🅣🅡🅔🅘🅝🅣🅐 🅨 🅢🅔🅘🅢

Cuando Zokar se enteró que GUN había elegido a Ivo en lugar de él, juró que se vengaría de ese doctor. Desde que conoce a Ivo toda su carrera se vio opacada por un auténtico cretino. Trabajó arduamente para lograr tener un espacio en esa organización y financiar sus estudios para erradicar la magia. Claramente no pudo seguir con ello hasta que conoció a Rosselyn, su hija adoptiva.

Nunca tuvo la intención de formar un vínculo cargado de sentimientos con otro ser por lo que cuando conoció a Rossy simplemente la amó como a una auténtica hija. La vio tan abandonada y llena de tristeza que le corrompió el corazón. Ella era repudiada por la mayoría de niños cuando la encontró en una casa hogar para niños abandonados sin razón aparente, él la hizo sentir especial y más cuando descubrió su don.

Aquella tímida niña se volvió en su mayor logro como padre y la amaba tanto que era capaz de entregar la vida por ella... porque siempre se lo demostró.

Unos toques le hacen salir de sus pensamientos y le traen de vuelta a la realidad. Zokar disociaba en cualquier momento del día, aunque era alguien que se preocupaba más por el futuro, en ocasiones su pasado lo atormentaba sin descanso.

—Adelante —dice dejando de lado algunas fotografías que veía mientras pensaba en lo que debía hacer.

Ante él su secretaria le indica que el cazador ha llegado y le espera en donde ordenó. El doctor se incorpora, guarda las fotos bajo llave y se dirige hasta donde lo espera el erizo.

Cuando se enteró de que el cretino de Ivo se volvió padre adoptivo, se sintió extraño. Pues era demasiado intrigante ver como uno de sus colegas y más grande rival, se volvía en un padre y cargaba con un niño a todos lados.

Y pensar que ese niño era...

—Shadow —menciona cuando abre la puerta y mira al cazador de brazos cruzados y esperando por él.

Pidió atenderlo en una pequeña sala de reuniones en donde solo ellos dos podrían hablar.

—Zokar... —le contesta el azabache mientras que gruñe.

Ambos se ven fijamente mostrando su dominio.

—Cazador... ¡Qué agradable es verte de nuevo después de un largo tiempo! Espero que hayas disfrutado el tiempo con tu amado esposo —se burla de él sin descaro.

Shadow no soporta la presencia de ese doctor y es que estaba en contra de toda su carrera y deseos de destrucción.

—Ve directo al grano, no necesito tu falsa amabilidad —le exige cortando de golpe su charla.

Zokar le lanza una mirada cargada de altanería.

—Bien, si así lo quieres —dice sentándose y encendiendo un cigarro para fumar, le ofrece uno a Shadow, pero este simplemente no lo recibe—. Hemos descubierto algo importante, quizás por lo que pelean los lycans. Algunos drones especiales nos ayudaron a dar con el paradero de ciertos archivos que nos podrían apoyar en la solución —le cuenta brevemente.

Shadow lleva una de sus manos hasta su nariz y la tapa, el humo le provoca náuseas y se siente un poco mareado, algo inusual en el debido a que también fuma, pero en esos días se ha sentido tan mal que considera cuando acabe su misión deberá ir con su padre a chequearse.

—¿En dónde? —dice aguantando el mal aroma.

—Cerca del antiguo castillo de los Vampiros Rey, creo que conoces ese sitio de mucha sobra —dice con media sonrisa, saca el cigarro de su boca y suelta el humo.

Shadow abre los ojos impresionados de lo que acaba de escuchar. Ese castillo lo ha visitado infinidad de veces y nunca logro encontrar algo que lo ayudará a registrar el origen del problema de los vampiros contra los lycans.

—Qué extraño que alguien como tú lo haya encontrado tan fácil y yo con tantos años de experiencia y búsqueda no haya encontrado ni una simple pista o acceso —reprocha más que sarcástico.

—Se llama inteligencia cazador... eres bueno con cualquier arma y lucha cuerpo a cuerpo, pero me temo que en inteligencia, es obvio que llevo la ventaja —le ataca sin dejar de mostrarse altanero.

Shadow solamente le dedica una mirada cargada de odio.

—¿Qué es lo que quieres? —le pregunta con casi la certeza de la respuesta que el otro le diría.

Zokar da una calada a su cigarrillo mientras sostiene el humo, en su rostro se puede ver la enorme satisfacción que siente al tener al cazador entre sus manos. Lo suelta causando que todo el ambiente tenga ese aroma.

