capitulo 16
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DARA
Kellen se arrodilla ante mí con la expresión saturada de deseo.
Cierro los ojos tomando una larga bocanada de aire. El sencillo hecho de su respiración chocando contra mis bragas, me hace estremecer.
Llegó para sustraer el frío el de la habitación y en su lugar, la prendió fuego.
Y ahora mi cuerpo también se consume.
—No tenemos demasiado tiempo, pero lo haré a mi manera— advierte, mientras proporciona un salpicado de besos sobre mi vientre. De esa manera, calma y desesperante, desciende poco a poco.
Torturándome. Jugando conmigo.
No soy capaz de responder a sus palabras. Me dejo llevar. Cierro los ojos y persigo sus movimientos de vez en cuando, incapaz de controlar la abrumadora y enloquecedora sensación de tener al rubio entre mis piernas. Sé que lo deseaba internamente, mi cuerpo lo pedía, pero no advertí la magnitud del acto.
—Tienes que ser silenciosa. ¿Crees que puedas hacerlo? —dirijo la mirada hacia él y asiento, dudando. Esto quizá sea una mala idea, pero ya es demasiado tarde para volver—. ¿Segura?
Kellen tira hacia arriba el elástico de mi prenda interior; la tela presiona mi sexo y pasea su lengua, demostrando que tiene todo el poder sobre mí.
No, no estoy segura de poder soportarlo en silencio.
Arqueo la espalda y reprimo un gemido. Supongo que tanto tiempo ocultando cosas, sirvió para algo.
Cuando vuelvo a mirarlo, pone una sonrisa incrédula. Sé que está pasándola tan bien o incluso mejor que yo: Kellen adora lo prohibido. Para él, correr riegos y propasar límites, es parte del placer.
—Quiero que te toques mientras lo hago —indica y le devuelvo una expresión repleta de preguntas. Creo que por un instante olvidó que soy nueva en esto. Completamente nueva—. Así —dice, al darse cuenta que no entendí hacia dónde ir. Pone sus manos sobre las mías y las guía hasta colocarlas por debajo de mi sostén, haciendo que acune mis pechos y finalmente, presiona mis pezones que se endurecen de inmediato—. ¿Te gusta?
Nuevamente, acallo otro gemido. Cada parte de mi cuerpo está más sensible de lo normal. Cada toque me proporciona una sacudida que me deja de respiración.
No solo me excita lo que me hace, también es su actitud. La manera paciente en que me enseña cada paso, la forma en que me habla, el modo en que sus ojos se pasean sobre mí, observando cada detalle.
—Ahora sí —da por sentado que lo aprendí. Abandona mis senos y mis manos, para dirigirse otra vez a la parte inferior—. Alguien se mojó demasiado antes de tiempo —dice, notando la extensa humedad que no he podido evitar—. Me gusta —mis mejillas se enrojecen más de lo que están y él se deshace de la prenda interior, dejándome expuesta.
No lo miro. No puedo hacerlo. Aun así, puedo percibir la intensidad en su mirada.
—Veamos qué tan sensible eres —de sorpresa, coloca el dedo pulgar sobre el clítoris y frota en círculos, arriba abajo. Eso no lo esperaba. La sensación electrizante que recibo me embriaga de placer, junto a mis manos que, de manera intuitiva, presionan mis senos, justo como él me enseñó. El placer se incrementa—. Muy sensible.
Me atrevo a encontrar sus ojos; están brillando. Deleitándose con la escena de mi interior completamente expuesto y pidiendo por él. Consciente de que, si sigue moviendo su dedo de aquella manera, me llevará pronto al límite. Sin embargo, deja de hacerlo. Su cálido aliento choca contra mi piel y de repente, presiona su boca justo ahí.
Su lengua se desliza, acariciando mi clítoris endurecido y me pregunto cómo es posible causar tanta satisfacción. Sentir tanto. Mi cuerpo está envuelto en placer y por sí solo, encuentra el ritmo. Él continúa jugando como si fuera un experto, su cara se mantiene siempre cerca, pero de a momentos toma distancia y utiliza los dedos, manipulando mi parte más sensible. Causando maravillas que desconocía.
