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ooi.ㅤcapítulo uno: charlotte davies.
❪ recuerdo aquella noche mejor que algunos años de mi vida ; before sunset. ❫

ㅤㅤ¿ES NORMAL DETESTAR TANTO una fecha? Porque creo que realmente estoy comenzando a odiar cada 5 de enero. ¿La razón? Es el cumpleaños del tonto Scobell, la persona que acaba con mi paciencia y causa todo tipo de sentimiento negativo en mi ser.

Probablemente, hace unas horas atrás, no me podría haber importado menos esta fecha. Lo fue hasta que mis padres llegaron a mi casa con la increíble ㅤ─ nótese el sarcasmo ─ㅤ noticia de que tendríamos una cena con sus amigos, los Scobell.

No me malentiendan, la familia Scobell es la mejor familia que conocí en mis catorce años de vida. Claro, si exceptuamos al insufrible de Walker.

Cada año es lo mismo, mayormente me dedico a ignorarlo olímpicamente porque parece que el día de su cumpleaños, se vuelve un ser angelical y soportable. Sin embargo, hoy pareció querer salirse de la rutina y estuvo golpeando mi ventana a altas horas de la madrugadaㅤ─ razones por las que desearía tener mi habitación en el otro extremo de mi casa, no justo enfrentada a la suya.

No me permitió dormir como es debido. Entonces, ¿por qué yo debería asistir a su estúpida cena de cumpleaños?

Bueno, capaz porque su madre prepara una torta buenísima.

── ¡Charlotte, apúrate! ──Martin, mí papá, me sacó de mis pensamientos. Como naturalmente lo hacía cada vez que debía reunirme con el tonto Scobell, un quejido abandonó mis labios.

Me apresuré a ponerme mis converse azules y luego de eso, bajé rápidamente las escaleras en dirección al living. Mis papás me miraban con reproche.

── Teníamos que estar en casa de los Scobell hace cinco minutos. ¿Por qué tardaste tanto? ──y ahí estaba mi amorosa mamá, retandome como usualmente lo hacía en ocasiones como esa.

Aunque nunca funcionara, siempre retrasaba nuestra llegada a las reuniones con la familia de Walker. Me gustaba confiar en que algún día mis papás se rendirían y dejarían de obligarme a asistir.

Pero lamentablemente soy hija única y quieren arrastrarme a todo con ellos. Bueno, si fuese algo de mi gusto no me quejaría, pero compartir espacio con Walker Scobell está muy lejos de agradarme. Para mi beneficio, Leena y Tanner me agradan demasiado.

En cuestión de segundos estábamos frente a la puerta de los Scobell. Bueno, lógico, nuestras casas estaban una al lado de la otra.

La puerta fue abierta por Heather Scobell, la madre de mi tonto némesis. ¿Había usado la palabra correcta? Ni idea, pero lo había leído en algún libro y desde entonces logré identificar a Walker como aquello.

── Lamentamos la tardanza. ──expresó mí mamá una vez avanzamos hacia el living. Lo primero que ví fue a Walker jugando un videojuego con Aryan, su compañero de cast.

── No, está bien. Siéntanse cómodos. ──rápidamente, Heather y Jessica se dirigieron a la cocina mientras intercambiaban palabras sobre sabrá dios qué. Por otro lado, mi papá y el señor Scobell fueron hacia el patio trasero, donde harían un asado.

Como buena Argentina que soy, sigo diciéndole asado y no parrillada. Hay que respetar las raíces y los valores tradicionales.

Entonces, ahí fue cuando me quedé absolutamente sola en medio del living. O sea, estaban Walker y sus amigos ahí, pero técnicamente yo estaba apartada.

¿Me explico?

── Charlotte, no seas tímida. ──Walker llamó mi atención haciendo señas de que me acercara. Con aire dubitativo hice caso a su petición y avancé hacia ellos.

No eran muchos, en realidad. Ya los había conocido con anterioridad, y a diferencia de Walker, ellos eran extremadamente amables conmigo.

También noté la presencia de Madison, mi mejor amiga. Supuse que sus papás también se encontraban acá, en alguna parte de la casa.

