XCV
Desperté desesperado, mi respiración se había vuelto errática, creía que mi corazón se saldría de mi pecho, gotas de sudor frio bajaban por mi frente. Al frente mío el cuarto oscurecido con apenas algunos rayos de luz de luna que se colaban entre las cortinas -f-fue un sueño...-
Con cuidado me levante de la cama, aun me dolía todo el cuerpo pero aquella pesadilla me había afectado, me acerque a las cunas de mis pequeñas, estaban dormidas, tranquilas, completamente ajenas a todo lo que estaba sucediendo a su alrededor -mis chanchitas más lindas... sin ustedes me habría ido a la cresta hace rato... jeje parece que sus tíos les compraron más ropita- les daba suaves caricias mientras sonreía al verlas con trajecitos de conejo y como en sus capuchas habían unas orejitas haciendo que se vieran mas tiernas.
Dejo que siguieran descansando, camino al baño, dio el agua del lavabo, necesitaba refrescarse, se tiraba agua al rostro y cuello, se miró en el espejo observando su rostro cansado, quito los parches, aun eran visibles las grietas, pero ahora eran más pequeñas, corto el agua. Se quito la playera dejando ver más vendas cubrir su cuerpo, luego los pantalones y era lo mismo -espero que haya sido OMS quien me curo- dejo toda la ropa en el suelo y el regreso al cuarto solo en ropa interior, camino hasta el armario de Rusia miro las prendas hasta encontrar una de las playeras de este. La sostuvo entre sus manos, lo acerco a su rostro sintiendo el aroma, soltó un suspiro, era reconfortante, pero a la vez melancólico -esto será lo más cerca que estaremos- finalmente se puso la prenda, apenas cubría sus glúteos, se abrazaba así mismo, su cuerpo temblaba, se fue agachando hasta quedar arrodillado en el piso -me suplicaste que te perdonara, que te diera otra oportunidad ¿y qué hago yo? Te trato como basura y te niego a nuestras hijas- la conversación con Corea del Sur seguía atormentándolo, si en el provocaba asco, culpa, enojo... no quería ni imaginar cómo se iba a sentir Rusia cuando lo supiera todo.
-Se supone yo soy mayor.... Debía ser el maduro de la relación... pero siempre fuiste tu- soltó una pequeña risa entre los sollozos -ayudaste a levantarme y me entregaste lo mejor de ti y yo te pague pisoteándote y tirando ese cariño a la basura- no era capaz de ponerse de pie, las fuerzas lo habían abandonado, solo quería llorar.
La puerta de la habitación se abrió con cuidado, era el turno de Ucrania de cerciorarse que tanto Chile como sus sobrinas estuvieran bien, se preocupó al ver la cama vacía por lo que entro rápido encontrándose con las menores durmiendo, unos sollozos eran apenas audibles, pero bastaron para asustar al ucraniano, giro su cabeza con temor cuando vio un bulto en el suelo -eh ¿Chile? - este dio un pequeño salto, comenzó a secarse las lagrima, pero estas se negaban a dejar de salir.
-¿Q-Que pasa?-
-Uf~ ¡gracias al cielo!, pensé que era un fantasma... ¿qué haces allí? deberías estar descansando- se acercó a él, se agacho a su altura encontrándose con la mirada brillante del chileno -Chile ¿qué sucede? -
-N-nada-
-Pues no parece que fuera nada- pero Chile se resistía hablar, su voz apenas salía y las palabras quedaban atoradas en su garganta. Ucrania acerco su mano al rostro del latino percatándose que su mejilla estaba húmeda y caliente -oh, Chile... mmm ¿quieres contarme porque lloras? -
-Todo esto... estoy cansado yo solo quería poder vivir tranquilo, hubo un instante... cuando logre asumir que estaba embarazado que criaría a mis guagüitas con Rusia, luego lo volví a pensar cuando estuvo cuidándome... que ambos podríamos estar tranquilos... felices pero todo esto... es demasiado-
-Bueno si, todo esto es una mierda y estoy seguro que a ti y a Rusia le tiraron una maldición... ¡quizás si sea bruja Norte!- Chile apenas pudo soltar una leve risa pero rápidamente se perdió -tampoco puedo darte palabras empalagosas porque vomitaría, lo cursi se lo dejo a Rusia- sorbeteaba su nariz y soltaba pesados suspiros pero pese a la pena que sentía era capaz de poder prestar algo de atención al contrario -pero si puedo decirte, que te sientes así por la situación de Rusia y que si lo imaginaste junto a ustedes, solo significa una cosa-lo tomo por las muñecas y comenzó a jalarlo obligándolo a ponerse de pie al mismo tiempo que él, luego lo condujo a la cama haciendo que se acostara y el sentándose en el borde.
