-¿Donde está Tristana? No la veo desde ayer por la tarde.- Preguntó Leonardo preocupado parado en medio de la sala.

-Aquí estoy..- La pelinegra ingresó a paso débil sosteniendose de las paredes de las alcantarillas para poder caminar, se veía herida.

-¡Tris!- Rafael y Donatello corren a auxiliarla. -¿Te enuentras bien?- Pregunto Rafa.

-Si.. Eso creo.. No recuerdo nada de lo que sucedio.. Sólo se que salí a tomar aire, escuché una vos pero.. Me desmaye. Y aparecí en un callejón.

-Esto parece ser obra de Destructor.- Al escuchar aquel nombre, los ojos de Tristana se vuelven azules por unos segundos, pero parpadea un par de veces hasta volver a su tono rojizo. -Deberíamos ir esta noche a patrullar por esa zona.

-A lo mejor encontramos algo.- Comentó Donnie ayudando a Tristana a acercarse al sofa para poder sentarse. -Le diré a Mikey que te prepare ese Te de Limon que tanto te gusta.

-Con galletas con chispas, porfavor.- Donnie asiente con una sonrisa y se dirige a la cocina.

-Tris, ¿quieres que te traiga alguno de mis cómics?- Ofreció Rafael.

-No es por aprovecharme de su ayuda, pero si, traeme el último que leímos que aún no terminamos.. El manga de.. De..

-Tokyo Ghoul.

-¡Ese!- Rafa ríe.

-Enseguida.

Tristana se quedó sola con Leonardo. Ninguno hablaba. El ninja de azul buscaba las palabras correctas para entablar una conversación coherente, tal vez comenzando con lo de su relación, un tema del que intento hablar desde el día anterior.

-Tristana..

-¡Tristi, ya esta tu Te y tus galletitas!- Exclamó Mikey feliz entrando a la sala con una bandeja con el Té de Limón y un plato con galletas, Gatito Helado venía en su hombro meneandose con alegría. -Gatito enfrió las galletas para que puedas comerlas.

-Gracias a ambos.- Sonrió la joven recibiendo la comida.

-Espero que esté rico.

-Seguro lo estara, despues de todo lo hiciste tú.- Mikey sonrió y volvió a la cocina.

Tristana comenzó a comer con una sonrisa, al poco tiempo Rafael llegó trayendo en Manga de Tokyo Ghoul, le robo una galleta y se fue a darse una merecida ducha.

-¿De que querías hablarme?- Preguntó la pelinegra antes de tomar un sorbo de Té.

-Es.. Acerca de nuestra relación.- Tristana se detiene.

-Ya te dije que no quiero hablar acerca de eso. Leonardo, con sólo una oración me heriste. Y no quiero ni mucho menos necesito que vuelvas a lastimarme de esa manera.

-Pero..

-Nada de peros.. Solo vete.

-Dejame hablar, porfavor.- Tristana lo mira de reojo. -Yo.. Realmente siento mucho lo que dije esa tarde, estaba enojado y no tomé en cuenta tus sentimientos. Pero se que aunque tú seas hija de Destructor..

Pero esa ultima palabra fue la que desbordó el vaso. Tristana se tomó de los costados de su cabeza, un extraño y agudo dolor invadía su cuerpo, su espalda pareció partirse y de esta emano aquella cobra de sombras.

La criatura sonríe. -Shadow.. No tú otra vez.

-Si, Leonardo.. Otra vez tengo el control.

Continuará..