LXXXV


-Llegamos señor, el señor Santiago lo espera adentro-

-Gracias- tomo su bolso y bajo del vehículo al principio tenía algo de dudas al ver a gente de PDI escoltándolo en nombre de la capital, pero no estaba en posición de oponerse. Miraba el edificio frente el, su cuerpo se negaba a dar un paso más, temía que era lo que se encontraría -veo que, si has venido, ya imagino la cara de ese idiota-

Cerca de él estaban sus hermanos al parecer también acababan de llegar, quien se acercó primero fue Bielorrusia, le dio una caricia en la mejilla del contrario -Bie-...- un fuerte golpe en el estómago lo hizo perder el aliento inclinándose hacia el frente, fue tomado por sorpresa.

-Eres muy valiente al querer ocultarnos lo de Chile y aún más dejarlo ir tan fácil maldito idiota-

-B-bielo y-yo no sabía-

-No te creo ¡cómo no te ibas a dar cuenta! -

-Bielo tranquilízate, no es momento-

-Pero...-

-Ven deja que Rusia vaya a ver a Chile-Estonia la alejo del ruso -gracias, hermana- esta solo esbozo una mueca al ruso -Cállate, también estoy molesta-

-Si están molestos ¿qué hacen aquí? -

-Obviamente no estamos por ti idiota, venimos a saber de Chile y de nuestras sobrinas- Ucrania le agarro del brazo arrastrándolo al interior del hospital -luego seguimos maltratándolo, ahora debes darte prisa, mi cuñado te espera-

-Chile no es-

-¡Si lo es! ¡y te aseguraras de eso! o juro te mato y creo que los demás concuerdan conmigo-

-¿Que es este escándalo? ¿no saben comportarse en un hospital? - Santiago se acercaba a ellos, lucia cansado, pero sobre todo molesto -no eres bienvenido, Rusia, y aun así decidiste viajar, tienes agallas-

-Santiago, vine apenas me entere de lo sucedido ¿cómo esta Chile? – la capital miro a los demás, había conseguido mantener a ONU y Moscú a raya con la información pero por los nervios olvido por completo a los hermanos del ruso.

-Vivo-

-¿Y mis hijas?- le parecía extraño decir esas palabras, así como las emociones que brotaban -¿cómo supiste?-

-No importa ahora ¿cómo se encuentran? -

Exhalo con pesadez, ya le era inútil ocultarlo o ya no tenia ánimos para mas problemas -estables, veo que viniste con apoyo ¿no eres capaz de enfrentarlo solo? -

-No es así, vinimos por nuestra cuenta, estábamos preocupados por Chile así que si quieres tirar a Rusia por las escaleras adelante- Uzbekistán lo empujo haciendo dar unos pasos hacia la capital haciendo que el ruso soltara un gruñido hacia sus hermanos.

-Ven conmigo Rusia, los demás vayan al quinto piso ahí están mis tíos- sin más se giró emprendiendo su camino, Rusia sin duda alguna lo acompaño. Iban en el ascensor, ninguno se dirigía palabra haciendo el ambiente más incómodo. Apenas bajaron Santiago siguió caminando por los blancos pasillos del lugar. Se detuvo frente a unas puertas donde hablaba con un guardia. Alzo su vista leyendo el cartel neonatología una extraña sensación comenzó a brotar -¿aquí están?-

-Si, ven- pasaron por el guardia entrando al lugar, pero Santiago continuo sin si quiera dirigirle la mirada.

Miraba las cunas e incubadoras como también algunos padres acompañándolos, se sentía un intruso en ese lugar, apenas llevaba unas horas sabiendo que era padre, pero no impedía preguntarse a cada segundo dónde estaban aquellas pequeñas que trajeron de regreso su sonrisa con solo saber de sus existencias.