-Tu sigues amando a mi hermano y estas abrumado que todo lo que creíste haya sido un autoengaño para obligarte a odiarlo- el pecho del chileno subía y bajaba con fuerza, sus ojos se entrecerraron, más lagrimas caían haciendo que explotara en llanto -creo que lo empeore...-
-¡N-no quiero esto!... es horrible... es como si algo muriera dentro de mi... a- a mi marido lo amaba con mi vida...-
-¿Marido? Oh el abuelo de Alemania ¿así era? -
-Pero murió y yo quede devastado...vacío... luego Alemania-
-Y termino mal-
-Me cambio por otro... y ahora Rusia... es como si muriera lentamente, me duele cada vez que pienso en él, prefiero me odie a verlo con alguien más... por eso no quería enamorarme otra vez, ¡es una mierda tener que levantarse luego de cada decepción! -
Ucrania lo veía con lastima, se podía sentir la tristeza en sus palabras, incluso a él le brotaron un par de lágrimas. Se separo de él, rodeo la cama y se acostó a su lado, lo abrazo por la cintura atrayéndolo a él, el rostro de Chile estaba en el pecho del contrario, comenzó acariciar su cabello -¿que haci?-
-Supuse que lo necesitabas... no puedo comprender lo que sientes porque no me he enamorado así nunca... pero sí sé que Rusia debe estar igual que tú, contigo era realmente él, te amaba con intensidad, era increíble verlo tan feliz y ni hablar cuando se enteró que lo hiciste padre, sé que te quieres ir luego de la boda -Chile se aferró a la playera del contrario, escondió el rostro avergonzado -y sé que dije que su relación queda en sus manos pero por favor escucha a Rusia y no decidas por el... ya muchos lo han hecho y creo que esa es una de las cosas que le gusta mi hermano de ti... lo dejas ser libre-
Poco a poco comenzaba a calmarse, quizás a vista de cualquiera otro aquella escena se podría malinterpretar, pero para Chile había sido casi una bendición que hubiera sido Ucrania quien entrara al dormitorio -gracias Ucrania eres increíble-
-Lo sé y puedes repetirlo mañana cuando recuperemos a Rusia y no olvides lo excelente que soy como tío-
-Jeje ¿cómo estas soltero? -
-No ha aparecido la indicada que soporte que este hermoso girasol sea más guapo que ella jaja-
-¿Hermoso girasol? ¿así te refieres a ti mismo? -
-Jaja ¿perfecto no crees? ese apodo me lo puso mi madre antes que URSS acabara con ella-
-¿Q-que?-
-Me alejo de ella y murió de tristeza, por eso no quiero que pase con ustedes o que mis sobrinas no puedan estar con sus padres-
-¿C-como puedes contar esto tan calmado?-
-Porque me entere muchos años después, no se puede vivir en el pasado y porque ahora sufro por otra cosa- se apartó un poco para ver a Ucrania -¿con que?-
-Estoy en cama de Rusia donde dormían ustedes... no quiero ni pensar lo que hacían... solo dime que Sayen y Alisa no fueron concebidas aquí-
Chile le miro atónito, gracias a sus palabras ya no lloraba, apretaba los labios intentando ahogar la risa -no te calles ahora... ósea que aquí... ¡iugh! ¡iugh! ¡Rusia me debes tu vida maldito animal! -
-jajajajja puta que hablai weas jjajsajsa para tu calma no fue aquí jajajja- se cubrió la boca intentando aminorar el escándalo para no despertar a sus hijas, Ucrania lo veía divertido -así esta mejor- esbozaba una sonrisa satisfecho, Chile aminoro su risa pero seguía sonriendo -bien, mi trabajo está listo, ahora no pienses en nada y solo descansa- se iba a mover pero Chile se mantenía aferrado a el -podi quedarte porfa y te regalo una caja de mis mejores vinos-
-Mmm súmale que les dirás a Sayen y Alisa que soy el mejor tío de todos y tenemos un trato-
-Jaja ok, gracias de nuevo Ucrania-
-Descuida para eso esta tu Cuñado favorito, buenas noches-
-Buenas noches- al fin podía dormir, quizás era por el calor de Ucrania o el aroma de Rusia que desprendía de la playera o simplemente porque había podido desahogarse, pero sea lo que sea Chile daba gracias de contar con apoyo en esos momentos.
