XCIII


-¿Enserio lo conseguio?-

-Si, en estos momentos deben estar viajando-

-Si no me equivoco mañana por la tarde estarían llegando, lo que nos quedaría apenas un día antes de la boda...no tenemos suficiente tiempo... ¿ya saben dónde será? -

-A las afuera de la ciudad, una villa, así no habrá problemas con los curiosos-

-Moscú ¿cómo haremos que Chile pueda hablar con Rusia? No podemos ni contactarlo ahora menos en día de la boda-

-Novosibirisk averiguo que llevaran policías de su territorio, los usaran como guardias de Rusia en el lugar-

-¿Y porque no del tuyo o San Petersburgo?-

-Para que no podamos ejercer poder en ellos, seguro pensaron que ayudaríamos a Rusia-

-Realmente han pensado en todo-

-Si, pero nosotros también, Novosibirisk eligió el personal, son agentes de su confianza, pero aun así debemos ser discretos-

-Pero Chile no pasa mucho desapercibido, digo por su cola-

-Él puede ocultarla o podemos pedirle usar su forma humana, la odia así que nadie sabría que se trataría de el-

-Creo que ahora entiendo a Polonia... no simpatizo o esté de acuerdo, pero Alemania conoces todo sobre Chile-

-Uzbe, me iba a casar con él y tampoco conozco todo... nadie realmente, suele guardarse muchas cosas, cosas que ni su familia sabe-

-Quizás lo hace para hacerse el interesante-

-No le importa eso, recuerden que él ha vivido más tiempo que nosotros, lo que menos necesita es ser centro de atención-

Al parecer la perspectiva que tenían del chileno era completamente diferente a la realidad, aunque ya les parecía increíble el hecho que hubiera dado a luz a las hijas de su hermano.

≪•◦ ❈ ◦•≫

-¿Cuánto falta pa llegar?-

-Unas... cuatro horas supongo-

-Puta la wea-

-Duerme un poco-

-No... tengo que ver a las guaguas- ya estaba cabeceando producto del cansancio, no les había sentado bien el viaje a las menores -Chile descansa, ellas duermen, si pasa algo yo las atiendo soy su tío- el latino lo miraba con su ojo entrecerrado -ok solo un ratito, cualquier cosa me despertai- reclino su asiento, recibía con gusto la manta que le entrego Ucrania y como pudo se acomodó en su lugar durmiéndose casi de inmediato.

Ucrania espero a que el chileno se durmiera por completo para acercarse a las menores -descuiden pequeñas, su tío favorito le devolverá a su padre y luego haremos una gran fiesta por sus nacimientos- las miraba divertido, tenía el impulso de despertarlas, pero en varias ocasiones recibía amenazas por parte del latino así que desistió de la idea y volvió a su asiento.

-Chile, Chile despierta-

-Mm que pasa-

-Llegamos- El sueño se le fue a los pocos segundos, miraba a Ucrania quien sonreía mientras lo veía- ¿de qué te ríes? -

-Tienes saliva en el rostro jaja- este se limpió de prisa para luego golpear el brazo del contrario quien no dejaba de reírse.

-Señor, todo está listo-

-Ok, ya bajamos-Chile solo los miro de reojo, pero basto para asustarlo, se movió rápido tomando una manta y cubrir las sillas de sus hijas. Ucrania se extrañó cuando volvió a verlo -oh tranquilo, son los guardias que te conté-

-¿Seguro?-

-¡Claro! mientras dormías nos desviamos a mi territorio así que creen que fui por trabajo y regrese-

-Eso me recuerda que es ahí la otra parte de mi genial plan- esbozo una sonrisa seguro, pero Chile lo miro con algo de escepticismo no conocía del todo al ucraniano para saber exactamente como operaba su cabeza -bien te escucho...-

-Creo que ya me arrepentí-

-Shh no digas nada, recuerda ocultar bien tu cola-echaron un vistazo rápido, todo parecía en orden por lo que dispusieron a bajar del avión.

