La Pelea Parte I:Conociendo a mi Enemigo


Se encontraba viendo el crepúsculo de ese día; miraba como el sol empezaba a ocultarse lentamente y como las estrellas empezaban a aposentarse en el firmamento. Silver se hallaba en aquel parque en donde muchas veces la esperó a ella, pero sabía que esta vez ella no vendría corriendo a aquella fuente con pequeñas lágrimas en sus ojos. Un suspiro fue robado al recordarla, no podía evitar sentirse así, él la amaba, eso lo sabía muy bien, pero sabía que no podía estar con ella, por su bien. Ya habían pasado dos días desde que habían empezado con la búsqueda de la eriza rosa, de la cual Sonic estaba enamorado; había buscado exhaustivamente, pero parecía que ella no estaba, al menos no de su lado de la ciudad ya que ellos habían quedado en buscar en las dos mitades de la ciudad, Sonic en el área Norte y Silver en la Sur. Después de haber pasado todo el día en su búsqueda terminó ahí.

Sentía el suave viento de aquel día, viendo como las ramas de los árboles se movían con gracia; en ese momento sólo se dedicaba a escuchar lo que estaba a su alrededor, a sentir la paz del lugar y en cierto punto, a recordarse de ella.

–Blaze– dijo al viento suspirando con tristeza.

–Objetivo encontrado– una voz rompió la paz que en él habitaba.

Silver buscó con la mirada al dueño de aquella extraña voz, para distinguir a algo muy parecido a Sonic dejándolo boquiabierto. No estaba muy seguro de qué podía ser hasta que vio como su brazo derecho era alzado para convertirse de esa manera en un tipo de arma. –Fuego– escuchó decir por parte de él. Un sonido agudo y una luz de color celeste provino de aquella arma que pronto disparó un rayo láser obligándolo a moverse rápidamente a un lado para no ser lastimado por éste.

–¡¿Qué demonios fue eso?!– gritó el erizo plateado confundido, viendo de pies a cabeza a su atacante.

–Silver the Hedgehog, por órdenes del Dr. Eggman, debes de ser eliminado.

–Esto tiene que ser una maldita broma.

–Fuego– repitió el erizo metálico.

De nuevo vio como su brazo se iluminaba obligándolo a crear un campo teléquinetico para protegerse del ataque, sin embargo, a pesar de la barrera mental que había creado el rayo logró atravesarla y así dar a su objetivo. El golpe lo lanzó con gran fuerza al suelo, lastimando su abdomen por culpa de aquella máquina. Se levantó adolorido viendo desafiante a la nueva arma de Eggman, no pensó que tendría tan poco tiempo para saborear su libertad, si es que podía llamarse de esa manera.

–Bien... si guerra es lo que quieres, guerra tendrás– habló con una expresión de dolor. Por primera vez en mucho tiempo podría usar sus poderes sin restringirse.

–Objetivo en la mira. Fuego.

Los ojos de Silver brillaron intensamente para luego elevarse por los cielos evadiendo el ataque. Si bien no podría reflectarlo al menos podría evadirlo. Desde las alturas lo vio fijamente y estiró una de sus manos para poder así contraatacar a su oponente con una onda psíquica. Aquel robot fue golpeando por aquella onda haciéndolo caer en aquella fuente, en donde él había observado a Blaze muchas veces, para así romperla por completo. Los gritos de quienes estaban presentes inundaron el ambiente y pronto, se quedó a solas con su atacante.

El robot pareció un poco perturbado por el ataque, pero no lastimado de gravedad. Con unos propulsores en sus pies alzó vuelo y de nuevo estuvo cara a cara con Silver. –Fuego– repitió y varios rayos empezaron a ser disparados contra el erizo, quien los eludía tan bien como podía, pero debía de admitir que ese robot era bastante rápido para ser de metal.

–Conoce a tu perpetrador, Metal Sonic– dijo el robot con orgullo.

