LXXXVIII


Luego de una larga espera, cientos de indicaciones y amenazas de parte de la organización y también de algunas despedidas, los cuatro finalmente se marcharon del hospital y ahora se encontraban en casa del chileno, Rusia miraba al de cola con una ceja alzada -¿que mirai?¿te debo plata?¿acaso te gusto weon?-

-Claro que me gustas, pero no es por eso... es tu nueva casa, creo que es más grande que la mía--

-¿Y qué?¿no puedo tener una wea grande? -

-¿Que paso a tu otra casa? Pensé que te gustaba-

-Nada, si me gusta y por último no tengo nadita que andar explicándote weas a vo'- lo miro con molestia, ya le era suficiente tener que soportar depender de el para salir del hospital, lo trajera hasta su hogar como para además responder interrogatorios.

-Ok, ok tranquilo... mejor entremos- iba ayudarlo a bajar del vehículo pero este se negó y solo un gesto con la cabeza hacia las menores -¿Qué sucede?- veía como el chileno rodaba su ojo para luego cubrirse el rostro con su mano buena -eri bien weon, lleva a las niñas primero a dentro, yo espero-

-Ah ok... no soy gueon como dices, estoy aprendiendo esto de ser padre- estaba algo afligido por todo esto, pero al parecer el chileno ni se inmuto, volteo a ver hacia otro lado dejando a Rusia sin más opción que ir por sus hijas primeros. Este lo miraba como iba con las sillas en cada mano -este parece tarzán diciendo mis palabras-

Finalmente entraba con el chileno en una silla de ruedas que le habían facilitado para evitar que se estuviera sobre esforzando, aunque Chile había insistido en bajar solo del vehículo y sentarse en la silla. Rusia miraba alrededor pero ese lugar era completamente desconocido para el -¿Dónde está tu cuarto?-

-Arriba- apenas apunto y el ruso ya se estaba acercando a él para tomarlo en brazos pero el chileno se resistió -¡que no me toqui weon!¡cómo no entendí esa wea!-

-Solo quiero ayudarte, no te muevas tanto o puedes caer- finalmente dejo de forcejear, pero mientras era cargado soltaba múltiples improperios – ni se te ocurra manosearme-

-No lo haría- todo su cuerpo estaba tenso, tener tan cerca al chileno y no poder besarlo o abrazarlo era todo un trabajo.

Finalmente lo dejo acostado en su cama y se marchó soltando todo el aire contenido, miro sus manos y estaba temblando -esto será más difícil de lo que pensé- fue por las menore que no habían despertado, con una silla en cada mano regreso al cuarto chileno que dejo atrás su expresión molesta para volver a sonreír -¡mis niñas!- rodeo la cama depositando ambas sillas sobre esta, Chile no espero para sacarlas de ahí y tomarlas entre sus brazos sin importar el dolor en su muñeca y obviando como Rusia extendía sus manos alerta por si requería ayuda -aww~ tan lindas, sigan nomas haciendo tutito-

-Creo que tienen el sueño pesado como nosotros- Pero Chile lo ignoro concentrándose toda su atención en las menores -ya puedes irte-

-¿Cómo dices?-

-Eso, ya no teni que seguir aquí, yo me hago cargo-

-Chile, no-

-Tu no me mandai-

-Tu tampoco, me iré, pero más tarde ¿o puedes alimentarlas? ¿cambiarlas? ¿o si quiera ir solo al baño sin lastimarte? -

-Que te importa si puedo o no, es cosa mía-

-Me importas y sabes porque, mira, no quiero que discutamos más, no es bueno que ellas nos vean así, mejor iré por sus cosas, además pronto deben alimentarse -

El latino lo siguió con la mirada hasta desaparecer de la habitación. Bajo su vista para ver a sus hijas -perdón hijitas, pero así será mejor... solo nosotros tres-

Tras haber dado un rápido recorrido por la casa para poder identificar donde estaría todo, llevo los bolsos de las menores hasta lo que sería el cuarto de ellas. Rusia echaba un vistazo rápido, el cuarto era de un verde pastel, algunos diseños de animales decoraban las paredes, en uno de los muros dos cunas, algunos peluches y juguetes ordenados sobre estantes y un mudador donde se acercó para dejar los bolsos y ordenar todo.

