CAPÍTULO 9
ALEXANDRA PEMBERTON
Sus labios contra los míos, era una sensación que no creí volver a experimentar; sentir sus manos tomando las mías con dulzura y envolvernos en un momento que fuera solo nuestro; extrañamente se sentía como antes.
Mi corazón latía acelerado, con tanta fuerza que parecía estar a punto de salirse de mi pecho, pero me sentía tranquila, como si el solo hecho de besarlo calmara la tormenta en mi interior; sería más fácil odiarlo y apartar de mí todos esos sentimientos que tanto nublaban mi buen juicio, pero la verdad era que seguía amándolo con la misma intensidad de la primera vez.
- No – dije apartándolo con brusquedad – Que te ame no significa que te perdono lo que hiciste, no vuelvas a besarme
Me alejé lo más que pude de Lucca y rápidamente salí del techo sin darle tiempo para replicar y por supuesto, sin darme tiempo para pensar en lo que había sucedido.
En cuanto entré al salón, la vista de muchos invitados se posó sobre mí, pero no podía lidiar con ellos ahora, mi prioridad era salir de aquí; así que de inmediato busqué a Noah que seguía con Daphne y no tuve que decir nada para que él entendiera que debíamos irnos.
En el camino de regreso a casa, mis nervios comenzaron a traicionarme; no podía dejar de pensar en ese beso, no podía dejar de pensar en él y en lo que mi corazón insistía en sentir; el amor dolía demasiado en especial cuando se mezclaba con el miedo y justo ahora lo que más sentía era miedo.
Tenía miedo de seguir amándolo, tenía miedo de volver a caer por su amor, pero mi corazón me traicionaba y no importaba con cuanta fuerza intentara resistirme, él siempre conseguía desestabilizarme.
- Alexa – dijo Noah y me giré hacia él
- ¿Sí? ¿Qué pasa? – dije confundida
- Ya llegamos
- Ah si, lo siento
- Daphne se quedó dormida, la llevaré a su habitación y después hablaremos ¿Bien? – dijo y asentí
En cuanto llegué a mi habitación me despojé del vestido y me coloqué el pijama; pero antes de que pudiera comenzar a desmaquillarme Noah apareció en la habitación con una expresión seria en el rostro.
- Deja de mirarme así – pedí volviendo mi vista al espejo
- ¿Qué sucedió?
- Lucca... nosotros... él...
- Alexa, respira
- Me besó – solté dejándolo sin palabras – me besó – repetí dejando salir el aire que llevaba conteniendo por tanto tiempo
Decirlo en voz alta removía algo en mi interior que pensé que nunca despertaría y por más que quisiera negarlo, olvidarlo no era una opción, porque mis sentimientos nunca cambiarían, para mi corazón siempre sería él.
- ¿Y qué hiciste? – preguntó Noah un poco alterado
- Yo... - balbucee mientras mis ojos se llenaban de lágrimas - ¿Por qué no puedo dejar de amarlo?
- Alexa...
- Duele... mucho – murmuré y las lágrimas comenzaron a caer
Mis emociones me desbordaban y ya no podía seguir fingiendo que todo estaba bien; no era capaz de odiarlo, no era capaz de olvidar, pero entonces... ¿Qué más podía hacer? Como quisiera que pudiéramos ser felices, desearía que todo fuera diferente... que pudiéramos estar juntos.
Desearía que Lucca pudiera ver a nuestra hija jugar y escucharla reír, desearía que pudiera tomar mi mano y hacerme sonreír como tantas veces lo hizo en el pasado, tan solo desearía que todo fuera más sencillo, pero mis deseos no eran la realidad.
Hace mucho que no lloraba a causa de Lucca, pero todos los sentimientos acumulados comenzaban a ser una carga demasiado difícil de llevar; ¿Qué se hace cuando el amor es tu peor condena?
- No crees que, si después de tanto tiempo no has conseguido olvidarlo, debe existir una razón
- Tal vez estoy loca – respondí con la voz entrecortada
- ¿Qué sería del amor sin un poco de locura?
- No estoy para tu filosofía ahora – sentencié con dureza
- Alexa... hay personas que sencillamente te marcan para toda la vida y por más tiempo que pase, la conexión sigue ahí...latente y esa conexión si es lo suficientemente fuerte, jamás podrá romperse
- Dices que...
- Tu conexión con él es realmente fuerte, no solo por tu parte, si no también por la suya
- Lucca dijo lo mismo, que nuestra conexión no podía romperse por más que nos negáramos a verlo
- No has pensado que tal vez tuvo sus razones para...
- No – lo interrumpí alejándome – Por más razones que tuviera, sabes bien que lo hubiera entendido y lo hubiera apoyado, pero eligió irse sin dar explicación, solo diciendo palabras hirientes, así que no
- Pero Alexa...
- ¿Por qué lo apoyas? ¡¿Qué no recuerdas todo lo que pasé cuando se fue?!
- No lo apoyo a él, ¡te estoy apoyando a ti! – exclamó y lo miré con confusión – Cuando se fue te cerraste por completo, no volviste a salir con nadie, centraste tu vida en el trabajo y en Daphne, pero eso no es sano, lo sabes
- Estoy bien así
- No lo estás – declaró y suspiré – No puedes temer siempre a salir lastimada, no puedes cerrarte a conocer a nuevas personas y bloquear tus sentimientos, mereces un amor que te haga sonreír como él lo hacia
- También me hizo sufrir, ¿Cómo puede eso ser bueno?