En cuanto tomé asiento junto a mí mejor amiga, Leena, Leah y Dior, comenzaron a saturarme con distintos comentarios a los que realmente no les tomé mucha importancia.

Hasta que Leena mencionó algo que despertó mi curiosidad.

── Eh, Charls, tengo un chisme gigante. ──sí, bueno, capaz el chisme es mi alimento esencial de cada día.

── ¿A ver? ──alcé una ceja intrigada, Leena y Madison intercambiaron una mirada.

── Eso sí, tienes que prometer no enloquecer cuando te lo digamos. ──condicionó Mads, como si yo realmente fuese a volverme loca ante sus próximas palabras.

── Es un chisme, hermana. No voy a desquiciarme por... ──y mi frase acabó flotando en el aire. O sea, no me culpen, estaba viviendo la situación más inesperada del universo.

¿Cameron Hawthorne?

── El chisme se contó sólo. ──formuló mi mejor amiga sin mucha gracia. Pestañee varias veces, sintiendo que me desconectaba da absolutamente todo por unos instantes, analizando la reciente presencia de Cameron.

Se veía exactamente igual que la última vez que lo ví. Bueno, una persona no pasa por muchos cambios físicos en tres años, ¿no? Aunque la pubertad pegara como un gran golpe.

Probablemente esta escenaㅤ─ en realidad probablemente no ─ㅤera digna de una película romántica. Pajaritos revoloteando a mi alrededor, sus pasos hacia míㅤ─ mejor dicho, el grupo ─ㅤen cámara lenta, y su brillante sonrisa cegando a cualquiera.

Ha sido mi amor de la infancia durante, bueno, toda mi infancia. Así que creo que mi corazón podría estar saliéndose de mí pecho.

Cameron ha vivido en la casa de al lado desde que éramos pequeños. Su casa y la de los Scobell siempre han estado a los dos lados de la mía, dejándonos en el medio.

Lo había "amado" desde que podía recordar. Era mi prototipo de chico perfecto, el novio potencial que yo deseaba. Educado, sofisticado, inteligente... risueño. Pasaba el rato con el pequeño grupo de niños que habíamos formado, haciendo lo normal de la niñez en un vecindario: jugar a las escondidas, atrapadas, hacer bromas a los vecinos... y esas cosas.

Pero mientras Walker disfrutaba de lanzarme al barro en días de lluvia o mojarme con la manguera de su jardín cuando regaba las plantas de su madre y yo casualmente leía un libro recostada en el césped, sólo por el simple placer de verme llorar, Cameron había estado haciendo cosas que poco a poco me llevaron a idealizarlo y enamorarme de él. Me regalaba las flores que arrancaba del patio del vecinoㅤ─ si tienes un vecino muy malhumorado y protector sobre sus flores, aquel podría ser un acto tanto valiente como romántico ─ㅤ, leía mis libros de romance junto a mí, se sumaba a mis karaokes de Taylor Swift y Big time rush... especialmente, no se unía a la tortura que Walker y otros niños del vecindario ejercían sobre mí.

Pero mi momento de ensoñación se detuvo abruptamente cuando Cameron se sentó a mi lado, con total normalidad. Sí, actúa como si no acabarás de llegar de otro estado luego de tres años fuera.

Blanqueé los ojos ante mí propio pensamiento. Con una sonrisa amable, él se volvió hacia mí inspeccionandome detenidamente.

── ¿Char? ──alzó una ceja incrédulo. Consideré que tal vez, solo tal vez, no fue tan mala idea haber venido.

── Cameron Hawthorne. ──me tomó por sorpresa la acción que prosiguió a mis palabras. Deslizó su brazo derecho sobre mis hombros y me atrajo hasta él. Su perfume se impregnó en mí nariz y no puede evitar pensar que olía tan bien.

── Bueno, creo que podrías reconocerla en cualquier lado. ──mencionó Walker tras lanzarme un dorito con burla. Arrugué la nariz disgustada.── Sigue igual de fea que cuando te fuiste.

── No es como si tú fueses Brad Pitt, eh. ──reproché con cierta molestia. ¡Había interrumpido nuestro posible reencuentro de película! Eso estaba literalmente mal.── Para tu información, hice el test de padre divino y me tocó Afrodita.