Por el rabillo de su ojo diviso un cuadro, dejo todo de lado y se acercó a verlo mejor, lo tomo entre sus manos, era una foto grupal, estaban los latinos, Mapuche, Rapa Nui y algunos hijos del chileno y este en el centro de ellos -lucia tan lindo embarazado- acaricio con sus dedos la imagen del chileno, estaban todos sucios pero parecían felices y el fondo era el mismo cuarto donde estaba ahora -me hubiera encantado ser yo quien preparara su cuarto- una tristeza lo invadió, se había perdido eso y cientos de cosas más de lo que significaba esperar la llegada de sus hijas, también había perdido la oportunidad de hacer todo eso con Chile. no lo culpaba a él por ocultarlo, se culpaba así mismo, era solo el resultado de los errores que cometió.

Dejo el cuadro en su lugar para volver a tomar algunas ropas de las menores y ver cuales estaban sucias para lavarlo. Miraba cada atuendo y se imaginaba a Chile eligiendo cada uno de ellos o recibiendo el regalo de parte de sus cercanos, estaba extrañado que aun el de cola no hubiera reclamado por como termino la ropa, aunque tenía solución.

Se acerco con cuidado a la habitación, se asomó apenas por el marco de la puerta cerciorándose que estuviera despierto -em ¿Chile? -

-¿Que queri?-

- ¿Tendrás alguna máquina de costura? ¿o hilo y aguja? -

-No ¿y pa que queri una? -

-En el hospital tuvieron que improvisar y rompieron la ropa de Alisa y Sayen -le mostro algunas prendas que fueron tomadas con horror por parte del contrario-¡pero weon! esa ropita me salió cara ¿porque lo hicieron?-

-Por sus colas, notaron que estaban incomodas con estas bajo la ropa-

-Cierto las colitas... por la cresta ya filo, si ellas estaban incomodas está bien-dejo a un lado la ropa siendo tomada por el ruso -tranquilo yo lo puedo arreglar... ¿puedes quedar un momento solo con ellas? -

-Haz lo que quiera, se cuidar a mis hijas, mejor hazme un favor y no vuelvas-

Rusia solo apretó un poco los atuendos entre sus manos -... ya regreso- se marchó, iría en el auto del chileno y de paso traería los obsequios que tenía para los tres, además de los que habían dejado sus hermanos para las menores.

-Puchis era tan linda esas ropitas ¡pero se ven tan tiernas con esas colitas! Ninguno de sus hermanos la tiene- se acercó a darle besos en su rostro y guatitas recibiendo quejidos de las recién nacidas.

Aunque había tardado más de lo esperado, se sentía satisfecho, entraba con todas las cosas, quería enseñárselas al chileno, aunque era probable que no quisiera recibir nada.

Pero el llanto de las menores junto con un fuerte golpe lo alerto, dejo todo en el suelo y corrió de prisa a la habitación del chileno.

-¡¿Se encuentran bien?!- no pudo evitar asustarse, luego de lo sucedido a Chile estaba más alerta pero no esperaba ver al chileno arrodillado a un lado de la cama estirando su brazo intentado calmar a las menores -Chile ¿qué paso?-

-N-Nada-

-Por favor dime- sorbeteo su nariz, se limpiaba rápido la mejilla para que no lo viera que estuvo llorando. El ruso se acercó con cuidado a el paso los brazos por debajo de las axilas del chileno para ayudar a levantarlo y quedara sentado en la cama -¿y bien?¿qué sucedió?-

-No pude calmarlas, deben tener hambre- de inmediato Rusia quiso golpease a sí mismo, había olvidado dejar los biberones al alcance de Chile -¿intentaste ir por su leche?-

