𝟎𝟓. i'm just a girl standing in front of a boy asking him to love her.

ㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤ

ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ
v.ㅤcapítulo cinco: charlotte davies.
❪ solo soy una chica parada delante de un chico pidiéndole que la ame ; notting hill.

ㅤㅤ MIRÉ POR ENCIMA DE MI HOMBRO A WALKER, quién observaba el paisaje por la ventana del auto de Peter mientras nos dirigíamos a la casa de Leah.

── No estés nerviosa. ──rompió el tenso silencio que se había formado entre ambos desde que mencionó que el rosado me quedaba muy bien. Al notar mi mirada, rodó los ojos y añadió:── Tus nervios son demasiado notorios. Me incomoda.

── Claro que sí. ──murmuré con obvio sarcasmo. Cuando creo que comenzamos a llevarnos bien, simplemente hay algo que nos hace retroceder tres pasos.── No estoy nerviosa. Estoy... emocionada.

── Ajá. No me importa.

Y otra vez ese incómodo silencio. En otro momento cronológico de mi vida, me hubiese encantado estar en silencio con Walker porque su voz solía irritarme. Pero ahora se sentía distinto, como si necesitara hablar con él.

── Llegamos. ──Peter sonrió mientras estacionaba fuera de la casa de Leah. Observé el patio con admiración.── Pasaré por ustedes a la escuela cuando acabe el partido.

── Gracias, señor Scobell. ──agradecí genuinamente mientras bajaba del auto y esperaba a que Walker acabara de hablar con su papá.

El teléfono de Walker sonó indicando que un mensaje había llegado. Me volví hacia él.

── ¡Tu teléfono está sonando! ──exclamé para que me escuchara, ya que aún hablaba sobre algo con su papá.

── ¡Contesta tú!

── ¿Seguro?

Él solo asintió, por lo que aún algo dubitativa saqué su teléfono de mi bolso y revisé la notificación. Ay la pu, era Cameron.

El mensaje no decía mucho en realidad, simplemente preguntaba si yo asistiría o no. Era insignificante a simple vista, pero para mí debía tener un significado más profundo. No podía simplemente preguntar por mi presencia en ese partido o no.

── ¿Y quién era? ──preguntó Walker al llegar a mi lado.

── Cameron.

── Okey. ¿Contestaste?

── No. ──pasé una mano por mi pelo nerviosa. Él rió.── ¿Qué contesto?

── Me da igual. Sólo escribe como si fuese yo, no tú. ──me advirtió abriendo el mini portón del patio para que pudiese pasar.

Finalmente textee "Sí, por supuesto."

── ¿Crees que significó algo? ──pregunté una vez llegamos al porche. Ambos nos detuvimos quedando frente a frente.

── Dios, no. Simplemente estaba haciendo un recuento. ──rodó los ojos irritado.

── Pero... ──otro mensaje llegó.── Ugh, dice que me hablará bien de ti.

── Increíble.

── Lo sé. ──textee "genial, amigo. por cierto tienes que pasarme qué producto usas en tu cabello. es increíble"

Reprimí una carcajada ante lo que escribí recientemente. Él me miró extrañado pero no preguntó nada.

── Entonces... ¿estás completamente cuerda como para entrar ahí? ──hizo un gesto hacia la entrada de la casa.

── Obvio que sí. ¿Crees que me pondría loca por Cameron? ──alzó una ceja cuestionando mis palabras.

── Bueno, si me lo preguntas... ──la puerta fue abierta por Leah, quién pegó un gritito ante mí presencia ahí. Rápidamente se lanzó sobre mí, envolviendo sus brazos alrededor de mi cuerpo.── Sí, Leah. Sólo abraza a Charlotte e ignora mi existencia.

── Walker comparto más tiempo contigo que con mis propios padres. ──Leah soltó un suspiro y le dió un corto abrazo al rubio a mi lado. Me tomó del brazo y me llevó hacia dentro con ella, alejándome de Walker.── Entonces, ¿qué hay de ti y Walker?

── ¿Qué? No hay nada. ¿Por qué?

