CAPÍTULO 30
LUCCA ANDREOTTI
Esa experiencia fue horrible; nunca sentí tanto miedo en mi vida como cuando escuché a Alexa gritar llamándome y pude ver a ese hombre intentando llevarse a Daphne; nunca antes sentí tanto miedo y tanta ira, pero ahora que las tenía en mis brazos, al fin podía respirar.
Ellas eran mi vida, eran mi mundo y me aseguraría que nunca más volvieran a estar desprotegidas, no permitiría que nadie les hiciera daño, porque lo que vivimos hoy, jamás se repetiría, eso podía jurarlo.
Alexa y Daphne dormían, lo que parecía sensato después de lo que habían vivido y de todas las lágrimas que derramaron en cuanto estuvimos solos; ellas estaban agotadas y yo también, pero por más que lo intentaba, no conseguía conciliar el sueño.
Las cosas iban a ser muy caóticas de ahora en adelante; las noticias de seguro ya estaban inundando la red y aunque lo principal sería el intento de secuestro de Daphne, lo más probable era que mi presencia volviera a desatar los mismos rumores que hubo hace cinco años, pero ahora las especulaciones no solo nos involucrarían a Alexandra y a mí, porque ahora había un factor común que nadie pasaría desapercibido y ese factor era Daphne.
Alexa y yo tendríamos que lidiar con la verdad, tendríamos que lidiar con las consecuencias y atenernos a todo el caos que se desataría, pero de cierta forma también sentía que era el momento de ser honestos.
Teníamos que admitir ante el mundo entero que estábamos juntos y no solo eso... si no que Daphne era más que una Pemberton, también era una Andreotti y en cuanto lo dijéramos, el mundo no volvería a ser el mismo, pero era un paso necesario para construir nuestro futuro.
- Deberías dormir – susurró Alexa girándose para mirarme mientras nuestra hija continuaba profundamente dormida a mi lado izquierdo
- Lo sé... - admití en voz baja – Pero no consigo desconectar la mente
- Piensa que, si no duermes ahora, no podrás hacerlo una vez que los reporteros nos persigan, aprovecha ahora que aún tenemos tiempo – dijo y estuve a punto de reír
En el pasado Alexa era cuidadosa para que nadie nos viera, solía tener tanto miedo de lidiar con los reporteros y ocasionar un escándalo, pero justo ahora parecía que eso ya no le importaba y francamente tenía razón, porque el mundo podía hablar de nosotros cuanto quisieran, pero lo único que debía importarnos realmente era vivir nuestras vidas y ser felices juntos, como merecíamos serlo.
- Descansa – repitió con cansancio y esta vez le hice caso
Besé suavemente su cabeza y dejé que mi mente poco a poco se desconectara, hasta que finalmente el sueño me arrastró y me quedé dormido.
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Cuando desperté, Alexa seguía dormida al igual que Daphne y por largos minutos solo me quedé observándolas; eran tan hermosas y se parecían tanto... ambas tenían esa chispa, esa fuerza intangible que te impulsaba a acercarte y te mantenía atento a ellas; eran tan feroces que estaba seguro que podían enfrentar todo lo que viniera, pero al mismo tiempo eran tan dulces que te llevaban a perder el sentido.
Ellas eran la clara representación de que las personas mágicas existían, porque bastaba un instante de conocerlas para que las cosas cambiaran para siempre y para que la vida tomara un nuevo camino; ellas eran como esa primera brisa en primavera, esa que te hace pensar que el aire es mucho más liviano, pero al mismo tiempo cuando discutían o se ponían firmes en una decisión, eran como ese calor abrasador que se sentía en el verano y ese frío gélido que impactaba tu piel en el invierno; cuando ellas llegaban, se sentía como si todo temblara, esa era la clase de magia que poseían y francamente por más que pasaba el tiempo, nunca dejarían de sorprenderme.
- ¿Debería preocuparme... porque nos observes... en silencio? – murmuró Alexa con la voz somnolienta mientras entreabría un poco los ojos, lo que ante mis ojos la hacía ver realmente adorable
- Te ves bonita cuando duermes
- ¿Solo cuando duermo? – cuestionó y sonreí
- Te vez preciosa siempre, principessa, lo sabes muy bien
- Me gusta escucharte decirlo – respondió devolviéndome la sonrisa
Cuando nuestras miradas se conectaban, algo rugía en mi interior, algo diferente y poderoso, algo que hacía vibrar cada hueso en mi cuerpo; ella era la única capaz de provocar ese tipo de reacción en mí y no hacía falta el contacto físico para que cientos de sensaciones estallaran en mi pecho, porque ella hacía algo más profundo que generarme deseo o amor... ella provocaba una calidez en mi alma.
