05 ▎Convicciones.
Las estrellas brillaban más que nunca aquella noche, cautivándolo por completo. ChanYeol esbozó una media sonrisa, respirando profundamente.
Tal vez en alguna de ellas se encontrara su padre.
ㅡ ¿Vas a darme fuerzas ésta noche, viejito? ㅡ Trató de sonreír, aunque en el proceso se quebrara un poco. Pero ya nada le importaba, había decidido que suplantaría el dolor por los recuerdos felices que guardaba a su lado ㅡ. Mientras estés a mi lado, nadie va a ser mejor que yo en la cancha.
La luna brillante en lo más alto del cielo, parecía abrazarlo como hacía su madre antes de que saliera a jugar. Siempre sentía su compañía en sus momentos más difíciles, aquellos donde su seguridad se resquebrajaba y el nudo en su garganta impedía que respirara con normalidad.
ㅡ Esta insistencia la saqué de ti, así que te harás responsable, ¿no, SangYeon?
La brisa fría recorría su cuello, pero era insensible a él, porque una protección ancestral lo bendecía en aquellos momentos. Cerrando sus ojos por breves minutos, deseó desde el fonde de su corazón que las cosas salieran bien en el partido que tendría en esa misma noche.
ㅡ ¿ChanYeol, ya estás listo?
Su amigo Oh SeHun cabeceó desde el interior de su casa, un alfa con un usual rostro neutro y mirada desinteresada, siendo cubierto por un fino abrigo, ya que era un amante de los climas invernales. Se acercó a pasos lentos hasta donde estaba el pelirrojo, sentándose a su lado.
ㅡ Creo que necesito un cigarrillo.
El pelinegro hizo una mueca asqueada, golpeando su hombro sin medir fuerza.
ㅡ Hermano, deja de joder con esa mierda.
ㅡ ¿Qué quieres que haga? Es lo que mi cuerpo pide.
ㅡ Lo que tu cuerpo pide es una buena follada. Capaz con eso se te pase. ㅡ Dio un trago a su bebida, un té de burbujas, y lo que para él era su cábala esencial antes de jugar todos sus partidos. Capaz por eso nunca erraba ninguna canasta desde cualquier punto de la cancha ㅡ. ¿Por qué no llamas a SeulGi? Estará encantada de que le envíes un mensaje después de lo que pasó el sábado.
ChanYeol negó con la cabeza, sonriendo.
ㅡ Sólo fueron un par de besos que ella se auto-dio cuando estaba casi inconsciente en el piso. Además, ya tengo a alguien más en mente.
ㅡ Mmm, entonces alguien anda diciendo estupideces. ㅡ SeHun mordisqueó el sorbete de su vaso, sonriéndole cómplice ㅡ. ¿Quién es? ¿La o lo conozco?
ㅡ Si tienes el culo tan lleno de preguntas, deja que llamo a JunMyeon para que te lo calme un poco.
ㅡ Eres una mierda. Lo sabes, ¿no?
El pelirrojo se recostó sobre el pasto, riendo sin contenerse. Desde que se había enterado que le habían roto el culo a su mejor amigo, sólo por "experimentar" lo que sentían los omegas, no dejaba pasar ninguna oportunidad para burlarse de su oscuro pasado.
ㅡ Claro que lo sé. ㅡ ChanYeol cerró sus ojos, aspirando el frío aire que quemaba en sus pulmones. Su cabeza palpitaba, la presión era tanta que hasta sus ojos parecían estallar. Esa ansiedad por fumar seguía allí ㅡ. ¿No estás nervioso?
SeHun miró a un lado de él, viendo el corpulento cuerpo de su amigo descansar sobre las hierbas del patio trasero de su casa.
ㅡ Más que lanzar sobre la bocina. ㅡ Dio un último trago a su té, succionando cada gota sobrante ㅡ. Pero si empiezo a sobrepensar cosas innecesarias, terminaría por no hacer nada. ¿Entiendes? No te comas la cabeza, tontín.
ChanYeol asintió, mirando la hora de su celular, marcaban las 21:09 p.m y más o menos calculó que ya deberían ir yendo al predio, para tener tiempo de cambiarse y calentar. Pero algo más llamó su atención, y fue el único mensajes de voz que vio entre todos los mensajes de su bandeja de entrada.
KyungSoo no era de manderle mensajes, menos a esa hora.
"ㅡ ¿Así que te encanta follar con SeulGi, tanto cómo para decirle que es la primera con la que no has fingido?"
Sus manos y labios realmente necesitaron un pitillo para calmar el volcán de ansiedad que estalló en la boca de su estómago.
Había sido un completo idiota e iluso, creyendo en las palabras de un alfa mujeriego.
Su instinto le había dicho que no bajara la guardia, que mantuviera una sana distancia para así cuidar su corazón. ¿Pero qué había hecho? Exactamente todo lo contrario, en cada jodido aspecto que fuera posible.
Las risas de aquellas omegas lo persiguieron como una pesadilla viviente durante todo su trayecto al baño, terminando por encerrarse en uno de los cubículos y rompiera a llorar como si fuera un bebé llorón. Sin contenerse en absoluto, liberando en aquel llanto todo lo que sentía.
ㅡ ¡Te digo la verdad amiga! ChanYeol y yo cogimos como fieras en la fiesta de Jackson, ¡y cuando estaba acabando, me lo confesó!
Ojalá nunca hubiera escuchado su conversación en secreto.
Pateó con fuerza la puerta, golpeando desenfrenado las paredes que lo rodeaban. Deseaba desde el fondo de su pecho tener enfrente a la descerebrada de SeulGi y ahorcarla con sus propias manos, y escucharla gritar hasta que sus cuerdas vocales se rompieran.
¿Por qué se sentía tan loco de pensar en que había cogido con otra, si supuestamente no había nada entre ellos?
Sexo sin ataduras, ¿de eso se trataba su relación?
No se reconocía así mismo, no cuando su pecho subía y bajaba por su respiración errática, y su corazón dolía como nunca antes había sentido. Agradecía estar prácticamente solo en el instituto, ya que todos estaban en el gimnasio esperando ansiosos que comenzara el gran partido de la noche, y que nadie pudiera presenciar su humillación.
Nunca antes se había sentido tan usado como en esos momentos, siendo la primera vez que alguien lo tenía llorando de manera tan desquiciada como lo hacía.
Aparentemente, sólo ChanYeol tenía ese poder sobre él. Y se sentía tan mal, con grandes náuseas que impedían que otro sollozo brotara de sus labios. Tenía tanta ira contenida, que si lo llegaba a ver le arrancaría los ojos sin pensarlo.
ㅡ ¿P-Piensas que sólo soy la puta de repuesto? ㅡ Su voz rota pareció ahogarlo con cada palabra dicha. De sólo pensarlo se sentía morir de forma dolorosa, pero luego de un momento, dejó de sentir esas fuertes punzadas a su corazón ㅡ. Estás tan equivocado, Park ChanYeol...
Vio por última vez la pantalla de su celular que brillaba sin cesar, mostrando la notificación de "63 llamadas perdidas de ChanYeol", antes de salir del cubículo en el que se había refugiado en ese corto tiempo.
Sin lágrimas que cayeran continuamente por sus ojos, sólo una sonrisa endemoniada adornando sus labios.
gracias por leer! capítulo dedicado a uraweSOOme
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