09 ▎Trato de por vida.
ㅡ Eso sería todo por ahora, KyungSoo. Gracias por tu colaboración.
Dio un asentimiento ante las palabras del director Bang, sonriendo como un muñequito de porcelana; sin imperfecciones y siempre feliz, aunque por dentro estuviera totalmente hueco.
ㅡ No dude en llamarme si necesita algo más director, sabe que puede contar conmigo.
El alfa mayor rió, acomodando sus anteojos, para verlo con una gran sonrisa.
ㅡ Vamos KyungSoo, pronto te casarás con mi hijo. No debes tener tantas formalidades conmigo.
Su cuello comenzó a picar, y la ansiedad carcomerlo por sus dichos.
ㅡ Claro... Ya debo retirarme, hasta luego señor Bang.
Al salir finalmente de la oficina en la que había sido follado la anterior noche por un alfa que sin duda alguna no era HaeYoon, aún se preguntaba como había tenido la fuerza mental y física para entrar a esa habitación, y además dar la cara frente a su futuro suegro.
Caminando rápidamente por los pasillos buscando una calma que no poseía, miraba en todas las direcciones sin encontrar a su salvador.
ChanYeol no estaba allí para calmarlo como siempre hacía.
Y era irónico, aparentaba odiarlo y estar fastidiado de su presencia, pero la realidad demostraba que lo necesitaba más que el respirar.
ㅡ Hey, KyungSoo. ¿Estás bien?
Miró con ojos llorosos a su mejor amigo, BaekHyun, que al aparecer repentinamente en su campo de visión, sintió un peso de sus hombros ser quitado.
Sonrió, siendo falso una vez más.
ㅡ Claro, ¿p-por qué preguntas?
ㅡ Vamos Soo, conmigo no debes aparentar. Soy tu amigo.
Su resplandeciente sonrisa tambaleó, y terminó por caer al ser llevado hasta uno de los salones vacíos del bachiller. No pudo soportar un segundo más, antes de derribarse en los brazos del beta.
Todos sus miedos salieron a flote, sin restricciones que contuvieran ese caudal putrefacto que contaminaba su felicidad.
Pasaron minutos hasta que pudo tranquilizarse, siendo contenido por la calidez que emanaba el cuerpo de BaekHyun.
Pero necesitaba algo más.
O tal vez la respuesta era alguien.
ㅡ D-Disculpa Baek... empapé todo tu uniforme.
ㅡ Eso es lo que menos me importa Soo, ¿quieres contarme qué pasó?
Enmudeció, apartando la vista.
No sabría explicar la tormenta que se desataba en su interior, tan catastrófica que le impedía decir palabra alguna, tan hiriente que le cortaba la respiración.
Deseaba poder ser sincero por una vez en su vida, pero todas sus mentiras que construyeron su vida caerían al igual que él, y con eso todo lo que conocía.
¿Cómo poder encapsular todos los problemas que orbitaban su vida?
ㅡ Es sobre el tema del casamiento con HaeYoon...
BaekHyun no tuvo que decir nada más para entenderlo, haciendo una mueca sorpresiva, y callando nuevamente.
ㅡ ¿Sigue insistiendo?
ㅡ Ya de lo dijo a su padre, y ni siquiera me ha avisado.
ㅡ ¡Es un maldito hijo de...!
ㅡ Shh, tranquilo. También lo odio, pero no puedo hacer nada, me tiene atado de pies a cabeza.
ㅡ ¡Pero no puede obligarte! Se lo dejaste en claro en la anterior cena. ¿No me habías dicho que dijo que aceptaba tus condiciones?
KyungSoo suspiró, tomando asiento sobre una de las mesas.
ㅡ Resulta ser que mi opinión le importa tanto como a las personas cuidar el medio ambiente.
Su amigo lo abrazó una vez más, descansando su cabeza en su hombro.
ㅡ ¿Ahora qué harás?
Por primera vez en su vida, KyungSoo se sentía completamente perdido.
ㅡ No lo sé...
Tal vez se debía a falta de una persona, que era la única que lo mantenía cuerdo.
Su teléfono vibró, y observó el nuevo mensaje en la pantalla.
HaeYoon.
"¿Dónde estás, Soosie? Estoy afuera de tu bachillerato."
Su día no podía ser peor.
ChanYeol secó las gruesas gotas de sudor que cubrían la extensión de su piel con su toalla, respirando irregularmente. Su pecho subía y bajaba con rapidez, pero aún no se sentía agotado.
Necesitaba más, algo que calara hondo en sus huesos y le hiciera despertar.
Necesitaba un cigarrillo.
ㅡ Amigo, creo que deberías parar. Has estado practicando desde la mañana.
Haciendo caso omiso a las palabras de SeHun, volvió a encestar, probando hacer fintas antes de llegar a la canasta.
ㅡ Debemos mejorar antes de llegar a las regionales, ¿no crees?
Una gran excusa que su mejor amigo no se creyó, interponiéndose en su camino y arrebatándole el balón en un abrir y cerrar de ojos. Ahí se veía uno de los mejores jugadores de Las Águilas.
ㅡ Está bien que quieras guardarte tus cosas, no voy a insistirte. Pero ésta locura no voy a tragármela, así que ve a ducharte y vayamos a lo de mi abuela. Preparó una buena cena para los dos chicos estrellas del equipo.
ChanYeol rió, rindiéndose ante las palabras de su amigo. Era increíble su capacidad para sacarlo de sus peores momentos y brindarle un hombro en el cual apoyarse.
ㅡ Gracias. En serio.
ㅡ No tienes que agradecer nada, amigo. Sabes que puedes contar conmigo.
Y sabía que no mentía, no cuando siempre había estado en las buenas, y aguantado durante las malas.
Su amistad era inquebrantable.
ㅡ ¿Dices que deba buscarlo?
SeHun cargó su mochila en su hombro.
ㅡ Haz lo que sientas, Yeol.
Sólo bastó esa confirmación para saber que no estaba equivocado al salir a buscar a su omega. Vivir sin él nunca sería una opción que estuviera dispuesto a tomar.
Lucharía hasta su último aliento para ser feliz a su lado, por más que debiera pelearse con el mundo entero.
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