Alexa me hacía esclavo de su mirada, porque cada vez que sus ojos se fijaban en los míos, me sentía como una luz que había pasado mucho tiempo apagada y que ahora siempre se encendía cuando ella me miraba; era una sensación abrumadora e inigualable... tal vez así era como se sentía estar en el paraíso.
- Me gusta cuando sonríes – murmuré y su sonrisa se ensanchó – Aunque también me gustan muchas otras cosas...
- Es bueno saberlo – respondió mordiendo suavemente su labio
Estaba a punto de responder cuando un movimiento en la cama nos recordó la presencia de otra pequeña persona y Alexa se acercó a mi oído justo antes de que Daphne despertara.
- Ya tendremos tiempo para divertirnos después... - susurró en mi oído y después escuchamos un gran bostezo antes de que nuestra hija se abalanzara sobre nosotros
Daphne lucía mucho más tranquila que el día anterior y me sorprendió la facilidad con la que mostraba una sonrisa, aunque sin duda tendríamos que estar al pendiente por si mostraba alguna manifestación por el trauma que había vivido, porque, aunque la durmieron y no fue consciente de la mayor parte de las cosas que sucedieron, las vivió y eso podía dejar una marca, aunque ella no lo supiera.
- ¡Mamá! ¡Papá! – gritó Daphne sin dejar de sonreír
- Buenos días, preciosa
- Hola pequeña – dije ganándome otra gran sonrisa de mi hija
Daphne tenía mucha energía y no paraba de hablar sobre un tema para luego cambiar drásticamente a otra idea, pero después de varios minutos de escucharla, el sonido proveniente de mi celular atrajo mi atención y Alexa tomó a Daphne en sus brazos para permitirme salir de la cama y responder la llamada.
- Buenos días – dije en cuanto tomé el celular
- Lucca – escuché mi nombre con fuerza y reaccioné
- ¿Noah? ¿Qué sucede?
- Muchas cosas... - murmuró y eso comenzó a preocuparme – Primero, creo que lo mejor sería que sacaran a Daphne de la ciudad, quizá podría viajar con tu madre y con el padre de Alexa a la casa de campo de Hertfordshire
- ¿Por qué? – pregunté
- Digamos que las cosas se están poniendo bastante difíciles y los reporteros pueden llegar a ser... algo agresivos cuando se lo proponen, no es un ambiente apto para una niña
- Lo entiendo, se lo diré a Alexa
- Lucca...
- ¿Qué más ha pasado?
- Interrogaron al hombre que intentó llevarse a Daphne y con algo de persuasión consiguieron que delatara a sus cómplices, pero ellos dijeron que les pagaron para secuestrar a Daphne, que alguien poderoso les pagó...
- ¿Estás diciendo que...?
- Quizá tu padre estuvo detrás del intento de secuestro
Se me cayó el alma al suelo, porque una cosa era que mi padre odiara a los Pemberton, pero de ahí a intentar secuestrar a Daphne, era algo difícil de procesar, aunque lamentablemente no era algo difícil de creer.
- Quiero saber todo lo que ese hombre dijo – pedí con algo de brusquedad
- Se los diré todo en cuanto vaya a su casa, pero deben darse prisa y sacar a Daphne de ahí
- Entendido, nos vemos más tarde – dije antes de terminar la llamada
Me giré hacia Alexa que me miraba expectante, aunque sus ojos reflejaban que sabía lo que estaba por decirle y de inmediato se levantó tomando a Daphne en sus brazos para dirigirse a la habitación de nuestra pequeña mientras yo llamaba a mi madre para pedirle que viniera de inmediato a la casa y del mismo modo, después de hablar con mi madre me dispuse a llamar al padre de Alexa para explicarle la situación.
Nuestros padres sabían del intento de secuestro, eso era obvio, pero nos dejaron algo de tiempo para recuperar la cordura y tranquilizarnos, lo cual agradecía, sin embargo, ahora teníamos muchos otros problemas en las manos y era momento de poner la cabeza en blanco para actuar sin impulsos, solo de esa forma las cosas podrían resultar bien.
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Una vez que nuestros padres llegaron a la casa, tuvimos una breve charla y aceptaron pasar unos días en la casa de Hertfordshire mientras la situación se calmaba en la ciudad y sin perder más el tiempo nos despedimos de Daphne que no parecía entender del todo lo que estaba pasando, pero que simplemente obedeció y nos dio un fuerte abrazo antes de marcharse.