Mi cuerpo se contrae. Una de mis manos continúa jugando con un pecho, pero llevo la otra hacia abajo y acaricio su cabello, haciéndole saber que me encanta lo que hace. Abatida por la intensidad, tiemblo. Él apaña ese movimiento, fijando sus manos en mis caderas y acabando el trabajo a la perfección con la lengua y los labios.
Los espasmos me invaden, hasta que son explosiones liberadoras de tensión. Tiro la cabeza hacia atrás, todavía mordiéndome el labio inferior para acallar los gemidos, pero formulando una sonrisa de satisfacción.
Eso ha sido como tocar el paraíso con las manos y volver a tierra.
Rendida, apenas soy capaz de respirar. Kellen se ocupa de acomodarme la prenda interior y se recuesta a mi lado, encontrando mi boca en un beso. Luego, se queda mirándome, como si estuviera disfrutando de verme con la respiración acelerada, las mejillas completamente sonrojadas y las piernas que todavía me tiemblan.
—¿Qué? —lo increpo, desviando la mirada hacia otro punto. Ha visto todo de mí, pero me pone desesperadamente nerviosa.
—No te das una idea de lo hermosa que te ves justo así, como estás ahora.
—¿Cómo?
—Agotada y temblando por el orgasmo que te di —responde, difiriendo de cualquier tipo de respuesta que esperaba. Siempre es tan impredecible. Sonrío nuevamente, apretando el labio inferior con los dientes.
Contemplo su perfil, la mandíbula perfectamente marcada, el apenas perceptible rastro de barba y sus ojos claros, que todavía brillan. Y entonces, tengo la desesperada necesidad de hundirme en él. De echarme entre sus brazos y permanecer así, hasta nuevo aviso.
—Me voy a ir al infierno —se refiere a sí mismo, con una expresión victoriosa.
—Y yo me iría contigo.
Lo digo muy en serio. Podría seguirlo a cualquier parte, que nunca me aburriría de él.
✤♡✤♡✤♡✤
KELLEN
Me cruzo a la señora Lawson en la salida principal de la casa. Aparece sosteniendo un par de bolsas cargadas de frutas y verduras. Le pregunto cordialmente si necesita ayuda, pero responde qué no.
Después, me obliga a detenerme para preguntarme si pude arreglar la lavadora. Digo que sí, que lo hice y quedó perfecta.
Si supiera que hice mucho más que arreglar un insignificante electrodoméstico... Probablemente me asesinaría. Sí, creo con firmeza que lo haría.
No soy fácil de asustar, pero esa mujer sí lo hace. Un poco. En su mirada hay algo que definiría como siniestro. No confío ni un poco en la sonrisa falsa y estirada que coloca cada vez que pretende ser amable. En su lugar, diviso sus facciones sombrías, como si estuviera ocultando mucho.
Y sí, la mirada triste que invade a Dara de a ratos, lo dice todo.
✤♡✤♡✤♡✤
—Quédate quieto —le digo a mi hermano, que está boca abajo sobre la camilla de la sala, esperando que termine el tatuaje detrás del hombro derecho.
Desde hace tiempo pretendía tatuarse algo relacionado a lo que le tocó vivir cuando todavía era un adolescente. <<Time heals>>, eligió. El tiempo lo cura. Sí, fueron épocas bastante oscuras. Azael estaba tan triste, que me pregunté si existía alguna manera de transferirme su sufrimiento. Literalmente, me partió el alma.
—Dijiste que no dolería tanto.
—Deja de exagerar. Todos los clientes alagan la mano de Kellen— me defiende Enzo, que, por falta de gente, se pasó las últimas horas pegado al celular. Es evidente que intercambia mensajes con alguien y que eso lo tiene bastante enganchado.