-¡Claro! No las voi a tener cagadas de hambre, pero por esta wea en la pierna perdí el equilibrio y me caí no puedo ni darles una mendiga mamadera a mis hijas- estaba frustrado, pero odiaba más la expresión de lástima que tenía Rusia en ese instante -lo siento fue mi culpa-

-Es mía por ser tan débil, un inútil-

-Chile ya te recuperaras debes ser paciente, no debes tratarte de esa forma-

-¿Y-y mientras que hago? debo cuidarlas- tenía la vista puesta en el suelo, miraba con molestia aquella bota y muñequera que OMS le obligaba a usar -te dije que estaré con ustedes, hare lo que no puedes, es mi turno de hacer algo por ustedes tres- se acercó a él, bajo un poco para dar con su rostro, seco una lagrima que caía por la mejilla del chileno, pero rápidamente le aparto rechazando el gesto -mejor descansa, regreso con sus biberones-

El resto de la tarde fue tranquilo, Chile dormía plácidamente y aun lado de él se encontraba dos cunas apegadas a la cama donde dormían las menores.

Rusia les sacaba algunas fotografías para enviarlas a sus hermanos de lo contrario debía soportar cientos de insultos, también le sacaba algunas al chileno para guardarlas. Con duda se acercó a su lado, se acostó y con cuidado lo abrazo, acerco el rostro al cabello del chileno inhalando su aroma- solo quiero estar contigo, dame una oportunidad- se dio unos minutos para estar así, recordando los momentos que tuvo entre sus brazos al chileno, los dos felices y de manera inconsciente Chile esbozaba una leve sonrisa mientras dormía al sentir como un calor lo envolvía.

Despertó por el llanto de una de las menores -esto no lo extrañaba...- se acomodó con pereza en la cama y con cuidado la tomo entre sus manos -Alisa porque lloras... guacala te podriste amor jejs- encendió la luz ya que estaba oscuro, no tenía claro que hora era o cuanto durmió -¿dónde estará tu papá?.... y pa que busco al weas- miro a su lado y estaba el bolso de ellas, la acostó entre sus piernas para buscar todo, se quejaba un poco ya que le dolía su muñeca y el inmovilizador le dificultaba moverse -ya amor te saco al toque los cagaos pero shh que despertaras a tu...- otro llanto se unió al de la menor -hermana...- prefería ver a un primero para luego ver a la otra cuando la volvió a poner la ropa se dio cuenta de algo -¿y esto? tu ropita esta arreglada- miraba unos momento la prenda y como ya no era un orificio deforme donde podía sacar la cola -¿habrá sido Rusia?-

Como esperaba casi no durmió esa noche, era más difícil cuidar de dos bebés solo y peor aún intentar ir al baño, pero ¿y Rusia? Tal como le prometió se marchó no sin antes dejar todo a mano al chileno incluso algo de comida, pero dejando un mensaje que si lo necesitaba solo llamara -que su abuela lo llame... ¿tuvo abuela? Agh pienso puras weas con sueño-

Eran las 7 am y finalmente se habían dormido, Chile cabeceaba intentando no caer dormido. Las miraba sobre su torso como subían y bajaban debido a su respiración, sus brazos y cola la rodeaban de manera protectora -mis niñas preciosas tienen unos angelitos, no sé qué hubiera echo si las pierdo a ustedes también- beso sus cabecitas acurrucándolas más a él, había tenido tanto miedo ese día. Miedo de perderlas, de perder lo único que quedaba de lo que fue su relación con Rusia, por lo menos la parte buena.