Las cosas serían difíciles de ahora en más, pero estábamos juntos y si algo había aprendido en este tiempo era que mientras Alexa y yo permaneciéramos unidos, no existía fuerza capaz de vencernos.
- Bueno, ¿Quién hacemos ahora? – pregunté mirando a todos en la habitación
Pietro, Chiara y Noah se encontraban frente a nosotros, pero por las expresiones en sus rostros, era obvio que no tenían buenas noticias, aunque tampoco podía imaginar que fueran tan malas, después de todo, aun no éramos asediados por la prensa.
- Bueno... - comenzó Chiara – Las noticias sobre el ataque son virales, pero conseguimos que les den algo de tiempo para recuperarse de la conmoción
- Por eso aun no están aquí esos reporteros que te roban hasta la sangre – interrumpió Pietro ganándose una mirada dura de parte de Chiara
- Pero no durará mucho, en especial por las imágenes que se filtraron – continuó Chiara y noté que las manos de Alexa comenzaban a temblar por lo nervios, así que coloqué su mano entre las mías e intenté tranquilizarla
- ¿Imágenes? – preguntó Alexandra en un murmuro
- Están circulando varias fotografías de lo que pasó ayer, en muchas se los ve claramente a ambos y eso ha ocasionado que viejos rumores volvieran a salir a la luz – respondió Noah y suspiré - Digamos que las especulaciones sobre la paternidad de Daphne han vuelto a surgir y eso sumado a las antiguas fotografías que salieron de ustedes hace cinco años... además de las nuevas...
- Entiendo – aceptó Alexa en voz baja y apreté suavemente su mano
- ¿Y sobre los que intentaron llevarse a Daphne? – pregunté para cambiar de tema, al menos un poco
- Ya los tienen en custodia – comenzó a explicar Noah – Dos de los hombres se encargaron de despejar el parque, por eso estaba tan desolado y otro de ellos esperaba en una camioneta; subestimaron lo que podrías hacer para defender a Daphne y por eso solo uno de ellos te atacó, además, no esperaban que Lucca estuviera ahí; creyeron que solo estarían ustedes dos.
- Si no hubiera sido por ti... - murmuró Alexa girándose para mirarme y pasé un brazo por sus hombros para atraerla más hacía mí
- Todo está bien, principessa, ya pasó...
- Aun no – soltó Pietro y lo fulminé con la mirada
- Gracias por el recordatorio – dije molesto y mi amigo sonrío con inocencia
- Lo siento, pero es verdad – respondió y escuché a Alexa suspirar antes de regresar la mirada a los demás
- ¿Qué haremos ahora? – preguntó Alexa después de unos segundos
- Por la parte legal, no deben preocuparse, mi padre y yo nos estamos encargando, todo eso déjenlo en nuestras manos, en cuanto a lo que te dije sobre que la orden vino de alguien más poderoso – mencionó Noah con algo de duda y asentí pidiéndole que siguiera – Pues lo mejor sería investigar, quizá tu padre no tuvo nada que ver y fue la orden de alguien que simplemente quería dañar a los Pemberton – terminó y realmente esperaba que ese fuera el caso – Después de todo, no han faltado las amenazas hacia tu padre y hacia ti a lo largo de los años – comentó Noah mirando a Alexandra que volvió a asentir mientras se perdía en sus pensamientos
- Dejando ese tema por un momento – intervino Chiara después de unos segundos – Hemos hablado con la reportera que se encargó de aclarar el tema del compromiso; creemos que lo mejor para no afectar la imagen pública es que den una entrevista lo más pronto posible
- Tienen que asegurarse de contar la historia como si fuera un gran romance de cuento de hadas, así podrán poner a la opinión pública de su lado y no será tan complicado lidiar con la opinión de los accionistas; tienen que hacerle olvidar al mundo que mintieron, que escondieron el origen de Daphne y por supuesto, tienen que hacerle ver a las personas que su lazo es fuerte y que va más allá del conflicto entre sus familias – dijo Pietro con tanta seguridad que no me quedaban dudas de que tenía razón
- Esto será muy complicado – murmuró Alexa con cansancio y suspiré dándole la razón
- Definitivamente – respondió Noah
Todos teníamos que ponernos en marcha, porque era una prioridad encargarnos de la situación antes de que se nos saliera de las manos; así que mientras Noah se dirigía a Scotland Yard donde su padre se estaba haciendo cargo de la situación legal con respecto al ataque que sufrimos, Chiara se encargó de llamar a la reportera para concertar una entrevista y Pietro hizo uso de todas sus conexiones para intentar contener el gran escándalo que sería la relación entre Alexandra y yo; además, no solo teníamos que lidiar con la opinión de los ciudadanos ingleses, si no que teníamos que encargarnos de la situación en Italia que explotaría en cuanto la noticia se hiciera de conocimiento público y debíamos tranquilizar a los accionistas para que las cosas no se tornaran aun más complicadas de lo que ya eran.