── Charlie, que ciega eres. ──carcajeó mientras ingresabamos a la cocina y agarraba dos botellas de coca cola. Me entregó dos bowls llenos de snacks.── Se nota a kilómetros de distancia que Walker está enamorado de ti. ¿Nunca lo notaste?

── Estás malinterpretando las cosas. ──aseguré sosteniendo ambos bowls con sumo cuidado.── Walker y yo somos... vecinos que se odiaban y ahora se toleran.

── Fingiremos que no dijiste eso y que aceptas que Walker y tú están destinados. ──pronunció con una emoción que me asustó bastante. Las dos caminamos hasta la sala, donde varios ya se encontraban ahí.

── ¡Charls! ──exclamó Charlie en cuanto me vió entrando a la sala. Me arrebató los bowls llenos de snacks y los dejó sobre la mesita frente al sillón para luego abrazarme, levantándome unos centímetros del suelo. ── ¡Mi gemela de nombre!

── También es encantador verte, Charlie. ──reí mientras me dejaba en el suelo nuevamente. Él sonrió con una de esas sonrisas que eran terriblemente bonitas.

── ¿Por qué se emocionan tanto con Charlotte y conmigo no? ──cuestionó Walker con recelo.

── Soy más agradable que tú.

── ¡Eso es mentira!

── Ten, come papas y supera. ──Dior le llenó la boca de papas fritas al tonto Scobell. Dios, ¿hace cuánto no lo llamaba así? Que loco.

Él intentó reprochar, sin embargo no pudo debido a la cantidad de papas que estaban en su boca. Aprovechando su silencio, Dior y Aryan me abrazaron con cariño.

── Dime, por favor, que sabes algo de fútbol. ──casi me rogó Charlie.

── ¿Cómo no sabría sobre fútbol? O sea... Travis Kelce es el novio de Taylor Swift.

Dior soltó una carcajada.
── Adoro a esta chica.

Los últimos en llegar fueron los gemelos Noon, quiénes recién volvían de sus entrenamientos. El espacio de la minivan era bastante amplio, por lo que conseguimos entrar la mayoría.

Walker me hizo sentarme en medio de Cameron y él. Lo cual por alguna razón me resultó bastante incómodo los primeros minutos del viaje.

── ¿Estás emocionada por el partido? ──me preguntó Cameron de repente.── Me acuerdo que tu abuela era muy fanática de los deportes, aunque lo ocultaba muy bien.

── ¿Lo recuerdas? ──pregunté enternecida. Me gustaba saber que las personas solían recordar algo de mi abuela.── Estoy emocionada, sí.

── Claro que lo recuerdo. Tu abuela era encantadora. ¿Cómo podría olvidar algo que se tratara de ella? ──afirmó, una sonrisa asomándose por su rostro.── Eres muy parecida a ella, en realidad.

Siempre me había gustado creer que mi abuela y yo teníamos ciertas similitudes. Ella era un pilar muy importante en mi vida, lo sigue siendo. La admiré durante toda mi infancia, y aún después de su muerte, sigo haciéndolo.

El hecho de que hablaran sobre mi abuela de esa manera conmigo, me hacía sentir que aún estaba acompañándome. Me reconfortaba tener su recuerdo vivo, y que los demás también lo hicieran.

── Bueno, gracias... ──nuestra creciente conversación se vió interrumpida cuando la minivan se detuvo abruptamente.

── ¿Por qué nos detenemos, señor Jeffries? ──Walker realizó la pregunta que rondaba mi mente. Floyd se dió la vuelta para observarnos.

── Esta es la casa de Olivia Thompson. ──contestó no muy contento. Leah nos miró con una mueca notoria en el rostro. Me animaba saber que no era la única demente que no terminaba de convencerse con el papel de chica angelical que se montaba Olivia.── Le pidió a Cameron que pasaramos por ella.

Olivia abrió la puerta corredera de la minivan. Sentí inmensas ganas de devolver los snacks que consumí hace menos de una hora.

── Gracias por pasar por mí. ──Olivia se sentó en el asiento libre frente a nosotros. Por supuesto, claro que había un asiento libre para alguien especial.── Mis clases de baile se retrasaron un poco... Ah, ¡hola Charlie! No sabía que vendrías. Supuse que no eras fiel seguidora del fútbol americano.