≪•◦ ❈ ◦•≫
Era temprano por la mañana, Rusia abría los ojos con pesar, su cabeza le dolía y sus ojos ardían. Sentía que no había descansado nada y así era, aunque China lo ayudo a llegar hasta la cama no había podido conciliar el sueño, su cabeza no dejaba de trabajar y una voz dentro del aun insistía en la posibilidad de acabar con su pesar.
Camino por la habitación hasta unos sofás donde se encontraba el chino tendido en este, se podía ver la incomodidad en su expresión mientras dormía. Pese a eso había decidido permanecer ahí, acompañándolo y así también podía estar vigilándolo que no fuera a cometer otra locura.
-China... China ve a tu habitación-
-Mhm~ buenos días Rusia ¿cómo te encuentras? - se sentó en el sofá, aun permanencia con los ojos entrecerrados, se estiraba un poco intentando aminorar el malestar general -horrible, pero más resignado creo...-
-Rusia si no quieres cásate ¿Por qué no te niegas y ya? -
-Es complicado- aun cuando confiara en él, no podía decil la real razón ya que nunca sabia quién podría estar escuchando -ve a tu habitación necesitas descansar-
-... Estoy bien, ¿quieres ir a desayunar? Te haría bien comer algo-
-No tengo hambre, ve tu yo estaré bien- el contrario lo miraba con recelo, no estaba convencido y mucho menos luego de lo ocurrido durante la noche.
-Se porque me ves así y no, no hare nada-
-No lo sé Rusia ayer estabas terrible, preferiría quedarme unos minutos más-
-China de verdad no hare nada y es seguro que en cualquier momento lleguen para ayudar alistarme para la boda-
-¡Oh! ¿tus hermanos vendrán? -
-No, tampoco sé si asistirán, es probable que no y los entiendo, seguro están molestos conmigo- esbozo una sonrisa pero esta transmitía tristeza, no ha sabido nada de sus hermanos desde que lo trajeron y aunque no lo diga los extrañaba.
-Lamento oír eso, con mayor razón insisto en seguir acompañándote- este negó, ya había hecho más que suficiente, el asiático bufo decepcionado -bien, supongo que te vere más tarde en tu boda—mantenía el ceño fruncido, presentía que no era lo que debe hacer, pero no podía seguir hostigándolo y menos si había algo a lo que el ruso se negaba a compartir -gracia China, en serio te lo agradezco-
-No hay de que, somos amigos- se estrecharon las manos, lo acompaño hasta la puerta pero al momento de abrir la puerta, justo al otro lado se encontraba la representación de la administración del gobierno quien alzo una ceja ante la presencia del asiático y luego una mirada amenazante al ruso, el eslavo apretaba la manilla de la puerta intentando evitar un escándalo -¡señor China! que gusto y sorpresa tenerlo por aquí tan temprano, según me dijeron habían acordado una pequeña visita anoche- el asiático dio un vistazo rápido a Rusia, miraba con odio al contrario y noto como su mandíbula se tensaba -sí, me disculpo pero seguro entenderá que no siempre se casa un buena migo-
-Comprendo, pero si nos disculpa ya debemos alistar al señor Rusia y llevarlo al lugar donde será la boda-
-Claro no se preocupe por i, ya me retiraba... nos vemos luego Rusia-
-Adiós China- este se retiró no sin antes echar un vistazo por sobre su hombro como el comentario parecía decirle algo a Rusia en lo que entraba a la habitación -todo esto es muy extraño-
-Espero no hayas abierto la boca Rusia, de lo contrario- volvía a mostrarle la imagen de sus hijas. Quería romper el teléfono en su cara, pero se contuvo y solo se fue a sentar a los pies de la cama -no he dicho nada, no soy idiota ya elimina esa fotografía-
