En un reencuentro algo extraño

—Hablaremos de esto después de la cena de navidad, no lo arruines. —dijo Park Jimin antes de colgar sin esperar respuesta.

Dio un trago a su bebida frunciendo el ceño al sentir el alcohol bajando por su garganta. No estaba acostumbrado a beber, pero había tenido una mala semana y aunque no estaba dispuesto a dejar que nadie lo viera tan abrumado, necesitaba desahogarse de alguna manera.

"¿Será que tiene pareja? No, nadie ha venido a hacerle compañía hasta ahora, ¿por qué no voltea? Sus ojos deben ser igual de lindos que su trasero"

El chico Sol si volteó, pero solo para confirmar que los pensamientos de aquel chico sentado a unos metros iban dirigidos hacia su persona. Rodó los ojos y se cubrió con la capucha de su abrigo, ignorando los nuevos pensamientos de aquel chico. Su celular comenzó a sonar.

—¡Park! ¿Qué tal? Soy Choi Minji de la secundaria, ¿me recuerdas? Ha pasado un tiempo. —Dijo una voz femenina apenas contestó.

Jimin salió del establecimiento sintiendo la fría brisa nocturna impactar contra su piel, le apetecía fumar, aunque se supone que había dejado de hacerlo hace años. Minji seguía hablando detrás de la línea sin parar, no había cambiado nada, el chico Sol se lamentó el haber contestado.

—Uhm, Minji, ¿me llamaste por algo en particular?

Un corto silencio se formó, Jimin llegó hacia donde estaba su auto.

—En realidad, quería saber si vendrías este Viernes.

Entró a su vehículo para resguardarse del frío intentando recordar sobre alguna invitación que pudo haber recibido y olvidado los últimos días.

—La verdad no creo —comenzó a decir con falsa pena—, estoy saturado de trabajo, pero diviertanse por mí.

Una vez más el silencio invadió la línea, Jimin incluso revisó la pantalla de su celular para verificar si la chica había colgado, pero no, quizá debía hacerlo él pero no quería verse tan grosero, dentro de todo Minji y él habían sido algo parecido a amigos.

Si compartir asiento y algunos almuerzos con conversaciones forzadas podría definirse como amistad.

—En realidad es algo un poco más complicado que una reunión de convivencia. —explicó la Luna suspirando al terminar.

El chico Sol apretó los labios, esperando que ese juego de incertidumbre terminara pronto, no quería presionar a la chica pero la paciencia nunca había sido una de sus virtudes, por mucho que las personas que lo rodearan pudieran pensar, encendió su auto pero no avanzó.

—Lo que sucede es que... ¿Recuerdas a Kim? Kim Taehyung, se incorporó en nuestro último año al aula.

Jimin frunció el ceño y ladeó la cabeza con confusión durante unos segundos, ese nombre no le era nada familiar. Pero si era un Kim, entonces...

Todas las personas en el mundo poseían algún don, no siempre había sido así, según sus libros de historia, quizás se debió a una nueva fase en la evolución, o quien sabe, la cosa es que Park Jimin había nacido con la capacidad de leer mentes, escuchar los pensamientos de los demás en realidad, de cualquier persona que no se apellidara Kim.

La explicación era sencilla, su madre tenía ese apellido, los dones no podían afectar a sus gestantes y por consecuencia a los que compartían su apellido. Aquella restricción tenía muchas lagunas para él, pero había decidido no darle muchas vueltas al asunto.

—La verdad es que no me suena para nada ese nombre. —terminó respondiendo después de unos segundos.

—No se apareció en ninguna reunión escolar, normal que no lo recuerdes. Era un poco tímido pero un buen chico.

¿Y si un Kim llegara a adoptar, el niño sería inmune a su don o no?

—Cuando su mamá me llamó te llegó a mencionar así que pensé que...

—¿La mamá de quien? —interrumpió Jimin con confusión dejando de disociar. —¿La mamá de Taehyung?

Intentó ahondar aún más en sus recuerdos de secundaria, aunque tratando de mantener a raya algunos que involucraron a otro Kim. En su escuela habían tres, correcto, SeokJin era el primero, el innombrable le seguía y luego estaba... Taehyung. El último en llegar, el mejor promedio de su clase.

A quien ayudó una sola vez a llevar sus libros a casa, su madre había dicho que era el primer amigo que Taehyung traía a casa, lo invitó a comer y le agradeció por ayudar. Ese día fue muy extraño.

—Si, dijo que esperaba que llegaras a tiempo del extranjero.

—Uhm, no he salido de Corea desde hace años. —dijo Jimin aún más confundido que antes.

¿Y por qué la mamá de Taehyung lo estaba esperando? ¿Por qué siquiera lo recordaba?

—Supuse que estaba algo confundida pero no la quise contradecir.

—De todas maneras, ¿Por qué quiere verme la señora Kim? ¿Qué tiene que ver ella con la reunión que estás programando?

Minji se quedó callada una vez más, pero el chico Sol ya no tenía intención de terminar la llamada hasta que su curiosidad fuese saciada por completo.

—Lo que sucede es que la reunión es para acompañar a la señora Kim a la última despedida de su hijo. Taehyung falleció hace dos días —Terminó por explicar la fémina.

—¿Qué?

—Todo apunta a que fue un suicidio, ha sido toda una desgracia.