–"Esto será más difícil de lo que pensé"

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Sostenía su mano delicadamente mientras le curaba aquellos rasguños que él mismo se había causado al romper el monitor. No habían hablado de nada desde aquel abrazo que él le había dado; después de que él la soltara él simplemente le ocultó el rostro nuevamente y no dijo nada más, ella por su parte salió de aquella oficina para luego regresar con unos cuantos vendajes y agua oxigenada, tampoco dijo nada al respecto, sólo sostuvo su mano suavemente y empezó por curar las heridas, él no se opuso.

Sonic la miraba detenidamente, ella tenía una expresión suave en su rostro, algo que realmente hacía que se viera muy hermosa; su mirada era dulce y los rayos de sol que empezaban a colarse por las ventanas hacían que sus ojos verdes parecieran esmeraldas relucientes. Se quedó hipnotizado con su belleza observando cómo movía sus labios, aquellos labios color carmín, suaves y deleitables. Contuvo el aliento ante la urgencia de besarlo, casi olvidando dónde se encontraba hasta que la voz de ella llegó a sus oídos.

–Lamento mucho lo que pasó...– dijo despertándolo –Tú sabes, lo de tu brazo– le recordó culpable.

Había olvidado por completo aquel incidente. Sonic vio de reojo su brazo izquierdo y notó aquel pañuelo que se había puesto para evitar que siguiera sangrando, para este momento el dolor no era tan intenso como cuando le había disparado.

–Estoy bien, fue sólo un rasguño– habló con un tono de voz apagado.

–¡No, no está bien!– exclamó cerrando sus ojos con fuerza –¡Lamento tanto no haber confiando en ti!

Sonic desvió la mirada suspirando con tristeza. –...Es normal, al final de cuentas, un asesino es lo que soy– habló a voz baja.

–¡No!– replicó abriendo sus ojos de golpe viéndolo fijamente con lágrimas en sus ojos –¡Eres mucho más que eso!

–Amy, se realista– reprendió –Si alguien matara a tu amigo de dos colas y te dieran aunque sea el mínimo indicio que fui yo, le creería o en todo caso dudarás sobre si lo hice o no ¿no es cierto?– cuestionó, observando como ella le desviaba la mirada ante su pregunta – Jamás podrás darme tu confianza por completo, sin importar que diga o haga– dijo un dejo de tristeza en su voz –Eso lo sé bien.

–Yo...

Amy sentía como un nudo en la garganta le impedía hablar, sabía que él tenía en parte razón, pero ella realmente quería confiar, ella quería estar a su lado, sin importar el precio y eso lo había demostrado antes, al renunciar a ser policía cuando Knuckles le había pedido que tenía que escoger. La ausencia de Knuckles se hizo presente, sintiendo de nuevo toda la rabia recorrerla, ella realmente quería encontrar al culpable de su muerte y vengarlo... y entonces, lo entendió.

–Es por eso...– musitó al darse cuenta de aquella revelación.

–¿Eh?

–Yo sí confío en ti– dijo esbozando una sonrisa –Antes, yo sólo quería entender, yo sólo quería encontrar un culpable... Sentía que si lo hacía lidiar con la muerte de Knuckles sería más fácil.

–Creo que no entiendo– dijo confundido.

–¿No lo ves? La razón por la que deje de confiar en ti fue simplemente porque una parte de mí deseaba insaciablemente encontrar una manera de disminuir el dolor– habló cabizbaja –Estaba tan dolida, tan triste... Y en el momento en que creí verte, pues...

–¿Verme?– preguntó confundido.

–Sí, cuando aquello pasó yo hubiera jurado que vi tu silueta.

–¿Mi silueta?

–Sí, por eso creía que habías sido tú. En ese momento hubiera jurado que había sido a ti a quien yo vi.