── Pues seguramente había un error en la página. Eres más fea que Shrek. ──formuló el tonto Scobell, aumentando mi enojo. Sin embargo, no podía continuar peleando, no ahora.

Cameron aún sostenía su brazo alrededor de mis hombros, lo cual me ponía nerviosa. No podía emitir quejas, era lo que más deseaba.

── ¡Ah! ¿Recuerdas a mis amigos Brady y Connor? Te los mencioné la última vez que hablamos. ──comentó Walker en dirección a Cameron.

Madison se acercó aún más a mí y susurró algo en mi oído.── Estás babeando e inundaras la casa, ¿no crees?

Le pegué un manotazo molesta.

── Pelotuda. ──murmuré en español, dejándola totalmente confundida. Reprimí una carcajada ante su confusión y devolví mi atención a Cam y Walker.

── Mañana harán una reunión con un par de amigos. Ellos también estarán. ──Walker señaló a sus compañeros de elenco.── Deberías venir.

Fruncí el ceño ante la repentina invitación de Walker a Cameron. O sea, el tonto Scobell solía juntarse con Cameron, pero no eran extremadamente íntimos. ¿Por qué de repente eran mejores amigos?

Era literalmente lo peor que podría llegar a pasarme. No exagero. Con solo dos palabras, Walker podría convencer a Cameron de que debe odiarme al igual que él lo hace.

Desde que tenemos uso de razón, Walker es el chico que se propuso hacer mi vida una mierda. Así que, no sería algo extraño que convenciera a Cameron de odiarme.

Un rato más tarde, Madison, Leena y yo salimos al patio delantero para observar las estrellas, como normalmente lo hacíamos cada vez que nuestras familias organizaban cenas en conjunto.

── Que maleducado es Walker. Podría habernos invitado a nosotras también, no sólo a Cameron. ──mencioné indignada, recibiendo miradas incrédulas de mis amigas.── ¡Por educación!

── No creo que te guste que Walker te invite a algún lugar a ti. ──aseguró Madison con diversión.── La única vez que Walker te invitó a pasear en bicicleta, saliste corriendo hacia mi casa.

── ¡Él quería asesinarme en medio de la nada! ──me justifiqué, aunque sonaba completamente estúpido.

── Estaba siendo raramente amable. ──Leena carcajeó.── ¿Por qué querrías que Walker te invite a una reunión con sus amigos?

── Exacto. ¿Aunque sea has hablado con Brady y Connor? ──agregó Madison.

── Nos seguimos en instagram. ──me encogí de hombros, ambas mirándome insistentes.── Es una buena oportunidad para pasar más tiempo con Cameron. Saben que no soy capaz de mandarle un mensaje o ir a su casa.

── Sí, lo sabemos, tarada. ──asintió Leena.── No lo sé, Charls. Creo que Cameron está interesado en alguien más.

── ¿Eh? Pero si acaba de volver. ──balbuceé confundida. Leena y Mads intercambiaron una breve mirada.

── Bueno, o sea, lleva hablando con Olivia Thompson como... ¿seis meses? ──me explicó Mads con delicadeza. Literalmente acababa de vivir el verdadero "se te borró la sonrisa" porque mi expresión de diversión ahora reflejaba inseguridad.

Bueno, Olivia Thompson es literalmente la chica más hermosa que conozco. Así que obviamente, no podía compararme con ella ni en mil universos distintos. Ella era simplemente un angel y yo... bueno, era yo. ¿Se entiende?

Bajé mi mirada durante unos segundos, hasta que el llamado de la mamá de Mads nos obligó a entrar a la casa.

Igualmente, hasta que Cameron no confirmara su interés por Olivia, era vía libre. Y yo estaba dispuesta a enamorarlo.

julieta's note.

ok ok, estaba emocionada y escribí el primer capítulo jej. ¿qué onda? ¿qué les pareció? (díganme o lloro 😔)

esto es tan bttm que me destruye ah.
es que me encanta ese libro. ☹️

¡voten y comenten! no sean lectores fantasma. 🙁