-¿Oh~ porque? ¿No quieres ver a estas niñas tan lindas? Pensé que las querías-
-Las amo y porque las amo, no voy a permitir que un desgraciado enfermo como tu tenga una imagen de ellas-
-Cuida tus palabras Rusia, solo me basta hacer una llamada y esas niñas desaparecerán de este mundo- el frio tono en sus palabras le basto para estremecerse, se acercaba de manera amenazante cuando se detuvo al chocar con su pie con algo. Se agacho tomando la caja de terciopelo rojo, abrió cerciorándose que en su interior se encontraba los anillos
-Debes tener más cuidado con esto, tu amada novia se pondría triste si lo pierdes justo el día de su boda-
Pero Rusia permanencia en silencio, no hacía falta leer entre líneas para saber que era otra amenaza. El contrario alzo la cabeza, un gesto de superioridad -así me gusta más, ahora vamos, ya enviaron todo al lugar y esto- movía la caja frente su rostro lo-lo llevare yo para asegurarnos que no se extravíe de manera accidental- lo guardo en el bolsillo de su chaque dando algunos golpecitos sobre esta -listo, vámonos Rusia- soltó un leve gruñido seguido de un suspiro, dejo caer sus hombros y casi como una mascota obediente a su dueño se puso de pie y avanzo a la salida donde guardias lo esperaban. No se iría a repetir lo del otro día y menos este día tan importante -mis niñas... Chile... quizás en otra vida podamos estar juntos-
≪•◦ ❈ ◦•≫
Chile comenzó a moverse en la cama, estiraba el cuerpo soltando algunos quejidos, soltaba el aire de golpe, abrió los ojos observando el techo -es hoy- giro su cabeza pero a su lado no había nadie pero si estaba desordenado, claro evidencia que alguien más durmió ahí -esta cagao del mate pero es buena onda- se movió hasta la orilla, se sentó para poder ver a sus hijas pero se llevó la sorpresa al no encontrarlas en la cuna, de inmediato entro en pánico, se levantó de golpe viniendo a el otro mareo, trastabillo y finalmente cayo de nuevo sentándose en la cama -maldición... ya cálmate weon seguro están con sus tíos- volvió a ponerse de pie pero más lento, espero unos segundo antes de salir de la habitación -estoy un viejo de mierda-
Bajaba los escalones y ya era posible oír voces, aunque no entendía lo que decían, camino hasta la sala y se encontraban algunos de los hermanos y hermanas del ruso y entre ellos el coche con sus hijas siendo mecidas por Kazajistán -buenas- todos dejaron de hablar para ver al chileno -buenos días, Chile, wow no luces bien ¿seguro no quieres descansar un poco más? -
-No, estoy bien, es normal que este echo mierda- poseía ojeras marcadas, sus ojos seguían hinchados, o al menos el ojo que era visible, sus colores lucían opacos sin mencionar las vendas y parches producto de sus grietas. Camino hasta las menores, tal parecía que estaban quedándose dormidas hasta que vieron a Chile poniéndose a llorar -ya guaguas, aquí estoy- las tomo apoyándolas sobre su pecho mientras se mecían.
-Vaya si conocen a su madre- este no dijo nada, no estaba de ánimos para reclamar -¿ustedes las sacaron de la cuna?-
-Fue Ucrania, llego con ellas y nos pidió que las cuidáramos mientras tu descansabas-
-No tenían que, es mi responsabilidad, no quiero que piensen que me aprovecho de la situación-
-No te preocupes, somos muchos aquí y con gusto atendemos a nuestras sobrinas- soltó apenas un gracias, de alguna manera les recordaban a sus hermanos, los extrañaba y desde que llego no se había comunicado con ninguno, ni con sus padres, solo les había pedido no le hablaran del matrimonio de Rusia.