Continuaron hasta dar con una sección más apartada del lugar, como si la capital le hubiera leído la mente respondió casi de inmediato su duda ante el lugar- están apartadas, al ser hijas de naciones deben ser protegidas y más aún luego del ataque a mi padre... además nacieron prematuras -

Rusia permaneció unos pasos de distancia de Santiago -sabes Rusia, la idea de mi papá era que no supieras de ellas quizás nunca-

Le hirió escuchar eso pero aún más le entristeció darse cuenta que no solo había perdido al chileno ese día, también a sus pequeñas -¿Porque me estas permitiendo verlas entonces? Podrías haberme echado como lo ha estado haciendo Chile-

-Si podría... pero...N-no lo sé... todo lo que está pasando... si no mejora no lo conocerán, al menos deben conocer a uno de sus padres-

-Santi, Chile estará bien, estoy seguro mejorará muy pronto-

-También lo deseo, pero se notaba agotado, lo de ustedes le afecto más de lo que nos gustaba imaginar, vivía con miedo, aunque solo lo menciono una vez, sabía que seguía igual-

-¿Miedo?- el contrario asintió, se giró dejando ver como derramaba algunas lágrimas -si sabias de las guaguas qu-quisieras llevártelas y más ahora que te vas a casar con Norte... mira, no puedo negar que veas a mis hermanitas pero no las alejes, eso lo destrozaría-

Rusia lo tomo por lo brazos con algo de fuerza, estaba sorprendido que pensara así pero no lo recriminaría, ya les era suficiente todo lo que estaba pasando- Santiago sé que no me creerás, pero amo a tu padre, me hubiera gustado saber todo antes para cuidarlo como era debido y ellas no irán a ningún lado sin Chile-

-Ojalá cumplas... igual Moscú intervino un poco por ti... ya entra no te dirán na eri el papá, yo iré a ver a mi viejo- se soltó del agarre del ruso, se limpió el rostro marchándose en ocasiones así era cuando más odiaba ser la capital, como deseaba ser otra vez un niño sin preocupaciones y que su padre lo abrazara cuando se sentía mal.

Rusia siguió las indicaciones para poder entrar, una vez listo se acercó a pasos inseguros a las incubadoras. Observaba desde arriba aquellas pequeñas criaturas que parecían dormir plácidamente como sus banderas eran iguales a la de el, al menos en el diseño a excepción de dos delgadas líneas que atravesaban el blanco con un azul mas oscuro y como en ambas por la zona de su ojo derecho una estrella y unas pequeñas colitas -igual a la de Chile- sobre sus cabezas habían unas tarjetas donde podía leer sus nombres así como el del chileno identificándolo como su madre.

Sus labios comenzaron a temblar, sus ojos ardían y su visión se volvía borrosa, sus rodillas flaquearon ante la repentina debilidad que lo invadió haciendo que callera de rodillas al piso, estaba a la misma altura de ellas, lagrimas comenzaron a desbordarse por su rostro, las emociones que tenía eran realmente abrumadoras.

-Lo siento, pude perderlas y no lo hubiera sabido... debí estar para ustedes, protegerlas... debí proteger a Chile, les falle-

-Esto no debió pasar, todo es mi culpa... si no hubiera sido tan débil, no merezco ser su padre- unos quejidos se escuchaban alzo su vista topándose con la mirada de una de las menores, luego miro al otro lado y la otra también lo observaba o eso creía, frente a él había todo un mundo nuevo, uno que en cierto modo le aterraba ya que era totalmente desconocido y el dolor, culpa y tristeza que ya se había adueñado de su ser, solo intensificaban ante la idea de haberlos perdidos y no haber hecho nada.

-Te ves realmente miserable, eres padre ahora, no dejes que mis nietas te vean en esas condiciones- asustado miro por sobre su hombro, a pesar de todo pudo reconocer al español -me lo merezco... aunque quedas corto...-

-Tonterías ven levántate y ayúdame- lo ayudo a ponerse de pie, lo guio hasta un asiento y lo hizo esperas ni se había percatado que el personal también había ingresado- ten tómala- España extendió a la menor frente a él, movía sus manos y pies al igual que su boca- España no se...-

-No vengas con eso tío, teneis tantos hermanos para decir eso, solo sujétala de esta forma y sostén bien su cabecita- finalmente se la entrego. Rusia la miraba con atención, su corazón estaba latiendo con fuerza al punto que lo sentía retumbar en sus oídos- ten- le entrego un biberón el cual fue recibido por la menor, alzo su vista y España estaba con la otra niña en sus brazos.

