XCVI


Frente a él se encontraba colgado de manera impecable su traje de novio, claro que fue elegido bajo la aprobación de Corea del Norte, pero no le importo, solo se movía de manera automática, pero tenerlo frente a él, a solo horas de tener que usarlo cambiaba las cosas. Intentaba tocarlo, pero como si esta prenda se estuviera incendiando le hacia el quite, sus manos comenzaron a temblar, era una sensación aterradora, todo el peso de la situación cayo sobre el, era tan pesada la carga que lo estaba sofocando, aplastándolo cada vez más. Había conseguido mantener la calma dentro de todo lo posible, que se estaba resignando a lo que sería su nueva vida, pero no era así, era aún peor. Retrocedió algunos pasos alejándose del traje. 

Cayo de rodillas, apoyo las manos en el piso, la bilis le subía hasta la garganta provocándole arcadas y querer vomitar. Su pecho volvía a doler como la noche anterior.

-N-no... no puedo hacerlo-comenzó a hiperventilar, temblaba de manera involuntaria -¿c-como deje que todo se fuera a la mierda?- apoye la frente en el piso, me abrazaba a mi mismo en un muy patético intento de reconfortarme, pero era inútil, la angustia y el constante terror se apoderaba más de mí, solo pensaba que iba a morir que quería morir y acabar con la agonía.

-Soy todo un desastre... debo hacerlo, debo hacerlo por ellas, son más importantes... mierda-

Su llanto era desgarrador y no tenía a nadie quien le ofreciera consuelo, estaba cayendo en un profundo pozo, todo lo que fue alguna vez ya no existía, un claro final para quien le terminaron por arrebatar lo que más amaba.

-Chanchito no te rindas-

Alzo su vista asustado, frente a él se encontraba agachado el chileno observándolo con preocupación -¡Chile! ¡¿Qué haces aquí?!-

-Rusia por favor ya no llores, todo estará bien-

-No, no lo está- apoyo las manos en el piso, no sabía si era realmente el u otra ilusión -mi Rusia no se da por vencido ¿dónde quedo el catete que siempre me anda pidiendo besitos? ¿O el rusky que le saco la chucha a su amigo por mí? -

-... Ya no existe, murió cuando te fallo-

-Mmm ¿porque te haces esto? -

-No tengo opción y es lo que merezco-

-No creo... y siempre hay una opción, tú me enseñaste eso chanchito-

-... Pero no para mí... pero, aunque muera por dentro lo hare una y mil veces si así consigo que nuestras hijas estén a salvo-

-Pero ni yo o ellas te lo hemos pedido-

-Lo sé y seguro te molestarías- soltó una pequeña risa, se acomodó de tal manera de quedar sentado en posición india, era una sensación tranquilizadora -prometí cuidarlas y lo hare-

-¿Aunque tu estés sufriendo tanto?-

-Si... si sé que están bien, no importa dar la vida-

-Copión, pero yo no quiero que te rindas- ahora lagrimas corrían del rostro del chileno, por instinto Rusia reacciono -por favor pelea... pelea mi amor- cuando lo iba a tocar desapareció, miraba su mano apenado -no era real... pero se sentía como si lo fuera- cerro su mano en un puño, la angustia se había esfumado pero la voz del chileno rondaba en su cabeza, podía ser cruel el juego de su mente, pero misteriosamente para Rusia había sido de ayuda para volver a la calma.

≪•◦ ❈ ◦•≫

-Chile esta será tu habitación-

-Gracias- entraban con las menores dejándolas en la cama y rodeándola con las almohadas -¿porque la pieza grande? Con una chica quedo bien-

-Porque si todo sale bien tendrás que compartir habitación con Rusia-

-Chicos...-

-No lo malinterpretes, es porque seguramente el va a querer estar con sus hijas-

-Además ahí hay un sofá cama- Chile respiro más aliviado, asintió con la cabeza y volvió a prestarle atención a las menores -¿Cuánto falta para la boda?-

-Aún quedan 4 horas- se comenzó a morder la uña, estaba muy preocupado, en esas horas podían pasar muchas cosas -¿Moscú ya llego?-

-Está en camino-

- ¿Decidiste cómo actuar? -

-Si, pero cuando llegue Moscú les cuento... ¿me dejan un ratito solo? porfa-

-Claro- comenzaron a retirarse. Ucrania se mantenía de pie observando al chileno quien miraba a la nada mientras movía su pie contra el piso -oye Chile-

-¿Mhm?-

-Mis guardias estarán en todo momento con ellas y nosotros también y claro contigo-

-No se preocupen por mí, ellas son más importantes- se giro a verlas, acariciaba sus cabecitas por sobre los gorritos -Chile, los cuatro son importantes para nosotros- se marcho para darle tiempo al latino. Chile se recostó al lado de sus hijas y por unos minutos intento descansar y luego iría con todos, tenía claro como haría las cosas y estaba decidido hacerlo a su manera, aunque los demás estuvieran en desacuerdo -mis niñas.... Les prometo que tendrán de nuevo a su papito y cuando eso pase tendrán que darle mucho amor que el necesitara todo su cariño-

Termino cediendo al cansancio quedándose dormido, su cola rodeaba a las menores, así sentiría si se movían y también las ayudaba a ellas a dormir de mejor manera al sentir el contacto de su madre.