-No creo que sea apropiado andar vestido así Chile- Alemania se unía al grupo con una taza de café en su mano. Chile le miro algo molesto para luego verse así mismo, había olvidado que estaba en ropa interior y solo con una playera de Rusia apenas cubriéndole.
-No pedí tu opinión Alemania-
-Ya no discutan, no tenemos problemas, además es casa es de Rusia, Chile tiene más derecho de estar aquí en este momento, puede ir vestido como se le plazca-
-Aunque sigue sorprendiéndome que Chile apenas si le quedo rastro del embarazo-
-¿Que yo que?- se giró para ver a las hermanas del ruso -es cierto ¿cuánto tiene las niñas? ¿un mes? ¿casi dos? Y si no fuera por la cicatriz no creo que el las tuvo- Chile comenzó a sonrojarse no podía hacer mucho ya que tenía a sus hijas en sus brazos -¿disculpen como saben eso?-
Por más confianza que les fuera a tomar el no permitía que lo vieran sin ropa, ahora era una excepción porque se olvidó.
-Cuando perdiste el conocimiento, curamos tus grietas, me sorprendió lo firme de tu cuerpo ¿vas al gimnasio? ¿haces alguna rutina? -
-N-no... b-bueno a veces entreno con ejercito-
-ah eso tiene sentido- las hermanas del ruso parecían estar disfrutando de la conversación mientras que los otros presentes no estaban prestando demasiada atención.
-También tienes muchas lesiones, gracias a que estaba Alemania de lo contrario te hubiéramos dejado como una momia-
-¿Que Alemania que?-se acerco hasta el alemán quien intentaba disimular no prestar atención - ¡te aprovechaste de mi inconciencia¡-
-No te toque, solo les dije cuáles eran nuevas, pero el tatuaje es lindo ¿lo hiciste después que rompimos? -
-¡Que te importa a vo! ¡quien chucha te crees pa verme desnudo! -
-Estabas en ropa interior y no es como si no te hubiera visto antes así, solo quise ayudar-
-¡Ayudar mis weas! Ni se te ocurra pensar que me vai a ver así en tu puta vida, ese derecho lo tiene otro- lo miro de manera burlona, realmente le molestaba que se hubiera atrevido a verlo sin ropa.
-Si aja ¿pero si duermes vestido así con Ucrania?-
-Él tiene mi confianza, no tiene otras intenciones, además es tío de mis guaguas, vo no soy mas que el puto perro que me engaño y eso te enoja, que no recurrí a ti, que no te pedí consuelo, que estas niñas son de otro que es mil veces mejor que vo conchetumare- le propino un fuerte coletazo en la espalda marchándose de regreso a la habitación de Rusia.
-Les dije que no dijeran nada, le avergüenza mostrar su cuerpo- se acariciaba la zona golpeada, realmente le había dolido el golpe, pero mas las palabras del latino.
-Mas bien se molesto porque lo viste tu semidesnudo, Letonia ¿lo grabaste? -
-Jajaja eso fue divertido, claro que si- el alemán frunció el ceño, tal parecía había retrocedido aun mas con el chileno.
-¡Quien se cree el chuchetumare! ya mis cuñadas las puedo aguantar pero no ese weon barsuo y no se pa que, si seguro esa fue la razón que me dejo- dejo a las menores en la cuna, pese a todo ellas se habían quedado dormidas -pff Rusia las dejo muy regalonas a usted, menos mal él es su papá- les dio una caricia a cada una para luego ir por su maleta y sacar algo de ropa, aun era temprano como para andar alistándose.
Luego de vestirse se sentó en el sofá a observar el exterior, pensaba en la idea inicial de los hermanos de Rusia, era buena solo que el planeaba hacer algunos cambios, ahora solo hablar con Rusia no le era suficiente, también necesitaba devolverle todo a Corea del Norte.
Mientras pensaba que podría hacer, alguien tocaba la puerta- pase- miro en esa dirección, era Ucrania junto a Georgia y Uzbekistán.