Algunas personas los observaban mientras bajaban, apretaba con fuerzas las sillas, estaba seguro de que se resbalaría de las manos en cualquier momento, cuando llegaron al final de las escaleras de inmediato Ucrania lo tomo por la cintura y con su otra mano le arrebato uno de los trasportadores -cha invita una cerveza por último antes de tomarme así barsuo- le susurro apenas, aunque fuera para ayudarlo no le gustaba que lo tomaran por sorpresa

-Disculpé señor Ucrania, pero ¿quién es su acompañante? - algunos funcionarios del lugar al igual que un par de gente del gobierno miraban con intriga al chileno quien iba tan cubierto que apenas se veía sus ojos al igual que una chaqueta grande que no permitió distinguir su apariencia -pensé que era obvio, ella es mi esposa y hemos venido a la boda de mi hermano-

-¿Esposa? no lo sabíamos ¿y eso?- apunto a las sillas -nuestros hijos- todos miraban con duda, nadie estaba enterado, Chile apego más a su hija mientras Ucrania apegaba al chileno a el -si nos permiten no tenemos tiempo mi hermano quiere a sus sobrinos de paje, permiso-

-Disculpe, pero...- en eso llego justo a tiempo Moscú quien se interpuso entre los agentes- disculpen la demora ¿algún problema? -

-Señor, aunque sea hermano del señor Rusia deben mostrar documentación- Moscú miro de reojo a Ucrania y a su acompañante, así como llevaban los transportadores en sus manos, se sorprendió por unos segundos para luego volver a ver al agente -yo me hare cargo de ellos-

-Pero señor...-

-Descuide señor Ucrania, pueden marcharse, estoy seguro de que ansía ver al señor Rusia-

-¡Así es! Muchas gracias, Moscú, mira que a Rusia se le ocurrió que mis hijos llevaran los anillos debemos verles atuendo con urgencia jaja permiso- la ciudad desvío la vista hacia un vehículo a unos metros de ellos, Ucrania entendió aquella sutil señal por lo que dirigió a Chile hasta el vehículo.

Se dieron prisa para ingresar al vehículo que los esperaba. El chileno suspiro aliviado mientras se quitaba el exceso de ropa -parece que lo disfrutaste-

-Si jeje aunque me sentí ofendido ¿no parezco un padre de familia? -

-No, pareces más un niño que disfruta ver el mundo arder y mas si es quien lo hace arder-

-Jaja ¡no lo puedo creer! ¡me conoces mejor que mi propia familia! ¡Sin duda nos llevaremos muy bien! -cómo iba con Sayen sobre su regazo decidió ponerse a jugar con ella durante el viaje.

-Pero ¿no hubiera sido más fácil mostrar mi invitación? - el contrario bufo, rodo sus ojos antes de ver al latino -suenas aburrido como mi hermano, además si las sospechas de Moscú resultan ser ciertas, creo que quizás la invitación la usaron para persuadir a mi hermano, si estas en sus garras es mayor la probabilidad que acepte el matrimonio-

-No, no lo había pensado- aunque le era poco probable esa posibilidad al igual que lo que Moscú haya contado. Para él era más realista el que quisieran tenerlo ahí para burlarse en su propia cara.

Desvió la vista hacia la ventana mientras volvía a colocarse su parche, estaba viendo el mismo paisaje que la primera vez que vino a ver a Rusia solo que ahora no existía esa emoción del momento, de poder sorprenderlo y ser recibido entre sus brazos. Ahora solo había dolor y pesar, estaba doliéndole más de lo imaginado, pero ya estaba allí, había tomado su decisión, apretaba sus manos sobre su regazo intentando mantener sus emociones a raya.

-Eh Chile-

-¿Mhm?- se volteo a ver a Ucrania con cara de asco extendiendo a su hija hacia el -creo que Alisa necesita un cambio – la menor se movía incomoda haciendo un puchero. Chile la tomo entre sus brazos sonriéndole -ya amor aguanta un poquito, ya vamos a llegar y no le haga caso a su tío que es weon-

-Ja ja, si ya queda poco para que conozcan su otro hogar- el chileno no dijo nada, solo consolaba a su hija. Le acerco a él apoyando su cabecita en el hombro mientras le acariciaba la espalda -no hija, esa es casa de Rusia... no nuestra, pero tranquila regresaremos pronto a nuestras vidas- soltó por lo bajo sin llamar la atención del ucraniano quien parecía concentrado escribiendo en su teléfono.

