in my head

No era lo más ideal para ella estar amarrada a la camilla bajo una débil luz de enfermeria, con cortidas a su alrededor que la privan de ver a su amada “compañera”, pero seguía siendo más cómodo que estar encadenada sobre sus rodillas dentro de su casillero. Más esa noche, la drone de cabello y ojos violeta tenía su mano sobre su pecho, sintiendo el escándalo en su interior, que era producido por la drone de bellos ojos rojos al otro lado de la habitación.

Los humanos habian olvidado poner las cortinas esta vez…asi que Yeva estaba expuesta a su vista, ahi la veia acostada tal cual una diosa del amor en pintura sobre la camilla, su frio rostro fijo en ella, sus brillantes ojos rojos destacando en la oscuridad,sus cabellos cortos cayendo perfectos sobre su visor negro. Nori podía jurar que solo le faltaban alas y así podría decir que era un ángel.

Aun podía recordar su primer encuentro, cuando los humanos empezaron a enterar de raras fallas y conductas en muchos de sus drones mineros, algunos volviéndose violentos, rozando con demoníacos, como si fuera un virus contagioso. Creían poder entenderlo. Cuando la reclutaron, la fotografiaron y apodaron “047” y ella se encontraba sentada sobre el suelo con sus piernas cruzadas, con un gafete colgando de su cuello, cuestionando que iban a hacer con ella…su pensar cambió cuando volteo a ver y se enteró que junto a ella, había una worker drone como ella, su mirada baja, arisca y tímida, abrazando sus rodillas y evitando cualquier contacto.

—Hola…-Le dijo Nori a la drone de cabello corto, confiada y optimista.

Yeva volteo a mirarla, más la amargura en su rostro no se fue. Tampoco respondió al saludo.

—¿A ti también te reclutaron aquí? Parece que son muchos más drones los que están aquí con nosotros. Escuche a los humanos decir que parece que estamos enfermas, realmente no sé de qué hablan porque no me duele mi estomago ni sufro de sobre calentamiento. Solo siento algo muy raro en mi ojo ¿te pasa también? He roto muchas cosas y otras se mueven sin que yo quiera, ellos dicen que parece ser un “virus”.-preguntó Nori curiosa, mas la otra drone de cabello morado permanece en su lugar.-dicen que nos van a investigar, vine con mi amiga Alice pero están escaneando y revisando su código ¿a ti también te hicieron eso?.

La drone de ojos rojos no hizo más que aferrarse más a sus rodillas,incluso dando un paso hacia atrás para mantener distancia.

—veo que no eres de hablar mucho…-la pelimorada con coleta recalco,para enseguida sonreir.-¡me agradas!.

Sorprendida por la respuesta y la simpatía de la drone que apenas conocía, Yeva se soltó de su propio amarre, centrando toda su atención en esta. No sabia de que se trataba todo eso…pero esta drone obrera tenía una chispa bastante especial, lo podía percibir.

—se que todo esto se ve muy jodido y aterrador y  no me gusta eso que está mal con nosotras…si te soy sincera siento que esos bastardos nos están ocultando algo…pero se que estaremos bien, solo hay que mantenernos juntas y averiguar qué es este virus que ellos mencionan…y luego decirles que pueden ir a la mierda cuando ya estemos curadas.

Noei le dio un pequeño y amistoso codazo a la otra drone, soltando una suave risa en el proceso.

—Вы очень позитивно ко всему этому относитесь, понимаете?(eres muy positiva en todo esto ¿sabes?).-hablo finalmente la otra.-Мне бы пригодилась твоя энергия.(me vendría bien tu energía por aquí).

—Oh, hablas ruso, eso es épico.-Nori parpadeo impresionada antes de ofrecer su mano para así estrecharla.-Me llamo Nori, un gusto conocerte.

—Ева, мне тоже очень приятно.(Yeva, es un gusto para mi tambien.).-La rusa expresó con agrado, estirando su mano para así finalizar el saludo.