Abrió los ojos asustado al escuchar un ruido, se sentó de golpe en la cama provocándole un mareo, miro a su lado y se trataba de sus hijas quienes lloraban -perdón, perdón guaguas, seguro están con hambrecita, donde quedaron las weas- buscaba las pertenencias con la mirada divisándola al otro lado de la habitación -de cagaos no lo dejaron en la China- las tomo en brazos y se apresuro a ir por el bolso donde llevaba las cosas para alimentarlas. Las tomo con su cola y se dirigió a la cocina.

Al caminar por el lugar noto que estaba todo en silencio, el lugar no era grande como para no escucharlos, tampoco se había topado con alguno o si quiera le habían arrebatado a una de sus hijas. En la sala diviso el coche por lo que las puso ahí y fue a la cocina.

Ahí se detuvo de pronto, había alguien más, Chile meneaba la cola y una leve sonrisa se formó en sus labios -¡Rusia!- no sabía cómo y cuando es que había llegado pero estaba feliz y aliviado pero el contrario se giró provocando decepción en el de cola -lo siento Chile, soy Moscú-

-A chucha perdón me confundí es que de espalda se parecen y creo que aun ando medio dormido jeje- paso por el lado de el evitando la mirada del contrario -descuida, ellas deben ser Alisa y Sayen- miro de reojo el coche, Chile volteo a verlas y luego a la ciudad -si queri puedes tomarlas, me ayudaría mientras hago las leches-volvió a su labor, Moscú dejo el vaso que traía a un lado y se acerco a ellas tomando primero a Sayen -Santiago no sabe tomar fotografías, son más hermosas-

-¿Santi te manda fotos de sus hermanas?-

-Todo el tiempo, esta embobado con ellas y ahora entiendo por qué- Chile solo rio, seguía preparando mientras escuchaba a Moscú decirle cosas en su idioma -¿y los demás?-

-Están afuera discutiendo, Bielorrusia fue por usted y como dormía prefirieron salir... no son discretos-

-Jajaj si son distintos, mis hermanos con gusto y satisfacción me despiertan -volteo a verlo una vez que estaba listo, Moscú había dejado a la menor de regreso al coche por lo que Chile le entrego los biberones y el tomo el coche -acompáñanos afuera, tengo que hablar con todos, así aprovechas convivir con ellas, también son tus hermanitas jeje-

Salieron hacia un pequeño jardín trasero y tal como Moscú le había dicho, todos se encontraban discutiendo y unos parecían más molestos que otros.

-Eh... ¿es mal momento? - algunos alcanzaron a escuchar al chileno, se callaron e hicieron señas a otros para que hicieran lo mismo.

-¿Todo bien? ¿porque se callan? Si quieren me voy tranquilos que no me enojo-

-Descuida, no es necesario-

-Es más, discutíamos sobre ti-

-¿De mí?- algo sorprendido miro al grupo de naciones mientras le entregaba Alisa a Moscú y él tomaba a Sayen para poder alimentarlas -sí, discutíamos quien iba a despertarte-

-Chaaa ni que les fuera a pegar-

-No despertabas y la boda es en un ahora-

-¡CTM! ¡perdón! chucha tengo que apurarme entonces- aunque decía eso no podía apresurar a las menores, pero se notaba en sus movimientos, no pensaba que hubiese pasado tanto tiempo.

-Chile tranquilo, aún tenemos tiempo pero debemos saber que decidiste hacer-

-Así es, no podemos solo ir e improvisar-

-Solo dime que planeas darle una paliza a Corea del Norte, por favor-

-No me metan cizaña que prendo con agua- los demás no comprendieron salvo del alemán -quise decir que no me provoquen más, que estar enojado es decir poco-

-Entonces ¿haremos el plan inicial? -

-Mm algo así, créanme que lo pensé mucho hasta que ya me decidí y les guste o no, lo hare a mi manera y no voy a cambiar de idea ¿de acuerdo?-

Con algo de duda aceptaron, no estaban en condiciones de discutir por los planes, menos cuando el tiempo comenzaba a jugar en contra -ya, pongan atención porque no lo diré dos veces, esto se hará-

Durante la explicación del chileno las expresiones de dudas y aprensiones aparecían en aquel grupo, en ocasiones mas de alguno intento rebatir, pero Chile ni les daba la oportunidad de hablar.

Una vez termino todo quedo en silencio, el chileno parecía decidido, pero a ellos no les daba confianza.

-¿Seguro quieres hacerlo así?-

-Claro, ya les dije que lo hare-

-Pero...-

-Es una estupidez, literalmente te estas ofreciendo en sacrificio-

-No te pregunte Alemania- apretaba los dientes, lo que menos necesitaba era que él se siguiera entrometiendo -ya sé que no, pero también estoy involucrado y se cómo eres-

-Pff si como no- rodo los ojos y rio con sarcasmo, una de las hermanas del ruso al ver la situación le pidió a la menor y este se la entrego sin problema.