── No podía perderme este partido. ──entrecerré los ojos mientras me acomodaba en mi lugar, notablemente incómoda. Walker se asomó por encima de mi hombro.

── Juro por Leena y Tanner que no tenía idea de que ella estaría aquí. ──murmuró cerca de mí oído, sobresaltandome.

── No te preocupes. ──le resté importancia con un suspiro.

── Si sirve de ayuda, no nos agrada a ninguno. ──mencionó Dior en voz baja. Ahora estábamos la mayoría en un rincón de la minivan, mientras Cameron y Olivia conversaban algo alejados de nosotros.── Sólo lo hacemos por Cameron... y porque ahora se anotó en el instituto de Leah.

── ¿En serio? ──alcé una ceja sorprendida. Leah asintió de mala gana.

── Eso será un infierno. ──aseguró mirando a ambos rubios de reojo.── Pero no entrará hasta el próximo semestre. Ahora solamente irá porque es porrista de su instituto.

── Verdad que nuestro instituto jugaba contra el suyo. ──torcí una mueca disgustada.── ¿A cuál se supone que deba apoyar?

── Yo apoyaré al de ustedes dos. ──Charlie hizo un gesto hacia mí y Walker.── En el de Leah son todos unos muertos.

── Mmh, gracias, Charlie. ──murmuró Leah indignada. Mi teléfono sonó notificando que un mensaje había llegado.

Mads: ¿Te veo en el instituto de Leah?

Miré a mi costado encontrándome con Cameron y Olivia conversando animadamente. Walker al percatarse de eso, tiró de mi cabello haciendo señas de que me enfocara en otra cosa. Suspiré y contesté al mensaje de mi mejor amiga.

Char (yo): Sip. Tengo algo que contarte. 🤝🏻

Saqué mis auriculares de mi bolso y le ofrecí uno a Walker, quién aceptó contento.

── Aún tenemos que terminar nuestra banda sonora. ──mencionó Walker mientras yo le ponía play a "in between" de Gracie Abrams.── Esa me gusta. Hay que agregarla.

Quise acotar algo sobre el significado de la canción, pero simplemente acepté. En realidad, adoraba esa canción y tal vez no sería mala idea tenerla en nuestra banda sonora.

── «The Soundtrack of Walk and Lottie» ──titulé la playlist en mi spotify, le envié el enlace de la lista para que más tarde pudiera agregar canciones por su parte.── Debes considerarte especial por esto.

── Aw, ¿acabas de decir que soy especial para ti, Lottie? ──apretó mi mejilla con falsa ternura.

── Claro que no. Sólo dije que debes considerarte así porque no a todos les creo una banda sonora. ──aclaré levemente sonrojada por mis anteriores palabras. Que tarada soy.── Ahora cállate que quiero leer.

Saqué «Betting on you» de mi bolso y comencé a leer con tranquilidad. Walker apoyó su mentón en mi hombro para poder leer a la par mía.

── Esto es muy cursi. ──arrugó la nariz disgustado, por lo que blanqueé los ojos.

── Es para las románticas desesperadas como yo, no como para los desamorados sin corazón como tú. ──él corrió mi cabello hacia un costado con delicadeza.── Seguramente lo único que lees son cómics de Marvel.

── Leí «Mujercitas» ──me volteé a verlo sorprendida. Me sobresaltó la cercanía que manteníamos, sin embargo no me alejé.── ¿Te sorprende?

── Por supuesto. ¿Cómo iba a esperar que leyeras «Mujercitas». ──cuestioné con obviedad en mis palabras. Él carcajeó.

── Un día lo encontré en la habitación de Leena y me entró curiosidad. ──confesó avergonzado.── Pero no se lo digas a nadie.

── Puede que haya tenido una leve sospecha de que seas un romántico desesperado. Pero creí que era una alucinación o algo de eso.

── ¿Qué te hizo creer eso exactamente?

