Capítulo 4🎇
Jimin salió del GHS echando humo por las orejas, el desdeñoso clasismo seguía existiendo en pleno siglo XXI ¡bien, lo entendía! Como también entendía que no podía hacer mucho contra eso, pero, que las personas fuesen una mierda con otras justamente por tener más dinero o por cómo y dónde fueron criados y educados. Que Dios lo perdonara, pero, esperaba de todo corazón que todas las desgracias juntas les cayese sobre sus perfectos y acomodados hombros.
Es decir, para él, el tener todo el dinero del mundo o haber nacido en cuna de oro estaba bien, ningún ricachón le debía algo a las personas que no tienen esa oportunidad, no obstante, también creía firmemente que no costaba nada ser amable o más empático, emocionalmente hablando.
De verdad, estaba tan molesto con ese hombre, dos de sus alumnas se quitaron la vida, vaya él a saber cómo, y no le importaba, eran simples seres vivos defectuosos que merecieron ese destino.
Yoongi intuyó que su compañero no estaba bien así que decidió dar un par de vueltas con el auto por las calles menos transitadas para espabilarlos a ambos.
—A los dieciséis —mencionó Jimin luego de un rato—... teníamos a este profesor que era como el vejestorio del director ¿alguna vez escuchaste el mito absurdo de que si tal persona te molesta es porque está interesada en ti? Vaya mierda, porque si por esas vamos, ese profesor debió estar más que enamorado de mí.
Le gustaba humillarme por ser huérfano, por ser de clase baja y por "creerme" superior al ser uno de los mejores de mi clase. Un día me cansé y lo golpeé —la sombra de una sonrisa asomó por la comisura de su boca—, logré romperle el tabique, y sé que la violencia no es la opción (a veces) y mucho menos con una figura de autoridad, pero, me sentí tan orgulloso de ver su nariz romperse en pedacitos —Jimin tomó una profunda bocanada de aire antes de continuar—, por supuesto, me castigaron, y desde ese entonces los demás profesores y alumnos no sólo me miraban como el pobretón que no debía estar ahí, si no que les gustaba provocarme para ver si me animaba a golpearlos y demostrarles que los de "nuestra clase", siempre seríamos seres violentos e impulsivos por naturaleza que no conocíamos nuestro lugar en la sociedad.
》Como no lograron lo que querían, fueron ellos quienes comenzaron a golpearme, y no, nadie hizo nada para ayudarme. Los profesores y los directores siempre miraban a otro lado.
Estaba cansado de todo, así que luego de la última sesión de golpes que me dieron —en ese punto, su voz comenzó a disminuir y estar impregnada de mucha tristeza e impotencia—...compré un par de botellas de cerveza y me senté a beber en el borde de un puente, mi idea era embriagarme tanto, que sólo sería cuestión de un simple balanceo para terminar con todo, sin embargo, alguien tomó mi mano cuando estuve a punto de caer. Era el capitán, él estuvo siguiéndome desde que comencé a beber, me gritó y se enojó tanto conmigo que no hice nada más que llorar ¿qué problema tenían todos conmigo como para que me despreciaran o se enojaran? Le grité y le dije todo lo que tenía guardado, estaba enojado con él por meterse y con el mundo por no querer entenderme. Luego de eso, me llevó a un hotel en su auto, me metió en la ducha con agua helada y me advirtió de no moverme de ahí hasta que estuviera en mis sentidos, también me compró la cena, y mientras comíamos, me pidió disculpas por haberme gritado y mojado con agua helada. ¿Puedes creer que por lo único que no iba a disculparse era por haberme salvado?
》A partir de ese momento, él se aseguró de que terminara mis estudios en una pieza. Él dijo que era mi tutor, y que esperaba que fuese la última vez que llegase a casa con algún golpe o iba a conseguir que los despidieran a todos, asegurándose de que nunca más ninguno de ellos volviera a trabajar con jóvenes.
》Acabé el colegio y me aseguré de no volver a pisar Gangnam por el resto de mi vida. Esta etapa, era una que prefería mantener olvidada a miles y miles de niveles bajo tierra en mi memoria, pero, como la vida es una jodida perra (pero en serio jodida), estoy aquí de nuevo, pero esta vez, soy yo quien debe salvar a alguien. Jihyun y esa chica que viste en el baño, merecen que lo haga, y si es necesario, que los encierre a todos.
Yoongi detuvo el auto y se quedó en silencio un par de segundos antes de tan siquiera atreverse a decir algo. Y es que ¿qué podía decir uno después de una historia como esa? No podía simplemente darle unas palmaditas en su hombro y felicitarlo por el arduo proceso de superación que pasó. Además, si se ponía a pensar ¿cuántas personas había y hay como Jimin en el mundo y nadie está para ayudarlas? Su corazón se oprimió al punto de arrancarle el aliento.
Jimin tuvo al capitán, y posiblemente a sus demás familiares, pero, había personas que no corrían con esa suerte.