-Si, no sabes que puede hacerte o de lo que es capaz-

-Seguro que esta igual de loca que tu pololito... mira, porque no mejor te vai a verlo y yo me ocupo de Rusia-

-¡Es mi amigo y ya dije que no es más mi novio y tu eres un maldito terco!-

-¡Al menos soy un terco y no un puto como vo, ni un cobarde de mierda!-

-¡Por la mierda Chile! ¡solo intento protegerte! -

-¡No te necesito! ¡me se cuidar solito y prefiero apoyarme en los hermanos de Ru que lugar de vo! Quien me apuñalo por la espalda-

-¡Hazlo no importa! ¡pero yo te ayudare de todas formas! -

-¡Que webiai oh! pa' que insistes tanto weon-

-¡Porque si te pasa algo Rusia quedara devastado y yo también! -

Todos miraban a los dos discutir, Chile se sorprendió por lo último que dijo, pero no le quiso dar importancia, ya no lo era para el. Moscú y Estonia se ocupaban de las menores que se habían asustado por los gritos -¿que no entiendes? si Rusia intenta acabar con su vida es porque no estás tu-

-No lo sabes-

-¡Claro que sí!, él era un maldito desgraciado cuando te marchaste, luego al verte al borde de la muerte... Chile él te necesita si, pero no por eso arriesgaras tu vida, piensa en tus hijas- se acercó hasta él, pero Chile retrocedió unos pasos, se sentía abrumado, era la razón por la que quería evitar discutir su opción, porque si se detenía a pensarlo de nuevo se arrepentiría- ¡es por ellas que lo hago! ¡Por Rusia! me siento responsable de esto, debí haber estado ahí, no debí discutir con él por esa estúpida reunión, debí quedarme... por eso yo debo ayudarlo... tengo que disculparme... decirle que podrá ver cuando quiera Alisa y Sayen, que no las alejare de él, que es buen papá y que fue el mejor pololo- comenzó a llorar de manera desgarradora, se abalanzo sobre el alemán quien lo atrapo y rodeo con sus brazos mientras recibía golpes en su pecho aunque no dolían, no quería hacerlo llorar ni se sintiera peor de lo que ya se encontraba pero si alguien lo conocía bien era Alemania y sabia perfectamente de lo que era capaz de hacer -perdón Chile, creo que solo se hacerte llorar-

-Necesito verlo-

-Lo veras-

-Quiero disculparme, no que me perdone porque no lo merezco-

-Jaja ese imbécil seguro te perdona todo, solo piensa en ti-

-No le digas así-

-No puedo evitarlo, es mi amigo, pero aun así le tengo celos- separo al latino, le ayudo a secar sus lágrimas, con cuidado movió su parche para evitar se humedeciera -tuvo que ganarte para darme cuenta de lo que me perdí, de lo feliz que pude haber sido contigo, de cuánto te lastime, pero estimo a ese imbécil y sé que tu puedes hacerlo feliz como el te hace feliz a ti... Chile, todos aquí estamos para ayudar, también queremos proteger a Rusia y a ustedes-

-E-Está bien, p-pero enserio necesito tratar yo con ella-

-Solo si nos prometes darle su merecido y que tendrás cuidado- el latino soltó una carcajada por el comentario de Ucrania, se aparto por completo del alemán, volvió a ponerse el parche y secar su rostro con la manga de su polerón -es lo que pretendo-

-Chile ¿lo dices en serio? -

-Nunca he hablado mas enserio, ella se metió en mi vida así que ahora se aguantara nomas-

-Este definitivamente debe ser nuestro cuñado-

-Si bueno, debemos darnos prisa, vamos a alistarnos y en el camino arreglaremos algunos detalles- los demás asintieron y se apresuraron a ingresar a la casa. Chile tomo a sus hijas, primero las arreglaría a ellas y al final así mismo.

Intentaba darse prisa, pero era difícil bañar a dos bebes, no pida pedir ayuda ya que los demás se estaban arreglando -Sayen ¡deja las patas quietas amor!... ¡Alisa no! -

Una vez conseguido las cubrió con sus respectivas toallas, las acostó sobre la cama, las seco y se apresuro a ponerles sus pañales y vestirla para evitar se enfermarán.

Estaba sudando, quedo con la ropa mojada, pero estaba feliz viendo a sus hijas con los trajes que les regalaron- parecen muñequitas... unas fotitos rápidas- saco su teléfono y le saco varias fotografías, luego las enviaría a toda su familia. Se acerco a ellas y comenzó a darles muchos besos, sin duda esas pequeñas podían mejorar el humor del chileno.

-Chile ¿estas listo? - En la puerta estaban Georgia y Letonia, ambos estaban arreglados -eh... casi-

-Ve a bañarte, nosotros llevaremos a las niñas-

-Gracias- tomo su toalla y corrió al baño, las dos naciones no resistieron de ver a sus sobrinas así por lo que le tomaron más fotos y luego las llevaron con las demás.