-Disculpa ¿estas despierto? - escucho un susurro cerca, alzo un poco la vista, era Rusia quien miraba preocupado -haci ruido te mato- el contrario sonrió, entro con cuidado maravillándose con la escena, sus pequeñas hijas durmiendo sobre el pecho del chileno- ¿cómo pasaste la noche? - movió una de las cunas para sentarse a los pies del chileno -normal con recién nacidas no se duerme, pero creo que solo querían cariñito, las puse en mi pecho y quedaron lona-

-Les gusta mucho los mimos, como a ti- las miraba con ternura, se había dado cuenta de eso en el hospital y como se calmaban cuando les hacia un poco de cariño -Rusia ¿tú lo hiciste? -

-¿Qué cosa?-

-Su ropa, arreglarla-

-Claro-

-No tenía idea que sabias de costura- se acercó más para poder acariciar la espalda de la menores- vivir en medio de una guerra obliga a prender cosas- no podía apartar la vista de las menores dándoles pequeñas caricias en sus cabecitas.

-Pero URSS...-

-Él se preocupaba de lucir bien, no podía mostrar su crisis, Bielo fue quien me enseño y le ayudaba con la ropa de nuestros hermanos pequeños-

Guardo silencio por un momento, lo observaba de reojo, no podía dejar de sorprenderse por la expresión que el ruso hacia cada vez que veía a sus hijas -¿No te avergüenzan?-

-¿Mis hermanos? A veces ¿Por qué la pregunta de repente? -

-Eso no tarado... sobre Alisa y Sayen... ¿no te avergüenza que no sean normales? -

-Chile por favor, no digas eso, nuestras hijas son hermosas y sus colas solo las hace más especiales, son tan hermosas como lo eres tú- escondía el rostro entre las pequeñas cabecitas de sus hijas para evitar que Rusia notara su reacción, en el fondo le alegraba aquella respuesta y se avergonzó de lo último -deberías descansar, por tus ojeras supongo que no has conseguido dormir mucho, yo me encargo ahora-

-No, estoy bien-

-Chile estarán bien. Las cuidare mientras descansas- Con cuidado fue tomando a las menores, Chile se sintió extraño, una angustia lo invadía al ser separados de ellas -¿a-a adonde las llevas?-

-Preparare sus biberones y te traeré el desayuno- Chile apretó las sábanas, no quería perderlas de vista, aunque estuviera cansado. Rusia se percató que algo no andaba bien con el-te parece si las dejo en el coche y vengo por ti, podemos tomar desayuno juntos y luego descansas-

-Si, prefiero eso... gracias-

Desayunaban en completo silencio, apenas se escuchaba los choques de la loza. Chile parecía tranquilo bebiendo de su té mientras Rusia lo miraba nervioso, quería tomar su mano, decirle tantas cosas, pero no quería molestarlo y quizás lo echara una vez más.

-Eh Chile-

-¿Mhm?-

-OMS me llamo y dijo que enviara personal por la tarde para hacerte rehabilitación-

-Son exagerados, se me pasara solo-

-Solo acepta la ayuda por favor, Chile, solo queremos ayudar- le miro de reojo alzando una ceja para volver a ignorarlo -ok solo para evitar el webeo de OMS-

-Perfecto ahora ven, debes dormir-lo tomo en brazos sorprendiendo al chileno que lo miro molesto -no quiero, además no es necesario que me andi' tomando-

-Chile, ya lo hablamos-

-Déjame en el sillón, estuve mucho tiempo en cama-

-Bien- lo dejo recostado allí, fue por una manta entregándola a las manos del chileno para luego acercar el coche con las menores.

-Oye ¿Qué onda todas esas bolsas? -

-Oh son obsequios para Sayen y Alisa algunos son de mis hermanos, pero la mayoría los compre luego de conocerlas... también compre algunos obsequios para ti-

-Maldita potencia, jurai que me compras con regalos- susurro mientras se acurrucaba bajo la mirada extrañada del contrario, este se acercó depositando un beso en su cabeza que estaba cubierta por la manta- ¿Qué hiciste? -

-Nada-

El descanso no duro mucho ya que de pronto se escuchaba un ruido proveniente de la puerta, Rusia no consiguió llegar a esta cuando de la nada la casa estaba siendo invadida por algunos de los hijos del chileno que apenas se enteraron del alta hicieron lo posible para poder verlo, aunque fuera un par de horas.