── Sabes mucho de comedias románticas. ──la minivan se detuvo en el estacionamiento del instituto.── Me gustaría seguir esta conversación obviamente vergonzosa para ti, pero ya llegamos.

Fui la primera en bajar de la minivan, necesitando estar lejos de Olivia y Cameron siendo asquerosamente adorables juntos. Odiaba esto.

── Olivia dijo que no volverá con nosotros. ──me informó Walker tras bajar con mi bolso en mano.── Bajaste tan rápido que olvidaste esto.

── Que reconfortante. ──murmuré e intenté agarrar mi bolso, sin embargo él lo alzó.── Dámelo, Walker.

── No, lo llevaré yo. ──me agarró de la mano y tiró de mí para que comenzara a caminar a su lado.── ¿Estás feliz ahora? Olivia se separa de nosotros.

── Sí, creo...

── ¿Te estás divirtiendo? ──me preguntó Walker por encima de todo el bullicio a nuestro alrededor. Resulta ser que los partidos son muy ruidosos, y obviamente yo no lo sabía ya que nunca había visto uno.

── ¡Sí! Esto es genial, nunca lo imaginé así. Pero la banda lleva tocando como cuatro veces seguidas la misma canción. ──contesté cerca de su oído para que pudiera oírme.── Pero no estoy entendiendo mucho sobre esto. ¡Solamente sé lo que es un touchdown!

── Si ese tipo de ahí. ──señaló al número 13 y luego al 87,── supera al número 87 del equipo contrario, ganarás 50 dólares.

── ¿Cuál es la trampa aquí?

── Ninguna. ──me aseguró tras soltar una carcajada.── Sólo puede que mañana necesite tu ayuda para bañar a mi perro.

── ¿No sabes bañar sólo a tu perro? ──cuestioné incrédula.

── Es muy inquieto. ──balbuceó cambiando totalmente su actitud a una nerviosa.── Y no habrá nadie en mi casa.

── Mmh, okey. ──asentí lentamente, aceptando su apuesta.── ¿Cómo se llama el número 13?

── Tyler Colton.

Presté atención al partido, justo cuando el número 13 anotó un punto. Giré a mirar a Walker para restregarle mi victoria, sin embargo él me miraba a mí sonriendo. Con una sonrisa que despertó un sentimiento extraño dentro de mí, cambiando mis emociones negativas por él a unas positivas y ocasionando un pequeño revoloteo en mi estómago. ¿Qué fue eso?

El timbre sonó indicando el comienzo del medio tiempo. Con rapidez me puse de pie y busqué a mi mejor amiga con la mirada.

── ¡Char! ──Madison se abalanzó sobre mí, abrazándome fuertemente. Sonreí contenta de verla después de varios días.── Te extrañé mucho.

── Yo también, sólo han sido días sin vernos y parecen años. ──las dos reímos mientras nos reuníamos con los demás. Brady propuso ir al gimnasio del instituto para poder hacer un partido improvisado entre nosotros.

── No tenía ni idea de que te gustaba tanto el fútbol. ──Cameron parecía impresionado cuando mencionó aquello, colocándose a mi lado en nuestra caminata hacia el gimnasio. Madison se alejó de nosotros para ir hacia Brady, lo que me hizo sonreír.

── Bueno, sólo he visto un par de partidos.. ──balbuceé esperando a que Connor abriera la puerta del gimnasio de prácticas. Me sentía rebelde por colarnos a aquel lugar que estaba «rotundamente» ocupar durante el partido.

── Rápido. ──Connor nos hizo un gesto de que nos diéramos prisa.── Entren antes de que alguien nos vea.

Entramos detrás de Connor, quién rápidamente corrió hacia una pelota que había en el centro del gimnasio. Yo me dirigí a las gradas para tomar asiento allí, con Leah y Dior a mis lados.

Los chicos y Madison decidían los equipos. Mi mejor amiga siempre había sido una aficionada a los deportes, por lo que en nuestra niñez fue costumbre que ella jugara con los chicos del vecindario mientras yo alentaba imaginando que era una porrista. Éramos polos opuestos en cada sentido, pero nos complementabamos a la perfección.

