Mi respiración estaba agitada y tenía varias gotas de sudor en mi frente.
La misma pesadilla de todas las noches me atormentaba desde hace 3 meses. Agite mi cabeza tratando de borrar aquella pesadilla pero me era imposible. Otra noche más que no podía dormir, respire hondo tratando de tranquilizarme pero nada.

Me pare de la gran cama y con pasos lentos salí de mi habitación, me sentía algo asustada gracias a la interminable pesadilla que tuve minutos atrás. Esto no era algo de una sola noche no, esto me ha pasado día tras día, noche tras noche desde la muerte de mi mellizo Jason. Siempre la misma pesadilla confusa, ¿qué significará? no tengo la menor idea.

Con cuidado baje las escaleras y me dirigí a la cocina, tome un vaso de agua y mi cuerpo se relajo poco a poco. Deje él vaso en su lugar y subí las escaleras, pero esta vez me dirigí a la habitación de Jason. Gire la perilla y con pasos lentos entre. Hace tiempo que no estaba aquí, anhelaba él entrar a su habitación y platicar con él horas y horas. Cerré la puerta detrás de mi y me senté en él borde de la cama suspire y tenté sus sabanas con olor a lavanda. Las lágrimas comenzaron a salir, me sentía tan perdida y sola sin él, lo necesitaba aquí conmigo.

···

Me mire una vez más en él espejo y fingí una sonrisa, tenía que estar preparada para sonreirle a los demás y deslumbrar como solo yo sabía hacerlo.

Salí de mi habitación y baje.

–Buenos días. —saludé a mis padres con una sonrisa.

No hubo respuesta por ninguno de los dos, me senté en la mesa y espere a que trajeran él desayuno.

–Así que, ¿tu y él hijo de Andrews han regresado? —pregunto mi madre interesadamente.

–¿Por qué? —dije sin responder.

–¿Han vuelto si o no?

–Si. —mentí.

–Perfecto —sonrió con malicia— ese chico te da una muy buena imagen a pesar de no ser de nuestra clase. —dijo.

–¿Puedo retirarme? —suspire enfada— no tengo hambre.

–Si,si,si. —espeto mi padre sin mirarme.

Me levante de la mesa y tome mi bolso ya estaba por salir cuando él timbre sonó.

Abrí la puerta y ahí estaba Archie.

–¿Que haces aquí? —dije confundida.

–Tenemos que hablar —suspiró— ¿caminarías conmigo?

–Si. —sonreí.

Salí cerré la puerta detrás de mi y bese la mejilla de Archie.

–¿Pasa algo? —dije caminando a su lado.

–Quería hablar sobre nosotros —me miró— quería pedirte una disculpa por como me comporte —bajo la mirada— si estas dispuesta a volver conmigo... —no lo deje que terminara y bese sus labios.

Si había alguien que me hacia feliz y me subía los ánimos era él.

–Al parecer eso es un si. —sonrió y planto un casto beso en mis labios.

···

Recién pisamos la escuela y ya todos estaban mirándonos y murmurando sobre nosotros. Al parecer a nadie le gustaba nuestra relación, pero como Archie dice es nuestra no de ellos.

–Ahora vuelvo iré por mis libros. —dijo Archie dejándome en el aula.

Beso mis labios fugazmente y se fue.

Entre al aula y me senté en uno de los bancos de en medio.

–¿Ya vieron al chico nuevo? —exclamó una chica entrando al aula— ¡esta que arde! —dijo emocionada.

–Como si fuera a fijarse en ti. —dije sin mirarla y todos rieron.

La campana sonó y él aula comenzó a llenarse, solo bastaron algunos minutos para que él profesor entrara. Pero no lo hizo solo, junto a él venia un chico pelinegro de hermosos ojos azules y una chica pelinegro de ojos oscuros.

–Chicos ellos son sus nuevos compañeros Verónica y Dylan Lodge, esperó y los traten como se debe. —dijo él profesor.

Un asiento a mi lado estaba desocupado, él ojiazul sin dudarlo se dirigió hacia al asiento que estaba a mi lado y me dedico una sonrisa.

–Permite me presentarme, soy Dylan Lodge es un gusto —dijo mirándome.

–Cheryl Blossom la chica más rica, popular y linda del pueblo —sonreí— oh y por supuesto, no estoy disponible.

Una sonrisa se formo en los labios del ojiazul abrió la boca para decir algo pero la puerta sonó y un adelante salio de los labios del profesor.

Archie entro y él profesor bufo.

–¿Otra vez llegando tarde Andrews? —lo miro él profesor.

–Profesor —llame su atención— Archie como buen novio fue por algunas de mis cosas —sonreí— espero y no sea algún problema. —lo mire.

–Haberlo dicho antes —exclamó— si es así adelante Andrews.

Archie entro y se sentó enfrente mio.

–Gracias cariño. —beso mis labios y después sonrió.

Pude ver como la chica nueva hizo una mueca al ver que Archie beso mis labios, solo le reste importancia. Pero la pelinegra en toda la clase no paro de ver a Archie.

La campana sonó indicando que la clase había acabado. Me pare y me acerque a la pelinegra.

–Hola linda. —sonreí.

–Hola. —dijo sin ganas.

–¿Como es que era tu nombre? —dije tratando de recordar.

–Verónica. —se puso de pie.

–Te esperaré afuera cariño. —anuncio Archie saliendo del aula a lo que asentí.

–Bueno Verónica —hice una pausa— he visto que has estado observando a mi Archie. —fingí una sonrisa.

–¿Si lo he estado haciendo que harás? —dijo sonriendo— ¿acaso vas a amenazarme con que mi vida social se vendrá abajo? —hizo un puchero.

–No querida —la arremede— voy a hacer que te arrepientas de haber llegado aquí y desafiarme, voy a hacer que tu vida social desaparezca y ningún chico voltee a verte. —sonreí por ultimo, me di la vuelta y salí de ahí.

–¿Lista? —dijo Archie tomado mi mano.

–Estoy más que lista. —sonreí.