Capítulo 12: Un mundo perfecto.
La sirvienta había estado guiando a Mei y MK, quienes permanecían en silencio. De vez en cuando, el príncipe miraba a la chica dragón, quizás con la esperanza de verla hacer un gesto gracioso, ¡Porque Mei era así! No como ahora, que mantenía una postura perfecta y se vestía con el atuendo aburrido de su familia del que tanto se quejaba ella antes. Ella aún tenía su espada, al menos Monkey King no se la había quitado.
Pero como un guardia de mentira, Mei siguió mirando al frente, sin titubear, sin expresar emociones. Ella no decía ni una sola palabra de no ser necesaria.
—Y, por último, esta es la habitación de la estrella del imperio. —Indicó la sirvienta. —También va a tener que tratar con... La persona de compañía del príncipe. —
¿Persona de compañía? Seguramente a Nezha no le gustaría saber que le llamaban de esa manera.
—¿Qué hay de las reglas? —Preguntó Mei.
—Tengo entendido que usted recibió unas clases especiales antes de venir aquí. Su único trabajo es mantener a la estrella del imperio a salvo y en el palacio. Va a acompañarle en todo momento, custodiándolo. —
—¿Sin excepciones? —
—Cuando la estrella del imperio usa el baño, usted espera afuera. Si el emperador en persona le ordena dejar de custodiar al príncipe, usted hará caso. Fuera de esas situaciones, no hay excepciones. —
—¿Qué hay de la Luna del imperio? ¿Sus órdenes son nulas para mí? —
La sirvienta pareció dudar de responder a esa pregunta.
—Usted no va a encontrarse con la luna de este imperio nunca. Y si lo hace, usted solo recibe órdenes del emperador. Puede acatar las órdenes del príncipe, todo, menos dejarle solo o sacarlo del palacio. —
—Entiendo. —
—Entonces, los dejo solos. —La sirvienta dio una reverencia a MK y se retiró de allí.
Tan pronto como estuvieron solos, MK miró con una sonrisa a Mei.
—¡Vamos! —Dijo un emocionado MK, tomando de la mano a la chica y entrando a su habitación con ella.
Cuando estuvieron dentro, el príncipe cerró la puerta y finalmente abrazó a Mei, ¡La había extrañado tanto! En realidad, extrañó a todos, pero era un gran alivio al menos verla a ella. Nezha estaba sentado en su cama, observando con sorpresa por la repentina visita.
Pero toda la emoción de MK se fue cuando Mei simplemente le apartó.
—No debería de comportarse de esta manera, gran príncipe de este imperio. — Dijo Mei. —No es una conducta apta. —
—¿Qué?... ¿De qué hablas? ¡Eres mi mejor amiga! —
—Quizás en un pasado, príncipe. Pero actualmente hay que mantener un buen comportamiento. Yo solo soy su fiel guardián. —La sonrisa de MK desapareció.
Ella no era Mei.
Mei nunca le diría eso.
Mei nunca le negaría un abrazo.
Mei no se vestía ni hablaba de esa manera.
Ella se había ido.
—...Entiendo. —Respondió MK. Tal parece que Nezha tenía razón, sus amigos ya no eran ellos.
El emperador no permitiría que una posible traidora entre al palacio.
MK había esperado lo mejor, pero parece que solo estaba evadiendo la realidad de la situación.
—Hey, chico. —La voz de Nezha logró captar la atención de MK.
La estrella del imperio dejó de mirar a la chica para mirar a Nezha, quien estaba de pie a su lado, no lo había escuchado acercarse.
De verdad había sido un golpe fuerte saber lo de Mei.
—¿Qué sucede? —Preguntó MK.
—Quiero ir a la sala de juegos. —Dijo Nezha. —La otra vez no logré pasar tu puntuación. —
—Supongo que podemos ir. —
Quizás en otra ocasión, MK se sentiría feliz por esa petición, también se burlaría de como Nezha se había quejado de los "mundanos juegos de humanos" y ahora estaba pidiendo volver a jugar. Pero toda la emoción de MK fue drenada por saber que su mejor amiga ya no era la persona que conocía.
—Vamos. —Dijo MK, saliendo de la habitación, siendo seguido por ambos.
El príncipe no debía preguntar la razón por la cual Mei le estaba siguiendo, después de todo, le habían hecho saber que el deber de la chica era seguirlo, vigilarlo y cuidarlo.
...
Luego de un tiempo, llegaron a la sala de juegos, las puertas estaban cerradas, y como siempre, solo estaban los tres.
—¿Cuál quieres que juguemos? —Preguntó MK, mirando al de menor tamaño.
—Yo voy a jugar, ustedes deberían hablar. —Respondió Nezha. —Ya sabes, MK. Esta es la única habitación donde nadie sospecharía ni observaría, ¿Cierto? —
¿Por qué Nezha decía esas palabras?
Cuando MK se giró a ver a Mei, solo sintió como la chica se lanzó a abrazarlo con mucha emoción.
—¡MK! ¡Si estás vivo! —Mei parecía genuinamente feliz.
Tan llena de energía como MK la recordaba.
—¡Mei! —El príncipe fue contagiado por esa emoción, aferrándose al abrazo.
Ella seguía allí.
—No pude notar que le lavaron el cerebro, pero pude notar que se estaba reteniendo. Sabe que la están observando, ella no iba a hablar si seguían allá. —Dijo Nezha, apartándose de ellos y yendo a una de las máquinas de juegos.
MK sintió tanta felicidad de tener a Nezha.
