LXXVIII
-Rusia como que ya me arrepentí-
-No exageres Chile, no es la gran cosa-
-Pa vo no weon ¡si a mí me va a doler la wea!-
-Chile ¿estas asustado? - el latino negaba con energía mientras miraba a cientos de personas divertirse, frente a el Rusia quien estiraba su mano para tomar la suya, pero el chileno no estaba del todo convencido si seguirle o no -amor... Rusia te dije que no se patinar-
-No importa, yo te enseño- termino tomando sus dos manos jalándolo a la pista de hielo a Chile le temblaban las piernas, temía más a lo que le pasaría si caía mal a la alta vergüenza que viviría con tanta gente alrededor -no me solti-
-No lo hare- lo llevo hasta el centro de la pista, le daba instrucciones de lo que debía hacer, la forma correcta de posicionar sus pies. Daba algunas caricias con sus pulgares en un intento de calmar los nervios del latino.
Mientras Chile solo veía sus pies concentrado a seguir cada indicación un poco más seguro, aunque un par de veces termino siendo sostenido por el ruso evitando que cayera al piso -¿estas bien?- algunas miradas curiosas se posaban sobre la pareja pero continuaban con lo suyo, se estaban esforzando en no demostrar la relación que tenían.
-Si,si tranqui- Rusia le observo un instante, como su cola parecía estar enrollada cubriendo parte de su cuerpo -¿seguro? Si temes podemos parar- Chile finalmente miro a Rusia notando su preocupación, quería abrazarlo, pero desistió de ello- no es eso Ru me frustro que no me salga bien la wea-
-¿Seguro solo es eso?-
-Si-
-Entiendo, pero al menos te puedes mantener de pie solo- puso atención y era cierto, Rusia le mostraba sus manos alzadas -cacha Ru si pude... ¡soy entero pulento! - reía al ver su avance, dirigió su vista al ruso quien estaba igual de alegre que el -jaja si, ahora ven hacia mi- iba retrocediendo mientras Chile avanzaba a el- pero queate quieto-
-Jajaj si apenas me muevo, solo debes alcanzarme- avanzó más y cada que creía al fin alcanzar al ruso este volvía a retroceder dejándolo con los brazos extendidos- ¡Rusia me vas a hacer enojar! -
-Hazlo igual debes alcanzarme para regañarme- se podía notar que se estaba divirtiendo, su expresión lo decía todo. Soltó un bufido, no podía enojarse si lo veía así de feliz, decidido alcanzarlo intentaba dar movimientos más largos -¡te voy a sacar la Kutri ñuke!-
-Ya sé que significa y quiero ver que lo intentes jajaj- sin duda estaba disfrutando de la tarde con su pareja. Solo cerro los ojos por un segundo, pero al abrirlos el chileno ya no estaba frente de él. Si no que se encontraba de rodillas sobre el frio suelo, se sentó acariciando las partes de su cuerpo que habían recibido el impacto-¡Chile! ¡¿te encuentras bien?! -Se movió rápido quedando a su lado -Si... hielo culiao-
-Ven, te ayudo- le ofreció su mano, pero este se negó. Se arrastro por el hielo hasta alcanzar un niño, uno que el ruso ignoro por completo por la preocupación hacia su pareja.
- Ты в порядке, маленький?/¿estas bien pequeño?-
- Извините, сэр... Я не хотел/ lo siento señor... no quería...-
- Не волнуйся, дай мне посмотреть, не больно ли тебе/ no te preocupes, déjame ver si estas lastimado- rápidamente se acercó gente a ver qué pasaba, pero siempre manteniendo una distancia prudente de ambas naciones.
Miraba de reojo al menor, al parecer solo parecía el dolor de la caída - у тебя ничего нет где твои родители?/no tienes nada ¿dónde están tus padres?-miro alrededor de la gente ahí presente su mirada se fijó en una pareja que parecía dudar en acercarse
-/ Вы можете встать?¿te puedes poner de pie?- este asintió y se puso de pie con la ayuda del chileno- Иди с родителями, в следующий раз будь осторожнее./ve con tus padres, ten más cuidado la próxima vez-
-Da Спасибо/si, gracias- patino con rapidez hacia los padres que apenas fueron capaces de pronuncias un agradecimiento hacia las naciones alejándose con rapidez.