-¿Estas ocupado?-
-No, pasen nomas ¿necesitan algo? -
-Bueno si, toma- se acercaron a él entregándole dos cajas -¿y esto?-
-Ábrelos- este hizo caso, las llevo a la cama depositando las cajas en esta, al abrirla eran vestidos a juego color crema, las faldas decoradas con pequeñas flores bordadas, unos gorritos a juego y unos abrigos. Chile tomo uno alzándolo hasta su rostro -son hermosos, pero ¿Por qué? -
-¿No creerás que mis sobrinas irían así vestidas?- las apunto aunque mas a los pijamas que llevaban puesto -no, pero ya les tenía algo po'-
-si... lo vimos y no te ofendas, pero con estos tendrán la atención de todos en ella y no en Norte jajaja-
-Pff loco... gracias, están lindos-
-Eso no es todo, ten- Georgia le tendió una especie de bolsa, al abrirlo dentro había un traje negro con chaquetilla color azul marino, una corbata a juego y en el bolsillo del pecho había unas flores parecidas a los de los vestidos de sus hijas.
-disculpa que nos hayamos entrometido en tus cosas, pero pensamos que si planeas robarte al novio-
-Debes estar deslumbrante-
-No quiero ni pensar en el precio-
-No lo hagas son regalos de parte de todos por ayudarnos- Chile no dejaba de ver el traje fascinado, no podía discutirles ya que de cierta manera si se podía ver de ese modo. Miro de reojo a los tres, sus expresiones eran una mezcla de tristeza y preocupación y de querer decirle algo más, pero no se atrevían.
-¿Qué onda? ¿quieren decirme algo? -
-Chile ¿cómo veías a Rusia en tu territorio? -
Al de cola le extraño la pregunta, tampoco era que se enorgulleciera ya que había tratado mal -bueno de repente bajoneado porque yo no lo pescaba, cuando le hacia un cumplido parecía feliz y cuando estaba allí se la pasaba con las niñas, ese le celebraba hasta los peos, nunca vi a un padre feliz de cambiar los pañales, pero se entiende, es papá primerizo- esbozo una pequeña sonrisa se lamentaba no haber disfrutado aquellos momentos debido a su orgullo y odio hacia él. Se fijo en los movimientos e intercambios de miradas entre los hermanos -¿porque la pregunta?-
-Mejor vamos con los demás, es mejor que todos lo sepan-
Aquello preocupo al chileno, sin dudarlo tomo a sus hijas y se marcharon de regreso a la sala. Al llegar le cedió el asiento al chileno quien le agradeció con un gesto con su cabeza.
-Bien Georgia ¿Por qué tanto misterio? -
-A este siempre le a gustado hacerse el interesante, seguro solo exagera-
-Si se callan podría hablar-
-Que genio- rodo los ojos Moldavia y a cambio recibió un golpe por parte de su hermano.
-Chicos basta que esto es serio- todos quedaron extrañados ante el regaño de Ucrania por lo general era el al que regañaban.
-Bien, China me llamo, al parecer le permitieron ver a Rusia-
-¡¿Qué?!-
-¡En serio!¡no es justo, porque a él si se lo permitieron!-
-¡¿Dónde esta?!- las menores dieron unos saltos asustadas por los repentinos gritos, Chile las movía para evitar que lloraran -no griten porfa asustan a mis hijas-
-Perdón Chile-
-Descuiden, Georgia ¿cómo se encuentra Rusia? -
-Es por eso que me llamo, ayer sorprendió a Rusia...-
-¿No me digas que con Norte? Eso traumaría a cualquiera-
-Eso seria mejor- miro de reojo a Chile que le quedo mirando con molestia -lo siento Chile-
-¿Entonces? Habla ¿Qué es peor que verlo con esa maldita bruja?-
-Dijo que sorprendió a Rusia intentando saltar del balcón del hotel- unos gritos ahogados inundaron la sala, algunos se cubrían la boca, otros se pusieron de pie debido a la reacción, Chile abrazo con más fuerza a sus hijas, tenia la mirada perdida, su estomago apretado y aquel dolor en su pecho regresaba con intensidad -s-seguro China pudo ver mal ... Ru- Rusia no haría eso, no... el no es así- todos veían como el chileno parecía conmocionado, ellos estaban igual, nunca habían sabido de Rusia queriendo intentar acabar con su vida.