Sonic recordó el momento en el que Amy lo había conducido a aquel terreno baldío, y aquellas palabras que le había dicho "¡Yo te vi hacerlo!, ¡Yo estaba ahí!" En ese momento no le había prestado mucha atención, ahora parecía que no prestarles atención había sido muy poco "profesional" de su parte; como asesino toda información en un momento en el cual su vida podía correr peligro era valiosa y debía de ser analizada con sumo cuidado. Si bien sabía que él no lo había hecho, aún quedaba la incógnita de quien sí lo había hecho y más aún, por qué se parecía tanto a él.

–Shadow...– musitó por lo bajo haciendo que Amy lo viera intrigada.

Hacía mucho que él conocía a ese erizo negro y por lo que parecía había encontrado el motivo perfecto para cobrarle todo lo que le había hecho. Sonic frunció el ceño sintiendo la rabia recorrerlo; como asesino que él era, no era realmente un secreto saber que era rencoroso. Vengaría la muerte de Tikal, el haber manipulado a Silver y el haberle quitado a su compañero a Amy; pero más que nada, sabía que donde estuviera Shadow estaría Eggman y su objetivo principal era Eggman, él debía de pagar por lo que le había hecho cuando era tan sólo un niño, por haberle arrebatado a su familia.

Empuñó sus manos con fuerza y en sus ojos se podía notar como el resentimiento se apoderaba de él.

–...¿Sonic?

–Sé quien lo hizo– habló al fin.

–¿Quién?

–Shadow, Shadow the Hedgehog– dijo mientras miraba como el sol por fin tomaba su lugar en lo más alto del cielo, dando a entender que un nuevo día había llegado.

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Despertó un poco somnolienta, pues los medicamentos que le habían administrado eran bastante fuertes. Dalia observó a su alrededor y notó que se encontraba en el hospital, otra vez. Dalia frunció el ceño molesta, desde que había decidido jugar para el bando de los "buenos" no había hecho nada más que estar en el hospital.

–Creo que estar con los chicos malos es menos doloroso– dijo para sí misma, frustrada.

–Eso tenlo por seguro– escucho decir, alarmándose.

Dalia vio la cortina que tenía como objetivo darle privacidad se abría con fuerza dejando ver a Rouge the Bat. Una expresión de alivio se posó en su rostro recostándose sobre aquellas almohadas, hasta que detrás de ella logro distinguir al erizo negro, borrando cualquier expresión de alivio. Sus ojos se fijaron en Rouge, en un intento de advertirle sobre quién llegaba, pero ella sólo esbozó una sonrisa, confundiéndola.

–Realmente eres una chica difícil de rastrear, tuve que buscarte por diferentes lugares antes de encontrarte en este hospital.

–¿Qué hacen aquí?– preguntó Dalia a la defensiva.

–Tranquilízate– dijo Rouge mientras hacía un ademán con la mano –Sólo estamos buscando a alguien.

–¿A mí?– cuestionó Dalia sin entender.

–A Eggman– corrigió el erizo negro.

Arqueó una ceja en señal de confusión. ¿Qué rayos tenía que ver ella con dónde estaba Eggman?

–¿Eso que tiene que ver conmigo?

–Bueno, por dos cosas. Una, es que eres la mejor cuando se trata de hacer investigación y encontrar gente, eso me lo comprobaste antes– dijo Rouge casi en forma de cumplido.

–¿Y dos?– preguntó dudosa.

–Porque tú tienes el único aparato que puede rastrearlo, ya que alguien rompió el suyo en un ataque de ira– dijo en un tono de reproche viendo al erizo negro, a lo cual él no dijo nada.

–Ya veo...– dijo pensativa –Bien, entonces asumo que quieren aquel comunicador.

–Así es– afirmó Shadow.

–Bueno, pues no lo tengo– habló de manera indiferente recostándose lentamente y cerrando sus ojos. Relajándose nuevamente.

–¡¿Qué?!– dijo exaltado el erizo negro.

–Lo que escuchaste– contestó sin verlo en ningún momento.