-Chile ¿seguro no te hiciste daño? -
-No, pero no se pararme en esta wea- soltó una débil risa-te ayudo- lo agarro de un brazo ayudando a ponerse de pie -grax Ru, te daría un besito, pero mejor en la casa- susurro lo último sonriendo por unos segundos para luego borrar aquella sonrisa.
-De nada, parece que tienes talento con los niños-
-Eh pos claro tengo muchos y son tiernos los weones hasta que crecieron... ahora son jugosos pero los quiero-
-Se calmo rápido contigo... si me hubiera acercado abría llorado- Chile miro al ruso quien observaba a las personas que seguían disfrutando de la tarde- es porque poni cara de amargao-
-... no, esto es el legado que URSS dejo en mi gente y en la de mis hermanos... aún se esparce en las nuevas generaciones...ellos temen interactuar conmigo no son como la tuya-
-Ah pucha perdón, no sabía- ya estaba anocheciendo y los faroles iluminaban los alrededores -debes estar cansado ¿volvemos a casa? - el chileno alzo una ceja, pero acepto, igualmente le había dolido la caída.
Durante el camino de regreso a la casa del ruso no hubo conversación alguna, apenas un ruido emitido por la radio del auto. Chile miraba de vez en cuando a su pareja. Examinaba su expresión, no parecía enojado, tampoco tenía aquella sonrisa que mantuvo durante la tarde, ni siquiera incomodo por el silencio. Rusia estaba triste y solo se le vino a la mente que fue culpa suya.
Al llegar se fueron directo al dormitorio, estaban agotados, Chile sacaba ropa de un espacio que Rusia le había dejado la ropa pero cuando quiso ponerse el pijama se percató de algo -cresta... aun no guaguas- susurro al ver que aquella camiseta le estaba quedando ajustada dejando notar como su abdomen estaba aumentando de tamaño -¿sucede algo?- se acercó hasta él, lo tomo del hombro haciéndolo girar notando su sonrojo- am no nada-
-Chile no hagas eso... lo hemos hablado-
-Si perdón... creo que me traje una polera chica jeje- Rusia lo miro y era cierto, la apariencia del chileno lo hizo crear una imagen de ello, pero lo borro de su mente - si quieres te presto una mía-
-Ya gracias- le brindó un beso en la nuca, lo hizo a un lado y busco alguna que le fuera a quedar bien, le entrego una camiseta negra-por eso te adoro jsjsj- se giró dándole la espalda, se quitó su camiseta para ponerse la del ruso pero el contrario lo abrazo, sus manos descansaban en el estómago del latino, bajo hasta dar con su nuca depositando un beso, bajo por su columna, hacia un camino por el tatuaje que adornaba la piel del chileno -¿qué haces Ru?- sentía un escalofrió recorrer su cuerpo ante el tacto de los labios del ruso contra su piel. Los dedos de sus pies se recogían, su cola se meneaba de manera suave.
Rusia lo hizo girar de manera que quedara frente de él. Chile dejo caer la camiseta por aquel movimiento alzo su vista encontrándose con los de Rusia, eran brillantes, pero no era una mirada lasciva, no, era más bien de cariño -por favor deja de hacer eso-
-¿Hacer que?- Casi hablaban en susurro como si evitaran que alguien los oyera, como si en ese momento revelaban un secreto -esconderte, esconderte de mí, lo hemos hablado e insistes en hacerlo-
-Lo siento- agacho la cabeza apenado, lo hacía por costumbre, quizás una mala e incluso ridículo cuando el ruso conocía cada centímetro de su cuerpo. De pronto la distancia entre sus rostros se acercó. Rusia estaba de rodillas miraba fijamente al chileno, le quito su parche dejando que cayera sobre la ropa en el suelo.
Acariciaba los brazos del chileno, sus manos subían y bajaban al igual que su mirada disfrutando de la vista que tenía frente de el. Se acerco a su cuello besando esa zona, luego su clavícula, hombro, bajo por su pecho -R-Rusia...- aquellos toques causaban un temblor en el pero cuando llego a su abdomen y lo besaba. En ese preciso momento su corazón comenzó a latir con fuerza.