Al parecer estaban esperando su llegada, los demás hermanos del ruso se encontraban en la entrada de la casa. Apenas se detuvo el vehículo, la puerta de Chile fue abierta por Bielorrusia- ¡bienvenidos! ¿necesitas ayuda? -

-Hola Bielo tanto tiempo, descuida ya me acostumbre- le dio espacio para que bajara con ambas menores totalmente cubiertas por una manta impidiendo verlas. Otros ayudaban con los bolsos, el coche y sillas mientras los demás vigilaban que Chile no tuviera un accidente.

-Toma asiento-

-Gracias- con su cola retiro la manta dejando apreciar como ambas estaban despierta y con ropa a juego de color verde pastel incluyendo el chupón -aw son preciosas Chile ¿puedo? - este asintió y le entrego a una de las menores a Estonia mientras Letonia recibía a la otra -un ratito nomas que debo ir a mudarlas-

-¿Eh?-

-Se refiere a cambiar el pañal-

-Oh si es por eso déjanoslo a nosotras, ¿dónde está todo? - este apenas apunto uno de los bolsos se marcharon con ambas bajo la mirada atenta del chileno.

-Descuida solo van a cambiarlas, estarán bien-

-Se que estarán bien, Alemania-

-Tiempo sin verte ¿cómo te encuentras? -

-¿Cómo me encuentro de qué? ¿te refieres como me encuentro luego de que tu amante casi me mata? ¿o a lo que el perro maraco de tu amigo me hizo? -

-Ambas-

-Ah super ¿no me vei? Eso si aun cojeo un poco por el dolor de la pierna pero estoy mejor que nunca- se apuntaba así mismo para luego voltear la mirada, un silencio incomodo les invadió, el chileno golpeaba sus dedos contra su pierna -¿tu fuiste?-

-¿Disculpa?-

-¿Tú le dijiste a Polonia de mi embarazo?-

-¿Qué? claro que no ¿porque lo piensas?-

-Sabia de ellas... mi familia supo apenas unos días antes y justo te conté y el loco de pololito me ataco-

-Yo no... oh, Chile yo no dije nada... nunca dije nada ni lo que conversamos en Brasil y no es mi novio, termine con Polonia antes de ir a tus tierras- este se acercó para tener mayor contacto con el latino, tomo su hombro y se inclinó hacia delate en búsqueda de su mirada.

-Chile ¿me crees? -

-Mhm... estuve pensando-

Alemania trago saliva no iba a interrumpirlo -por un tiempo prefiero mantener la distancia, todo seguirá viéndose con Santi o los embajadores, también te pido que limites el contacto con mis hijos-

-Pero ellos son...-

-No quiero arriesgarlos a ellos o a Sayen y Alisa hasta que Polonia pague, así que te pido que al menos respetes esa decisión-

-... Está bien-

-Gracias- se puso de pie sin verlo en ningún momento marchándose en busca de sus hijas, si tenía que comenzar a romper lazos lo haría de una vez.

-¿Que hacen mis niñas lindas? ¿Andan regaloneando con sus tías? - se acercó a verlas y todo parecía bien -son unos angelitos-

-Ahora jaja-

-Chile ¿te sientes bien? -

-Si tranqui el viaje nomas me dejo cansado-

-Oh claro ven, seguro todo está listo- fueron llevado hasta la habitación, pero Chile se detuvo en el en el marco de la entrada. Un peso en su cuerpo se apodero de él, su estómago se revolvía y sus emociones reprimidas volvían a brotar.

-Conseguimos con prisa estas cunas, espero estén bien-

-Ah ¿Qué? - volteo a verlas como colocaban ambas menore en una cunas- gracias no debieron molestarse, están lindas-

-Tonterías, a pesar de todo estamos felices de tenerlos aquí- sin previo aviso ambas abrazaron al chileno deseándole un buen descanso cerrando la puerta una vez se fueron.

A paso torpe se acercó a la cama, con cuidado tocaba las sábanas recordando las veces que ambos durmieron ahí, la última vez que hicieron el amor. Luego camino al closet lo abrió permitiendo ver prendas del ruso, los movió recordando cada vez que lo espiaba cambiándose, como ocupaba su ropa. Entre ellas encontró el polerón que el ruso decidió quedárselo. Se lo acerco sintiendo el aroma de ambos mezclándose.