-¡Son realmente hermosas!-

-Te dije que esos vestidos eran mejor-

-Aww esperen que le saco una foto- como todos estaban derramando toda la atención en ellas, pero Ucrania se les acerco arruinar algunas fotos al interponerse -¡¿qué haces?! ¡quítate arruinas las fotos con tu fealdad! -

-Esperen un momento... y soy más guapo que tu Uzbekistán- tomo las faldas de los vestidos y entre las capas puso un pequeño objeto, reviso que no podía caer por lo que luego hizo lo mismo con el vestido de la otra menor -¿qué es eso?-

-Son GPS-

-¿GPS? ¿para qué? -

-Es en caso de que las cosas se compliquen-

-Ucra vamos a cuidarlas, también tus guardias-

-Lo sé es solo precaución-

-Saben estoy nerviosa-

-Todos, será todo un desastre-

-Espero ver la cara de esa bruja cuando Rusia la deje sola en el altar jaja-

-Por cierto ¿han hablado con Corea del Sur? -

-Yo lo llame, pero no contesto-

-¿Quién no contesto?- se giraron y en la entrada estaba el chileno, no pudieron evitar sorprenderse por el drástico cambio en el, incluso se había arreglado el cabello, uno en especifico se sonrojo pero evito decir palabra alguna.

-Wow sí que cambias ¿porque no te vistes así más a menudo? -

-Un masoquista nomas aguanta estas weas todo el tiempo- se tiraba el cuello de la camisa, era un gran sacrificio el que hacia usando esa ropa incomoda- es cierto, bien estamos listos vamos-

Todos se dirigieron a la salida, pero antes que se fuera Chile detuvo a Moscú -entrégale esto porfa- deposito un papel doblado en la mano del contrario.

-¿Estás seguro de esto?-

-¿La verdad? no, pero es lo correcto y cuando le pases el papel también quiero que le digas algo, porque seguro no va a creer que va de mi parte-

-¿Porque lo crees?-

-Porque fui cruel y le dije que no quería verlo más en mi vida-

-De acuerdo, ¿qué quieres que le diga? -

Sonrió por ello, le daba algo de vergüenza, pero si quería que Rusia tomara el contenido del mensaje en serio sería necesario.

-¿Porque tardaste? ¿olvidaste algo? -

-Nada, veía una cosita, es todo-

Lo miro por el espejo retrovisor, pero el latino estaba con toda su atención en las menores -Chile toma- Bielorrusia le entrego una pequeña flor la chileno dejándolo con la duda -eh ¿gracias? -

-Jeje es para el bolsillo de la chaqueta, todos lo llevaran puesto-

-Ahhh jeje Ok gracias- ambos se aseguraban de que el chileno se lo pusiera -bien chicos, es hora de arruinar una boda- partieron y tras ellos los demás vehículos.

Chile miro a sus hijas, se acercó a darle un beso a cada una en la frente junto con una caricia en sus rostros -les prometo que para la noche tendrán a su papito de regreso-

≪•◦ ❈ ◦•≫

Los vehículos comenzaban a llegar con los invitados, los hermanos de Rusia bajaban y de inmediato eran guiados hacia el edificio exceptuando donde venia el chileno, ellos se detuvieron en otro sector -¿estas listo Chile? - ambos voltearon y ya no era el chileno que conocían, ahora se encontraba en su forma humana, este se estaba terminando de acomodar el lente de contacto. Sus hijas no dejaban de verlo, sería la primera vez que lo veían así.

-Es extraño verte así-

-Odio esta forma ¿Moscú ya está listo? - Bielorrusia miro rápido su móvil -sí, está esperándote donde acordamos-

-Uf ok voy- beso las frentes de sus hijas, abrió la puerta y con cuidado bajo- al cerrar la puerta se dirigió hacia Ucrania -por favor cuiden de ellas -apretaba sus dedos contra la puerta, se estaba poniendo muy nervioso y alejarse de ellas lo empeoraba -Chile descuida, están en buenas manos-

-Solo preocúpate darle su merecido a Norte y regresar con Rusia- este asintió, no podía perder más tiempo, se alejó del vehículo permitiendo que se marcharan y él se encamino al encuentro con Moscú.

La ciudad al ver a un chico con la vista perdida, primero dudo que se tratara del chileno, pero cuando noto la flor que adornaba su traje confirmo que se tratara de él, alzo su brazo llamando su atención. Chile acelero el paso llegando hasta el -Por un momento dude fuera usted-

-Ni que lo digas, hasta yo me confundo conmigo mismo jaja ¿traes lo que te di? -

-Si, te llevare cerca del salón donde esta Corea del Norte luego me iré con Rusia ¿seguro estarás bien? -

-Si-

-Bien, antes de entrar debes decirme tu nombre humano-

-Manuel... es Manuel González- este asintió, entro primero seguido por el chileno, la farsa ya estaba comenzando.

Miraba de reojo a su alrededor, como todos iban de un lado a otro, parecían nerviosos, se movían con prisa ignorándolos mientras avanzaban.

-¡Moscú! ya era hora que llegaras- la capital endureció su expresión, miro de reojo al chileno -solo sígueme- ambos se giraron teniendo frete a ellos a quien era el encargado de mantener a raya y atormentar al ruso.