–¿Dónde está?– preguntó Rouge seriamente.

Dalia abrió uno de sus ojos observando la expresión de ambos. Cerró su ojo después de un corto tiempo y pareció que se encontraba en un estado de meditación. Inhaló profundamente y recobró la compostura viéndolos a ambos muy seriamente.

–Generalmente pido algo a cambio por este tipo de información– empezó a hablar –Pero esta vez me conviene que ustedes encuentren a Eggman.

–¿Por qué?– la cuestionó Rouge.

–Porque fue ese maldito infeliz el que hizo que yo esté aquí.

–¿Por culpa de él estás en el hospital?

–Captas rápido.

–No entiendo– habló el erizo negro captando la atención de ambas chicas -¿Cómo Eggman hizo esto?– preguntó intrigado – Ninguno de nosotros tres lo ayudó a lastimarte– dijo para sí –"Estoy seguro que ninguno de esos dos erizos lo ayudó después de lo que él les hizo o mejor dicho, lo que me hizo hacerles" ¿Quién te hizo esto?

–Mando a un robot muy parecido a Sonic a matarme– citó ella.

"Su último invento, claro"– pensó Shadow –Espera un momento, ¿Cómo escapaste?

Hasta donde él tenía conocimientos de aquella máquina que Eggman le había enseñado, él era igual de rápido y fuerte que Sonic, Silver y él ¿Cómo era posible que ella hubiera podido salir viva de una "asesino" como lo eran ellos tres? Si era cierto que aquel invento tenía las mismas ideologías que las de él <<Matar a su presa sin importa qué>> Era algo casi imposible que él la hubiera dejado vivir.

–Bueno...

Inicio del Flash Back

–Blanco asegurado, posibilidades de fallo... nulas.

Después de ese comentario disparó nuevamente. Sintió como su cuerpo era lanzando fuertemente en contra de una pared haciéndola caer bruscamente al suelo. En ese momento sintió como una quemadura directa y profunda le perforaba el pecho provocando que la sangre se acumulara en su boca haciéndola ahogarse en su propia sangre. Cayó sin brillo alguno en sus ojos, con una respiración tan leve que no podía ser notada; la temperatura de su cuerpo descendía rápidamente por la perdida de sangre la cual empezaba a acumularse debajo de ella formando poco a poco un charco que iba creciendo. Para cualquiera que hubiera presenciado eso la hubieran dado por muerta, ya que toda señal de vida parecía haberse marchado de su cuerpo. El robot se acercó a ella escaneándolo con un láser rojizo, el cual recorrió todo su cuerpo y por último logró escuchar –Objetivo eliminado–. El robot se dio la vuelta y salió de ahí volando por los aires o eso se le asemejó a ella pues escuchó un tipo de propulsión o cohete. Después de eso no estuvo segura de cuanto tiempo pasó, lo único que había delante de ella era un terreno baldío entre unas bolsas de basura, sería su fin. Cerró sus ojos, sintiendo como el sueño y el frío empezaban a invadirla. En medio de su sueño escuchó un disparo obligándola a abrir los ojos, y una voz familiar escuchó por las cercanías, una voz que pudo reconocer era Amy. Hizo un último esfuerzo para arrastrarse desahuciada por el suelo hasta que con la poca energía que tuvo logró hablar.

Fin del Flash Back

–... Y eso fue lo que pasó.

–No entiendo ¿Por qué Eggman quería matarte?– preguntó Rouge.

–Por traición- respondió Shadow.

–¿Traición?– cuestionó Dalia –Bueno, si realmente fue por eso, por qué entonces no lo hizo cuando descubrió que yo...

Entonces calló. Ya sabía la razón por la cual Eggman quería matarla, no era por haberse metido en su computadora e inmiscuirse en cosas que no eran de su asunto, era por haber revelado información, era por haberle dado esa información al erizo equivocado, a Shadow. Ahora el erizo negro buscaba a Eggman, Shadow ahora buscaba venganza, y eso era un problema para Eggman.