-También me cuesta creerlo, pero así fue, por suerte lo pudo evitar pero teme que vuelva hacerlo-
De inmediato Chile se puso de pie, le entrego las menores a Armenia y él se iba marchando pero se interpuso Ucrania -¿dónde vas?-
-¿Dónde crees? hablar con China, que me diga donde esta Rusia-
-Chile no puedes-
-A la mierda todo iré a verlo, el no es así, seguro esta mal y en parte es mi culpa, no lo trate de la mierda, intente negarle a las niñas y con esto solo debe esta peor-
-Chile espera un momento- lo sostuvo por los brazos, aunque este seguía resistiéndose
-Por la cresta Ucrania, déjame ir ya escucharon a China, él puede intentarlo de nuevo, si algo le pasa no me perdonaría... mis hijas necesitan a su papá- lagrimas comenzaron a caer, los demás estaban igual, la situación era peor de lo que imaginaban.
Chile seguía peleando por soltarse del agarre de ucrania, tenia más claro que debía actuar -Chile mírame- alzo al vista y Ucrania estaba llorando al igual que el -todos estamos igual y te prometo que estará bien, lo vamos ayudar y tú te vas asegurar de que sepa que lo lamentas pero no podemos hacer nada si vas y los idiotas que tienen a Rusia descubren que si has venido aquí ¿de acuerdo? -
-O-ok- abrazo a Ucrania con fuerza siendo correspondido y aunque había conseguido calmar las ansias seguía pensando en Rusia, en lo que lo llevo a pensar eso, si seria bueno contarle todo. Pero estaba seguro de que estaría para él, como el estuvo a su lado en sus peores momentos.
-Tenemos que darnos prisa-
-Es verdad, es temprano, pero deberíamos ir partiendo pronto-
-Preparen todo, Letonia arrendo una casa cerca de ahí y mis guardias prontos llegaran con los vehículos-
-¿Arrendar una casa?-
- No esta tan cerca de la ciudad, además será mejor a que un hotel, chile prepara un poco de ropa para Rusia por favor-
-Si- se separó del ucraniano, iba por sus hijas, pero Bielorrusia junto a Armenia se lo negaron -ve tranquilo, nosotras las cuidamos-
-Pero ustedes, deben preparar sus cosas-
-Nosotras tenemos todo listo de temprano, descuida-
Sin mas que discutir, se dispersaron por la casa, mientras mas tiempo consiguieran con Rusia, mayor era la oportunidad para apartarlo de la norcoreana.
Chile miraba con prisa las cosas de Rusia, tomo su bolso, saco sus cosas y solo dejo un par de prendas suyas y las de él. Ordeno el de sus hijas, lo demás lo recuperaría cuando se calmaran las cosas. Sus manos temblaban, internamente rogaba que Rusia estuviera bien -porfi ñuke no deji que le pase algo malo a Ru-
Se colgó los bolsos, tomo las cajas y su traje entre sus manos y salió con prisa de la habitación. Dejo todo en la mesa y con prisa fue a la cocina tomando los biberones y leche de sus hijas para guardarlos.
-Chile ve con calma-
-Pero tenemos que apurarnos-
-Te entiendo, también quiero marchar pronto, pero recuerda que aun tienes tus grietas y OMS pidió te recordáramos que tus lesiones aun sanan- iba a decir algo, pero su teléfono comenzó a sonar, lo saco de manera rápida y con torpeza. Una parte de el tenia la leve esperanza que fuera Rusia o China pero su decepción fue mayor al leer otro nombre -¿sucede algo malo?-
-No, nada... permiso voy a contestar- se aparto de Estonia y se marchó al jardín trasero.