-Estos recuerdos... ya no sé qué fue real o una mentira- soltó la prenda para dirigirse donde sus hijas, eran lo más importan en ese momento y de cierto modo le ayudaban a mantener los pies en la tierra.

Para Chile fue prácticamente imposible conciliar el sueño, incluso intento dormir en un sofá que había en la habitación, pero nada, simplemente era doloroso permanecer en aquella habitación. Su miraba estaba fija en la ventana, apareciendo como el oscuro cielo comenzaba a aclararse anunciando el amanecer-estoy cansado- con pereza se levantó, aprovecharía que las menores dormían para darse un baño.

Ni si quiera escucho música mientras tomaba el baño, no lo había hecho desde que se separó del ruso, a su mente venían cientos de recuerdos con el ruso, se sentó frustrado en el borde de la cama, se cubrió el rostro ocultando las lágrimas. Apenas estaba cubierto por la toalla, pero estaba tan abrumado que era incapaz de vestirse- no debí haber venido fue un error... un terrible error- sorbeteaba su nariz y con desespero secaba una y otra vez las lágrimas.

-Chile ¿estas despierto? -

-Si... ejem ¿quién es? -

-Soy Lituania ¿puedo pasar? - se obligó a si mismo a calmarse, se secó le rostro con apuro, tomo una camiseta colocándosela rápido, fue hasta la puerta solo asomando la cabeza -dime Lituania ¿que necesitas? -

-Te estabas bañando, disculpa no quise molestar-

-Tranqui dime nomas-

-Claro, el desayuno está listo y quería saber si necesitabas ayuda con Alisa y Sayen-

-Huy que madrugan aquí jjsjajs ahora las iba a cambiarles el pañal y vestirlas, si quieres me puede ayudar mientras termino cambiarme rápido-

-Encantada-

Luego de tenerlas listas y conversar un poco se dirigieron al comedor donde se encontraban los demás, rápidamente Ucrania se acercó y le arrebato a Sayen de los brazos de Chile.

-Oye pero que chucha...-

-Yo ya terminé, ve a desayunar-

-Gracias, pero tengo que hacer...-

-¿Sus biberones? aquí esta- se quedó parado un momento viendo como sus hijas eran el centro de atención, estaba agradecido como lo ayudaban con sus cuidados o simplemente las divertían para el poder descansar.

Se sentó a comer en silencio, aún estaba cansado y apenas mantenía los ojos abiertos -¿seguro te sientes bien Chile?-

-Eh... oh si Georgia gracias por preguntar-

-Chile- este alzo la vista, ahora todos centraban su atención en él. Miraba a cada uno mientras tragaba su comida, le era incomodo – que pas-...-

-Sabemos que apenas llegaste, pero es importante ya planear como detener toda la estupidez-

-¿Disculpa?- tomo la servilleta limpiando su boca, parecían confiados- sí, Ucra ya nos dijo que no detendrías la boda directamente y pensamos igual así que mejor conseguimos que conversarás con Rusia en privado-

-¿Que yo que?-

-Si, escucha, Moscú ya sabe dónde será la boda y tiene salas donde esperan los novios-

-Otra ciudad de Rusia ya tiene listo para que puedas ingresar, aunque tendrás que usar la forma humana-

-Y no te preocupes te ayudáremos y otros cuidaran a nuestras sobrinas-continuaban hablando sobre sus planes abrumando aún más al chileno, encogió sus dedos rasguñando la tela, intentaba interrumpir, pero apenas salían las palabras, todo parecía perfecto, pero no lo era, tolo le parecía una locura y como fuera debía detenerlos -disculpen- todos callaron esperando la decisión del chileno.

-Yo... yo no hare nada de eso, perdón- su voz fue bajando, su cabeza seguía en alto sin perder las expresiones desconcertadas de los hermanos del ruso- bueno quizás podemos cambiar...-

-No, yo no detendré nada, no hablare con nadie de nada-

-Pero Chile, no puedes dejar a Rusia solo no ahora, te necesita- el cuerpo de Chile temblaba, no quería ser descortés pero aquellas palabras lo colmaron -¿solo? ¿necesitarme? - se puso de pie apoyando sus manos sobre la mesa- yo vine para... para acabar con todo, cerrar el maldito ciclo, iré a esa estúpida boda, lo felicitare y dejare que mis hijas vean a su padre una última vez, luego de eso desaparecerá de nuestras vidas por completo.