-Chile-

-Que queri oh, tengo tuto-

-Tienes visitas-

-¿Visitas?¿Quién?- aparto la manta pero rápidamente vio cómo se lanzaron a él, lloraban de alegría, se peleaban por abrazar a su padre quien estaba sorprendido -m-mis.... ¡mis guaguas!- como pudo comenzó abrazarlos entre lágrimas, besaba el rostro de cada uno de ellos quienes reían ante la muestra de afecto.

-¡Mutter por favor no nos asustes así!-

-¡Si! ¡pensamos que te ibas a ir con vati!-

-¡perdón papito no me dejaron sacarle la cresta al maraco ese!-

-Ya sh, sh, mis niños, perdón por asustarlos, pero su taita está bien ¿ven? Bueno a medias jsjaskja-

-Vaya que llorones son todos- miraron al santiaguino quien estaba sonriendo al lado del ruso -vo eri un amargao-

-Ustedes son unos bebes exagerados, saben que el papá es el más duro y no solo de la mata... y por cierto, ustedes acaban de revelar quienes son las bendis nacidas de papá- estos intercambiaron miradas para luego ver al ruso quien estaba intrigado por todo, ya lo había escuchado de España pero no sabía quiénes eran ahora lo encontraba lógico viniendo de los que sabían hablar alemán -ehh...-

-Tranquilos ya no importa, estoy feliz de verlos a todos, haber denme permisito- todos se levantaron permitiendo que se sentara en el sofá, algunos notaron donde estaban las menores por lo que corrieron a ver a sus hermanas -Santi ven- palmeo el asiento al lado suyo haciendo que se sentara a su lado -ya lo se todito-

-¿Que sabes? -

-No te hagas mira que lo sé todo o si no lo invento jeje... - tomo su mano acariciándola, sus ojos estaban humedeciéndose por la emoción – ya sé que gracias a ti y UK, yo y tus hermanas estamos bien-

-Viejo no...-

-También que te ocupaste de todo y aun así nos cuidaste... perdón mi niño por asustarte y gracias por ser un excelente hijo- su voz sonaba temblorosa, subió una de sus manos acariciando la mejilla de la capital a quien le temblaba la mandíbula. Finalmente, cedió y abrazo con fuerza al de cola quien con gusto correspondió -tenía miedo...-

-Lo sé, lo sé, yo también... me asustaba no verlos a ninguno de ustedes... pero sus abuelitos, Kaiser y Weim me cuidaron-

-¿L-los viste?-

-Mmm quien sabe jeje pero no importa, saben que hare lo que pueda para no dejarlos solos- los demás al ver la escena terminaron uniéndose junto a las menores. Rusia miraba todo desde la distancia, era una escena tierna como era rodeado de sus hijos y como incluían a sus hijas, permaneció un momento en silencio hasta que prefirió darles espacio y fue a ordenar -te lo mereces chile... te mereces estos momentos-

Estuvieron un par de horas compartiendo con el chileno, al menos hasta que Rusia le avisaba que pronto llegaría la gente que se encargaría de la terapia del chileno. Estos se despidieron no sin antes mirar de manera amenazante al ruso quien solo se limitó a despedirse, aunque quisieran quedarse para cuidar de su padre habían hecho un compromiso de regresar a sus sectores y aun se encargaban de parte del trabajo del mayor -suerte weon- soltó apenas Santiago, estaba en deuda con el ruso por cuidar de su padre.

Unos minutos después que la casa volviera a estar en silencio, a Rusia le llego otro mensaje avisando que se encontraban fuera del domicilio, pero antes de ir a recibirlos Chile le pidió que se llevara a las menores a la habitación y que luego de recibir aquellas personas se fuera a la habitación con ellas.