-¿Quién es el?¿olvidaste que es un evento privado?- miraba con intriga al chileno, este intentaba mantener las ansias y nervios a raya – el es mi nuevo asistente Manuel González-

-Que nombre tan curioso ¿no eres de aquí verdad?- el chileno dio un paso al frente, extendió su mano hacia la representación, por suerte él debía usar mascarilla así que no se notaba todo su rostro -un placer señor y no, yo soy de España- cambio su acento convenciendo al contrario, algo bueno de escuchar hablar tantos siglos al español -oh ya veo, un gusto entonces, espero estes a gusto aquí- correspondió el saludo pero Chile hizo un apretón mas fuerte, por dentro los maldecía a cada uno de ellos, sabia quién era, había tratado con el en el pasado -claro que si señor- se separaron y Chile volvió al lado de Moscú -señor ¿me necesitaba para algo?-

-Oh cierto, ten- le entrego la caja con los anillos, este lo miro indiferente -tú los entregaras, cuídalos-

-Si señor- la representación dio un último vistazo a los contrarios, dio media vuelta y se marchó. solo cuando se alejó lo suficiente ambos volvieron a respirar aliviados -debemos darnos prisa a ese imbécil no se le escapa nada- el chileno fue el primero en girar y comenzar a caminar, Moscú le siguió el paso guardando aquellos anillos en su chaqueta -¿lo conoce?-

-Es una mierda chupa pico-

-Es cierto, también es quien vigila a Rusia-

-Una razón mas para odiarlo y con sinceridad espero lances esas weas a un pozo séptico... pa' onde esta la weona- Moscú señalo el camino sin detener el paso. Chile por su cuenta estaba reuniendo todo el coraje. De pronto Moscú se detuvo, Chile hizo lo mismo y lo miro confundido -aquí es-

-Uf ya anda tu con Rusia y porfa dale mi mensaje-

-Claro, si sucede algo avísanos- este asintió, continuo su camino. Chile estaba frente la puerta, daba profundas respiraciones, debía estar en calma, pero era difícil sabiendo que del otro lado se encontraba la mayor responsable de todo. Reviso una vez mas que todo estuviera en orden, se quitó la mascarilla dejándola en el bolsillo de su chaqueta -ya hasta aquí llegaste Norte-

Corea del Norte se encontraba sola esperando en la habitación, así lo había ordenado, estaba radiante, sonreía de manera genuina y como no estar feliz si en pocos minutos su sueño se cumpliría, estaría casada con Rusia, seria más fuerte, ahora nadie podría detenerla.

Se miraba frente al espejo, solo faltaba ponerse su hanbok para estar completamente lista -todo salió conforme lo planeado jaja-

-Veo que está muy feliz- miro por sobre su hombro encontrándose con un joven en la puerta -¡¿qué haces aquí?! ¡Ordene estar sola, lárgate! - pero este no se movió, al contrario, cerró la puerta quedándose en la sala -¿que eres idiota? ¡Obedece y vete! -

-No le hago caso ni a mi papá le voy a ser caso a una maraca culia-

-¿Qué dijiste?- se giró furiosa ante tal falta de respeto, camino hacia aquel insolente humano y sin más le dio una bofetada haciendo que su rostro girara hacia el lado -veamos si eso te enseña a respetarme maldito humano-

-Vaya, si así tratas a los humanos no quiero ni imaginar como trataras a Rusia-

-Que te importa a ti, ahora largo de aquí-

-Me importa caleta, Rusia no se lo merece- enderezo la cabeza ahora mirando con determinación a la norcoreana, su mejilla comenzaba a tornarse roja y aumentar volumen.

Su apariencia comenzó a cambiar frente a los ojos de la coreana, iba reconociendo los colores que iban remplazando la piel trigueña, apretaba sus manos y su entrecejo se arrugaba cada vez más, apretaba la mandíbula, el colmo fue cuando vio aquella cola que tanto distinguía al chileno.

-Chile, ¡¿qué demonios haces aquí?!-

-Ustedes me invitaron- se apartó antes que le fuera a dar otra bofetada, daba algunos pasos por la habitación bajo la amenazadora mirada de Corea del Norte -no pensé que fueras tan idiota como para venir, estaba segura de que te esconderías a llorar como la última vez que te dejaron- poso sus manos en su cintura, sonreía con malicia.

-Na, ya no tengo tiempo pa' llorar por weas, ser madre... digo papá es tiempo completo- le miro de reojo, aun tenía la bata, Corea del Norte se cubrió más incluso con sus brazos -disfruta wachita porque luego que nacen uf adiós vida-

-No necesito tus palabras y si has venido con la ridícula idea de recuperar a Rusia es tarde, él ya me eligió, estamos felices y mi hijo es ansiado por ambas naciones... no puedo decir lo mismo de tus engendros-

Dio un fuerte coletazo seguido de un pequeño sismo -cuidaito como le deci a mis bendis mira que hace rato ando con la wea-

-No me das miedo, di de una maldita vez que demonios haces aquí-

-Fácil... vengo a sacarte la conchetumare- esbozo una gran sonrisa mientras hacía sonar sus nudillos.