-¿No lo dices enserio?-

-¿Y porque no? sé que es su hermano pero el tomo su decisión, el decidió involucrarse con Norte, el me engaño, pase un embarazo solo, casi pierdo a mis bebés, me engaño diciendo que me quería y no solo me dejo, abandono a mis hijas el muy cobarde así que disculpen si no puedo pensar en el- su voz se quebraba, sus labios temblaban al hablar, algunas lágrimas comenzaron a humedecerse el rostro del chileno poniendo en alerta a todos los presentes.

-U-ustedes no saben todo lo que pasé, lo que sufrí... agradezco que me recibieran bien y mimen tanto a mis hijas, pero por bien de todos es mejor que nos alejemos y eso los incluye a ustedes-

-Espera ¿Qué? -

-No puedes-

-Si puedo, es lo mejor, no sería cómodo para nadie, será mejor que se preocupen del hijo que tendra Rusia, es más yo no soporto estar un segundo más aquí, esta casa solo me trae dolor, así que nos iremos a un hotel y como les dije mañana me alejare definitivamente de Rusia y yo y mis hijas volveremos a nuestro hogar, permiso- a pasos apresurados tomo a sus hijas y se marchó al dormitorio dejando a todos con un extraño sabor en sus bocas y un sentimiento de culpa, se habían concentrado tanto en su hermano que no se habían detenido pensar como se sentía el chileno.

-Ahora sí la jodimos-

-¿Ahora qué?-

-Dejemos que se calme, igual debe ser difícil estar aquí, claramente todo le recuerda a Rusia-

-Perdón guaguas, pero aun tendrán a sus otros tíos- las abrazaba y besaba su cabeza, las dejo un momento sobre la cama mientras tomaba sus bolsos, luego las volvió a cargar mientras se dirigía a la sala -patita no me fallí- bajaba con cuidado por las escaleras para no caer.

Al llegar al último escalón fue hasta el coche dejando ahí a las menores, camino hasta la entrada para ponerse sus zapatos.

-Chile espera un momento-

-Ucrania... oye perdón por todo, pero enserio necesito salir de aquí-

-Está bien, tranquilo solo te llevare a un hotel-

-No hace falta, puedo tomar un taxi-

-Es nuestra forma de disculparnos, vamos- salió empujando el coche, no estaba de ánimo para discutir, solo tomo los bolsos y salió tras el ucraniano.

De camino ambos permanecían en silencio que solo era interrumpido por las menores. Ucrania veía por el espejo retrovisor al chileno que permanencia con la mirada fija en el exterior, solo de vez en cuando lo veía esbozar una débil sonrisa -llegamos-

El latino miro por la ventana aquel hotel y frunció el ceño – se ve carozi ¿no conoces otro más económico? -

-Mis sobrinas no alojaran en un hotel de dudosa reputación, Rusia me mataría... todos en realidad-

-Pero es mi plata-

-No, es mía, yo fui el que insistió en que vinieras así que yo pagare- se bajó para sacar los bolsos -agh son todos igualitos, filo ya mañana no tendré que tratar con ninguno-

Luego de bajar las cosas y a las menores. Se dirigieron al interior del edificio para el registro, lo acompaño hasta la habitación -bueno si necesitas algo puedes llamarnos-

-Gracia pero estaremos bien- Ucrania lo miro por un momento para luego negar con la cabeza -¿enserio solo viniste para felicitarlos?-

-Si-

-No te creo-

-No me importa, solo lo hago para que vean que no cometeré la misma estupidez-

-¿A qué te refieres?-

-Querer desaparecer como si yo hubiera sido el culpable, ahora podi irte porfa quiero dormir un poco-

-Claro... de todos modos mis guardias estarán ahí para ver que mis sobrinas estén bien- el latino solo asintió, espero a un lado de la puerta a que el contrario se marchara -adiós, Chile-

-Chao Ucrania y gracias- apenas se marchó el chileno cerro la puerta y fue a lanzarse a la cama -aquí esta mucho mejor- se quedo boca abajo por algunos minutos, pero no duro mas que eso cuando se volvió a levantar, tomo el bolso de las menores y comenzó a buscar ropa -vamos a dar una vueltita, les mostrare un poco de la ciudad-