- El amor es así, trae felicidad y también tristeza, pero a pesar de que puede herir, el amor es algo que vale la pena sentir
- No puedo – murmuré
- Alexa, eres mi mejor amiga, solo deseo lo mejor para ti y sé que él te lastimó; estuve ahí cada vez que llorabas, me partía el alma no poder ayudarte y calmar tu dolor, estuve a tu lado cada noche cuando su recuerdo no te dejaba dormir, estuve presente cuando fingías sonreír para tranquilizar a tu padre y te escuché contarle a Daphne todas esas historias sobre su padre cuando ella aún no había nacido, te acompañé a casa de tu madre donde cada vez que entrabas rompías en llanto y créeme que cada vez que te veía llorar quería matarlo por lo que te hizo, pero también recuerdo cuan feliz fuiste a su lado; recuerdo como no podías evitar sonreír cuando hablabas de él y recuerdo todas las locuras que cometiste por amor; él te hizo experimentar la vida de una forma que nunca lo hubieras hecho sola, te hizo vivir por primera vez y te enseñó que tu vida era tuya; ambos sacaban lo mejor del otro y eso era maravilloso – no era capaz de mirarlo a los ojos y sentía que en cualquier segundo volvería a romper en llanto – ¿Crees que no noté como reaccionaste al verlo? Tus ojos brillaban como solo lo hacen cuando ves a Daphne y por más que no sonreías, no dejabas de verlo, como si parte de ti temiera que fuera a desaparecer y él estaba incluso peor que tú, te seguía con la mirada y te escuchaba con tanta atención que parecía que nada más le importaba, eres su mundo y eso no ha cambiado; así que sí, puede que sus acciones fueran incorrectas, pero tú tampoco eres inocente
- ¿Qué? – pregunté sin entender
- Pasaron cinco años, Alexa, ¿Por qué nunca fuiste por él? Estás enojada porque no regresó ni llamó, estás furiosa porque se marchó sin darte una verdadera explicación, pero entonces, ¿Por qué no fuiste a buscar tus propias respuestas? ¿Por qué no luchaste más? Estabas herida eso lo entiendo, pero tú y él se equivocaron, así que no puedes condenarlo sin condenarte a ti también; te lo dije una vez ¿recuerdas? Te dije que deberías ir a buscarlo, aunque solo fuera para enfrentarlo por lo que hizo, pero no me escuchaste y solo me pediste que no volviera a mencionarlo; ambos han cometido muchos errores, pero... ¿no crees que se merecen otra oportunidad? – preguntó tomando mis manos - Te ama y tú lo amas, eso no ha cambiado ni cambiará, ¿No crees que es tiempo de dejar de pelear? Sé que tienes miedo de que vuelva a lastimarte, sé que temes por Daphne y por lo que sucederá cuando él descubra la verdad, pero no tiene porque salir mal, hoy cuando se vieron...
- ¡Ellos que! – exclamé apartándome
- Fue un encuentro breve – respondió con tranquilidad – Pero se llevaron bien y fue lindo
- ¿De verdad? – pregunté con curiosidad
- Estaba tan nervioso porque a Daphne se le escapara tu nombre que en cuanto Lucca se distrajo me la llevé corriendo – dijo sacándome una sonrisa – Pero fue lindo cuando se encontraron, se parecen mucho
- Demasiado – admití sin dejar de sonreír
- Sé que te arriesgaste una vez y te decepcionó, pero quizá esta vez sea diferente
- No puedo arriesgarme o arriesgar a Daphne, si lo dejo volver a mi vida y se va... sería mucho peor
- No te digo que lo dejes entrar de golpe, sé que es difícil perdonar, pero quizá no deberías cerrarte por completo, tal vez podrías darle una pequeña oportunidad... una oportunidad para los dos
- No lo sé... - murmuré
- Piénsalo – pidió - ¿Qué es lo que en verdad quieres? Sea cual sea tu decisión, te apoyaré, eso es lo que hace la familia, pero quiero que seas completamente feliz, no quiero que un día mires hacia atrás y te arrepientas
- Lo pensaré – dije dándole una pequeña sonrisa
- Descansa, Alexa – respondió dejando un beso en mi frente
- Noah – lo llamé antes de que se marchara – Gracias por siempre estar a mi lado
- Te lo prometí y siempre cumpliré esa promesa
Cuando Noah se fue, me recosté sobre la cama y me quedé mirando hacia el techo con sus palabras dando vueltas en mi mente; él tenía razón, yo culpaba a Lucca por todo, lo culpaba por no permanecer a mi lado, por no regresar, por no llamar ni buscarme en estos cinco años, pero yo tampoco lo hice; lo llamé cobarde, pero francamente yo también lo fui y aunque quisiera negarlo, esa era la verdad.
Primero me encerré en mi dolor y después cuando descubrí que estaba embarazada, lo que más sentí fue miedo, pero también me esforcé por ser fuerte y salir adelante por mi hija; quería ser valiente o al menos aparentar serlo, pero fui cobarde y no luche lo suficiente, ¿Cómo podía reclamarle a Lucca que no luchara por nosotros cuando yo tampoco lo hice?
Tal vez Noah tenía razón y merecíamos una oportunidad, quizá esta vez ambos por fin seríamos valientes...
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¿Creen en el destino?
Espero que les gustara el capítulo
No olviden votar y comentar
Los quiero
❤️❤️❤️
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