—Irás a traer la evidencia, unos antiguos estudios guardados en papiros que los vampiros ocultaron hace muchos siglos. GUN está interesada en conocer los conflictos entre los regentes y qué hizo que los lycans asesinaran a sangre fría a los vampiros —le explica sin mayor detalle.

Shadow permanece en silencio mientras ve el molesto humo del cigarro.

—GUN aún tiene planes para que el mundo mortal conviva en paz con el mundo mágico, por ello quieren llegar al fondo de esto. Claramente yo no tengo el conocimiento del bosque, pero tú que naciste y creciste dentro de él, por eso la organización te ha resguardado para que les ayudes en localizar vestigios que permitan su conservación —lo señala—. Es para eso que te han preservado muy bien —le recuerda.

—Sé por qué estoy aquí Zokar, no necesitas recordarlo —le aclara con las enormes ganas de insultarlo, pero sabe que no puede ponerse en el propio juego del villano, debe guardar la calma—. Además... GUN sabe que no puedo entrar al bosque mágico, estoy desterrado —le recuerda— si hago caso omiso, podría desatar una guerra entre los mundos.

Zokar niega con la cabeza.

—Esto es necesario cazador. ¿Acaso no eres tú el que deseaba que todo esto finalizará? Podrías ser el salvador de los lycans —lo incita—. Lo estoy haciendo a tu manera, pero necesito que seas cooperativo en este plan, de lo contrario lo haré bajo mis propios términos y condiciones —lo último lo dijo más como amenaza.

Shadow permanece en silencio, se sentía contra la espada y la pared, debía pensar muy bien lo que estaba haciendo. No quería provocar más muertes innecesarias y menos que eso perjudicará a los lycans buenos.

—¿Cuándo? —afirma creyendo por un momento que de ese modo podría ayudar.

Zokar se muestra encantado de esa simple palabra.

—Tan pronto como puedas entrar y traer lo que te han pedido. No te presionaré.

Shadow sabe que debe aprovechar cualquier ventaja que tenga.

—Mañana, por la noche. Sin acompañantes —finaliza.

Para Zokar, el plan era perfecto.

—Será cómo quieras. Solamente me interesa la información contenida en esos archivos así que debes traerlas cazador, puedes ir a prepararte —le dice apagando el cigarro en el cenicero más cercano que tiene.

Shadow se da media vuelta para irse, pero se detiene debido a un comentario.

—Dale mis saludos a Ivo —menciona Zokar con una sonrisa orgullosa.

Shadow gruñe y vuelve a retomar su camino.

—Ivo... —dice con una sonrisa—, nunca antes había disfrutado tanto en la vida.


"Un pequeño erizo verde se postra sobre una colina, sus manos se elevan hasta el cielo en donde la luna llena se encuentra totalmente brillante, sonríe y puede escuchar como aquella le habla en un idioma que no reconoce..."

Los ojos café que adornaban el rostro de un chico que recién despierta se abrieron lentamente hasta observar que había amanecido nuevamente, Manic pestañea varias veces mientras busca quitarse el sueño que aún le acariciaba el rostro. Con lentitud voltea a su costado y nota a Scourge profundamente dormido; sus manos están entrelazadas mientras que el lobo no siente que su compañero ha despertado.

Aún permanecen en esa cueva en donde Scourge le llevo días atrás. Manic se sintió bastante extrañado y con una sensación curiosa en el pecho, era algo nuevo lo que sentía. Saber que no era capaz de abandonar al lycan me hizo pensar seriamente en todos los problemas que tendrían y es que de cierta manera tenía miedo pero no miedo por él precisamente.

Pudo sentir el calor en la mano del lycan. Scourge estaba realmente en ese mundo, su único compañero era él, solo ellos dos conocían por todas las situaciones que pasaron para llegar hasta ese punto.

Por un momento se preguntó por qué Scourge le guardaba tanto respeto a la luna y hasta la llamaba madre. En algún momento le habló de ella, pero no ha detallado más que solo le contó sobre la historia de las almas y su relación con ella.

Pensó que quizás era como una deidad para él, pero siempre se le vio lleno de esperanza y fe en ella como un hijo hacía una madre. Su mano libre se posicionó sobre la mejilla del lobo y palpó con uno de sus dedos la piel que permanecía tibia.

Scourge se remeció un poco cuando sintió que la mano de Manic le acariciaba, sus ojos soñolientos se abrieron en par y se mostró sorprendido de notar al erizo con la mirada fija en él, pero al parecer estaba demasiado distraído que no notó que había despertado.

—¿Manic? —le llama dirigiendo su mano hasta por debajo del mentón del chico.

Manic se muestra con pánico cuando ve que el chico había despertado.

—¡L-Lo siento! ¡Creo que se me fue el tiempo en estar pensando! —se disculpa alejando su mano y desviando la mirada.