-No es necesario que seas amable conmigo, sé que me odias-

-Lo sé, pero no discutiré frente a ellas, el que no puedan estar con Chile ahora es más que suficiente-

-No entiendo cómo...-

-¿Como sucedió? Bueno quizás URSS no te explico, pero cuando papá y mamá se aman mucho...-

-N-No me refiero a eso- bajo la vista apenado no era una conversación para tener con su ex suegro.

-jajajaj es broma quieres saber ¿cómo es que Chile tuvo estas hermosuras? -

-Si, no es posible-

-Chile siempre ha sido distinto, en todas las formas, su madre me lo dijo, que nunca vería a otro igual a él y era cierto y tampoco sé cómo, pero luego que me presento mi primer nieto no me importo-

-¿Primer nieto? ¿ya tuvo otros? -

-Ups creo que su mami me va a insultar cuando se entere jeje pero si, con su primer esposo... bueno único esposo, buen hombre aunque algo atemorizante...-

-El abuelo de Ale-

-¡Oh! así que sabes de Imperio Alemán- guardo silencio por un segundo mientras observaba al ruso y a sus nietas, claro que cuando se entero quería matarlo con sus propias manos pero termino descartando la idea tras las reiteradas intervenciones del chileno y de la situación que estaba pasando.

-Rusia no te odio... bueno sí, pero por ahora es más importante la salud de mi hijo y mis nietas... y cuando te veo siento decepción, creí ver esa alegría tan especial que Chile desprende, una que experimento cuando estuvo casado, pensé que tendría de nuevo lo que perdió, pero creo que te subestime, aun eres bastante joven a comparación de nosotros- dejo el biberón a un lado y la posiciono sobre su pecho dando suaves golpes a su espalda. Rusia imitaba la acción, no estaba seguro de que hacer era distinto ayudar con sus hermanos a tener hijos propios -oye Rusia-

Este alzo la vista para ver al español, pero cuando escucho un pequeño eructo de parte de la menor volvió a observarla sonriendo.

-¿Qué opinas de tener una familia?- el ruso se quedó viendo cómo acunaba y le hablaba a la bebé, soltó una pequeña risa llamando la atención del español -una pregunta parecida me hizo Chile hace un tiempo, no entendía por qué del interés pero ahora sospecho que sabía de ellas-

-mm ¿y que le respondiste? -

-Nunca pensé en eso, realmente no sé qué es una familia, URSS apenas si era un padre, madre no tuvimos... creo que en el fondo no quería terminar siendo como él así que no me proyectaba con una pareja y duraba poco con ellas y las pocas relaciones que tuve con hombres se cansaban de ocultarlos así que casarme e hijos no eran mi plan de vida-

España lo veía como acurrucaba a la menor entre sus brazos, se acercó y le entrego a la otra teniendo a una en cada brazo -y a pesar de eso aquí estas, siendo padre de dos pequeñas-

-Fue gracias a Chile, el me mostro lo que era una familia, un hogar... me permitió ser parte de la suya, cuando estábamos juntos sentía un calor dentro, me sentía completo... comencé a pensar lo agradable que sería despertar con el cada mañana...n-no tener que negarlo ante mi gente...-q-que le quería pedir su mano, demostrarle que para mí solo existía el- apego a las menos hacia el mientras lagrimas caían por sus mejillas. España se permitió derramar solo una que rápidamente limpio- joder... Rusia se honesto ¿engañabas a mi chaval? -