≪•◦ ❈ ◦•≫

-¡Moscú! ¡¿Como pudiste entrar?!-

- Novosibirsk me ayudo, pero no hay tiempo- entro con prisa a la habitación, aún era resguardada desde el exterior y solo le habían dado unos minutos, pero solo eso era suficiente para cumplir con su cometido -estoy feliz de verte, ya me estoy volviendo loco- la ciudad lo miro con lastima, estaba demacrado, más delgado y sin dudo sus colores eran casi imperceptibles -descuida todo se arregla hoy-

-Lo dudo... aunque ya acepté que este es mi castigo por haber dañado tanto a Chile, solo lamento no haberme despedido como corresponde, no haberle dicho cuanto lo amo y lo seguiré amando, también extrañare a mis pequeñas princesas-

Rusia se desplomo en uno de los sofás, se sentía agotado, esperaba que su tortura acabara de una buena vez -aun puedes decírselo-

-Ya no... es tarde- la ciudad se acercó a él, apoyo una rodilla en el piso para poder quedar a su altura, deposito un papel perfectamente doblado en la mano del ruso y poso la suya sobre esta -¿qué es esto? -

-Es una segunda oportunidad- unos golpes desde el exterior advertían a la capital que su tiempo termino, se puso de pie con rapidez y se dirigió a la puerta no sin antes ver una vez más a Rusia -la persona que me lo dio me pidió que dijera "dile a mi chanchito que haga caso a lo que escribí"- dicho el mensaje se fue.

Rusia por inercia se puso de pie con prisa y fue corriendo a la puerta, pero al abrirla se topó con los guardias que le negaron la salida y tuvo que volver a ingresar, apretaba el papel en su puño llevándoselo hasta el pecho -entonces no lo imagine... el sí estaba ese día...- abrió el papel con apuro, estaba seguro de que no se trataría de ninguna broma o trampa, Chile solo en privado le trataba de "su chanchito".

"esta no es una carta como alguna vez te escribí y espero volver hacerlo, tenemos una conversación pendiente, y una noche de cine, las niñas te extrañan y yo también. Es por eso por lo que arreglare todo, pero si no me ves cuando llegue el momento por favor di no, ellas están bien y lo estarán y yo también, sé que no tengo el derecho de decirlo, pero espero puedas confiar en mi

También espero cuando terminé todo, logres perdonarme por todo lo que te hice"

Una angustia le inundo su pecho, la carta solo consiguió preocuparlo más especialmente ante la incertidumbre de saber a qué se refería con que arreglaría todo, conocía de su imprudencia, temía que se fuera a lastimar aún más. También la duda lo inundo -¿perdonarte? Si yo soy el que te traiciono...-

Caminaba por la habitación intentando imaginar que haría el chileno, se sentía frustrado no poder salir a detenerlo, no necesitaba que hiciera algo por él, se suponía el que era el quien estaba cuidando ahora del chileno y sus hijas. No tuvo más que resignarse y confiar en que no cometería una locura -haría todo lo que me pidieras, pero espero tengas cuidado- tomo entre su mano aquel collar que siempre lo acompañaba, su único consuelo esos días grises.

≪•◦ ❈ ◦•≫

-Por lo general las personas normales no andan con armas... pero vo estai loca así que no me extraña- apenas había dado unos pasos hacia ella cuando esta saco una navaja de lo que sería una liga -tu eres un idiota si crees que dejare te acerques, pero inténtalo si me pasa algo serás odiado-

-Creo que seré amado jajaj-

-Ya quiero ver cómo te vera el mundo cuando sepan que intentaste agredir a una inofensiva dama embarazada-

-¿Dónde hay una dama embarazada que no la veo?- seguía burlándose de la coreana que solo juntaba coraje -creo que Polonia te golpeo demasiado fuerte la cabeza, quedaste más imbécil de lo que eres-

-Yo soy weon de nacimiento, pero al menos no debo recurrir algo tan asqueroso como tu-

-No sé de qué hablas-

-Oh si lo sabes wachita, tu maldita puta de mierda abusaste de Rusia-

-¿Que yo que? ¡Por favor! ¡El pidió acostarse conmigo! Supéralo, deseaba estar con alguien mil veces mejor--

-Claro...y seguro esa soy vo po' porque yo recuerdo bien clarito las veces que hicimos el amor, estaba bien feliz y puta que me pedía coger, no tuve que drogarlo y aprovecharme de él estando inconsciente-

Apretó más la mandíbula haciendo rechinar los dientes, del enojo lanzo la navaja hacia el chileno quien aduras penas logro esquivarla, pero aun así consiguió rozarle el brazo rasgando su chaqueta -¿Cómo te enteraste?-

-Queti-

-Fue mi hermano ¿verdad? Ese maldito bastardo, debí haberlo eliminado cuando pude, no hace más que arruinar mi vida-

-Guau... que linda hermana, pero no lo negaste ósea es cierto-

-¿Y que si lo es? No tienen pruebas, además conseguí mi objetivo, Rusia se casará conmigo y estará amarrado por siempre gracias a este bebé-

-Un bebe gracias a una violación y solo gente enferma como vo' utiliza un ser inocente -

-No tienes derecho alguno para juzgarme, tú también te embarazaste para quedarte con él, solo que yo si fui más lista-

-Weon ¿qué chucha? Ru no es na' una wea de objeto y quede embarazao porque andábamos calientes y olvidamos el condón- alzo sus hombros algo divertido recordando aquella noche luego de la fiesta de ONU.