Alzo la vista topándose con los ojos vidriosos del latino y una sonrisa tierna y brillante. Si estaba completamente seguro, él no podría haber hecho nada con nadie, no cuando Chile lograba quitarle el aliento con solo una mirada.
Volvió acercarse a su rostro, una mano se posó en la nuca de Chile -¿Te puedo besar Chile?- el latino parpadeo una tímida risa se hizo presente - me ofendería si no lo hicieras- Rusia sonrió, juntaron sus labios, era un beso lento, con cariño, Chile le acariciaba el rostro. Apenas se separaron por la falta de aire ambos sonreían, Rusia tomo su camiseta del piso ayudando al latino a ponérsela- no quiero que enfermes-
-Lindo... ¿estas bien chanchito? -
-Mejor que nunca ¿y tu? ¿Estas listo para decir que escondes? -
-¿Qué?-
-Hablas con OMS muy seguido, te alejas, esas pastillas... Chile si hay algo mal quiero saberlo- Ahora sentía una presión en su pecho, lo tenía preocupado, temiendo que tuviera algo mal -Ru mi amor no estoy enfermito-
-E-entonces ¿qué sucede? -
-mmm pasa que OMS es paranoica, sabe que soy burro y no hago caso, pero todo está mejor que nunca-
-¿Seguro?-
-Sip es más lo que he hablado con OMS tiene que ver con tu regalito, ella me ayudo-
-¿No podrías adelantarlo?-
-Que no, aguanta si solo quedan unos días pa eso-
-¿Me gustara?-
-Yo espero que te encante... ya, quiero mimos antes de hacer tutito ¿me darías mimitos? - un pesado suspiro soltó Rusia, como si parte de sus preocupaciones lo abandonaran -¿tú me darás a mí?-
-Claro mi vida- tomo de la cintura al chileno, se paró del piso con él entre sus brazos, camino a la cama, se acostó dejando al chileno acostado sobre él, cubrió ambos cuerpos bajo las sábanas, ocultando las caricias que ambos se proporcionaban -Rusia, si no quieres que tu gente te tema solo cámbialo-
-No es fácil-
-Nada lo es, pero inténtalo, cuando te vean como yo lo hago te adoraran Rusia, estoy seguro-
-Gracias Chile, lo intentare... ahora descansa mi golondrina-
-Descansa chanchito- miro por ultima vez al ruso quien sonreía al igual que el haciendo que soltara un suspiro, se sentía completo a su lado, era lo que le hacía falta en su vida - Eymi ngenngelimi tañi piwkemew-
-Disculpa ¿qué dijiste? -
-jsjsj tendrás que averiguarlo- se acomodó sobre su pecho, recibió un beso en la cabeza haciendo soltar un suspiro y un deseo de permanecer así con Rusia ellos dos y sus bebes -Kaiser creo que lo encontré... quien me hiciera feliz como pediste- fue el último de sus pensamientos antes de caer en un profundo sueño.
≪•◦ ❈ ◦•≫
Solo faltaban dos días para navidad, Chile ya tenía la casa de Rusia decorada, incluso había comprado más y tuvo que pedirle ayuda con algunas cosas, no quería correr el riesgo de caer por su torpeza y el ruso simplemente se contagiaba del entusiasmo del chileno.
Era temprano por la mañana y la habitación estaba inundada de ruidos obscenos provocado por ambas naciones
-ru~ ah~ ya no p-puedo ah~-
-T-te ayudo- sostuvo de sus caderas para ayudarlo a impulsarse hacia arriba y luego dejándolo caer sobre su miembro a la vez que lamia uno de los pezones del latino.
Como pudo jalo del cabello del ruso para hacer que lo viera, se acerco haciendo que sus alientos chocaran, se acercaron a tal punto que jugaban con sus lenguas sin dejar de penetrar al chileno haciendo que soltara mas gemidos que eran ahogados con sus besos.