Solo cuando una vez que se marcharon y le indicaron los días de las sesiones y cuando debía ir al hospital por sus chequeos llamo al ruso indicando que ya podían bajar -¿cómo te sientes?-

-Adolorido... ¿las niñas? -

-Durmiendo-

-Buena, se portan tan bien mis guaguas pa' ser tan chiquitas- se estaba acomodando la muñequera ya que la sentía demasiado apretada, miro de reojo ya que se sentía observado –¿qué pasa? -

-¿Porque pediste esconderlas?-

-No las escondo, las protejo-

-¿De quién?-

-Todos, el ser hijas de naciones las pone en peligro, podrían usarlas en nuestra contra-

-Chile, eso no pasara-

-No lo sabes-

-No lo permitiré, haría lo que sea para protegerlas y a ti también-

-Con que te preocupes por ellas es suficiente yo se cuidarme solito- como estaba apoyado en el sofá al separarse trastabillo un poco, pero consiguió mantener el equilibrio, aunque le dolía todo el cuerpo.

-¿Dónde vas?-

-Quiero ducharme, estoy to' sopiao'- intentaba apoyarse en el muro mientras daba torpes pasos pero el presionar su mano contra la pared le provocaba un fuerte dolor en la muñeca lastimada.

-Deja te ayudo- el chileno lo aparto rápido, un leve rubor comenzó aparecer en su rostro -ni se te ocurra -

-por favor permíteme ayudarte-

-¡N-Ni loco! solo te vai aprovechar, me se bañar solito-

-Solo te iba a llevar hasta el baño... pero ahora que lo mencionas ¿Tienes tina? -

El chileno se sonrojo más, claro, le ofreció ayudarlo a subir la escalera y el de inmediato confundió las cosas -¿Y-Y que si no tengo?-

-Puedes caer, apenas consigues subir un escalón sin sentir malestar-

-No me vas a bañar pervertido de mierda- Rusia lo cargo sobre su hombro recibiendo golpes en su espalda e insultos.

En el baño no fue muy distinto, seguía reclamando contra el ruso, lo bajo de su hombro dejándolo sentado sobre el retrete- ya chao pescao- forcejeaba con el ya que sus manos aún permanecían en los brazos del latino.

-Chile ¡ya deja de hacer eso! - se había molestado, haciendo callar al chileno, se encogió de hombro para luego volver a verlo desafiante.

-¡No me griti! Esta es mi casa y vo' solo queri aprovecharte-

-¡¿Lo dices enserio?! nunca me aprovecharía nunca de ti, solo intento ayudar- su mirada era de angustia, ya estaba creyendo que lo que tuvo con el ya no podría recuperarlo y eso lo asustaba – ¿de verdad crees que soy esa clase de hombre?-

-No...- se mordió el labio inferior, no quería seguir viendo el rostro del ruso, no lo soportaba por lo que se fue quitando la ropa en silencio, Rusia le entrego una toalla para cubrirse mientras le ayudaba a quitarle la bota que inmovilizaba su pierna para no mojarla.

Tras eso miro de reojo al ruso haciendo que se sonrojara por completo, estaba desnudo frente el -¡¿que haci?!-

-Será más fácil si me baño contigo-

-No, eso sí que no-

-Chile basta, no tenemos tiempo, las niñas puedes despertar- le tranquilizo que quedara en ropa interior, pero seguía inquieto y aun más idiota porque a él no se le ocurrió dejarse también la ropa interior.

Pero tenía algo bien en claro y era que una cosa era que le ayudara a trasladarse y otra muy distinta a estar desnudo y compartir un baño con el ex.

No se atrevía a mover sus músculos, apenas se sujetaba de los hombros del ruso mientras este pasaba una esponja por su cuerpo -Chile ¿puedo? -

-¿Q-Que c-cosa?-

-Tu cola-

-Oh claro- alzo su cola para darle mayor acceso escondió su rostro evitando la vergüenza de verlo, apretaba los labios, las manos del ruso sin duda seguían provocando que su cuerpo reaccionara para su desgracia.