-No... no entiendo aun como paso, siempre me ha desagradado Norte, mis hermanos y más cercanos son testigos como yo la ignoraba, Moscú era quien trataba con ella en cuanto a las relaciones políticas, incluso tengo un teléfono aparte para que no me moleste-

-Es difícil creer todo cuando ya todos sabemos que se casaran, Corea del Norte se aseguró que todos se enteraran y claro... del hijo que esperan-

-Esa es una idea estúpida de nuestros mandatarios-

-Entonces solo di no, lo de arreglar matrimonios entre naciones paso hace siglos y mira quien te lo dice-

-No es tan simple, ella espera un hijo mío y si no respondo Norte seguro nos atacaría con todo su arsenal, puedo enfrentarla, pero no quiero involucrar a mi gente... también temo que dañe a ese bebé por eso, él no es culpable de nada-

-Joder sí que te la has liado-

-Disculpen, pero ya deben retirarse- pero Rusia parecía no querer soltarlas -déjalas trabajar, estarán bien- dudoso dejo que la sacaran de sus brazos y devolverlas a las incubadoras.

España tuvo que sacarlo a la fuerza ya que no dejaba de ver que les hacían a sus hijas -¿seguro no les hará daño?-

-Hablas como un padre primerizo jaja-

-Lo soy España-

-Cierto... ven quítate estas cosas y acompáñame aún hay alguien que quieres ver ¿verdad? –

-¿Por qué estas siendo amable conmigo?-

-Porque no quiero que mis nietas me lleguen a odiar algún día por espantarte... y porque Italia me amenazo así que de los escarmientos mejor se los dejo a mis chavales-

≪•◦ ❈ ◦•≫

-Mi chilito ya abre tus ojitos... OMS nos dijo que tus pequeñas van bien, se comen todito... son tragonas como tu jaja...ja- se aferraba a la mano del de cola, no quería estar triste, sabía que se enojaría con él.

-Oye ¿recuerdas las pedas de mis tierras? éramos un desmadre jaja y nos poníamos bien jotos que pensaban que éramos novios jaja cuando te mejores debemos salir solo los dos mi compa, le pedimos a España que cuide a las bendis jaja- su risa fue apagándose volviendo a la tristeza, le acerco a darle un beso en la frente despidiéndose del de estrella.

Se secaba el rostro mientras salía de la habitación- hola, México- alzo su vista y estaban los hermanos del ruso -a caray ¿qué hacen aquí chamacos? -

-Venimos a saber del estado de Chile- apenas sonreía, cuando abrió los ojos pudo ver detrás de ellos al ruso y a su lado era acompañado por España.

Una ira lo invadió, camino entre las naciones al punto de correr directamente hacia él, consiguió taclearlo tirándolo al piso. Se subió sobre el agarrándolo por la ropa.

-¡Tienes huevos en aparecerte aquí maldito hijo de puta!-

-¡México!¡ Espera!-

-Chitón pendejo, todo es tu culpa, debiste ignorar a Chile, no tenías que haberte acercado a él, me mentiste en la cara cabron, lo engañaste maldito perro, él estaba pendejo por ti y tú lo desechaste-lo zamarreaba contra el suelo, querían intervenir, pero nadie se atrevía, a su vista era algo necesario, solo miraban alrededor, si se acercaba alguien del hospital intervendrían.

Las manos de México comenzaron a temblar, continuaba moviendo al ruso, pero con menos intensidad.