No estaríamos mucho tiempo a salvo y eso quedó claro cuando las camionetas de los reporteros comenzaron a llegar rodeando la casa, pero no podíamos entrar en pánico ahora, no cuando teníamos que enfrentar a los accionistas que no dejaban de llamar a nuestros celulares, así que, con mucho cuidado, Alexa y yo nos encerramos en el estudio e hicimos una videollamada cada uno por separado con los accionistas que estaban relacionados con nuestros respectivos imperios.
Todos tenían miedo porque una relación entre los Pemberton y los Andreotti traería muchos cambios; todos tenían muchas dudas y la desconfianza era palpable, pero de alguna forma conseguimos que nos escucharan y confirmamos lo que ya todos prácticamente pensaban; aceptamos que estábamos juntos, que teníamos una hija en común y por supuesto, aceptamos que deseábamos formar un futuro unidos, sin más enemistad ni ataques.
Ambos sabíamos que sería difícil que todos lo aceptaran, porque los conflictos entre ambas familias duraron demasiado tiempo, pero por más que ellos fueran accionistas en nuestras empresas, quienes poseían la mayor cantidad de acciones y quienes tenían el poder éramos nosotros.
Después de dos horas de hablar con los accionistas, de tolerar las preguntas, las dudas y todo lo que tenían para decir, al fin terminamos con esas agobiantes charlas y salimos del estudio para encontrarnos con que afuera las cosas estaban aun peor; la casa estaba totalmente rodeada por los reporteros, ni siquiera podíamos asomarnos por una ventana porque parecían buitres detrás de una presa y tanto Chiara como Pietro parecían estar al borde de un colapso.
- Certo, sì, lo so, Loro faranno un'intervista virtuale oggi... - escuché a Pietro decir con hastío - No, non possiamo viaggiare al momento, ma lo faremo il prima possibile... sì, grazie mille – dijo terminando la llamada y se desplomó en el sofá
Chiara por su lado parecía estar manteniendo una muy estresante conversación con no sé que persona, pero realmente lo sentía por quien estuviera al otro lado del teléfono, porque por la forma como Chiara estaba hablando, estaba furiosa.
- ¿Lograron calmar a las bestias? – preguntó Pietro al notar nuestra presencia
- Los accionistas están un poco reacios a creernos... pero...
- No les quedan muchas opciones – terminó Alexa por mí y sonreí
- Las inversiones que han hecho son fructíferas y saben perfectamente que tanto Alexa como yo somos personas directas que cumplen su palabra, así que solo el tiempo dirá que va a pasar con todos ellos, nosotros ya hicimos lo posible por explicarles la situación y por tranquilizarlos
- Bueno, una cosa menos en la lista, al menos por ahora – dijo Pietro tirando su cabeza hacia atrás en el instante en que su celular volvía a sonar - ¡Por el amor de Dios! ¡Entiendo que ustedes sean noticia mundial, pero que frustrantes son las personas! – exclamó antes de responder la llamada y concentrarse en lo que sea que le estaban diciendo
- ¡Estoy agotada! – dijo Chiara cuando terminó de hablar y nos miró como si tuviera malas noticias que darnos
- ¿Qué pasó ahora? – preguntó Alexa igual de inquieta que yo
- Una mejor pregunta sería, ¿Qué no ha pasado? – respondió con cansancio – Pues digamos que eso de tener tiempo para contener el tema de su relación fue un fracaso; no solo son noticia aquí en Inglaterra, lo son en todas partes
- Solo pasaron dos horas... - murmuré con incredulidad, estaba claro que éramos importantes, pero esto era una exageración
- ¡Pues todo es un caos! – exclamó Chiara y Pietro la fulminó con la mirada mientras seguía discutiendo por teléfono
- ¿Quieres explicarte? – pregunté y ella bufó
- Alguien consiguió fotos de ustedes donde se les ve... muy juntos – dijo y tanto Alexa como yo reímos un poco, porque bueno, era algo de esperarse, después de todo, desde que llegué a Londres no fuimos precisamente cuidadosos – Las fotos, las teorías y los rumores son excesivos; todos los medios de comunicación conocidos quieren una entrevista
- ¿Por eso Pietro parece estar a punto de golpear a alguien?