≪•◦ ❈ ◦•≫

-Señor Rusia-

-¿Que quieren?-

-Ya debemos irnos- el ruso se levantó con pereza del sofá, todo su cuerpo lo sentía pesado, parecía que su cuerpo lo manejaba alguien mas cual marioneta evitando que cayera derrumbado. Poseía una mirada perdida, sus mejillas se veían mas hundidas y sus colores opacos, como estar enfermo, era ver alguien que le habían arrebatado la vida y así era para Rusia, el sentido de su vida se había ido, era un prisionero y pronto le darían su castigo, tener que pasar el resto de su vida al lado de alguien que no amaba y su único consuelo seria que sus amadas hijas y amor estarían a salvo quien sabe dónde.

Pasaba por al lado de los guardias quienes solo estaban interesados en cumplir su labor, lo seguían muy de cerca para evitar intentara escapar, aunque ya hace unos días había dejado de intentarlo

Iban informándole sobre el itinerario, la boda seria mañana por lo que estaban realizando los últimos detalles, claramente el ruso no prestaba atención, no estaba interesado. Su mente se encontraba lejos de ahí, a cientos de kilómetros imaginando que estarían haciendo en ese preciso momentos Chile y sus hijas.

Lo guiaron hasta el vehículo para llevarlo a un nuevo encuentro con la norcoreana.

≪•◦ ❈ ◦•≫

-¿Esta bonito cierto? Pero para las fiestas de aquí, por aquí es mas bonito de noche- su mirada reflejaba tristeza pese a estar manteniendo una sonrisa, caminaba por el centro de la ciudad mientras hablaba a las menores, aunque omitía los recuerdos con rusia en cientos de lugares.

Ahora se encontraba en plena plaza roja era extraño verla tan vacía, pero por lo menos podían andar tranquilos con sus hijas -este territorio también es parte de ustedes, intentare enseñarles cuanto pueda y quizás en un futuro las traiga otra vez- se detuvo para acomodar las prendas de Sayen, aun debía buscar una tienda abierta para comprarles algún atuendo para la boda -se supone que son prematuras, pero están engordando como locas... Sayen ¡te queda justo el osito! OMS me va a penquear...-

Una pequeña caravana de vehículos estaba girando por una esquina. Rusia iba con la mirada perdida, pendiente en el exterior, pero nada lo hacia reaccionar o a menos así era cuando noto a una persona que tomaba a un bebé entre sus brazos mientras sonreía. Se movía en su asiento intentando no perderlo de vista mientras balbuceaba, no habría prestado tanta atención si no fuera por un detalle inconfundible, la cola de chile

-Deténganse- se escapó como un susurro -paren...- volvió a repetir un poco más alto, su corazón latía con fuerza, sus ojos brillaban y se desesperó cuando ya no lo podía ver -¡deténganse ahora!- eso puso a todos en alerta, el chofer freno con brusquedad. Rusia choco contra el asiento del conductor pero poco y nada le intereso, intentaba con premura abrir el auto pero estaba con seguro -¡abre la maldita puerta! -

-¡Espera no lo hagas!- pero era tarde, Rusia se lanzo fuera del vehículo apenas la puerta se desbloqueo, se alejo tan rápido de los guardias, tenia que alcanzar al chileno.

Corría con todas sus fuerzas, no habían avanzado tanto desde que lo vio por lo que esperaba alcanzarlo a tiempo, deseaba abrazarlo con tantas ganas, besarlo, tomar de nuevo a sus hijas. A lo lejos escuchaba como lo llamaban y le ordenaban regresar. Solo lo motivaba mas a encontrar al latino.

Al intentar doblar en una esquina resbalo cayendo de costado, pero rápidamente se levanto y siguió corriendo, se sentía vivo otra vez, no odia esperar a tenerlos frente a el, explicarle porque se fue, que lo amaba mas que a nadie y si era necesario rogarle que se marchara. Estaba feliz de verlo de nuevo, pero no podía olvidar las constantes amenazas.