–... Es por ti– concluyó la gata gris.

–¿Ah?

–Él sabe que yo te di aquella información, y por eso es que mandó a esa tostadora con láser a matarme– dijo molesta.

–Eso tiene sentido– dijo Rouge –Entonces ¿Nos ayudarás?

–Por mi estado a penas si puedo levantarme, pero si quieres saber si voy a decirte donde está mi comunicador con gusto; de esa manera él pagará por esto– habló señalando la herida que ahora yacía bajo vendajes.

–Tenlo por seguro– aseveró Shadow con un dejo de maldad en su voz.

Ella sonrió complacida. –Lo tiene Tails. Rouge, ve a la estación y pídeselo a él.

–Perfecto.

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Caminó por la ciudad sin orientación, perdida, pues nunca había salido sola en toda su vida, no desde el incidente en la escuela. Toda su vida Blaze se había guiado por lo que sus padres le habían dicho. Nunca salía de la casa a menos que fuera con escolta; sólo existían las raras ocasiones en que podía fugarse para ir al parque cercano de casa, en donde había conocido a Silver.

–Silver– susurró la gata lila.

Blaze tocó sus labios suavemente, aún podía sentir sus suaves labios sobre los de ella, provocando que se ruborizara sutilmente. Cerró sus ojos en un intento de revivir aquel momento nuevamente, pero un sonido a la lejanía hizo que los abriera de golpe. Blaze buscó a los alrededores en donde los transeúntes parecía no haberse percatado de lo que sus oídos habían escuchado. Tal vez era algo que sólo ella podría escuchar, pero ¿por qué? Blaze cerró sus ojos nuevamente apaciguando los murmullos, los pasos y automóviles que la rodeaban. Buscó entre el mar de ruido aquel que había llamado su atención y entonces lo consiguió. Un sonido estruendoso como un disparo captaron su atención y luego, un grito...

–¡Silver!– gritó abriendo sus ojos de golpe. Estaba segura que era él.

Corrió hacia donde había ubicado el disparo y mientras lo hacía cada vez los edificios y casas se le hacían más familiares, luego lo vio, era el parque. Blaze se detuvo con la respiración agitada enfrente de éste. Decidida corrió a los adentros del mismo en busca de lo que creía que había sido Silver y según seguía su carrera escuchó un estruendo cerca de ella provocando que uno de los árboles se partiera y cayera en su dirección. Blaze se movió rápidamente evadiendo el tronco, el cual empezó a incendiarse, como si un rayo hubiera caído sobre éste. Blaze observó con confusión la escena, sin entender qué estaba pasando hasta que logró distinguir a una figura metálica en la lejanía, una figura que le recordaba mucho al erizo azul y cerca de él yacía alguien conocido con una mano sobre un costado y una rodilla sobre el suelo.

–Silver...– musitó sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas al distinguirlo.

–Objetivo identificado– escuchó decir al erizo metálico mientras levantaba un arma que en su punta tenía un brillo intenso

–No... Silver.

Sintió el fuego nacer desde sus adentro corriendo así hacia él mientras su cuerpo empezaba a ser cubierto en llamas.

–¡Hey tú!– llamó, captando la atención del robot –¡Si quieres fuego, te daré a probar el mismo infierno!

Una onda de fuego chocó contra el robot, provocando que él volara por lo aires con una fuerza impresionante, haciendo que se estrellara en el edificio que se encontraba enfrente del parque en la otra calle.

Blaze cayó de rodillas al suelo exhausta, cada vez que usaba tanto poder terminaba sin energía.

–¿Blaze?– escuchó decir. La felina subió la mirada para encontrarse con unos ojos confundidos.

–Te encontré...– dijo casi sin aliento alguno, intentado ponerse en pie.