—¿Taehyung se suicidó? ¿Por qué? Creí que se convertiría en fiscal o doctor cuando terminara sus estudios.

Quizá eso sonaba demasiado insensible.

—Digo, tenía un gran futuro por delante, más que nosotros. —dijo Park intentando suavizar sus palabras.

—Bueno si, pero sabes que a veces eso no es suficiente. Debió de sentirse muy solo...

Jimin carraspeó, no podía terminar de sentirse mal por el chico, la sorpresa inicial se disipaba y solo quería terminar con esa conversación con prontitud.

—Así que la reunión es para velarlo. —resumió cortando el tema—, supongo que me pasaré un rato.

—Deberías, sé que la señora Kim apreciará tu participación.

Lo cual lo hacía todavía más incómodo, ¿Acaso la mamá de Taehyung pensaría que fue un amigo cercano de su hijo? ¿Y ahora qué le diría cuando la viera?

—Supongo...

—Ojalá puedas consolarla un poco.

—No creo que haya consuelo ante esa pérdida.

—No, claro, pero igual, se ve que te tiene aprecio.

—Mmm, ya.

Minji le dio la información sobre el lugar y hora del velorio y luego se despidió.

—Nos vemos el Viernes, entonces. Cuídate.

...

Vestidos de negro, en un día soleado, Jimin caminaba junto a Minji al lugar donde acontecería la última despedida de Kim Taehyung. El chico Sol en realidad se encontraba disociando una vez más, sobre pensando, en realidad, en su propio problema personal.

—Yo tampoco hablaba mucho con él, supongo que para los demás era igual —Comentó Minji con la mirada baja.

No tardaron en llegar a la funeraria, ambos entraron en silencio. Varios estudiantes ya se encontraban dentro, parados sin saber que hacer o qué decir. Jimin se apresuró en colocar su sobre y firmar.

—Oí que SeokJin no ingresó este año tampoco —Minji habló otra vez.

El aludido estaba a unos metros de ellos, mal vestido con la camisa afuera y con una mirada indiferente.

—Que mal.

—¿No crees que ya debería de resignarse y ponerse a trabajar?

Jimin no respondió.

—Digo, algunas personas no nacimos para estudiar. No tiene nada de malo aceptarlo.

—No sé. Todos hacen lo que quieren con su vida. Hasta terminar con ella, ¿no ves?

—Jimin-ah...

—Solo decía.

Minji negó con la cabeza y decidió apartarse un rato, mientras Jimin se quedó en su lugar observando todo el lugar. La deprimente decoración, a la señora Kim llorando sentada en el suelo frente a la urna de su hijo siendo consolada por alguien más. Y la fotografía de Kim Taehyung.

En la foto estaba muy serio, un traje formal, mirando de frente a la cámara. Jimin solo pudo pensar en lo poco que había cambiado el chico después de tantos años, o quizás esa foto era antigua y solo fue la más decente que encontraron.

Taehyung parecía estar mirándolos. Era un poco tétrico.

—¡Jimin! Solar y Hyejin se van a casar, ¿puedes creerlo?

El chico Sol forzó una sonrisa y se dejó llevar por Minji una vez más hacia donde estaban las novias, quienes desentonaban con el deprimente ambiente del lugar. Ambas presumían sus anillos al resto de sus compañeros que las felicitaban encantados.

Una nueva persona ingresó a la habitación llamando la atención de los ex estudiantes presentes quienes se acercaron a él entre exclamaciones de sorpresa.

—Yoongi oppa, no esperaba que vinieras.

Su presencia era extraña considerando que no era de su misma promoción, ni tampoco había sido invitado por Minji, pero siempre era agradable volver a verlo.

—Pero es normal, considerando que pertenecieron al mismo club durante todo el año.

—De verdad que admiro tu capacidad de estar actualizada de todo, ¿eres periodista acaso? —preguntó Sunho, otro compañero.

—Solo soy observadora.

Jimin esta vez no pudo evitar sonreír de manera genuina.

Poco a poco los ex estudiantes comenzaron a retirarse después de dar sus condolencias a la madre del chico. Jimin se quedó un rato más sin atreverse todavía a enfrentar a la madre que seguía sumergida en su dolor como para notar su presencia. Se fue a un rincón alejándose de los demás y sacó su celular revisando sus mensajes pendientes de contestar.

Había uno en específico que sabía que debía de priorizar pero seguía sin estar seguro, de igual manera lo abrió y comenzó a teclear un mensaje.

O en eso estaba cuando alguien le arrebató el celular de las manos.

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¡Aquí Lu!

Capítulo algo corto, pero ¡Hey! Lo escribí en un día.

Quiero disculparme si creen que estoy siendo algo indolente con la situación, aunque sea ficticia se que es un tema muy delicado que puede llegar a sensibilizar a muchos, al menos desde esta perspectiva. Jimin no es alguien muy empático, además tomando en cuenta de que Taehyung no fue alguien muy cercano a él, puede ser lógica esa reacción.

En el próximo capítulo aparecerá Namjoon, cof cof el innombrable cof cof, ¿Por qué lo llamará así?

¿Que opinan de Minji? Va a ser un personaje muy recurrente, así que tengale paciencia está chiquita.

Bueno ya no me extiendo más porque estoy a media hora de un parcial y no he estudiado...

¡Nos leemos!

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