—¿Desde qué hora estás despierto? —le pregunta el otro mientras se despereza—. ¡Qué buen descanso, jamás había dormido tan tranquilo en toda mi vida! —menciona Scourge mientras vuelve a poner su atención en Manic.

—Hace poco, tuve un sueño muy extraño —le explica tratando de recordar.

—¿Una pesadilla? —pregunta Scourge preocupado.

—No exactamente, está vez fue diferente, no sé exactamente qué era —le dice para tratar de calmarlo.

Scourge nota a Manic muy pensativo, se sienta en la cama.

—¿Quieres hablar de ello? —le incita.

Manic lo imita sentándose a su lado.

—¿Scourge quién es Madre Luna en realidad? —me pregunta con mucho cuidado.

El lobo le mira impactado.

—Oh... es la primera vez que me preguntas algo muy distinto de los lycans —le confiesa.

Manic se encoge de hombros.

—Has mencionado tanto sobre ello que me dio curiosidad por saber a qué te refieres exactamente, creo que es más una sensación que tiene que ver con lo que soñé —le dice.

Scourge borra su sonrisa y piensa.

—Madre Luna no es un alguien o una cosa; es una madre a la que le debemos mucho respeto y devoción.

Manic le mira un poco confundido.

—Okay... creo que no estoy entendiendo nada de lo que tratas de decir.

Scourge se avergüenza.

—L-Lo explico de otra forma... —dice el lobo pensando—. Por ejemplo, qué pasa cuando un hombre y una mujer se quieren mucho, ellos deciden que es momento de que ella tenga a sus beb...

Manic coloca las manos sobre la boca del lycan.

—¡Scourge eso no está ayudando en nada! —se queja al entender lo que le iba a decir.

El lobo se quita las manos.

—¡Es lo más cercano que puedo decirte y explicar para que me entiendas! —se queja también de su falta de palabras—. Verás todos nacemos de algún lugar, humanos, criaturas mágicas, perros, gatos, cualquier ser. Madre Luna para cualquier sea la criatura con la que hables te dirá siempre lo mismo, ella es nuestra madre por quién estamos en este mundo.

—Pero por eso dijiste que había clases o esas cosas para darse un nacimiento —le dice recordando sus clases con él.

—Si, pero... no nacemos solamente por una concepción entre dos seres. Cada uno trae un don, una misión, una razón por la cual está en este mundo. Por ejemplo, es por ella que existen los regentes y es por ella que nacieron las estirpes. Y aún más loco, ella es la que creo exclusivamente a los lycans como un perdón a los primeros mortales que existieron. Ella es la dadora de vida mágica la que rige este mundo y vela por cada uno de sus hijos, ella mantiene en orden las estirpes y cada cierto tiempo envía una nueva raza a este mundo para mejorar las relaciones entre sus hijos.

—Es tan extraño hablar de este tema, incluso cuando ya conoces las formas para traer vidas al mundo.

—No es que sea rara, es que los mortales se han enfocado más en rendir tributo a otras deidades que la han dejado en el olvido, claro que ella cuida de sus hijos, pero los mortales no son directamente una descendencia de ella.

—Creo que entiendo... por eso ella ama tanto a los lycans, por eso es su estrecha relación con ella y las noches de luna llena —dice Manic un poco más claro en ese tema.

—Bueno si, aunque te soy sincero, conmigo ya cumplió lo que le pedí —le confiesa sonrojado el lycan.

—¿Y qué fue? —le pregunta Manic intrigado.

Scourge carraspea tontamente.

—Q-Que me guiara y llevará a un sitio seguro, en donde pudiera ser como realmente soy. Y eso me condujo hasta ti —le confiesa sin verlo al rostro.

Manic se sonroja al escuchar eso y siente que su corazón late con fuerza.

—¡Oh entiendo! ¡Ella sí que te ayudo, supongo! —exclama con mucha pena—. ¡Eso es bueno! ¡S-Supongo!

—Si... aún debo esperar para agradecerle por ese favor... —susurra Scourge para sí mismo, luego eleva su mirada para ver a Manic y sonreírle.

Manic se tapa el rostro mientras Scourge le mira de ese modo. No puede evitar sentirse muy feliz con la confesión, pero aún debe respetar que el lycan ya sabe quién es su mate.

—Manic hay algo que quiero hablar contigo desde hace mucho tiempo, pero siempre que lo intento, algo se interpone entre tú y yo... —le pude el lycan poniéndose serio.

Manic vuelve a prestar atención.

—Ahora que estamos aquí, puedes hablar. Nada nos interrumpirá —le dice.