── ¡Lottie! ¿Juegas? ──Walker volteó a verme sosteniendo la pelota que Connor le lanzó. Me dedicó una mirada que decía «dí que sí, tonta» claramente.

── Prefiero ser espectadora, pero gracias. ──sí, iba en contra de lo que Walker quisiera. El juego entre ellos comenzó, pero yo simplemente me dediqué a hacer dibujos en las notas de mi celular. De vez en cuando les daba una breve mirada e intercambiaba opiniones con Leah y Dior respecto al partido.

── ¿Cuándo aprendiste a dibujar así de bien? ──la voz de Cameron cerca de mí oído hizo que me sobresaltara. Volteé a verlo por encima de mi hombro.

── Sé más cuidadoso porque casi me das un infarto. ──mencioné haciéndome a un lado para que se acomodara junto a mí.── Aprendí un poco tiempo después de que te fuiste. Siempre me gustó pintar, pero nunca me animé a perfeccionarme hasta que mi abuela me anotó a clases de arte.

── Que buena decisión tomó. ──pasó su brazo por mis hombros y juro por dios que casi me da otro infarto.── Perdona por asustarte, sólo te ví tan enfocada en tu dibujo que no quise romper tu burbuja.

── Cómo sea. No te preocupes.

── ¿Quieres practicar un tiro de baloncesto? ──me ofreció, ya que no podíamos jugar fútbol exactamente.

── Soy muy mala. La coordinación deportiva no es lo mío. ──aseguré apagando mi teléfono. Él me sonrió con esa sonrisa que siempre me ha encantado.── El único deporte que practiqué en toda mi vida es el volley, y me fue muy mal.

── No creo que puedas ser mala en algo. ──se paró de un salto y extendió su mano hacia mí.── Vamos, perfeccionaremos tu tiro.

Tomé su mano con delicadeza, y por dios, casi muero en aquel transcurso de las gradas hasta el centro del gimnasio. En un punto algo más lejano, Walker hacía pases de volleyball con los Connor, Aryan y Charlie. Por otra parte, Madison coqueteaba con Brady mientras hacían sus propios pases de baloncesto.

── Quiero ver tu tiro. ──se colocó detrás mío y puso sus manos detrás suyo. Casi muero al verlo porque se veía demasiado bien.

── No me asesines si esto sale mal. ──advertí con los nervios a flor de piel. Sin embargo, en cuanto lancé la pelota esta fue hacia cualquier otro lugar que no fuese la canasta.

Fue vergonzoso, pero la dulce risa de Cameron detrás de mí me hizo sonreír. No tardé mucho en unirme a sus risas, al mismo tiempo que el iba por la pelota y volvía a mi lado.

── Estás a punto de hacer una broma sobre mi horrible tiro, así que ahorratelo. ──lo apunté con el dedo acusatorio. Él me miró sorprendido.

── ¿Cómo...?

── Puedo ver absolutamente todo, Hawthorne.

── Entonces, si puedes verlo todo, seguramente puedes ver que Walker siente algo por ti. ──dedujo haciendo rebotar la pelota en el suelo del gimnasio.

── ¿Qué? Dios, claro que no, Cameron. ──me apresuré a negar. Aunque no tenía sentido, parte del plan era que Cameron creyera eso... pero estaba resultando bastante mal.

── Charlie, te lo digo porque él lo dijo. ──atrapé la pelota cuando me la lanzó.── Si no fuese así, no te lo estaría diciendo a ti.

── Es que... me gusta Walker, sí. Como una amistad. ──de repente me imaginé la idea de Walker siendo un material de novio potencial. ¿Él y yo? Ni en mil vidas distintas. Simplemente no había chance de que hubieran sentimientos más allá del odio o la amistad en medio de nosotros.

── Es un buen partido. ──recibió la pelota con agilidad.── Deberías pensartelo.

── Es genial, pero no es bueno. ──miré hacia Walker, quién al parecer llevaba tiempo observandonos. Sentí mi pulso acelerarse cuando desvió la mirada hacia los chicos nuevamente.── No lo es en ese sentido.