El primero en correrse fue Chile quien soltaba un gemido bastante fuerte clavando sus dedos en los hombros del ruso, Rusia no tuvo que esperar mucho para también correrse gracias a que las paredes del chileno presionaban su miembro. Ambos estaban agitados, Chile no dejaba de besar al ruso quien correspondía a cada uno, con una mano sostenía su nuca y la otra acariciaba un glúteo del contrario -gracias Ru~-
-Ni lo menciones... no pensé que tuvieras deseos tan temprano- volvió a darle un beso succionando de manera leve su labio inferior, el chileno bajaba sus manos hasta el torso del contrario dándole algunas caricias -wenu dicen que hace bien iniciar el día con una cachita jeje- no podía decirle que tenía ganas y que según OMS era normal por el embarazo, al menos no por ahora pero casi moría de vergüenza cuando Rusia despertó sorprendiéndolo moverse sobre su entrepierna intentando quitarse las ganas -no me molestaría despertar así todos los dias~-
-Tonto jsjs- le dio un leve golpe para luego comenzar a separarse del eslavo, sujeto con cuidado el miembro de este sin volver a provocarlo y evitar que se saliera el condón. Soltó un suspiro cuando termino de sacarlo todo y con cuidado se acostó a su lado. Rusia por su parte se quitó el preservativo, le hizo un nudo y lo tiro a un basurero pequeño que tenía cerca de la cama.
Ambos se acurrucaron entre las sábanas sin importar lo sudorosos y los restos del semen del chileno, ya tendrían tiempo para limpiar todo -Ru, ya te dije... déjate de tocarme el rollito weon-
-Me gusta tu rollito, te ves más adorable- no tenía ganas de discutir, estaba cansado luego de la acción que tuvieron -¿hoy teni que trabajar?-
-Si, pero debo ir en la tarde-
-Ñuu quédate conmigo, quiero estar abachaito contigo- acariciada la cabeza del chileno, sus dedos se enredaban en el cabello alborotado de este mientras Chile lo abrazaba con más fuerza apegándose por completo a él. Rusia apego el rostro al cuello del chileno dando toques con su nariz provocando una risa.
Chile se había vuelto a dormir, mientras Rusia revisaba unos mensajes en su dispositivo, miraba de vez en cuando a su pareja que parecía dormir plácidamente sobre su torso, podía sentir aun sus mejillas cálidas, con su mano libre acariciaba la espalda del latino y podía ver como se movía de manera sutil las sábanas debido al movimiento de la cola de este haciendo que soltara una risa.
De pronto le llego un mensaje que había estado esperando, haciendo que esbozara una sonrisa, respondió rápido y dejo el dispositivo en la mesa de noche, no quería despertar al chileno, pero necesitaba levantarse. Daba algunas caricias y besos, pero solo recibía pequeños quejido, pero no conseguía despertarlo -Chile, necesito levantarme-
-mgmls noo... toy calentito-
-Debes desayunar-
-Luego...-
-No me dejas otra opción- aparto las sábanas causando un escalofrío en el chileno quien se acurruco más en el cuerpo de su pareja, este lo rodeo con sus brazos, pero solo para levantarse junto con el -Ru córtala...-
-No, ahora nos iremos a bañar- el latino con pereza solo gruño y se agarraba más del ruso quien divertido camino al baño. Con su mano libre dio el agua para llenar la tina y solo cuando ya llevaba la mitad ambos se estaban introduciendo en la tina -Ru soy entero pesao- se apartó al sentir su cuerpo húmedo, pero permanencia con los ojos cerrados -disculpa Chile, pero debo salir-
-mgñmd ¿adónde vai?- dejaba que Rusia recorriera su cuerpo con la esponja y algunos besos eran depositados en su hombro y cuello -debo ir por tu regalo-
-¿Regalo? ¿De qué? -
-De navidad-
-Ah... ¡ah!- eso lo despertó, haciendo que se girara rápido para quedar frente el salpicando agua hacia el piso -¡¿qué me compraste?!-
-¿Tú me dirás que me tienes de regalo?-
-Ehh no-
-Entonces yo tampoco- rio al ver como inflaba las mejillas, tomo el rostro entre sus manos apretándolas para botar el aire -no te pongas así-
-Si lo hago... pasa pa' ca' yo te echo el shampoo- así ambos se bañaban, pero sin dejar los pequeños jugueteos de pareja, pero sin llegar al sexo, Chile no podía arriesgarse a tanta acción seguida.