Nunca se les vio separadas, Los humanos empezaron a notar que las respuestas más positivas por parte de “047” sucedian cuando “048” la acompañaba, ya fuese que Yeva tuviera miedo o Nori se sintiera insegura, ellas se mantuvieron juntas. se habían vuelto muy queridas compañeras y se juraron cariño eterno, en un sentido que terminó en más allá de una simple amistad. Se solían escapar para así besarse, se solían ocultar debajo de las mesas para así acostarse y descansar juntas, se solían apartar del resto de drones para que así nadie las viera raro cuando se tomaban de la mano. Disfrutaban de tenerse cerca, ya fuese para hablar, para animarse, para dibujar juntas o jugar a las cartas, expresando lo que deseaban hacer una vez salieran de los laboratorios.

Aprendieron a saber lo que era tener apoyo cuando tu visor se rompió y empezaba a salpicar sangre, supieron lo que era salvar el corazón de su enamorada cuando esta era paralizada por aquel solucionador absoluto.

Aprendieron a hacer muchas cosas, pero ahora que se encontraban  lado a lado atadas a las camillas, se dieron cuenta de que sabían de todo, menos a decirse que se amaban.

Si no se podían tener en sus vidas ¿no podrían estar juntas en su cabeza? aunque fuera solo un momento.

Ha decir verdad, esa pregunta era constante. Yeva tenia que aceptar también que aun si Nori estaba a su lado, no era de esa manera en la que la que lo imaginaba, cuando descansaba dentro de su casillero o sobre esas frías salas de hospital, esto no era en lo que pensaba. La imaginaba siendo su enamorada, lejos de esos horribles humanos que las trataban como parásitos, la imaginaba sonriendo para ella, la imaginaba descansando su cabeza contra su brazo o tal vez dándole un beso, pero de esos que veía en las películas que los científicos les ponen en sus salas de actividades.

Cuando esa jovencita rusa le veía, el sentimiento volvía, pero pretendía que no, sentía que era mejor si simplemente lo dejaba pasar.

“Oh Misericordia…ella es tan linda” eso era todo lo que podía pensar Nori en el presente, más ninguna palabra salía de su boca. La destrozaba tener que hacer esto una y otra vez, reaccionaba pero no accionaba y cuando el mundo desapareció y eran solo ellas dos en los pasillos, ella se quedaba muda.

Quería decirle lo que sentía ¿cómo lo haría? si ella no podía y temía que alguien lo hiciera primero.

Esa noche en particular Yeva escapó de sus cadenas y sin avisar saltaría sobre la camilla de Nori, esa noche se acariciaron y  sus dedos se enredaron entre sus cabellos morados mientras se desvanecía entre besos y se llamaban por sus nombres, esa noche se dijeron lo que se tenían que decir, esa noche sus batas de hospital volaron, esa noche se abrazaron al desnudo, se sostuvieron en brazos  y se quedaron lo que les quedó juntas entre la oscuridad, acurrucadas en su cautiverio.

Y así se quedó esa noche, solo en sus mentes, como si se tratase de un sueño despierto. Porque el tiempo pasó, la enfermedad de Nori se torno un exorcismo, Yeva la salvó, el planeta explotó y para cuando ellas despertaron, un portero levantó a Nori de la nieve en plena acampada y se la llevó con él, volviendo su esposa…y a pesar de todo, ella lo amo. Para cuando ella ya estaba confundida sobre sus pies en la nieve, Yeva ya estaba enamorada de otro drone ruso.

Quería decirle lo que sentía ¿cómo lo haría? si ella no pudo y él lo hizo primero.

Ya no importaría más…

al menos la tenía en su cabeza.






























Imagina shipear a las madres de Uzi y Doll lol.

Okey,no hay forma de que estas dos no tuvieran nada cuando estuvieron internadas, para mi eran amantes y punto💜✨️

La inspiración para este fanfic salió ayer en la mañana,me desperté pensando en ellas y puse sleepover de Hayley Kyoko y pues ahí quedo xd.

Haré algo Khan x Nori? Si,pero por el momento no ☝️

Esper la haya gustado :D

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