Sin embargo, aunque intentara sonar convincente al decir aquellas palabras, sabía muy bien que esa no es mí visión de Walker. Tal vez antes si lo era, pero entre más tiempo compartí con él, me fui dando cuenta de que en realidad es una persona increíble.

── Consideralo. ──repitió poniéndose detrás mío. Sus manos se posaron sobre las mías, mientrae yo sostenía el balón. Se podía ver cómo una escena romántica, la cual acabó siendo interrumpida cuando lancé la pelota directamente a la canasta y Walker se nos acercó sonriente.

── Fue increíble. Gracias por entrenarla, Hawthorne. ──Walker recogió la pelota del suelo y sonrió burlesco.

── Sí, la aconsejé un poco. ──Cameron dijo, recibiendo la pelota cuando el tonto Scobell se la pasó.── Por cierto, antes no pude mencionartelo. No hago mucho con mi cabello verdaderamente. Sólo una pomada y gel... pero considero que deberías dejar tus rizos. Te quedan bien.

── Gracias. ──murmuró Walker totalmente confundido. Me dio una mala mirada cuando cayó en cuenta que fui yo quien hizo mención sobre su cabello.

── Creo que el medio tiempo acabó. ──intervine en cuanto un tenso silencio se formó entre los tres.

── Claro. Deberíamos volver... ──pero el siguiente suceso definitivamente cambió nuestros planes rotundamente. La pelota de baloncesto con la que Aryan y Charlie habían estado jugando, golpeó mi rostro dejándome completamente noqueada y con un sangrado de nariz intenso.

── ¡Lo siento mucho, Char! ──Aryan se disculpó desesperadamente. Intenté sentarme para poder verlo mejor, pero Walker me detuvo colocando su sudadera sobre mi nariz.

── Cállate, estoy bien. No tienes que disculparte. ──intenté reír para apaciguar la situación, pero más bien lloriqueé. Walker sostuvo la sudadera sobre mi nariz con cuidado mientras me ayudaba a ponerme de pie.

── No estás bien. ──aseguró Walker cuando alejé la sudadera de mí. El sangrado volvió.── Debemos ir a Urgencias... pero tendríamos que caminar y no sé qué tan lejos quede.

── No está muy lejos. ──Leah acarició mi cabello en busca de reconfortarme un poco.── Puedo acompañarlos.

── No, tu padre se molestará... veré por el GPS. ──balbuceó Walker dándole una mirada que no pude descifrar. Tomó mi mano libre y me guió fuera del gimnasio.── Llamaré a tus padres.

── Gracias.

Cuando volví a casa con mis padres, Walker ya se encontraba en la suya. Peter había pasado por él en cuando mi papá lo llamó para informarle que Walker se encontraba con nosotros en urgencias.

Había sido todo muy extraño en urgencias. Pasamos de estar bromeando a que Walker tuviera una actitud extraña conmigo y eso me llevó a preguntarme si había hecho algo malo.

No quería volver a la etapa de odio entre nosotros dos. Conservando su reciente amistad me sentía mucho más contenta.

Me acosté en mi cama sintiéndome un poco mejor respecto al accidente de mi nariz. Coloqué una película en mi televisión y abracé a Venus, mi gatita.

Mi mente daba demasiadas vueltas respecto a Walker, por lo que decidí sacarme todas las dudas y llamarlo.

── Hola Lottie-Boo. ──pude percibir un toque de suavidad en la voz de Walker.── ¿Pasó algo?

── Hola... ¿Walkie Talkie? ──no sabía exactamente si ese era un buen apodo. Acaricié a Venus mientras pensaba en mis siguientes palabras.── ¿Hice algo malo en el hospital?

── No, claro que no.

── Uhm, okey. Sólo lamento si dije algo que te molestó. ──formulé algo nerviosa. Odiaba sentirme así. Y mucho más por Walker Scobell.

── Estoy conmocionado. ──esta vez su voz sonó algo burlona.── Solamente, nunca creí que te importaría verme feliz.

── No hagas eso. Me importa demasiado. ──me puse de lado tras soltar una risita.── Quería saber si estamos bien.

