatar de que todas las chicas de la clase de Zoro me miraban con mala cara. Rápidamente me di la vuelta y oculté los ojos bajo mi flequillo.

-¿Te encuentras bien?-oigo a Zoro.

-Sí. No es nada.-le respondo con una sonrisa forzada.

-No me mientas.-me aparta el pelo de la cara.-¿Han sido ellas verdad?

-¿Ellas?-pregunto como sino supiese nada.

-Me refiero a las chicas de mi clase. Que no te amedrenten. Son unas pesadas. Sobre todo Perona y Hancock. No aguanto a nadie de mi clase salvo a Luffy, Usopp y al rubio.

-¿Por qué te llevas tan mal con Sanji-kun?

-Porque no soporto que toque lo que me pertenece.

-¿A qué te refieres?

-Verás Nami, yo...

-¡Señor Roronoa, señorita Swan! ¡Presten atención!-dice Akainu llamándonos la atención.

-Sí. Lo sentimos.

Maldito viejo repelente. Me quedé pensando en lo que me iba a decir Zoro. ¿Él qué? Zoro consiguió captar mi atención antes de que me quedase dormida.

-¿Has dormido bien?-me pregunta.

-No mucho. Solo he tenido una pesadilla.

-Eso explica por qué te has ido hacia delante más de tres veces y casi te quedas dormida hace unos instantes.

Zoro me estuvo entreteniendo contándome como habían ganado la liga de fútbol y también el torneo de kendo. Yo, por mi parte, le conté sobre el concurso de baile. No quedé la primera pero al menos quedé segunda.

-¿Contra quién te enfrentaste en la final?-me pregunta curioso por saber quien era mi contrincante, como si la conociese.

-Perdí contra una chica peliazul de cabello por debajo de los hombros. La verdad es que acabamos siendo amigas.

-¿Sabes cuál era su nombre?

-Sí. Se llamaba Tashigui. No sé por qué no me quiso decir su apellido.

-Ya veo. Pues da la casualidad de que conozco a esa persona.

-¿La conoces? ¿Es tu novia?

Zoro intenta no partirse de risa en ese momento. ¿Qué le resultaba tan gracioso?

-¿Qué tiene tanta gracia?

-Tashigui es mi hermana mayor.

Antes de que pudiese pronuciar una palabra, Zoro me tapó la boca con su mano.

-No grites. No querrás que nos castiguen, ¿verdad?

Asiento con la cabeza y Zoro aparta la mano.

-¿Tu hermana?

-Sí. Por eso no dijo en ningún momento del concurso su apellido. La gente pensaría que mi padre influenciaría en los resultados. Aunque la gente no se hubiese enterado de su apellido, sabía quien era. Por eso muchas personas no estaban de acuerdo con el resultado. La gente es imbécil.

-Yo no pienso eso. Tu hermana es muy buena bailarina, al igual que tú.

-G-gracias.

-Se me hizo muy raro que no participases.

-Estaba en Osaka por el torneo de Kendo. ¿Así que soy un buen bailarín?

-C-claro que sí. Recuerda que ganaste un concurso aquí en el instituto.

-Solo porque tú no participaste. Eres mucho mejor que yo.

-Que va.

Durante toda la charla del director estuvimos hablando sin que los profesores se enterasen. No es que el señor Shanks nos caiga mal. Es uno de los mejores profesores que alguien pudiese pedir, pero a veces se enrrolla como las persianas sin enterarse. Los repentinos aplausos de los alumnos nos sorprendieron. Por instinto aplaudimos. Después cada uno se fue a su respectivas aulas.

-¿Y bien?

-¿De qué hablaste con Zoro-kun?-me pregunta Robin curiosa en el descanso para comer.

-Bueno estuvimos hablando sobre lo que hemos hecho cada uno a lo largo del verano.

-Que sosa que eres.

-Al menos yo le he hablado. Tú ni siquiera le has dirigido una palabra a Franky desde le verano. ¿Cuándo le vas a perdonar?

-No lo sé Nami. Me sentó muy mal que me mintiese.

-No lo hizo queriendo y lo sabes. Ve a hablar con él.

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Y como no aquí nos traigo otro de mis numerosos proyectos que albergo en mi maravillosa mente. Ya os adelanto que esta historia tendrá como mínimo dos temporadas así hay para rato, no hay que alarmarse.

También quiero decir que muchas gracias a Yoko-Zky por decir que mis comentarios te resultan muy divertidos, pero yo no podría comentar sino subieras historias tan buenas, lo prometo. Espero que subas pronto y que dejes muchos comentarios en mis historias.

¡¡¡Besos a todos!!!

Sin vosotros no sería la escritora en la que me he convertido.

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