—Te prometo que haremos todo lo que esté en nuestras manos para resolver este caso. —dijo viendo a Jimin tan convencido de sus palabras que logó hacerlo sonreír con suavidad. Él no tenía duda alguna de que así sería.
Yoongi pudo jurar por su querida y santa madre que, cuando dijo y prometió que harían todo lo posible por hacer justicia, no entraba por ninguna parte el meterse al colegio como si fuesen unos delincuentes.
Jimin parecía no entender que su trabajo, era todo lo contrario a eso, también podía ser que era él quien no estaba muy actualizado con el tema. Perdiéndose en sus cuestionables pensamientos, desvarió que, si se tomaba la molestia de googlear, podía ser que hallara una definición cercana a la de; "Un policía es ser alguien que lucha justicia y el bien público, una persona de bien que pregona la seguridad de todos los ciudadanos civiles" tal y como llevaba años creyendo.
Pese a eso, ahí estaban los dos, forzando la entrada de una prestigiosa institución con un pasador a mitad de la noche.
—Quiero saber cómo es que sabes abrir candados y puertas con un pasador, pero siento que no estoy listo para oír la respuesta. —musitó sin dejar de alumbrar con su linterna para que Jimin trabajase mejor.
—En mi tiempo libre me la pasaba en la estación de policía en donde trabajaba el capitán, y pues...uno escucha cosas...y las aprende. —¿Jimin se sintió avergonzado? Para nada, más bien parecía estar muy satisfecho por haber "escuchado y aprendido" algo útil.
—Ajá, si como no.
El sonido sordo de un "clic" alertó a los detectives de que ya podían entrar al establecimiento.
Jimin se frotó la nariz con pose orgullosa, abrió la puerta y se inclinó exageradamente al hacerse a un costado. Yoongi puso sus ojos en blanco, obligándose a morderse el labio inferior para no darle la satisfacción a su compañero de haberlo hecho sonreír.
Los pasillos estaban oscuros y silenciosos, normalmente a esas horas aún habría estudiantes repasando las materias del día y teniendo alguna que otra extra curricular, sin embargo, ambos lograron que los directivos los dejara regresar temprano a casa, una hazaña difícil pero no imposible, el capitán todavía era muy influyente en esa región y si el director quería pasarse de listo con sus hombres, él lo haría llorar.
Como sea, volviendo a lo aterradores que se veían (o más bien que no se veían) esos dichosos pasillos, la oscuridad que los envolvía era tal, que no podían ver más allá de la miserable luz de sus linternas.
Jimin de pronto imaginó que podrían ser los protagonistas de su propia película o historia de terror y suspenso.
—No se tú compañero, pero, comienzo a sospechar que Jigsaw podría salir de uno de los salones. —mencionó Yoongi solo para compartir algo en aquella incómoda oscuridad.
El detective Min se sentía orgulloso de poder decir que no era el tipo de persona que se asustaba con facilidad, pero a pesar de eso, desde lo más profundo de su corazón y alocada imaginación, sentía que hasta podría aparecerse Peniwise ofreciéndole un globo con esa horrible sonrisa tan característica suya.
Jimin se rió despreocupado, a esas alturas, Yoongi debía tener presente de que Jigsaw podría ser la menor de sus preocupaciones en un lugar como ese.
—¿Te asusta Jigsaw?
—No me da miedo, pero si me inquieta pensar que un loco podría estar observándonos desde algún rincón listo para someternos a sus juegos demenciales subido a un triciclo.
La risa de Jimin resonó clara y agradable en medio de la oscuridad haciendo que Yoongi sonriera, su compañero estaba pasando por un momento difícil a nivel personal debido al caso, y entendía que era normal que estuviera taciturno y muy abrumado por la situación, era por eso que intentaba animarle haciendo chistes ridículos o comentarios ingeniosos.
No todas las personas necesitaban un consuelo y que le dijeran que todo estaría bien. Sabía de sobra que Jimin era ese tipo de persona, la cual una vez que se abría emocionalmente no esperaba palabras reconfortantes. Más bien, era del tipo que esperaba que la otra persona, una vez sacado todo lo malo de su sistema, actuase como si nada hubiese pasado.
Sí, bastante complejo para su propio bien, pero, él ya era un adulto y Yoongi no iba a ponerse como un padre a decirle que era lo que estaba bien o mal en sus reacciones. Si Jimin lo buscaba para desahogarse, él escucharía en silencio y solamente opinaría cuando Jimin realmente necesitara de sus palabras o de un cálido y reconfortante abrazo. Por mientras, él haría el tonto para alivianar desde otra perspectiva esa pesada carga que podía (y sabía) estar teniendo.
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Nota 29102023: Con esta actualización, concluimos este domingo lleno de actualizaciones y publicaciones, nos vemos el fin de semana que viene!
Cuidense mucho, tomen mucha agua, abriguense si hace mucho frío y no se exijan tanto!
Los amo! SQ 👑
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