-Hola Mex-
-¡Estupido pendejo! ¡Que chingados es eso que te fuiste a la boda del cacas!- aparto el móvil ya que el contrario estaba gritando demasiado -hola hermano ya estoy mejor, gracias ¿cómo estas tu?-
-No te hagas el payaso, ¿qué demonios tienes en la cabeza? Te dije que lo mandaras a la fregada pero siempre debes llevar la contraria-
-¿Como supiste que estoy en Rusia? No le he contado a nadie ni a los viejos-
-Como no sabíamos de ti chamaco ingrato, me mande el viaje pese a los regaños ¿y qué crees? Me encontré con Osorno y me conto todito-
-Cabro chico sapolio... Mex es difícil de explicar, pero el me necesita-
-¡Que te va a necesitar! ¡Se va a casar! así que toma tus cosas, a mis sobrinas y te devuelves a la de ya o juro que te traigo a patadas de regreso-
-No hare ni una wea-
-¿Que carajos dijiste?-
-No me iré hasta ayudar a Rusia, no puedo explicar ahora y seguro no entenderás, pero el me ayudo y yo lo hare ahora, no puedo solo ignorar al papá de mis hijas-
-Ahora si te volviste loco, deja de meterte en problemas Chile, ya regresa, te mimare todo lo que quieras, cuido a las chamacas, pero vuelve no quiero te pase algo- su voz sonaba entrecortada, sabia porque lo decía y le daba pena escucharlo así pero el tomo su decisión- hermano, te amo y se que te preocupas por mi pero debo hacer esto, confía en mi-
-Te lastimas juro te mato, ni la rosa de Guadalupe te salvara esta vez de mi-
-Jeje bueno, oye quédate cuanto querai, mi casa es tu casa-
-Mejor manda videos de mis sobrinas mira que las extraño un chingo-
-Jsjs ok ¿les podi decir a todos que estamos bien? -
-Ta bueno, no sé como consigues te haga caso-
-Porque no puedes decirle no a tu hermanito regalón y sus maravillosos encantos~-
-Si, si joto ya cuídate-
-Sep, te quiero hermano-
-Yo también pendejo-
Corto la llamada, pese a la discusión le hacía falta escuchar alguien de su familia. Se giro para entrar a la casa, pero se topó con Bielorrusia -perdón no quería escuchar, pero me preocupe-
-Tranquila, solo son peleas de hermanos, pero ya se aclaró todo-
-No pude evitar oír lo que dijiste...elegiste a Rusia en lugar de México, se que ustedes son muy cercanos-
-Si, creo que le dolió, pero no puedo dejar a Rusia solo, no ahora-
-Rusia se sacó la lotería contigo, con razón estuvo tan triste cuando lo dejaste- Chile bajo la vista, la chica comprendió rápido por lo que se disculpaba -no quería decir eso, es que le afecto su ruptura, te volviste alguien muy importante para el-
-No sé si sea así, también sé que estuve mal no lo escucharlo pero lo arreglare, por cierto, ¿dónde están Alisa y Sayen?-
-Adentro con los otros ¿vamos? -
-Si- iban conversando un poco, les ayudaba a adiestrar sus mentes, aunque fuera por un rato. Al llegar una de las menores no dejaba de llorar -¡Chile! ¡qué bueno! ¡apareciste justo a tiempo! -
-¿Que le haci a mi hija?-
-Quería jugar con Sayen ¡pero ella solo llora y me mira feo!-
-Como te va a... ah chucha jaja si te ve feo, ¿Qué esperas? se enojó porque la confundiste-
-No lo hice, es Sayen-
-No weon es Alisa-
-... Ah es que son iguales, perdón Alisa-
-Y así te haces llamar el mejor tío jeje, mira Sayen tiene el lunar estrellita bajo su ojo izquierdo y en Alisa, su estrellita está bajo su labio-
-Me confunden-
-Jajaj espérate que crezcan ya venga mi amor, no pesque a su tío que esta weon-
-¡Oye!- los demás reían aunque Ucrania no era el único que solía confundirse con las menores pero no lo admitirían. Ucrania aun molesto por las burlas saco su móvil a ver sus mensajes mis guardias están llegando, ya debemos irnos- las risas cesaron, todos tomaron sus cosas y se dirigieron al exterior, claro que ayudando al chileno.
Subieron todo a los vehículos, se distribuyeron en ellos, Chile movía el pie con insistencia en el asiento de en medio, el iría junto a Ucrania y Bielorrusia, utilizarían el auto del ruso ya que debían llevar en sus sillas a las menores -Rusia porfa aguanta un poco mas ya vamos por ti- susurro mientras sujetaba las pequeñas manos de sus hijas.
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