Noche de verano, ocasión perfecta

Cuando estoy cerca

Sabes que te estaré esperando

Oh, por ti

Así que si es real

Entonces cariño, házmelo saber~♪

Lauv - Steal the Show

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La sociedad humana ha evolucionado con el paso de los años gracias al uso de las tecnologías. Siempre nos han ayudado a comunicarnos a través del mundo. Nos ha dado la posibilidad de conocer y de conversar animadamente con personas de otros países.

Existen aplicaciones que nos proporcionan un gran disfrute personal, incluso algunos nos pueden llegar a convertir en tendencia en las redes sociales, lo cual suena sin duda increíble. 

Sin embargo, la mayoría de los jóvenes se vuelven dependientes de estos aparatos tecnológicos. El móvil prácticamente es un producto adictivo que consumen las 24 horas del día. Necesitan constantemente su funcionamiento, por sobre todo el del internet. Suele brindarnos acceso a una infinidad de cosas que muchas veces nos ayudan a resolver problemas. También cumple el papel de un refugio.

En ocasiones prefieren aferrarse a una vida virtual que a la realidad que los atormenta.

De cierta forma, es cierto que nos facilita la vida y podemos expresarnos con más libertad sin tener miedo. Puede convertirse en un círculo vicioso si no somos capaces de regularlo como es debido.

Nadie desea ver a sus hijos siendo esclavos de estos dispositivos, significaría estar echando a perder su futuro. Podían perjudicar de igual forma su salud, debido a que se han presentado casos en los que genera un grave transtorno, tanto física como emocional.

Jeon Jungkook era un claro ejemplo de adolescente que no podía apartar la vista del móvil por más de un minuto. Desde niño siempre le costó mantener conversaciones y cuando trataba de hacer algo por diversión, le causaba demasiada timidez. Con el paso de los años se volvió realmente callado, más cuando sus padres le regalaron aquel dispositivo a muy temprana edad, con el objetivo de que disfrutará jugar, se comunicará o les avisará a través de este cuando saliera de casa.

A pesar de que recientemente había cumplido diecinueve años, nunca le gustó la idea de asistir a grandes fiestas con muchas personas en el ambiente. Tampoco tenía amigos con los que pudiese compartir salidas, así que básicamente, nunca abandonaba su hogar, solamente para asistir a clases. Vivía dentro de una burbuja totalmente solo, sin nadie que lo comprendiera de verdad o pasará el rato con él.

Sus padres tardaron en darse cuenta de estos detalles, pero poco a poco empezaron a notar grandes cambios en su comportamiento. No podían entender cómo un niño tal dulce y tranquilo, se había vuelto tan serio y extremadamente cerrado. Era incapaz de hacer los deberes o ponerse a estudiar para los exámenes, por lo que conllevo a que su rendimiento académico bajará drásticamente. Había perdido también el interés de elaborar otras actividades que antes le gustaba realizar, principalmente la pintura. Alteraba sus horarios de sueño y los de comida. Dormía muy poco y a veces se pasaba noches en vela pegado al móvil. Se levantaba cuando el cuerpo se lo pedía y lo primero que hacía era conectarse para revisar notificaciones o mensajes.

El internet le permitió crear otra versión de si mismo, asumiendo una personalidad ficticia a través de los chats o juegos en línea con tal de aliviar sus deseos.

Generalmente cuando sus padres trataban de interactuar con él, no les hacía ningún caso. Cuando insistían en que dejara el móvil para que escuchará lo que tenían que decirle, se irritaba fácilmente.

Antes de que aumentarán más daños psicológicos en Jungkook, sus padres se aseguraron de buscar información para darle solución a este problema. Fue gracias a un anuncio publicitario que pudieron encontrar el lugar indicado, sin ningún dispositivo tecnológico a la vista, solo conviviendo con la naturaleza y respirando aire fresco.

El Campamento Green donde solo podían acudir los mayores de 18 años les ofrecía tales servicios. Ubicado en las afueras de Busán, lleno de huertos y campos extensos, cuyo fin era alejar a los participantes del ruido de la ciudades. No estaba permitido llevar móviles, tabletas, portátiles, cámaras, absolutamente nada digital. Mucho antes de poder entrar a las instalaciones los encargados del campamento se aseguran de registrar a los iniciados. Solo permiten que puedan usar una cabina de teléfono en caso de emergencias, nada más.

El verano estaba a punto de comenzar y los padres de Jungkook sin siquiera consultárselo, lo apuntaron al campamento. No se lo tomó para nada bien, pero no había vuelta atrás con esta decisión que tomaron con tal de que mejorará.

¡¿En verdad eran posibles unas vacaciones sin tecnología?!

Jungkook estaba por descubrirlo.

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