—Tu nueva amiga también la alaga —parece que mi hermano tiene muchas ganas de ser gracioso. O tal vez se debe a que aprovecha cualquier información para sacarme información. Es un verdadero chismoso.
—¿Te sigues viendo con la mojigata? —intercede el otro, quitando por un instante la atención del teléfono.
—No le digas así —gruño, concentrado en los últimos detalles de las letras—. Se llama Dara.
En otro caso, Bambi. Pero solo yo puedo llamarla así.
—Bueno, la virgen Dara. ¿O es que ya le quitaste la virginidad?
Ignoro el comentario por la simple razón de que el tatuaje que estoy a punto de terminar requiere toda la atención. No estropearía la piel de mi hermano, ni la de nadie. Aunque quizá si estropearía el rostro de mi amigo, que no deja de mirarme como si hubiera dicho algo divertido.
A mí no me hace gracia.
El silencio se expande, solo se escucha el leve chirrido de la máquina de tatuar.
—No vuelvas a hablar de ella. De ninguna forma —aclaro, justo después de finalizar el trabajo. Hago la aguja a un lado y me quito los guantes descartables, haciéndolos un bollo para luego arrojarlos al cesto de basura.
Esperando que a Enzo no le ocurre abrir otra vez la boca. Es tanta la tensión que tengo acumulada, que podría explotar en cualquier momento. Él me dejó furioso. Dara me dejó ardiendo.
Intento distraerme y pensar en otra cosa, pero cada vez que cierro los ojos, ella está ahí. Posando sus ojos transparentes en mí. Estremeciéndose en mi boca. Moviendo sus caderas en busca de más. Tocándose a sí misma, mientras se muerde el labio para sosegar sus propios gemidos.
Atesoraré esa escena para siempre.
Todavía trato de deducir como es que logro contenerme. Aunque esta vez fue más difícil: verla desnuda y mojada fue completamente tentador. Tuve el impulso. Deseé quitarme la ropa y entrar en ella, mostrarle que podemos ir aún más lejos, moverme exactamente del modo en que le guste y hacerla gritar mi nombre, rogándome por más. Porque sé que lo haría.
Lo hará.
Es tan perceptiva y sensible, que le encantará sentirme dentro.
Pero sé que tenemos que ir despacio, especialmente por ella que apenas está descubriendo el mundo. Por ende, solo lo haré cuando me diga que está lista. No me arriesgaría a lastimarla, en absoluto.
✤♡✤♡✤♡✤
Tali se presenta en el negocio durante el atardecer. Enzo atina a saludarla, pero ella le responde con un <<yo no saludo a imbéciles>>. Dirijo al chico una sonrisa burlista y luego, la recibo. Por alguna razón, nunca se llevaron bien. Tali es bastante rígida en algunos aspectos: le caes bien o le caes muy mal. Enzo está en la segunda lista.
La pelinegra me saluda con un beso fogoso beso en los labios. Entonces, comprendo de inmediato a qué vino.
Cada tanto, suele visitarme en el negocio y, si estoy libre, tenemos sexo en el sofá que está en la pequeña sala de descanso. Con Tali es sencillo, porque nos conocemos a la perfección. Ella sabe cómo me gusta, yo sé cómo lo prefiere ella. Es una ventaja de tener una pareja fija durante años.
Sin embargo, en esta ocasión es diferente. No puedo dejar de imaginar que es Dara a quien se lo hago. Y ese pequeño detalle, me alborota, llenándome de energía. Lo hago como si llevara toda una vida esperando por esto.
Mierda. La necesito tanto.
—Vaya, como estás hoy— remarca Tali cuando acabamos, impresionada. Mientras tanto, se incorpora, acomodándose el sostén y recuperando la camiseta que quedó en el piso. —Me recuerda a las primeras veces que lo hacíamos— agrega, todavía exaltada.
No respondo. Le doy una sonrisa cómplice y me echo hacia atrás a un extremo del sofá, dando una calada al cigarrillo que acabo de encender. Aún me encuentro sudando y sin camiseta.