-Ahora el esta... mi amigo, mi hermano... lucia tan feliz de que se parecieran a ti- dejo caer su cabeza en el pecho del ruso- te odio Rusia, te odio, no debiste ayudarlo, así ustedes no hubieran terminado juntos...-

-No me arrepiento de eso... Mex amo a Chile nunca hubiera querido que algo malo le pasara, preferiría estar en su lugar a que sufriera-

-Por eso te odio más, Chile aun al borde de la muerte pensó en ti pese a lo que le hiciste- intercambiaban miradas apenados por la escena. México lloraba sobre el pecho del ruso mientras este se cubría los ojos con su antebrazo, también quería llorar en ese instante- ven debemos irnos-

-No quiero, quiero quedarme-

-Mex, recuerda que debemos volver con ONU-

-Que se joda, no dejare a mi hermano, no así-

Rusia aparto el brazo para ver al norteamericano, pero este mantenía su frente apoyada en su torso -México ¿me permites cuidar de Chile?- alzo su vista topándose con la del ruso -no, ya no confió en ti, si despierta... no quiero que sea a ti a quien vea primero...-

-Por favor lo extraño, cuidare de él, si pasa algo serás el primero en enterarte, me asegurare de ello-

-Vamos Mex, deja que lo vea, no me agrada la idea pero creo que le podría servir a nuestro hermano- Ecuador lo tomo del brazo quitándolo de encima de Rusia mientras Ucrania ayudaba a su hermano -¿seguro estarás bien?-

-Si... puedes informarle a ONU que estoy aquí y entregarle esto por favor- recogió su bolso del suelo y de su interior saco unos documentos, Ucrania leyó rápido quedando sorprendido.

-¿Pedirás autorización para permanecer aquí? Esto parece más una petición de asilo ¿Qué sucedió? - claro que la familia del chileno escuchaba todo, pero no decía nada en espera de escuchar el resto, pero tampoco les alegraba la idea que permaneciera cerca de Chile.

-Lo mande a la mierda así que no está muy feliz ahora, con esto no estaré obligado a volver enseguida, quiero estar con Chile hasta que se recupere y ocuparme de Sayen y Alisa-

-Pero tu trabajo...-

-Lo hare desde aquí y si necesito algo me comunicare con la embajada que hay en este territorio-

-¿Que pasara con Norte? Seguro apenas sepa que estas aquí te buscara y no creo que le alegre que estés cuidando de Chile-

-Ya se me ocurrirá algo, pero eviten que ella se entere, quiero mantenerla lejos de Chile y mis hijas- los demás asintieron, uno a uno se despidió entre sí y más distante los latinos quienes se marcharon con ellos. Colombia solo le apunto la sala y se marchó, era el que menos quería hablar con él en ese momento.

Nuevamente volvieron a darle indicaciones, pero apenas escucho, estaba nervioso, pero también ansioso, sería la primera vez que lo vería desde que el latino se fue de su casa. Entro a la habitación, y la escena frente a él le rompió el corazón.

En esa cama de hospital se encontraba un chileno inconsciente, de su boca salía un tubo conectado a una máquina, de su bata salían cables conectados a un monitor y de sus extremidades había múltiples sueros conectados, incluso pudo apreciar una pierna inmovilizada, vendas partes de sus brazos e incluso parte de su cola -P-por dios...C-Chile- se ganó a su lado, dudaba en tocarlo, no quería dañarlo pero el que estaba ahí no era el Chile que el conocía, incluso sus colores perdieron su brillo -mi amado Chile ¿Quién te hizo tanto daño? -acerco una silla a la cama quedándose a su lado tomo el valor y tomo su mano dando suaves caricias.

-Conocí a nuestras hijas... son hermosas como tú y elegiste nombres igual de hermosos- acerco sus labios, depositando un beso en el dorso de esta -por favor despierta grítame, insúltame por fallarte por ser un idiota por no darme cuenta de tu embarazo. Despierta y dime que me odias, pero despierta mi amado golondrina... ellas te necesitan, yo te necesito-

Comenzó a llorar en silencio, su respiración era errática, apretaba la mano del chileno entre las suyas, se disculpaba una y otra vez entre sollozos, era su culpa, si hubiera actuado antes y llegado de todos modos a la junta podría haberlo seguido, hablado, quizás discutido, pero no lo habría dejado solo, si tan solo fuera fuerte como todos creen, ahora estaría llorando de felicidad junto a Chile por la llegada de sus hijas y no culpándose por no haber estado para evitar todo esto.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top