Fue una tortura para ambos, cuando finalmente terminaron ambos suspiraron relajando sus músculos, Rusia tomo la toalla envolviendo el cuerpo de Chile -¿v-viste algo?-

-Solo tu cabello...- claramente era una mentira, de vez en cuando había visto el cuerpo del chileno de reojo, pero no era algo que le fuera a confesar en ese momento y menos como su cuerpo también estaba reaccionando ante los leves tactos de Chile.

-Gracias-

-De nada- quería decir más, pero las menores anunciaban que habían despertado y querían a sus padres -te dejare en tu habitación para que puedas vestirte-

-¿Y tú?-

-Vendré por mi ropa, me secare aquí y voy por ellas-

-Ok- un momento incómodo para ambos, Chile solo quería estar en su habitación y soltar mil maldiciones tranquilo por haber aceptado tal cosa mientras Rusia necesitaba volver a la calma.

≪•◦ ❈ ◦•≫

Debido al invierno, ya estaba oscuro, aunque aún no fuera tarde, por lo que era señal para el ruso que debía retirarse, no quería problemas con los policías solo estar fuera en toque de queda-Chile ya me marcho ¿necesitas algo antes? - se acercó a la cama, Chile desvaneció su sonrisa, a su lado estaban las dos menores con las que jugaba un poco.

-Eh, si-

-Dime-

-No es justo que andes de aquí pa allá solo por cuidar de ellas... y de mi-

-No tengo problemas, lo hago con gusto-

-Pero yo sí, andas gastando plata por mi culpa-

-No es tu...-

-Cállate weon... siempre lo mismo con vo'...lo que quiero decir... mi casa tiene varias piezas, solo elige una y te quedas ahí-

Aquellas palabras lo descoloco por un momento, no podía creer las palabras que acababa de pronunciar el contrario-¿me estas invitando alojar aquí? - sus ojos mostraron un pequeño brillo, no podía evitar sentirse feliz -see... pero no te pases rollos es pa que no andi pa ya y pa acá y luego te hagan un portonazo ya ni el virus los espanta a los weones-

-Te preocupas por mi- se acercó hasta el tomando en brazos a una de las menores -pff no me importa, si no queri ándate nomas-

-Gracias Chile... tendré que ir por mis cosas y regresar- como no dejaría que se acercara de nuevo hasta el solo le beso la frente a sus hijas dejándolas con Chile. Iría rápido antes que cambiara de opinión.

-Preocuparme por el... el weon patuo que agradezca que no puedo hacerlo levitar a pata en la raja- miraba a sus hijas que movían sus manitos, puso un dedo en cada una tomándolo de inmediato – lo único bueno que hizo el fue ustedes mis niñas preciosas-

Rusia fue de regreso a la habitación del Chile tras instalarse en la habitación al lado de la suya, pero ya estaban dormidos por lo que hablaría con el mañana. Si no fuera porque un ruido llamo su atención se acercó con cuidado, estaba oscuro, pero era claro que eran unos sollozos los que escuchaba -¿porque lo hiciste? ¿porque me cambiaste? - el ruso se le apretó el pecho, no se atrevía a entrar quería consolarlo, lo que dijera seguro seguiría sin creerle.

-¿Porque me sigue doliendo tanto?- Chile había despertado producto de una pesadilla, estaba rodeado de oscuridad y sus lágrimas se resistían a dejar de caer -no debiste ser tan lindo conmigo si al final también me abandonarías- Rusia se fue deslizando por el muro hasta quedar sentado en el suelo, cubría sus ojos mientras escuchaba los lamentos del chileno haciendo que también comenzara a llorar.

-Soy weon, no debi creer en todas esas promesas vacías...pensé que eras feliz conmigo-

-Eres el único que me hace feliz- soltó en susurro, tan bajo que no era percibido por el chileno, apretaba su puño de la impotencia y frustración -lo siento Chile... de verdad no quise hacerlo-

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