21 ▎Tu reflejo en mí.

La voz de ChanYeol hizo eco en su mente, tan palpable que incluso pudo ser capaz de imaginarlo a su lado, mientras lo abrazaba tiernamente y le daba ese calor tan entrañable que le hacía creer que los problemas no existían.

Pero esa pequeña ilusión se reventó al abrir los ojos, viendo el mismo techo blanco que lo recibía luego de su siesta, todos los días... en el mismo lugar.

Quedó sentado al borde de su camilla, pensando bien lo que iba a hacer. No estaba loco, ChanYeol se había comunicado a través de su lazo, luego de semanas sin haberlo hecho. Ahora estaba más ansioso que nunca, porque tenía la seguridad de que estaba vivo, y que algo le había sucedido.

Miraba a la ventana de su habitación, observando esperanzado el bonito amanecer que se ampliaba frente a sus ojos. Los colores rosados, otros celestes acompañados de un amarillo pálido iban tomando color, cada vez más intensos.

Él iba a venir, y finalmente podrían estar juntos.

Aunque tal vez... no de la forma en que esperaba.

KyungSoo se sobresaltó cuando se oyeron tres toques a su puerta. Sin duda alguna, se trataba de la enfermera Choi. Cuando se volteó en su dirección, su cara preocupada encendió sus alarmas internas.

― ¿Sucedió algo, Minhyun? ― Su tono de voz ahogado delataba su temor, tan asustado por no saber lo que sucedía, que su corazón comenzó a bombear, desenfrenado.

Tuvo un mal presentimiento cuando ella agachó su mirada, tragando con fuerza.

― Tienes una visita, de parte de Oh SeHun.

KyungSoo abrió sus ojos, sin poder creer lo que escuchaba. Su relación con el mayor no era la mejor, pues varias veces habían discutido a causa de su relación con ChanYeol, donde él le recriminaba el daño que le hacía a su mejor amigo, pidiéndole por favor que tomara una decisión y dejara de jugar con sus sentimientos.

Luego de esa breve charla, no cruzaron palabra alguna, hasta este día.

― ¿Te dijo por qué vino? ¿Le sucedió algo a ChanYeol?

Minhyun negó, peinando un par de pelos rebeldes que sobresalían del cabello sedoso de KyungSoo.

― Tiene algo importante que decirte.

En cuanto ella salió, divisó el cuerpo de SeHun entrando a la habitación, cerrando con lentitud la puerta. Llevaba una chaqueta marrón, y una camisa blanca por debajo de ella. Su expresión triste y sus ojos hinchados fueron un baldazo de agua fría.

KyungSoo llevó una de sus manos a su pecho, cerrándola en forma de puño justo por encima de su corazón.

― ¿Qué...?

― ChanYeol está muy malherido, y te necesita. ― El alfa secó con su mano a una lágrima que bajó por su mejilla, casi sollozando ―. Estaba desaparecido hasta hoy, apareció en la entrada de su casa y lo encontró la señora SuRam, su madre.

El mundo de KyungSoo se vino abajo.

― No... esto no puede estar pasando. ― Su omega gimió, herido por la noticia, llorando al poder sentir dejos del gran dolor de su alfa. Al estar tan débil se dificultaba su conexión, pero poco a poco podía sentirlo ―. ¿P-Pero él... él va a vivir, cierto?

― Aún no lo sabemos, KyungSoo. Por eso vine a verte, él no ha dejado de murmurar tu nombre, tienes que estar a su lado. Eres el único que puede ayudarlo a sentirse mejor.

Por más que el miedo estuviera carcomiendo su razón, ya no había lugar para las dudas, porque una decisión rápida debía tomar. Pronto la puerta volvió a abrirse, dejando ver la beta que traía entre sus manos una silla de ruedas plegada.

Lanzando una mirada segura hacia Minhyun, ambos sabían que el plan para escapar del hospital estaba en marcha.

Según la información que ella fue recolectando de sus demás colegas, en menos de un día iban a provocar que KyungSoo tuviera un gran ataque luego de una visita desagradable, haciéndolo pasar por una persona inestable y potencialmente peligrosa para el resto de los pacientes. En otras palabras, querían internarlo en un hospital psiquiátrico y crear una actuación donde él fuera el perjudicado. Esto bajo la orden de Do Yoongeum, claro, que debía desviar la atención del gigantesco problema que había provocado HaeYoon, el único hijo de su mayor inversionista. ¿Qué mejor que culpar a tu hijo no deseado para terminar de despegarlo de tu vida?

Entonces, el plan que habían ideado era el siguiente: creando una distracción lo suficientemente grande para despistar a lo guardias, iban a escapar de la habitación haciéndose pasar por un paciente en sillas de ruedas y su enfermera quienes pretenden salir al patio a tomar aire fresco. Mientras tanto, Hyungwon estaría manipulando las grabaciones de las cámaras de seguridad para que no quedara alguna prueba de su fuga.

Rezaba por que todo saliera bien.

Mordiendo su labio inferior por la ansiedad, tomó las manos de SeHun entre las suyas, mirándolo con ojos suplicantes.

― SeHun, necesitamos tu ayuda. Yo no voy a poder salir de éste hospital por más que esté apto para mi alta médica, así que sí no lo hacemos ahora, nunca voy a ver de nuevo a ChanYeol, ni a ninguno de ustedes.

― ¿Sucede algo?

― La historia es muy larga para contártela ahora. Dime, ¿vas a ayudarnos o no?

El alfa se notaba confundido por sus palabras, pero terminó asintiendo con la cabeza.

― Cuéntame sobre su plan.

KyungSoo suspiró, aliviado por su positiva actitud. Aunque no se esperaba que aceptara tan rápidamente, sabía que no era un idiota y que la situación era demasiada complicada como para perder más el tiempo.

― Tienes que salir de aquí y armar un escándalo que llame la atención de los guardias que custodian el pasillo, del resto nos ocupamos MinHyun y yo. Sé que podrás con eso.

SeHun sonrió, orgulloso.

― Soy perfecto para armar discusiones a donde quiera que vaya, no te preocupes.

Cuando el alfa abandonó el lugar, ambos miraron hacia la cámara en la parte superior del cuarto, donde vieron titilar la luz roja, un claro mensaje del novio de la beta.

― Creo que esa fue su señal. ― Habló Minhyun con un tono enamorado, mandando un beso volador a la cámara. Luego ya con una actitud más seria, desplegó por completo la silla de ruedas que había traído momentos antes, dándole el espacio a KyungSoo para que tomara asiento y así empezar a vendar su rostro ―. Ese bonito rostro tuyo va a tener que camuflarse por un tiempo, aguanta lo más que puedas, KyungSoo.

Dando un asentimiento de cabeza, ya sus nervios se habían dispersados. Cualquier error podría costarle muy caro, y no sólo él estaba metido en eso, sino también personas que estaban jugándose el pellejo con tal de liberarlo. No podía flaquear ni pensar en cosas estúpidas, porque sobre sus hombros cargaba una gran responsabilidad.

― Cuando todo esto termine, voy a recompensarte con todo lo que tengo.

Minhyun rio, terminando de vendar su boca y cuello, haciendo un hueco bajo sus fosas nasales para que pudiera respirar.

― Dímelo luego de que salgamos vivos...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top