—Es por Dara, ¿no? ¿Ya lo hicieron? —curiosea.
No puede ser.
—¿En serio? ¿Tú también con lo mismo?
Primero Azael. Luego Enzo. Ahora Tali. Increíble.
Aunque la chica corre la ventaja de encontrarme más relajado. Después de una sesión de sexo, descargué toda la tensión que mantenía acumulada. Digamos que lo requería con urgencia.
—Maldito desgraciado. Sí que tienes suerte —masculla, dándome un golpe inofensivo en el hombro—. Es hermosa, caliente y adorable. Todo al mismo tiempo —lo peor es que no está equivocada. También la definiría de ese modo. Encaja perfectamente en el perfil. Libero el humo y no me veo en la obligación de emitir palabra, ella sabe que coincido—. ¿Te estás enamorando o algo así?
Me encojo de hombros, fingiendo que el tema no me produce nada, como si me diera igual. En realidad, no es así. Debo reconocer que hay ciertos sentimientos de por medio y no estoy seguro en cómo debería manejarlo.
Sí, Tali y yo estuvimos de acuerdo en una relación abierta, pero no hablamos de enamorarnos de alguien más. Al final del día, siempre acabamos siendo ella y yo, solos.
—Se está por casar.
—Eso te jode, ¿no?
—Es su vida. Si quiere casarse con un imbécil, no puedo impedirlo.
Mis palabras me dejan en evidencia. Pensar en Dara y su casamiento, de pronto me produce un molesto escozor en la boca del estómago.
—Sí, te jode —da por hecho, burlándose de mí. Tali me conoce—. No pienses tanto. Simplemente... Haz lo que se te plazca. Como siempre. Y esto sonará muy trillado, pero disfruta el momento.
—Así como lo haces tú.
—Exacto —sonríe orgullosa de sí misma. Y la verdad, es que sigo creyendo que tengo mucho que aprender de Tali. Nunca es suficiente. Siempre se las ingenia para mostrarme algo nuevo.
✤♡✤♡✤♡✤
Asumo el consejo de Tali y lo sigo. Dejo de pensar en todas las complicaciones que me rodean a y espero lo próximo que venga. Tampoco me contengo, cuando, al ver un conjunto de lencería en la vidriera de una tienda, imagino lo ardiente que se vería en Dara.
No debería gastar dinero de más, pero lo hago. Por suerte, esta semana recaudé un buen monto de dinero con los tatuajes. Puedo darme un gusto de vez en cuando.
Lo compro de manera intuitiva, porque ni siquiera sé su talla.
Solo espero que le guste y acepte usarlo para mí.
DARA
Por la mañana, Tobías llega para almorzar con nosotros. Es su día libre y dijo que quería disfrutarlo conmigo. Por esa simple razón, mamá no me pone mala cara al verme salir de la habitación. Para ella, solo puedo dejar de orar y reflexionar sobre mis pecados porque mi prometido quiere verme.
Siguiendo el castigo, cocina pastas con salsa para los demás y en cambio, a mí me da una ensalada de verduras que ni siquiera tiene sal. Me gustaría que alguien interviniera. Entiendo que mis hermanas también corren riesgos si le llevan la contra, pero Tobías, al menos, podría darse cuenta de lo injusto que es esto para mí. Pero él no dice nada, se concentra en su plato mientras papá le cuenta sobre las cifras que hicieron en la última recaudación benéfica.
Trato de comer, a pesar de que mi madre está observando pendiente de lo que ingiero, hasta que el celular vibra sobre la falda de mis piernas.
En un movimiento rápido, casi imperceptible, bajo la mirada y leo el corto mensaje que figura en pantalla.
Kellen: sube a tu habitación.
✤♡✤♡✤♡✤
NOTA DE AUTORA: ¿Qué creen que pase en el próximo capítulo? las dejo pensando teorías haha <3
¡Gracias por apoyo, los votos y comentarios! Me anima muchísimo saber que están emocionadas con la novela. Espero que terminen la semana de la mejor manera♥♥
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