The Other Side of You
Dio inició a la lectura del archivo, y mientras leía cada palabra, las escenas empezaban a formarse en su cabeza. El mundo a sus pies se desvaneció en el momento que empezó a leer aquel documento, era como si ella estuviera allí, viéndolo todo como una espectadora.
Caso No.134783
Una de las más poderosas e influyentes familias de todo el país fue asesinada a eso de las tres de la tarde en su casa. Los policías encontraron los cuerpos con varios impactos de bala adentro de la gran mansión. La familia compuesta por el padre, la madre, su hija mayor y su hijo medio yacían sin vida en el suelo cubierto de sangre; existen varios sospechosos pero no se ha declarado ningún culpable.
El hijo más pequeño de la familia se cree que fue el único sobreviviente, pero se volvió un total misterio su paradero, ya que nunca regresó a su casa después de clases ese día. Se buscó por todos lados sin embargo nunca apareció, se cree que fue posiblemente secuestrado. El paradero de ---- --- ------------ aún es un misterio.
–¡¿Qué?!– gritó exaltada –¡¿Cómo que no está su nombre en el archivo?!
Salió de aquella computadora por primera vez en toda la noche. Amy se fue al cuarto de archivos a buscar aquel nombre faltante. Sacó varias cajas cubiertas de polvo y cuando por fin encontró el número de archivo, vio que había pasado exactamente lo mismo que en el archivo de la computadora, su nombre no estaba o mejor dicho, estaba tachado. Salió corriendo de allí y fue a buscar en la hemeroteca (N/A: Una hemeroteca es un lugar donde se pueden encontrar los periódicos que se han publicado desde su primer día de circulación hasta el actual) pero el periódico de aquel día no estaba. Buscó en todas partes, pero parecía que el nombre de aquel joven había sido borrado de la historia. Amy no entendía cómo era eso posible, pero eso hacía que todo tuviera más sentido. Tenía que ser él.
0-0-0-0-0
Abrió los ojos y un fuerte dolor de cabeza la hizo desear seguir durmiendo. Blaze vio hacia los lados y notó que esa habitación no era la de ella, bueno, en donde había estado desde que la habían secuestrado. Se paró del suelo y caminó lentamente hacia la puerta. Blaze sabía que no podría abrirla, pero quería ver si escuchaba algo; deseaba saber si su secuestrador tenía planes para hacerle algo después de su fallido intento de escape. Pegó su oreja sobre la puerta y escuchó atentamente. Del otro lado pudo distinguir dos voces, pero ninguna de ellas era de aquel erizo negro.
–Sonic, necesito tu ayuda...
–¿Ayuda? ¿Qué necesitas?
–¿Quién es Sonic?– se preguntó Blaze intentando escuchar con mayor detenimiento.
–Me encargaré de ella antes de que Shadow lo haga, y para eso necesito que él no esté aquí, o de lo contrario será un verdadero dolor de cabeza.
–¿Encargarse de mí?– repitió confundida.
–Te refieres a que...
–Sí– interrumpió Silver –Es hora de deshacerme de ella de una vez y para siempre.
Se alejó de aquella puerta sin poder creer lo que acababa de escuchar. Blaze se recostó sobre una de las paredes y cerró sus ojos con pesadez. No pudo evitar pensar en su sonrisa dulce y sus ojos dorados viéndola dulcemente, algo que nunca le pasaba a ella, ya nunca nadie la había visto así. Una lágrima recorrió su mejilla, esa sensación húmeda la hizo abrir sus ojos. Blaze pasó su dedo lentamente encima de aquella lágrima fugitiva para luego poder verla sin lograr entender ¿Por qué lloraba? Porque iba a morir muy pronto, o porque él iba ser quien la mataría. No entendía cómo había podido confiar en él. Ella lo sabía muy bien, jamás debía de confiar en nadie, pues en este mundo cruel ella estaba sola, nadie nunca le daría una mano... jamás. –¿Cómo pude olvidar eso?– se preguntó molesta con un dejo de tristeza en su voz. Había cometido el error de confiar en alguien, algo que nunca volvería hacer. No sabía cómo lo haría, pero se encargaría de salir de allí, costara lo que le costara.
0-0-0-0-0
Estaba molesto, realmente molesto. Esta misión ya se había vuelto demasiado tediosa para él, ya no quería lidiar con esa gata lila, ya no quería ver a Silver y más que nada, ya no quería tener que contener sus instintos asesinos; todo eso ya había colmado su paciencia.
Shadow caminó sin rumbo durante horas, ya que no podía calmarse. Caminó viendo el cielo que pintaba en colores rojizos dando a entender que el fin del día se aproximaba, eso lo hizo tranquilizarse un poco, pues le recordaba a sus días en la montaña. Un sonido electrónico hizo que se distrajese de aquel panorama y sacara su comunicador de su cintura.
–¿Shadow?– llamó Eggman del otro lado del auricular.
–Doctor.
–¿Dónde estás?, ¿Estás con la chica?
–Doctor, escuche, yo no estoy hecho para estar cuidando a las presas, por algo son presas, son para cazarlas y eliminarlas, no para cuidar de ellas.
–Entiendo que estés irritado, pero todo eso ha acabado, pues ya he pedido el rescate.
