Capítulo 9🎇
Después de 50 lunas finalmente puedo actualizar. Espero que el capítulo sea de su agrado y lo disfruten 🦄💞
—¡Muy bien! Basta de cursilerías por el día de hoy, tenemos trabajo que hacer. —dijo Jimin rompiendo la paz del momento.
Nada ganaban poniéndose pesimistas, es más, era tiempo lo que no les sobraba y debían aprovechar cada segundo para terminar con el caso tan rápido como pudieran.
—¿Tenemos un plan? —preguntó Yoongi siguiendo a su compañero hacia el interior de la habitación.
—Creo tener uno. Una red de energía —indicó Jimin.
Yoongi hizo sus deberes, por lo que sabía a lo que se refería Jimin. Una red de energía se trabajaba con hilos, hilos de energía que salían desde un punto principal, y cual telaraña se entretejía a los puntos específicos marcados por el creador.
—¿Qué harás con ella?
—Planeo ir hasta mi casa y hacer allí el punto cero. Si logro hacerla la red principal podré tejer las demás redes hasta las casas de las víctimas. Una vez que conecte todos los puntos, haré que los espíritus de mi casa los vigile. Como estoy conectados con ellos, será más fácil saber quién es la siguiente en la lista de MiSook.
Yoongi no respondió, el simple gesto que hizo de cruzar los brazos le dio a entender a Jimin que esperaba la parte del plan que no le iba a gustar.
—La segunda parte del plan, vas a tener que hacerla solo, bueno no tan solo, haré que JK y Taehyung te acompañen. No puedo dejar mi casa en todo el tiempo en que la red esté activa, si lo hago, cortaré el flujo de energía y posiblemente eso sea peligroso para los espíritus. Si ellos pierden la guía de la red, van a desaparecer para siempre y cuando digo para siempre, es en serio.
También necesitamos que el capitán mande refuerzos, una patrulla por cada casa será suficiente, no podrán detener a MiSook, pero podrán salvar a los alumnos y maestros. En cuanto a ustedes tres, van a ir al GHS y van a hacer un sello de amarre, si tenemos suerte podremos atraparla en algún un punto de la escuela antes de que decida hacer una visita.
Esa es la primera vez que Jimin le permitió utilizar sus nuevas "habilidades", antes no estaba muy seguro y temía que algo malo le pudiese ocurrir a su compañero, pero si Yoongi confiaba en él ciegamente, él debía ser recíproco.
No podía obligarlo a no hacer nada, era el mismo Yoongi quien debía decidir sobre su propia vida al final. Que le importara y que le preocupase su bienestar, no debía ser una excusa para tomar decisiones que no le correspondían.
—Se que puedes hacerlo compañero, siempre puedes —alentó Jimin dándole unas palmaditas en su hombro.
Y lo que decía no eran palabras vacías, Yoongi le había demostrado ser muy capaz en todo ese asunto, y justamente porque lo sabía, volcaba toda su confianza en él.
—¿Tienes todo listo? —preguntó Yoongi.
Tras haberlo discutido por un par de minutos con un poco más de seriedad, ambos se pusieron de acuerdo en que era el mejor plan que tenían por el momento así que, al dejarlo todo resuelto, Jimin se puso a hacer inmediatamente su bolso.
—Sí, todo está listo. Volveré con JK, él debe regresar a la tienda para buscar las cosas que necesitarán para hacer el amarre.
—Pensé que sólo necesitaría agua de mi calzón. —bromeó Yoongi encogiéndose de hombros.
Jimin se volteó a verlo con una sonrisa en el rostro.
—Mantén tus calzones y a tus aguas sólo para ti, gracias.
—Se que esto puede sonar increíblemente estúpido, pero ¿Esas cosas si funcionan?
—Para lo único que sirven es para mandar a alguien a un hospital por intoxicación. Los amarres amorosos no son una broma, gracias al cielo que los que están en el rubro y tienen un poco de sentido común, han dejado de ofrecer esos servicios, no hacen más que traer problemas.
—¿Son así de malos? Déjame que te ayude. —Yoongi se hizo con uno de los bolsos.
Ambos salieron de la habitación y se encaminaron hacia la entrada del hotel en donde JK estaría esperando. Pese a eso, no fue Jungkook a quien encontraron en la recepción, en su lugar se hallaba el sargento Choi, quien al parecer estaba esperando por ellos.
—No puede ser...—susurraron ambos a la vez viendo cómo se acercaba con una radiante sonrisa.
—¡Detective Min! Fenómeno ¿van a algún lado? —increpó el sargento al verlos con un bolso cada uno.
—Son mías y dudo que te interese saber a dónde voy. —respondió Jimin sacando su teléfono para hacer una llamada—¿Dónde estás? Estoy saliendo del hotel, bien, estaré ahí en unos minutos.
—¿Es una broma? Estamos en medio de un caso ¿y piensas irte así sin más? — Choi frunció su entrecejo—. Escucha Park, realmente me vale mierda lo que hagas eso es un hecho, pero estando en tu trabajo nos involucras a todos ¿crees que puedes hacer lo que se te antoje sólo porque eres el favorito del jefe? Por Dios santo, si todos ya sabemos cómo lo has consegui...