Silver no podía creer lo que sus ojos le mostraban, estaba seguro que estaba alucinando por la perdida de sangre. Blaze empezó a tambalear para caer, exhausta. Ilusión o no, él corrió tan bien como pudo y la sostuvo entre sus brazos impidiendo que tocara el suelo.

–Lo siento... pero estoy algo cansada– se disculpó mientras intentaba sentarse.

–Blaze, ¿Cómo es que tú...– una punzada de dolor lo hizo callar. Sujetó nuevamente su abdomen sintiendo como su guante se humedecía por su sangre. La felina inmediatamente se acercó a él y vio como la sangre ya había traspasado aquella playera blanca, la cual estaba hecha jirones.

–Preguntas luego– habló ella con autoridad. Sacó de su mochila un suéter de color blanco que había guardado y lo rompió por la mitad para así hacer trapos que funcionaran como vendas. –No te muevas– ordenó ella envolviendo la cintura del erizo plateado con aquellas vendas improvisadas. –Debemos de sacarte de aquí– indicó poniendo uno de los brazos de Silver alrededor del cuello de ella ayudándolo a ponerlo en pie con cierta dificultad. –Vamos– dijo ella caminando a la salida de aquel parque. Él no se opuso.

Blaze se sentía muy cansada para pronunciar palabra alguna, a pesar de querer decirle mil cosas; el sostener a Silver para ayudarlo a caminar ya era bastante agotador, aunque intentaba ocultarlo lo mejor posible. Blaze vio de reojo al erizo, en donde podía notarse el cansancio en su rostro al igual que el dolor que intentaba apaciguar en silencio.

Según siguieron su camino ambos pudieron distinguir a aquella máquina cubierta por escombros de ladrillos.

–Ahí está aquel robot– indicó Blaze curiosa –¿Por qué no se mueve?– preguntó intrigada ya que no se miraba dañado, de hecho sólo parecía tener un par de rasguños.

Silver se soltó de ella dirigiéndose a la máquina que había intentando asesinarlo con tanto empeño. Una vez frente a él vio algo en sus ojos, una frase brillando en color rojizo que decía: <<REINICIANDO>> y debajo de ésta podía ver como una pequeña barra de luz aumentaba poco a poco, mientras un par de números cambiaban por igual.

–35%...39%... 42%– murmuró Silver entendiendo –Se está reiniciando. Una vez que lo haga empezara la batalla nuevamente.

–Entonces será mejor que nos hayamos ido antes de que eso pase.

–No, aún no.

–¿Qué? ¿Por qué no?

–Fue mandado por Eggman– explicó pensativo para luego verla de reojo –"Y si alguna vez quiero ser realmente libre y poder estar contigo, debo de acabar con él"– pensó con tristeza – y es el único que nos puede llevar hacia él– completó.

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Fueron a toda velocidad a donde aquella gata gris les había indicado, a la vieja estación de policía 0478. Shadow se sentía incómodo con el hecho de ir a un lugar que seguramente deseaba verlo encerrado por el resto de su vida, pero si quería encontrar a Eggman necesitaba ese comunicador, aunque tuviera que tomarlo por la fuera. –Ahí es– indicó la murciélago divisando el lugar, esbozando una sonrisa –Finalmente– dijo parando enfrente de aquellas puertas de madera.

Empezó por subir el primer peldaño cuando vio como aquella puerta se abría, y lo que vio a continuación lo dejó bastante sorprendido como para no continuar con su marcha, era el erizo azul.

–¿Sonic?– musitó extrañado.

El erizo azul se quedó igual de sorprendido al ver a Shadow enfrente de la estación. El último lugar donde alguna vez imaginó encontrarlo fue ahí. Su expresión se llenó de rencor y resentimiento, si bien no era él quien había asesinado a su familia, sin duda era un muy buen candidato para empezar a liberar esa furia que había llevado contenida por años.

–¡Es hora de tu juicio final!– gritó el erizo azul señalándolo –Y el día de hoy yo seré tu verdugo...

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