Se detuvo de manera brusca, miraba a todos lados, su pecho subía y bajaba con pesadez. Giraba sobre su lugar buscando con desespero al chileno -no puede ser, estaba aquí, estoy seguro- pasaba su mano por su cabello, su alegría se derrumbaba, pero no se daría por vencido

comenzó a correr por los alrededores, no podrá haberse ido lejos y menos si iba con sus hijas -vamos Chile... ¿Dónde estas? por favor-buscaba por todos lados, pero no había rastro de ellos. Siguió avanzando por una de las calles cuando tuvo que detenerse al tener el camino bloqueado.

-¿Intentando huir Rusia? Que vergüenza, su padre estaría decepcionado- de inmediato su expresión se trasformo en enojo, dio media vuelta, se iría en dirección opuesta, pero al hacerlo había más guardias.

-Pensé que habíamos llegado a un acuerdo-

-¿Acuerdo? ¿Amenazar es un acuerdo? -

-Bueno tu no cooperas, ¿dónde pensabas ir? - abrió la boca, pero la cerro de inmediato no estaba seguro si sabían o no de la presencia del chileno en el territorio y no sería el quien lo fuera a delatar -no iba a huir-

-¿Entonces?-

-Buscaba un presente para mis hijas-

-Ow que buen padre, pero ya sabes, Chile te odia y dudo que reciba algo que provenga de ti- sonreía con satisfacción, disfrutaba de ver la expresión de frustración el -vamos aun quedan cosas que hacer antes del gran evento- los guardias presionaban para que avanzaran, pero Rusia se resistía hacerlo- Rusia, camina-

-No me mandas yo soy la representación, tu solo eres un lamebotas del gobernante de turno-

-Tal vez, pero este lamebotas tiene la vida de tus hijas en sus manos-

Apretó la mandíbula, camino con pasos firmes, miraba de reojo algún rastro del chileno, mas grande fue su decepción al no volver a verlo. Se marcho con la escolta preguntándose si realmente vio a Chile o solo fue su imaginación jugándole una cruel broma.

-Muchas gracias- Chile salía de una tienda de infantes, se había emocionado con la ropa que termino comprando prendas demás -se a ver preciosas amores, ahora donde está la cafetería esa...-

Daba la espalda a una de las calles donde se alejaba el último vehículo de escolta pasando totalmente desapercibido para el latino -lo encontré, ahora van a portarse bien mientras hablo con alguien ¿ya? - cubrió el coche dirigiéndose a su próximo destino.

≪•◦ ❈ ◦•≫

-¿Dónde vas?-

-Necesito un respiro de toda esta farsa-

-Entonces vete y mejor si no regresas- el surcoreano iba a seguir discutiendo, pero no podía perder mas el tiempo, además no lo dejaba participar así que no había diferencia si se quedaba o no.

Se apresuro por las calles de la ciudad, iba atento a su alrededor ante el temor de ser vigilado por el personal de su hermana. Ingreso a una pequeña cafetería, de inmediato identifico al chileno por lo que se dirigió a el -hola, Chile-

-Hola Sur-

-No te levantes, tranquilo, estas ocupado- este agradeció volviendo a sentarse a seguir alimentando a una de sus hijas mientras la otra dormía en el coche.

-Es muy linda ella es...-

-Alisa y la dormilona es Sayen-

-Son hermosas-

-Si lo son... pero no vinimos hablar de ellas... ¿para que me pediste tanto venir hablar en persona con tanta urgencia y que era eso de que era por el bien de mis hijas?-

-Bueno creo que es mas por el tuyo y Rusia-

-Me largo- su sonrisa se borró, se levantó para marcharse, nuevamente le habían visto la cara de idiota y el viajando para nada -¡no espera! por favor escucha lo que tengo que decir-

-Sur, porfa de verdad no quiero escuchar nada de Rusia y tu hermana-

-¿Ni siquiera algo que podría evitar alejar a Rusia de tus hijas?-

-No lo necesitan-

-Chile sé que no lo dices enserio, no pareces de los que alejan a sus hijas por despecho-

Se mantenía frente al chileno con una expresión suplicante, ya no quedaba tiempo y solo podía rogar a que el sudamericano entrara en razón- bien, pero solo pa que deji de webiarme- Corea esbozo una sonrisa, asintió e invita a Chile a volver a tomar su lugar, pidió algo para ambos, seria una larga conversación.