-¿No podi ir más tardecito?- estaba sentado en la orilla de la cama mirando como el ruso se terminaba de vestir -olvidas te dije que en la tarde iré a mi oficina-
-Ah verdura... pero no te demori- Rusia se volteo topándose con el chileno quien sonreía, se acercó a él tomando su rostro entre sus manos y plantando un beso- intentare no hacerlo... ¿seguro no quieres ayuda? - no había sido rudo, pero no sabía si Chile podría caminar por su cuenta -estoy bien, voy a cambiar las sábanas y quizás llame a mis hermanos... oye chanchito, me traes algo rico porfis-
-Claro ¿qué quieres?-
-No se algo rico jsjsj no me decepciones jajaja- el contrario asintió, dio un último beso y se marchó dejando a Chile solo en la habitación -perdón guaguas si los despertamos jsjsj es que su papito esta más rico que el pan con palta jsjs- se acariciaba su abdomen, tomo un suéter que el ruso dejo a su lado, se lo acerco al rostro sintiendo su aroma para luego ponérselo -mmm oigan ¿qué tal si hago una comida de su papá? Tienen que acostumbrarse a comer de todo jsjsjs mm ¿pero que le gusta más a Rusia? .... ya se le preguntare a su tía Bielo ella si debe saber- rodeo la cama hasta llegar a su móvil para comunicarse con la Bielorrusia, quería regalonear un poco a su pareja.
-¿Y bien señor? ¿Qué le parece? - miraba cada detalle del regalo y era exactamente como lo había solicitado, permanecía serio pero por dentro no podía de la felicidad – ¿tiene lo otro que pedí?-
-Claro señor aquí esta- puso el segundo presente frente a él, lo tomo con cuidado observándolo, sus ojos emitían un brillo que pudo darse cuenta el vendedor -su pareja debe ser muy afortunada señor-
-Al contrario, yo soy el afortunado, son perfectos ¿los podría envolver? -
-Claro- guardaron los presentes para envolverlos, le haría difícil al chileno que espiara el contenido, fue hasta la caja a pagar por todo.
Estaba metiendo la bolsa con los presentes en el maletero mientras el chofer esperaba con la puerta de pasajero abierta a que subiera, rusia se acomodó en su asiento mientras el chofer tomaba su lugar -¿a casa señor?-
-No, al palacio, iré antes-
-Claro señor- este se limitó a conducir, pero no podía evitar ver a la nación como sonreía mientras miraba su móvil y como no hacerlo si su pareja le estaba enviando mensajes y memes para alegrarle el día.
Pero no todo podía ser perfecto y un mensaje en particular haría que todo su mundo se derrumbara. Su otro móvil sonaba con insistencia, guardo el privado y saco el del trabajo, pensaba que se trataría de algún mandatario o ciudad, pero su ceño se formó de manera instantánea al ver que se trataba de Corea del Norte y que no dejaba de enviar mensajes
-Agh con que tontería saldrá ahora- abrió el chat para ver qué diría ahora, pero a comenzar a leer los mensajes palideció -¿qué es esta mierda?- logro pronunciar llamando la atención de su chofer pero no dijo nada, solo miro por el espejo retrovisor como la nación se cubría la boca negando con la cabeza. Decir que estaba sorprendido era poco, más bien aterrado, sus pesadillas se estaban haciendo realidad.
Todo al rededor del ruso parecía desaparecer, miraba la pantalla del móvil sin creer aun de lo que se estaba enterando o mejor dicho lo que estaban confirmando.
Consiguió reaccionar, comenzó a responderle a la coreana, exigiendo explicaciones y si acaso era una estúpida broma de mal gusto. Pero parecía no serlo ya que aseguraba que le había informado a su presidente quien casi por invocación comenzó a llamarlo -esto es una maldita broma ¡por la mierda! ¡No es cierto! - golpeaba el asiento del copiloto, le ordeno al chofer acelerar, necesitaba llegar pronto, y solucionarlo no tan solo con Norte, también con su presidente e intentar usar la nueva información para entrometerse en su vida privada.
Intentaba crear algún plan que lo ayudara a de resolver el problema, de cómo contarle a Chile y no perderlo en el intento al punto que ni se dio cuenta en qué momento había llegado al palacio de gobierno y mucho menos desde cuando se encontraba frente la oficina del mandatario -ya puede pasar señor Rusia- este solo asintió y entro directo a esa oficina y frente a aquel mandatario con su expresión habitual, siempre calculador y claro que la reciente noticia la usaría a su beneficio.
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