–¿Rescate?, ¿Cuánto tiempo?
–Dos días máximo, después de eso, podrán eliminarla...
Una sonrisa de maldad se esbozó en su rostro. Ansiando más que nunca que esos últimos dos días se pasaran lo más rápido posible.
–Entendido.
–Avísales a los demás.
–Silver será el primero en saberlo– respondió sonriendo con malicia.
–Bien, les hablaré cuanto lo tenga.
Se cortó la comunicación después de eso. Guardó su comunicador y se dirigió de regreso a aquella casa; su humor había cambiado rápidamente y muy pronto aquel mal humor se había desvanecido. Por primera vez, en serio deseaba ver a ese erizo plateado y más que nada, ver a esa gata lila, por una última vez.
0-0-0-0-0
Llevaba varios papeles encima, apenas podía ver el camino con ellos. Amy quería revisar aquella información una última vez.
–Me alegra ver que te preocupes por nosotros– escuchó decir parando su marcha.
–¿Uh?– movió su cabeza a los lados intentando ver más allá –¿Knuckles?– preguntó dejando aquella pilas de papel en un escritorio cercano.
–Sí pareja, estoy bien, no te preocupes por mí, y por cierto, muchas gracias por habernos informado que estabas bien, es decir, no es como si yo hubiera estado preocupado por haber visto como aquel asesino te cargaba en brazos y se alejaba a toda velocidad para preocuparme por algo.
–Knuckles, lo siento, yo...
–¡¿Amy qué rayos pasa contigo?!, ¡Sabes lo que imagine en aquel transcurso de tiempo, peor aún después de ver lo que le hizo a Vector!
–Él jamás me haría daño– dijo ella con mucha confianza.
–¡¿Qué?!– gritó histérico –¡¿Ahora eres su amiga íntima o algo así?!
–¡No!, es sólo que...
Amy no podía responderle, ni siquiera ella sabía por qué ella pensaba que él no le haría daño. Ella había presenciado lo que había pasado con Vector, ella había visto al cocodrilo partido, literalmente, a la mitad por aquel erizo, y aún lograba recordar como las gotas de sangre recorrían sus espinas lentamente, deslizándose por aquel pelaje azul.
–Amy, él es un A-SE-SI-NO, ¿Entiendes? Él no está interesado en ayudar a nadie, él...
–¡Tú no lo conoces!– gritó ella.
–¿Y tú sí?
Se mordió el labio inferior y apretó sus puños con fuerza. Ella no lo conocía; un simple juego de tú me preguntas y yo después no era un buen argumento para decir que uno conocía a alguien, pero ella sentía que todo lo que él pasaba era sólo una consecuencia de las horribles circunstancias, tal vez toda aquella alegría era sólo una máscara y él realmente sufría por dentro por haber perdido a su familia.
–...No– respondió Amy desviando la mirada.
–¡Exacto! Él...
–Pero– interrumpió ella –¡Yo lo conoceré!
–¿De qué hablas?
–Aún no lo conozco, pero yo sé... yo sé que él no es lo que aparenta ser y por eso...
–Amy...
–¡Yo averiguaré quien es! Sin importar el precio.
Amy salió corriendo de la estación de policía sin intenciones de escuchar nada más de su compañero. Iría a buscarlo, iría a comprobar lo que ella decía, iría a demostrarles a todos que él no era malo, sólo era incomprendido, algo se lo decía, su corazón no le mentiría y si era así, ella haría hasta lo imposible por ayudarlo.
0-0-0-0-0
Caminaba en dirección a su apartamento, necesitaba ir a descansar. No había dormido durante toda la noche y su cuerpo ya caía del cansancio. Lo único que quería hacer en ese momento era ir a su cama y no despertar hasta mañana, pero sus planes se vieron frustrados por la intervención de alguien. Un sonido molesto se escuchó proveniente de su cintura, era aquel comunicador que ese hombre extraño le había dado.
–No puede ser– se dijo Dalia para sí misma tomando aquel aparato de su cinturón.
–¿Dalia?– escuchó decir.
–Espero que llame para desearme dulces sueños– habló irritada.
–Lamento frustrar tu siesta, pero tengo una misión para ti.
–¿Qué?, ¿Ahora?
–Sí, ahora.
–Bien– dijo la gata con un suspiro de cansancio –¿Qué debo de hacer?
–¿Recuerdas aquel secuestro con el que estabas ayudando a los policías?
–¿Deseas que visite a la chica?– inquirió ella provocando que él riera ante su pregunta.
–Buena broma– habló divertido –No, deseo que tú traigas el pago por su secuestro.
–¿El pago?... Bien, y ¿qué quiere qué haga?, que traiga un maletín plateado dentro de un basurero o ¿qué?
–No exactamente... Tú me traerás unas esmeraldas muy especiales, las Solar Emeralds.
–¿Solar Emeralds?– repitió.
–Son unas valiosas gemas que posee la familia de esa chica, y muy pronto pasarán a ser mías.
–¿Y la chica?
–Digamos que nuestro amigo Shadow se encargará de que nada nunca más le preocupe.
Sabía que era lo que sucedería a continuación, se encargarían de matarla. El tiempo se les acaba, una vez que ella tuviera aquellas gemas en sus manos, la chica dejaría la faz de la tierra.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top