-¡No importa! ¡Rusia es mío! Y este bebé es la prueba- Chile un poco arto de la coreana se acercó a ella aprovechando que ya no tenía como lastimarlo, esta alzo su barbilla mirándolo con superioridad aunque fuera más alto que ella no se dejaría amedrentar por un inútil -¿Qué bebé Norte?- dicho esto le propino un fuerte coletazo dando de lleno en su abdomen, esta se inclinó hacia delante perdiendo el aliento, cayo de rodillas tosiendo con dificultad, un sollozo comenzó a oírse pero Chile no se inmuto, se mantenía serio -sabes debo reconocerlo, eri terrible buena actriz, estarías perfecta para las teleseries de mis hermanos, claro como la perra villana que cae como el hoyo-

-M-Mi bebé... mi hijo- este rodo los ojos, era totalmente indiferente al dolor de la coreana, solo le afecto a nivel personal al recordar cuando Polonia lo ataco, pero debía concentrarse ahora era totalmente distinto -ya basta de juegos Norte, se perfectamente que no estas embarazada-

≪•◦ ❈ ◦•≫

Rusia leía una y otra vez la carta del chileno, aunque le hacia feliz saber que también lo extrañaba, no pida dejar a un lado la preocupación de saber como se encontraba el latino.

-Espero ya estes listo- entraba sin pedir permiso, Rusia guardo con prisa el papel, si lo llegaba a descubrir pondría en más peligro al latino - al menos toca la maldita puerta-

-Tsk da igual, ya es hora Rusia, los invitados están llegando. Se acerco a él evaluando el atuendo del contrario-mucho cuidado con lo que digas allá fuera, te permitiremos saludar a los invitados, pero no olvides que te estamos vigilando y como prueba de ello, los guardias estarán en todo momento acompañándote-

El ruso apenas asintió, aunque estos días solo vivía bajo las constantes amenazas ahora lo motivaba el poder encontrarse con el chileno -¡vamos Rusia! ¡sonríe un poco, es tu boda! -

-Voy a sonreír cuando te golpee y tire todos tus dientes-

-Jaja sigue soñando entonces, ahora vamos- Rusia avanzaba a la puerta donde los guardias lo esperaban. La representación echo un vistazo rápido en busca de algo extraño, pero no había nada sospechoso, se arregló en el espejo y fue tras el ruso -después de esto seguro me darán un aumento~-

Bajo su vista sorprendida, veía con indignación como el chileno le abría la bata dejándola en ropa interior, quito las manos del contrario con furia sobre su ropa -¡animal de mierda, eres un maldito pervertido!- se abalanzó contra el chileno, le daba golpes y rasguños en el rostro y pecho, Chile estaba teniendo problemas en atrapar sus brazos, su comportamiento era muy errático -¡me tienes harta! ¡no eres más que una maldita basura solo debías mantenerte alejado, pero eres un idiota engreído! ¿que Rusia te prefiere? Tal vez, pero si tu dejas de existir no le quedara más opción que permanecer a mi lado – rodeo el cuello del latino con sus manos, presionaba con fuerza comenzando a asfixiar al chileno.

Chile sostenía sus muñecas intentando quitar sus manos, pero esta hacia mas presión. Intentaba obtener algo de aire, pero nada conseguía al intentar dar bocanadas -¡eso mierda, muere de una maldita vez!- comenzó a reír de manera desquiciada, por fin sus problemas se resolverían -¿señorita Corea del Norte?-

-¡Largo!- no dejaría que nadie le arruinara su mejor momento, pero nuevamente se escucharon unos golpes al otro lado de la puerta.

-¡Que parte de largo no entiendes!-

-Lo siento, pero en unos minutos inicia la boda- Chile quien luchaba bajo ella vio una oportunidad, levanto su cola y golpeo con fuerza su espalda además de darle un puñetazo en el rostro haciendo que lo soltara volviendo a recuperar el aliento, la empujo haciendo que callera a un lado -Agh... ctm...- se acariciaba el cuello, le costaba tragar saliva y no dejaba de toser.

De pronto vio a Norte volver abalanzarse sobre él, pero Chile consiguió reaccionar a tiempo y la empujo con su pie y ahora era el quien se lanzó contra ella, agarro con fuerza de sus muñecas apegándolas contra el piso y con sus piernas sobre ella consiguiendo inmovilizarla.

-¡Ya cálmate weona loca!-

-¡No hasta verte muerto y luego de eso me encargare personalmente de acabar con tus hijas y vaya que lo disfrutare jajaja!- esa fue la gota que rebalso el vaso, sin pensarlo Chile envolvía su cola en el cuello de la contraria comenzando a presionar, alzo su brazo y lo dejo caer con fuerza propinándole una fuerte bofetada -¡mira maraca culia! yo puedo tener mucha paciencia pero vo' me llenaste ¡te metiste en mi relación, abusaste de Rusia y ahora amenazas a mis hijas!- apretaba con mas fuerza, en su mirada no había expresión alguna, era como si sus emociones las hubiera bloqueado -primero pensé en hacer las weas por las buenas, pensando en ese bebé pero ya que no estai' preña puedo sacarte la cresta sin culpa-

-Inténtalo...c-cuando t-todos se enteren i..ran contra ti... p-puedo decir que mataste al bebé y yo no tenía como defenderme de tus g-golpes-

-Jajaj suerte en eso, porque cuando vean esa guata falsa nadie te creerá- Norte estaba comenzando a perder la consciencia, enterraba con fuerza las uñas en su cola haciendo que sangrara, en un desespero por ser liberada pero no parecía afectarle al chileno.