Scourge tiembla, juega con sus propias manos. Había pensado en lo que el mago le dijo y quizás tenía razón, solo existía una manera de proteger a Manic, pero para ello debía hacer todo el cortejo como era debido hasta llegar al punto en donde lo marcaría.

—Y-Yo... bueno verás que es algo muy difícil de explicar y no estoy seguro de cómo lo tomes —comienza Scourge con nervios.

—¿Qué es? —le sigue incitando el chico.

—E-Es que bueno yo... yo quiero decir que tú y yo... —tartamudea el lobo sin ser claro.

Scourge se pone tan nervioso que no puede hablar sin trabarse.

—Quisiera que te quedes a mi lado, después de todo esto... yo no quiero volver a este lugar. Quiero que me dejes quedarme a tu lado —menciona cambiando su confesión de último momento. Aún no está listo para dar ese paso, necesita más confianza.

Manic siente un vacío en el pecho, por un momento sintió que algo muy lindo vendría del lycan, pero no lo forzaría, sería un poco más paciente.

—Claro que te puedes quedar, no tienes por qué pensar que te voy a sacar de mi vida —le afirma más tranquilo.

Scourge lo abraza mientras lo atrae hasta su pecho.

—Te prometo que voy a trabajar y te pagaré tu casa. ¡Qué casa! ¡Te voy a comprar un castillo! —dice con diversión.

Manic le corresponde levemente y dejando que el lycan lo abracé tanto como quiera.

—Que agradable sensación es volver a escuchar al lobo payaso que conocí en la tienda —susurra aspirando el aroma del lycan y cerrando los ojos.

Scourge se sonroja cuando escucha eso y da gracia a todos los dioses porque Manic no lo viera en ese momento.

[…]

Shadow se encontraba fuera de su casa, se sentía un poco mareado al estar sentado y no quería comer. Estaba tan enojado de su última reunión que solo quería acabar rápido con su misión.

—¿Cazador? —le llama su esposo al verlo tan tenso.

Shadow se da cuenta de su actitud y sabe que eso le afecta de igual manera a Sonic. Deja de lado su pesado sentir y trata de pensar en ellos dos nada más.

—No has probado tu cena —le dice Sonic preocupado.

El cazador hace a un lado el plato.

—Sonic, lo siento. No tengo apetito, me siento hostigado y con muchas náuseas —le explica para evitar malos entendidos— no logro sentirme mejor con nada.

El azul se acerca hasta quedar al lado del veteado.

—Seguramente comiste algo que te provocó náuseas. ¿Quieres que te prepare algo más liviano? —le propone.

Shadow niega, en cambio, le pide a Sonic que se acerque más hasta él. Lo abraza entre sus brazos y posa su cabeza sobre la de su esposo. Por un momento quería estar en un lugar en donde solo fueran ellos dos y Sonic no corriera ningún peligro a su lado.

—Shadow qué pasa —le insiste Sonic al verlo mucho más callado de lo normal—. Podemos llamar al doctor y ver qué sucede contigo.

El cazador solamente besa su cabeza.

—Mañana tengo que volver al bosque mágico, precisamente al castillo de los vampiros —le dice de golpe a Sonic.

El azul se suelta de golpe, su rostro se encuentra anonadado ante la noticia. La última vez que Shadow fue al bosque algo muy malo ocurrió.

—P-Pero allí... ¡No Shadow, no debes ir! —Sonic se aferra a su pecho con mucho pánico—. ¡No te pueden ni deben enviar a ese lugar!

Shadow siente el ligero temblor en el cuerpo de su amado, claro que recordaba lo sucedido hace dos años.

—Sonic, el futuro de todas las criaturas depende de mí. Zokar quiere erradicarlas y debo evitarlo a toda costa —prosigue hablando— si para salvarlas requiere que ingrese al bosque, lo haré —afirma serio.

—Pero allí los lycans podrían... —Sonic no puede evitar soltar algunas lágrimas de coraje—. ¡Déjame ir contigo! —le pide aferrándose a él—. Al menos si, algo falla estaré contigo hasta el final... —le pide entre sollozos.

Shadow lo abraza fuertemente, tampoco es que le guste la idea de dejar a Sonic así.

—Quiero que permanezcas aquí, sin importar qué, no debes ir detrás de mí y es una orden que Blue no debe romper pase lo que pase —le menciona tomándole del rostro y limpiando sus ojos.

—Pero eres mi handler, si estás en peligro yo... —Sonic se niega a hacerle caso.

—Exponerte es lo último que deseo —expresa Shadow con el tono de voz entristecido—. Rouge se va a quedar contigo hasta mi regreso, debes estar en calma —le pide.

Sonic no responde, más bien lo vuelve abrazar lleno de dolor.

Parte de su pasado le hostiga y aturde el corazón.

















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