-Bien ¿por dónde empiezo? -

-Por el inicio, es obvio- este rio un poco para aligerar el ambiente notando como de manera repentina la expresión del coreano cambiara -primero debo pedirte disculpas- inclino la cabeza hacia el chileno.

-¿Por qué?-

-Por todo lo que ha hecho mi hermana, me avergüenzo y responsabilizo por no estar mas al pendiente de ella-

-Tú no tienes la culpa- toco su hombro haciendo que levantara la vista para verlo a los ojos.

-En parte si- no le discutió había aprendido un poco del coreano y como se tomaba en serio su rol de hermano mayor y como terminaba responsabilizándose de todo.

-Bien, ahora lo que debo contarte no es fácil-

-Entonces ¿porque lo haces? No tienes obligación-

-Si la tengo, estoy cansado de las locuras de mi hermana y es tiempo que reciba un castigo... sin mencionar que ha ido muy lejos esta vez

El chileno alzo la ceja aun escéptico, le costaba creer que fuera a traicionar a su hermana o quizás solo exageraba y no era para tanto -ya po largala de una-

-Bien...-

≪•◦ ❈ ◦•≫

-No puedo creer que Chile no vaya a hacer nada-

-Quizás aun está afectado con todo-

-Lo entiendo, pero ¿venir solo para felicitarlos? ¿En qué piensa? -

-¿En querer cerrar una etapa quizás?- el ambiente en la casa era tenso, era un escenario desolador para la familia del ruso- ¿si le decimos a ONU?-

-¿Sin pruebas? Terrible idea, Además, podrían obligar a Rusia a negar todo-

-Tienes razón-

-No quiero a Norte de hermana es densa y amargada-

-Nadie quiero eso Georgia, pero parece que no podremos evitarlo-

Mientras seguían lanzando ideas que eran descartadas casi al instante, Alemania, Ucrania y Bielorrusia se encontraban en la cocina. Estaban bebiendo unos tés, pero ninguno tocaba su taza.

Bielorrusia miraba el piso mientras se mordía la uña, Ucrania miraba el techo y Alemania solo a una pared. Al igual que los demás habían estado discutiendo sobre Rusia y Chile -¿crees que Chile no vaya a dejar que veamos a las niñas?-

-Parecía decidido-

-Chile ha sido muy dañado este último tiempo, es normal quiera alejarse de todos- soltó el alemán esquivando la mirada. Los hermanos solo lo vieron de manera fugaz sin emitir algún comentario.

-No debí insistirle a Chile en venir... pero de verdad pensé que quería arreglar las cosas con Rusia

-Bueno en perspectivas te engaño para traerlo, aunque no es difícil hacerlo-

-No ayudas Bielo- apretaba los dientes mientras miraba la sonrisa burlona de su hermana aunque se desvaneció a los segundos -me molesta decir eso pero creo que debemos...- Bielorrusia fue interrumpida por el sonido de un móvil, era el del alemán, este lo tomo con rapidez -es Corea del Sur- volteo el dispositivo mostrando el nombre de la pantalla -¡responde!-

-¡Pon el altavoz!- este asintió respondiendo a la llamada -hallo Sur-

-¡Alemania gracia al cielo no sabía a quién llamar!-

-¿Que sucede? Suenas alterado-

-¡Es Chile! necesito ayuda-

-¿Cómo? ¿estas con él? -

-¡S-si! ¡pero no consigo calmarlo!... ¡Chile escúchame! - escuchaban apenas lo que decían preocupando a los tres- Sur dime donde estas-

-T-te mando la ubicación, ven rápido- los tres sin perder tiempo se dirigieron hacia la salida, pero tuvieron que detenerse en medio del pasillo ya que la casa comenzó a moverse haciendo que perdieran el equilibrio.

Fueron encontrados por el resto que estaban igual de asustado por el repentino movimiento -¿Chicos están bien?-

-¿Que fue eso?-

-¿Qué pregunta es esa? Es obvio que es un terremoto-

-Quizás fue Chile-

-¿Chile?-

-¡No hay tiempo para explicar vamos! ¡ya regresamos! - salieron con prisa, Alemania le mostro a Ucrania la localización -se donde es- acelero a toda velocidad sin darle tiempo a los otros colocarse el cinturón y a los otros con mas dudas por como se marcharon tan repentinamente.

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