mirada al abismo

-que ocurre?- pregunté alarmado acercándo mi mano hacia ella. Pero no contestaba solo tomaba su cabeza con ambas manos mientras continuaba dando esos alaridos llenos de dolor. Los cuales  comenzaban a inquietarme más de lo que podria haber imaginado. Haciendo incluso que se erizarán los vellos de mis brazos.

-estan por todas partes! Estan por todas partes!!! Las sombras, las sombras!!!-  grito

La abracé ya que comenzaba a tambalearse y lo había hecho justo a tiempo ya que cuando lo hice de desmayó un instante. Pero al hacerlo comencé a ver lo que ella describía... sombras monstruosas y anatomíamente  imposibles de persibir por todas partes que se acercaban ferozmente hacia nosotros acompañadas de un fuerte pitido ensordedor  que me aturdió.  Luego ella volvió a abrir los ojos empujandome lejos de si mientras respiraba agitadamente mirando en todas direcciones intentando reconocer donde estaba.

-señorita Kaz soy yo tranquila, ya pasó, todo está bien- poco a poco pareció ir tomando conciencia de todo ya que comenzó a calmarse, tragó saliva y suspiro sobando su cabeza. Yo por mi parte estaba aterrado...eso que ví era real o solo mi imaginación? No estaba seguro pero no quería mencionarselo. Tenía náuseas, comenzaba a sudar frío, un nerviosismo se apoderó de mi. En verdad... Era esto lo que la tenía así a ella? Pensar en todo esto solo aumentaba aquellas sensaciones, intente calmarme ya que aún tenía cosas que hacer.

-llevame a casa- dijo mirándome, en su rostro aún podía ver un gesto de dolor. No lo pensé mucho. Ella se incorporó y pase su brazo por mi cuello para que tuviera soporte ya que aún se tambaleaba un poco y parecía haberse debilitado. Durante el camino la gente nos miraba apartándose de nuestro camino sin hacer algo, desviando la vista incluso... La ciudad tenía tantas personas y tan pocas al mismo tiempo. Para suerte nuestra comenzó a llover, no muy fuerte pero con la suficiente cantidad para terminar completamente empapados. Kaz daba pequeñas risas... Ha estas alturas no sabía si eran porque se acordó de algo gracioso o se comenzaba a volver loca. Seguí sus indicaciones mientras intentaba controlarme y en quiza veinte minutos estábamos frente al portón de su casa... Ella no vivía en un apartamento como Aria, si no en una casa de vastas dimensiones de dos plantas color blanca y tejas rojizas. Había un pequeño muro cubriendo el perímetro de igual manera blanco, había unos arbustos verdes y enanos bien cuidados. En mitad del muro una puerta de madera gris.

Al estar frente a la puerta busco en su bolsillo

-Maldicion!, olvide las llaves- dijo algo molesta o quizá desespera.

-hay alguien adentro que pueda abrirte?- cuestione mirándola de reojo

-derecho... Si- aspiro aire y en voz alta dijo

-Cerise abre la puesta soy yo Kaz... Y un amigo de Aria. Olvide mis llaves dentro.-

Aunque dije que era un muro poco alto debía decir que era de dos metros un ruido se escuchó del otro lado del muro y a escasos segundos de espera una niña no mayor a 10 años pelirroja de cabello algo corto sujeto con un par de... Coletas?, Usaba una camisa de rayas blanca y negra la cual se veía cubierta por un overol negro, en sus pies usaba un par de converse rojos que fue quien abrió la puerta  y al ver a su hermana su semblante sonriente se tornó en un gesto de angustia

-volvio a pasar... Verdad?- pregunto la menor en tono triste.

-si Cerise... Pero no fue grave, no te preocupes en un rato estare como nueva- sonrió para aligerar la angustia de su hermana. Yo no abría llamado a esos alaridos algo... "No grave" pero su intención era buena.

Entramos a la vivienda la cual estaba amueblada de manera moderna, no era mucho de mi estilo pero debía admitir que era acojedora. Nos quitamos los zapatos y los dejamos en un tapete ya que estaban bastante húmedos, su hermana saco unas toallas blancas y nos dió una a cada uno. Dejamos a Kaz dormir en un sillón de color café parecía cómodo mientras yo me quedé parado sin saber que hacer, su hermana por su lado comenzó a interrogarme no me debería de sorprender alguien de su edad suele hacer muchas preguntas.

Quién eres?- pregunto levantando su mirada

... Bueno, yo soy... Conocido? De la señorita Aria- si supongo que era eso o quizá no. Pero no debía cuestionarme eso ahora. Antes de que me hiciera otra pregunta rápidamente interrumpi cuestionado.

-dsiculpe señorita  sabes si es posible salir de la ciudad?- era solo una niña pero quizá podría darme una respuesta... Una que quisiera escuchar. Ella me miró incrédula ante mi pregunta y finalmente contestó.

-...pues claro, pero sería en un barco... Creo que aquí no hay aviones- el que no hubiera aviones era lo de menos si había una salida, un escape de este monstruo. Mientras celebraba en mi cabeza aliviado y satisfecho la pequeña tomo aire y pregunto, está vez lo ví venir así que deje de lado un momento mi celebración.

Está bien... Qué te pasó en el pecho? Eso es sangre verdad?- debía decirle la verdad? No sabía si se podría asustar con la sangre o la herida, pero su mirada solo se distinguia genuina curiosidad.

Si esto es sangre, tengo una herida que se abrió cuando... Corría...- la imagen del pobre niño volvió a mi cabeza de golpe con la fuerza de una ola chocando contra las rocas. quería hablar pero las palabras no salían; un nudo se había formado en mi garganta... uno hecho de miedo, frustración e impotencia.

-y cuanto te duele?- pregunto acercando en dedo. Yo di un paso hacia atrás y conteste

-mmmmm quizá un cinco de diez, y por cierto... No deberías estar en la escuela a estas horas-

-no, estudio en casa- contesto sin más.

-y eso a que se debe?- cuando ella abrió la boca para contestar la voz de kaz interrumpió

-es peligroso haya afuera, antes si iba al colegio... Pero comenzaron a desaparecer niños de ahí... y de todas partes... Días después de las desapariciones eran encontraros sin alguna parte de su cuerpo u órgano... Aveces con extrañas figuras talladas en su piel... Y todo eso desde hace dos años... -

-señorita... No debería decir esas cosas frente a su hermana- comenté reprochando.

-no te preocupes- dijo la menor con inocencia.

-ademas es mi hermana y debe saber que hay una muy buena razón para que no salga- contesto en un tono serio.

-si lo entiendo- las cosas en este lugar eran deprimentes y escalofriantes... Tenía que buscar la manera de salir de esto en cuanto antes!.

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