—¡No vas a creértelo! Las cosas están demasiado locas, MK. ¡Pensamos que te habían hecho algo! Solo recuerdo despertar y que mis padres me pusieran esta ropa anticuada, y luego me ponían a entrenar y leer muchos libros, ¡Fue una pesadilla! —
Allí estaba Mei, tan habladora como MK la recordaba.
Ella estaba allí, estaba viva.
Lo único bueno de todo este mundo.
Ella no estaba muerta.
—¡Luego todos me decían que me comportara! Todos estaban en diferentes lados, ¡Apenas sabía lo que estaba pasando! Entonces me dijeron que debía ir al palacio y... ¿MK? ¿Me estás escuchando? —
Mei se separó del abrazo, viendo como había una sonrisa en el rostro de MK, pero el príncipe estaba llorando.
MK simplemente estaba tan aliviado y feliz.
—Aww, ¿Me extrañaste tanto? —Mei le sonrió. —La verdad nada de esto es mi estilo, pero si tenía la oportunidad de verte, acepté comportarme. —
MK volvió a abrazarla.
—Gracias...—
La estrella del imperio no podía evitar sentirse egoísta por estar feliz de que este nuevo mundo existiera.
Un mundo donde sus amigos estaban vivos.
Porque MK se sentía capaz de soportarlo todo y ser feliz si tenía a sus amigos a su lado.
Nada importaba más.
¿Era eso egoísmo?
—Sabes que no estás solo, MK. —Dijo Mei sonriendo. —¿Qué tal si nos ponemos al día? Hay muchas cosas que aun no entiendo, ¿Y esta sala de juegos? —
Si, seguía siendo la misma Mei.
Ambos tomaron asiento en un sofá, comenzando a charlar. Bueno, más que todo, era MK explicando todo lo que había pasado luego de que Mei muriera.
Fue una larga historia, y hubo más de una vez donde MK quiso derrumbarse, pero tenía a Mei a su lado, lo que ayudó a que se sintiera mejor.
No estaba solo.
—Entonces, en resumen... ¿Monkey King perdió la cabeza y creó un nuevo mundo porque su antigua pareja murió? Un mundo donde él es un emperador, su pareja está a su lado, tú eres su hijo y Nezha es... ¿Un niño? —
—Si. —Respondió MK, soltando una pequeña risa al escuchar como todo se resumía a eso, de verdad le hacía falta escuchar a Mei.
—¡Vaya! ¿Entonces todo esto algún día será tuyo? —
—Bueno, es mío. —Respondió MK. —Además, nunca llegaré a gobernar, ya sabes, ellos son inmortales y todo eso. —
—Hm... Cierto. ¡Pero es una gran habitación! Tiene todo lo que solíamos jugar antes. —
—También lo noté. —MK sonrió. Parece que Monkey King se encargó de mantener las cosas. —¿Qué hay de ti? —
—Bueno... Luego de morir, solo recuerdo despertar en mi cama. Mis padres estaban junto a mí y me dijeron que el emperador me necesitaba. —Dijo Mei. —No entendía a qué se referían, pero me dijeron que debía obedecer y prepararme para servirle. ¡Claramente yo no quería! —
—¿Entonces cuándo cambiaste de opinión? —
—Luego de eso tuve que entrenar y aprender más de modales. Me llevaron con Tang para que el me enseñara la historia que debía de memorizar, entregándome libros para estudiar sobre este nuevo mundo. —Respondió Mei. —Cambié de opinión cuando el emperador fue a verme entrenar y me dijo que sería la guardiana de su hijo, ¡Y claro! Luego de leer, yo sabía que su hijo eras tú. —
—¡Espera! ¿Tang? ¿Has visto a los demás? —
—Sí. —Mei suspiró. —Siguen siendo ellos, pero deben actuar. —
—¿Actuar? —
—Parece que el emperador nos da una visita a todos para advertirnos de cómo debemos comportarnos, y que, si queremos, aunque sea la oportunidad de verte, debemos cumplir lo que dice. —
—Por eso todos parecían tan felices...—
—Si, bueno... Quizás para la mayoría todo sea un sueño, ¡Y para mí esto sería un sueño si tan solo no tuviese que ser toda elegante! Pero fueron las ordenes de Monkey King. —
—...Lamento eso. —
—¿Por qué te disculpas? No es tu culpa, MK. —
—Lo es. —Respondió, dejándose caer en el sofá. —Si no hubiese convencido a Macaque de pelear, él no hubiese muerto, entonces Monkey King no hubiese enloquecido. —
—Estás pensándolo mucho. —Respondió Mei. —Además, si no hubiese sucedido eso, no estaríamos hablando ahora mismo. —
Cierto.
Porque en ese mundo, sus amigos murieron, solo unos cuantos habían sobrevivido.
No había un futuro.
O al menos, no había un futuro que MK deseara.
...
¿Entonces por qué estaba de acuerdo con dejar de vivir en ese mundo?
...
—¿MK? — La voz de Mei logró sacar al príncipe de sus pensamientos.
—Ah, lo siento, estaba pensando un poco. —Respondió MK.
¿Y si solo disfrutaba de este mundo?
—Bueno, lo que quiero decir es que, si, hay muchas cosas malas actualmente, pero no debes culparte, ¿Está bien? —Dijo Mei.
¿Y si saboteaba el plan de Nezha para así vivir en ese mundo para siempre?
—Está bien. —MK sonrió.
—Bien, entonces, ¿Qué tal si jugamos un poco antes de irnos? No quiero tener que volver al papel de una guardiana sin emociones, ¡Aburrido! —
Este mundo no era perfecto.
Pero MK podría hacer que fuese perfecto.
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