- No han dejado de llamar en estas horas, está frustrado
- ¿Y la reportera? – preguntó Alexa
- Ella y su equipo vendrán dentro de una hora, aunque aun no estoy segura de como hacerla entrar; Noah dijo que enviaría un equipo de seguridad para despejar un poco los alrededores de la casa, pero es todo muy caótico
No podía estar más de acuerdo; las cosas parecían estar escalando muy rápido y no podía imaginar como terminaría todo; conocía el poder de los escándalos y lo difícil que era contrarrestar los rumores, pero un escándalo como el que habíamos desatado iba más allá de todo lo conocido.
Alexa estaba nerviosa y eso era obvio, por lo que tomé su mano para tirar de ella hacia el segundo piso con la justificación de que debíamos prepararnos para la entrevista y Chiara asintió entendiendo mi intención poco antes de que su celular volviera a sonar.
- Alexa, tienes que tener calma – dije una vez que estuvimos solos en la habitación
- ¿Cómo puedes estar tan tranquilo? – cuestionó y en sus ojos se reflejó el pánico
- Creo que ya esperaba que algo así sucediera, ¿Tú no?
- Sí, pero...
- Imaginarlo y enfrentarlo son cosas diferentes – terminé por ella
- Totalmente – aseguró desplomándose sobre la cama – Es abrumador, ¿Cómo soportabas vivir de escándalo en escándalo? – preguntó y reí
- Era entretenido
- Estás loco – dijo y volví a reír
- Los problemas en los que me metía eran bastante comunes, incluso era divertido lidiar con los reporteros
- Repito, estás loco – dijo y me dejé caer a su lado en la cama
- No puedo discutirte eso, pero así de loco me amas – afirmé y se giró mirándome con una sonrisa
- Tienes mucha razón – respondió y atrapé su cintura para atraerla hasta mi pecho
- No tienes nada que temer, principessa – murmuré acariciando su mejilla – Estamos juntos y somos invencibles
- ¿Qué diremos? – preguntó en un susurro mientras disfrutaba de mis caricias en su piel
- La verdad – respondí y me miró con incredulidad – Bueno... no toda la verdad – aclaré causando que sonriera
Alexa se sentó cruzando las piernas y empezamos a planear lo que le diríamos a la reportera, porque si bien teníamos que ser honestos, había muchas cosas que queríamos guardar solo para nosotros, así que teníamos que estar cien por ciento sincronizados en la historia que contaríamos o todo saldría mal.
El tiempo se pasó en un parpadeo y pronto nos encontramos en la sala con la reportera dando indicaciones a su personal y lo único que pude hacer fue tomar la mano de Alexa y apretarla suavemente dándole ánimos.
Cuando la entrevista inició entrelacé mis dedos con los de Alexa y ella me sonrío demostrando una vez más lo fuerte que era y recordándome una de las razones por las cuales me enamoré de ella; su fortaleza nunca dejaría de sorprenderme y la capacidad que tenía para sonreír, incluso cuando el mundo estaba ardiendo, era impresionante.
La reportera era sumamente educada, lo que nos hizo sentir un poco más cómodos y después de las presentaciones iniciales nos explicó un poco de como iría la entrevista, que sería en vivo y nos aseguró que procedería con el debido respeto, afirmación en la que podía confiar.
- Es un gusto estar hoy con ustedes; señorita Pemberton, señor Andreotti – dijo con seguridad saludándonos ante las cámaras y Alexa volvió a sonreír
- El gusto es nuestro, estamos encantados de recibirte
- Ante todo, me gustaría brindarte mi apoyo, la experiencia por la que pasaste debió ser realmente abrumadora
- Lo fue – aseguró Alexa y apreté ligeramente su mano – Creo que el mayor miedo de un padre es que algo le suceda a su hijo
La reportera no ahondó mucho en lo que sucedió el día anterior lo cual agradecí, porque el recuerdo estaba muy presente por el momento y aun nos encontrábamos gravemente afectados, así que después de unas cuentas preguntas, por fin llegó el tema principal de la entrevista.