── Lo estamos. Te lo prometo. ──ambos guardamos silencio durante unos segundos. Extrañamente, encontré cómoda esta situación.── ¿Cómo sigue tu nariz?

── Ahí va. ──sonreí ante su repentina preocupación. Me gustaba tener a Walker como un amigo, y no cómo un enemigo.── Me veo horrible, pero el médico dijo que la hinchazón se irá rápido.

── Cameron mencionó que deberías sumarte más a nuestras salidas grupales. ──las palabras que pronunció Walker sin previo aviso, hicieron que mi corazón pegara un muy pequeño salto. Sin embargo, no quería hablar sobre Cameron en aquel momento.

── Creo que podría gritar de emoción. ──rodé por mi cama como solían hacerlo las chicas en mis películas favoritas.── Oye, ¿estás en tu habitación?

En cuanto pregunté aquello, recordé la última vez que odié verdaderamente a Walker. Fue justo la noche antes de su cumpleaños, cuando por la madrugada decidió fastidiarme y golpeó mi ventana repetidas veces.

── ¿Qué fue esa pregunta acosadora? ──me senté en mi cama escuchándolo atentamente.── Estoy en mi habitación. ¿Estás en la tuya?

Encendí y apagué las luces de mi mesita de noche.
── ¿Responde a tu pregunta?

── Estoy más tranquilo. ──bromeó imitando mis acciones pasadas.── Estoy viendo una película.

── Yo igual. ──mencioné desviando mi mirada de la ventana hacia la tv.── 50 first dates.

── Que cliché más ridículo. ──lo escuché bostezar a través de la línea.── Pero aunque te sorprenda, también estoy viendo esa película.

── Ya lo sabía. Eres un fanático de las comedias románticas en secreto. ──no pude evitar sonreír como tarada.

── Claro, lo que digas. ──nuevamente ambos guardamos silencio, como si aquello nos brindara comodidad.── ¿Qué instrumentos tocas además del Ukelele? Tengo el vago recuerdo de que cuando éramos niños tocabas el piano... ¿aún lo haces?

── ¿Lo recuerdas?

── Por supuesto.

── Sí, también toco el piano aún.

── ¿Alguna canción que toques perfectamente? ──me encontré sorprendida ante el interés que Walker tenía sobre mí y mis habilidades musicales. Pero no llegó a molestarme aquello, porque en realidad anhelaba que alguien se mostrara interesado en saber aquello sobre mí. Nunca nadie había mostrado una pizca de interés en eso.

── Uh... «daylight» de Taylor Swift e «in between» de Gracie Abrams son con las que mejor me encuentro. ──contesté a su pregunta manteniendo mi mirada en la ventana de su habitación.

── Dios, Charlotte, deja de mirar hacia mi habitación. ──carcajeé cuando descubrí que él también miraba hacia mi habitación desde el pequeño espacio entre ambas cortinas.── Y me gustaría oír como tocas esas canciones.

── Tú deja de mirar hacia mi habitación. ──él abrió la cortina de su ventana y movió su mano en señal de saludo cuando pronuncié aquella frase.── Tal vez, solo tal vez, un día tengas el privilegio de oírme tocar el piano.

── Esperaré ese día, acosadora. ──nuevamente cerró las cortinas de su habitación y yo hice exactamente lo mismo.── Buenas noches, Lottie-Boo.

── Ugh, no me llames así. ──puse los ojos en blanco mientras volvía hacia mi cama.── Buenas noches, tonto Scobell.

── Walkie Talkie me gusta más. Por cierto, recuerda añadir «daylight» e «in between» a nuestra banda sonora. ──declaró haciéndome sonreír nuevamente. Corté la llamada tras despedirme y me tapé completamente con mis frazadas.

julieta's note.

EEEH 4095 PALABRAS ???? me agarró la inspiración de la nada, tremendo.

so, ¿qué les pareció el capítulo? es el más largo hasta ahora y creo que el que más emociones de charlotte exploró. 😭😭 dios, amo a walk y lottie, son mis bebitos.

espero que les haya gustado. <3
no se olviden de votar y comentar! (we hate lectores fantasma) 💓

besos muakkk

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top