-H-hijo d-d put...-

-¡Cállate de una buena vez mierda!- los músculos de la coreana se relajaron, sus ojos se cerraron. Chile la soltó y cayo sentado a un lado, miraba a la coreana inconsciente en el piso -ah... ctm la weona dura- observaba como su pecho subía y bajaba apenas -yo no soy como tu- nunca estuvo en sus planes matarla, solo dejarla inconsciente. Con dificultad se puso de pie, si lo que dijeron era cierto entonces Rusia estaría allí fuera esperando.

Se acercó y le dio una patada en busca de una reacción, pero nada -mejor que ellos se encarguen de ti- se dirigió a la salida, ahora solo tenía que hablar con Rusia.

≪•◦ ❈ ◦•≫

-Bienvenidos... hola un gusto...- recibía algunas naciones y organizaciones, pero, aunque todos le estaban deseando lo mejor y felicidad para el no había motivo alguno para estar feliz.

-Señor Rusia por aquí hay otros invitados- este asintió y siguió a los guardias con su vista fija en el piso.

-Wow este es el novio mas deprimente que he visto, parece que vas a un funeral- alzo su vista y frente a el se encontraban sus hermanos. Sus ojos comenzaron a arder y al igual que ellos parecían resistir a emocionarse de más.

-C-Chicos... están aquí-

-¡Claro! ven aquí grandote- se abalanzaron hacia el ruso quien seguía sin creer que lo que estaba sucediendo, escuchaba como le decían cosas, pero no conseguía comprender del todo -por dios Rusia mírate como estas- sintió la cálida mano de una de sus hermanas sobre su mejilla, era una agradable sensación.

-Descuida estoy bien-

-No, claro que no... pero luego hablaremos de eso- se separaron del ruso quien no dejaba de observarlos a cada uno, pero estaba esperando encontrar alguien más.

-¿Y Chile? ¿no está con ustedes? -

-El está resolviendo algo- sus ánimos decayeron, Estaba feliz, tenia a sus hermanos, claro que los necesitaba, pero la necesidad de saber que Chile se encontraba bien era mayor- vamos anímate, quizás Chile no se encuentra aquí, pero hay dos damitas que si te quieren ver- alzo su vista, sus manos traían algo cubierto por unas mantas -son...-

De la nada su cuerpo perdió fuerza, sus manos temblaban, con temor levanto las mantas y ahí con sus ojos bien abiertos, moviendo sus chupones y soltando apenas unos quejidos -mis... mis princesas- callo de rodillas, ya no pudo evitar sus lagrimas comenzaran a caer. Acerco sus manos temblorosas, tocando con cuidado sus pequeñas manitos, las menores reaccionaron agarrando cada una de un dedo de su padre.

-Mis tesoros... est-estan preciosas... n-no saben cuánto las extrañe- con ayuda de sus hermanos las sacaron de las sillas y fueron depositadas en los brazos del ruso.

-Alisa, Sayen, siento que ha pasado una eternidad- las acerco más a el y comenzó a besar sus cabezas y mejillas no podía más de la emoción de volver a tener a sus hijas.

De pronto una de las menores comenzó a llorar -ya, ya, Alisa, Tranquila, aquí esta papá- comenzó a mecerse para calmar a la menor y así poder evitar que su otra hija llorara.

Los demás veían conmovidos aquella escena, quizás nunca se hubieran imaginado ver así a quien solía evitar las muestras de afecto al menos no frente a los demás.

-Disculpe señor, pero lo están buscando, debemos llevarlo- apenas dieron unos pasos bastaron para que todo el cuerpo del ruso se tensara, estaba tan distraído con sus pequeñas que había olvidado donde se encontraban por un instante "has lo que digo o esas niñas desaparecerán" las miro con terror, debía hacer que se las llevaran.

-Señor...-

-¡Alto! ni se atrevan a dar un paso más-

-Rusia- este se puso de pie, volvió a dejar a sus hijas en las sillas, las observo como ambas hacían puchero-jejej así se parecen más a Chile- las cubrió con sus mantas para que los guardias no pudieran verlas - llévenselas-

-Pero Rusia...-

-No discutan, llévenselas de aquí y díganle a Chile que regrese a su territorio-

-Rusia descuida ellas están bien-

-Hagan lo que les digo, es lo mejor- iba a marcharse, pero Ucrania lo detuvo- Rusia todo está bien, ellas están a salvo...y esos guardias están de nuestro lado, no dirán nada-

-Un momento...ustedes ¿saben? -

-Si y no dejaremos que les hagan daño a nuestras sobrinas-

-Gracias- se marchó siendo seguido por los guardias -pobre realmente esta asustado-

-¿Si vieron su cara? ni cuando URSS lo castigaba hacia esa expresión y sabemos perfectamente como eran esos castigos-

-Vamos chicos, será mejor ir a nuestros lugares, el show está por comenzar-

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