- Se filtraron algunas imágenes de ustedes y estoy segura que han oído los rumores, no solo los que han surgido después del día de ayer, si no también los que hubo la última vez que se los vio juntos en la ciudad, hace cinco años – expuso la reportera y sentí a Alexa tensarse a mi lado – Es un tema controversial teniendo en cuenta el conflicto que ha existido entre sus familias y creo que hablo por todo el mundo cuando pregunto, ¿Hay algo cierto en los rumores?
- Sí – respondí con seguridad – Es lo que deseamos compartir con ustedes y bueno... aclarar las cosas – dirigí la mirada hacia Alexa por un momento y le sonreí antes de continuar – Alexa y yo nos conocimos hace cinco años, como muchos deben saber y ciertamente no nos llevamos nada bien en un principio
- Lucca me hacía enfadar cada vez que tenía la oportunidad – añadió Alexa y me reí en voz baja – Pero entonces... en verdad empezamos a conocernos
- ¿Cómo así? – preguntó la reportera
- Le pedí que fuera mi guía en la ciudad y aunque se negó al inicio, ese día aprendimos mucho el uno del otro; creo que desde ese día no pude sacarla de mi cabeza – ese último comentario le sacó una sonrisa a Alexa y eso de igual forma me hizo sonreír
- Los rumores de hace cinco años de que existía algo entre nosotros, eran ciertos – afirmó Alexa con tanta seguridad que me sentí orgulloso – En ese momento nos fue difícil aceptarlo por la situación entre nuestras familias...
- Pero esa es la verdad – terminé por ella – Una verdad que ya no continuaremos negando
- Me alegra escuchar eso y permítanme ser la primera en felicitarlos por su relación
La reportera continuó haciéndonos algunas preguntas acerca de nuestra relación y del tiempo que pasamos juntos hace cinco años, por lo que tuvimos que explicar algunas de las fotografías que se filtraron en ese tiempo, además de las fotografías actuales, pero después de varias preguntas, por fin surgió el tema que más nos preocupaba y los nervios de Alexa volvieron a surgir.
- Estoy segura que han escuchado las últimas especulaciones que guardan relación con la pequeña Daphne, sé bien que es un tema sensible, pero...
- Daphne es mi hija, nuestra hija – respondí interrumpiendo a la reportera – Ciertamente es un tema sensible, pero es algo que no seguiremos manteniendo en secreto
- El tema de quien es el padre de Daphne se discutió por mucho tiempo en los medios, pero era un tema que preferimos mantener oculto por la seguridad de nuestra hija, espero puedan respetar eso – dijo Alexa y apreté nuevamente su mano con dulzura
La reportera nos dedicó una sonrisa y asintió con comprensión ante nuestras palabras dejando el tema de Daphne en un segundo plano tal y como prometió, lo que nos regresó al tema de interés principal, la relación prohibida que surgió entre Alexandra y yo.
La entrevista se alargó bastante, pero la incomodidad ya no volvió a surgir y cuando todo finalmente terminó, se sintió como si tuviéramos un peso menos sobre los hombros; nos despedimos de la reportera agradeciéndole por su paciencia y por el respeto que mostró para después dejar que Pietro la acompañara a ella y a su equipo a la salida.
La entrevista fue en vivo, así que pronto conoceríamos la respuesta del público, aunque todavía nos quedaba un largo camino por delante y otras entrevistas que tendríamos que dar, pero por el momento me sentía mucho más tranquilo y Alexa parecía sentir lo mismo porque en cuanto nos quedamos solos, enredó sus manos detrás de mi cuello y me besó.
- ¿Sabes cuánto te amo? – dijo y sonreí
- Tanto como te amo yo a ti – respondí antes de volver a besarla
Aquellos que dicen que el odio es más fuerte que el amor, están equivocados, porque no existe poder más grande en este mundo que el amor, ese que te nutre por completo y te lleva a perder el juicio, ese amor que nubla tu mente llevándote a lugares tan mágicos que parecen irreales; así de intenso era nuestro amor, así de fuerte y así de libre, porque aunque nos enseñaron a odiarnos, al final nuestro amor fue inevitable y ni en esta ni en ninguna vida dejaríamos de amarnos.
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Espero que les estés gustando tanto el libro cómo a mí y tengan por seguro que les traeré capítulos mucho más seguido
❤️❤️❤️❤️❤️
Cuéntenme que les parece la historia
Qué opinan de Lucca y Alexa?
Creen que al fin podrán ser felices?
Y por último...
¿Creen que el amor vence al odio? ¿Creen que es posible amar aunque nunca hayas sentido que estuviera permitido?
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