—¡¡Yoongi!! —chilló Jimin al ser testigo de cómo el puño de su compañero se estrelló contra la mejilla de Minki.
Todos los allí presentes, estaban siendo testigos del gran altercado. La recepcionista no sabía que debe hacer, era consciente de que ellos eran oficiales, pero, por otro lado, tal disputa podía ser muy perjudicial para la imagen del hotel, y eso no podía dejarlo pasar ¿A quién debería llamar en ese caso?
—Sargento Choi, no soy una persona que acude a la violencia para arreglar diferencias, pero creo haber sido claro sobre lo que le dije tiempo atrás. Cuide su boca. —escupió Yoongi ya harto de todo aquel teatro con Choi.
Como la persona decente que creía ser, en repetidas ocasiones había dejado pasar las insinuaciones y tonterías de Choi, después de todo, le parecían cosas irrelevantes, sencillas de evadir, pero en ese instante, Minki se había salido del control.
Francamente, el no estaba orgulloso de haber recurrido a la violencia, a su buen juicio nada justificaba un acto de esa magnitud, pero de verdad, Choi había estado tocándole las pelotas al león desde hacía rato y siendo más honesto aún, sentía que esos momentos dadas las circunstancias, ni siquiera el lugar eran los adecuados para sus tonterías.
—D-detective Min...—musitó el sargento, incrédulo y con su mejilla magullada por el golpe.
—Escuche sargento, reconozco que haberlo golpeado estuvo mal, pero no voy a disculparme por hacerlo, y entiendo que pueda haber diferencias entre Jimin y usted, pero eso, al igual que mi golpe, no es justificativo para que le falte el respeto. Creo que ya hemos tenido esta charla con anterioridad, y creo que dejé en claro que no iba a permitir que se metiera con mi compañero nuevamente.
Minki apretó sus puños con impotencia, se sentía avergonzado, pero no por su actuar ni por sus palabras, sino por como Yoongi lo estaba regañando frente a todos. No podía entender por qué Yoongi se empeñaba a defender a Jimin, era algo irracional según su punto de vista ¿acaso no se daba cuenta?
—Sigo sin entenderlo, detective ¿por qué nadie más puede ver lo que yo veo? ¿Por qué soy el único que parece estar cuerdo? —Una sonrisa seca se escapó de su apagado rostro y miró a Jimin con todo el desdén del que fue capaz—. O puede que la razón por la que esté tan empeñado en protegerte es porque quizá ya te has revolcando con el detective Min. Esa sería la única explicación que puedo encontrar.
—Choi no me hagas golpearte otra vez. —advirtió Yoongi dando un paso al frente, listo para golpear al sargento de nueva cuenta.
Lamentablemente para él y para fortuna de Minki, Jimin envolvió sus brazos alrededor de su estómago para detenerlo de cometer una tontería.
—Yoongi espera, detente compañero, recuerda que no tenemos tiempo para esto —susurró a su oído—. Yoongi, ey mírame —pidió tomándolo de su rostro para que lo hiciera—, déjalo, no vale la pena.
Con un bufido Yoongi se soltó del agarre y salió del hotel dando fuertes y rápidos pisotones. Ya en las escaleras se percató de que Jungkook estaba ahí afuera, recostado contra su motocicleta como un galán de telenovela esperando a su enamorada.
—Fuiste demasiado blando hyung, yo le hubiese roto algunas costillas. —habló el menor viendo al detective suspirar profundamente a causa de su frustración.
—Nadie va a romperle las costillas a nadie. —Aseveró Jimin llegando donde ellos.
—No entiendo cómo puedes estar tan tranquilo hyung, prácticamente ese sujeto a estado así desde que se conocieron. No entiendo como no haces nada al respecto, es cansino escucharlo parlotear.
—Escuchen ustedes dos, Minki es un completo idiota, no voy a discutirles eso, tienen toda la razón. Pero ahora no es el momento, tenemos cosas más importantes que atender ahora mismo. La vida de muchas personas está en juego. Prioridades muchachos.
JK levantó sus brazos dando a entender que el tema quedaría zanjado allí. Odiaba ser regañado. Yoongi por su parte, no parecía muy satisfecho por la censura. Jimin se acercó y colocó sus manos en sus mejillas apretándolas como lo haría una irritante abuelita con un niño pequeño.
—No dejes que las tonterías que diga Minki te afecten, a mí ya no me afecta, el tipo me odia ¿y qué? No puedo vivir en un pozo depresivo porque otras personas me odian. Y si quiere decir que me acuesto contigo o con el capitán para sentirse mejor, que lo haga, todos sabemos que no es cierto y si hay alguien que se lo cree no debe ser nuestro problema ¿de acuerdo?
—Deacueddo —respondió Yoongi con dificultad al tener los labios estirados como un pato.
—Ese es mi chico. —lo felicitó dejándolo libre.
Jimin se trepó en la moto colocando sus dos bolsos en el espacio que quedaba entre él y Jungkook quien hizo rugir el motor de un solo intento.
—Y Yoongi, cuídate mucho por favor. —pidió antes de dejar a su compañero atrás.
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