CAPÍTULO 13
LUCCA ANDREOTTI
Me encontraba nuevamente con Alexandra y no podía dejar de sonreír; habían pasado dos días desde nuestra conversación y las cosas parecían marchar por buen camino; seguíamos discutiendo y enfrentándonos como siempre, pero ahora ese sentimiento era palpable entre nosotros y ya no lo negábamos, aunque Alexa puso algunas reglas
Primero, iríamos despacio, poco a poco, recuperando la confianza en el otro
Segundo, mantendríamos todo en privado, tal como hicimos hace años
Tercero, nada de besos, al menos no por un tiempo.
Aunque esa regla en especial no me gustaba en lo absoluto
Durante estos días el trabajo en su mayoría quedó relegado y por más que Alexa siempre insistía en que nos concentráramos, honestamente solo podía centrar mi atención en ella y en recuperar el tiempo perdido.
La noche anterior fuimos a cenar y hablamos de tantas cosas que se sintió como si el tiempo no hubiera pasado; era tan fácil hablar con ella, se sentía natural y para cuando terminamos, ninguno de los dos quería marcharse, así que simplemente le ofrecí mi brazo que tomó encantada y caminamos sin rumbo por una de las calles principales de la ciudad hasta que llegamos a un lugar que recordaba a la perfección.
"London Eye"
- La gran rueda del milenio – dije y ella sonrío – Aquí fue donde por primera vez me di cuenta que me era imposible apartar mis ojos de ti
Alexa se giró por completo y me miró sorprendida, pero yo solo fijé mis ojos en los suyos para después sonreír causando que un leve sonrojo subiera a sus mejillas.
- Aquí es donde me hiciste sentir que estaba bien ser solo Alexandra, que no siempre tenía que ser la perfecta heredera Pemberton
- Aquí me diste una oportunidad – respondí y su sonrisa se extendió
- Bueno, será apropiado volver a subir ¿No crees?
- Por supuesto – dije y tomé su mano para dirigirnos hacia el gran ojo de Londres
No nos fue difícil subir y una vez dentro de la cabina, nos apoyamos lado a lado observando las luces de la ciudad; adoraba mi hogar, porque sin duda Roma era maravillosa, pero mentiría si dijera que no extrañaba Londres y la belleza que irradiaba.
Tal vez era por todo lo que viví cuando estuve aquí, pero esta ciudad tenía una magia que me robaba el aliento; todas las luces, la vista del río y los monumentos que se alzaban resaltando en medio de la noche, todo era sencillamente mágico.
Me giré levemente para ver a Alexandra y una sonrisa inconsciente apareció en mi rostro; la última vez que estuvimos aquí, no éramos más que niños caprichosos que se odiaban sin razón, dispuestos a destruir al otro a la menor provocación, quién iba a imaginar que terminaríamos enamorándonos.
Pasamos del odio a la atracción muy rápido, pero el amor, ese se construyó con el tiempo; aprendimos el uno del otro, nos apoyamos cuando todo parecía desmoronarse y nos conocimos en cada pequeño aspecto; nos enamoramos y a pesar del tiempo, ese amor era tan fuerte que seguía latiendo.
Cuando ya era muy tarde acompañé a Alexandra a casa y estuve muy tentado a romper su regla porque realmente deseaba besarla, pero ella me detuvo con una sonrisa y dejó un breve beso en mi mejilla antes de alejarse hasta desaparecer.
Pase una noche increíble, pero ya era un nuevo día y me encontraba camino a ver a Alexandra que parecía realmente decidida a por fin hacer un avance con el tema del acuerdo y aunque mis intenciones no eran esas, moría de ganas de verla.
No tardé mucho en llegar a mi destino y busqué una mesa un poco más apartada para esperar; Alexa llegó minutos después de muy buen humor y tomó asiento frente a mí.
- Buenos días – saludó con una sonrisa
- Buenos días, principessa, ¿Pasaste una buena noche?
- A decir verdad, fue excelente, ¿Y tu noche que tal?
- Perfecta – respondí devolviéndole la sonrisa
Ordenamos un par de tazas de café junto a unos trozos de pastel y Alexa comenzó a sacar un par de documentos junto a una libreta mientras yo solo podía negar, definitivamente ella seguía siendo la misma.
Poco a poco empezamos a trabajar bajo la estricta supervisión de Alexa que estaba más que decida a tener algún avance, pero después de nuestra segunda taza de café, decidimos tomarnos un breve descanso.
- Por favor, podría subirle el volumen – pidió una chica y la recepcionista cumplió su pedido elevando el volumen del televisor de cuya existencia ni siquiera me había percatado y al parecer Alexa tampoco lo había notado
"Noticia de último minuto; el heredero del imperio Andreotti se ha comprometido"
Eso fue lo primero que se escuchó y Alexa se puso pálida mientras que giraba para prestarle atención a la noticia.
"El heredero se comprometió con nada más y nada menos que Chiara Mancini, italiana de nacimiento y una mujer realmente bella; no tenemos más información por el momento, pero tenemos que felicitar a la pareja por este gran paso, esperamos pronto traerles más detalles jugosos sobre la relación de estos herederos"
Alexa se levantó de golpe y tomó sus cosas muy rápido para después dejar dinero sobre la mesa y salir disparada fuera del lugar mientras que yo tardé un segundo en reaccionar y salir tras ella.
- ¡Alexa! – grité mientras ella continuaba caminando - ¡Alexa! ¡Por favor! – supliqué corriendo tras ella - ¡Alexa! – volví a gritar e intentó parar un taxi, pero la detuve - ¡Por favor, tienes que escucharme!
- ¡No quiero! – gritó intentando zafarse de mi agarre
Las personas comenzaban a mirarnos excesivamente y francamente lo último que ambos necesitábamos era un escándalo, pero no estaba dispuesto a dejarla ir.
- ¡Alexa, por favor! Vayamos a otro lugar y hablemos
- No quiero hablar contigo – respondió volviendo su mirada a la mía y pude ver como intentaba contener las lágrimas
- Alexa... - rogué
- ¿Por qué siempre que decido confiar en ti termino lastimada? – murmuró con la voz entrecortada y colocó su mano en mi pecho para apartarme
- Alexa, puedo explicarlo, por favor
- Ahora no – respondió seca – Por favor, déjame ir
- No – dije volviendo a tomar su brazo y paré un taxi – Nos iremos juntos
- Lucca... por favor
Alexa se veía mal y en el pasado por su sola petición de que la dejara irse, lo habría hecho, pero ahora sabía que esa no era la decisión correcta; los problemas no debían evitarse ni podíamos ignorarlos, los problemas se solucionaban hablando y eso era justo lo que íbamos a hacer.
- Por favor, llévenos a un lugar con menos personas – pedí – Y que sea cerca
En cuanto subimos al auto, Alexa se alejó lo más que pudo y centró su vista en la ventana; no tenía que leer la mente para saber las ideas que cruzaban justo ahora por su cabeza y era claro su dolor.
¡¿De dónde rayos salió esa noticia?!
¡¿Por qué no podíamos tener un segundo de paz?!
¡Las cosas empezaban a mejorar y todo volvía a irse al diablo!
Ella todavía no confiaba en mi y esta nueva situación no ayudaba; ¿Cómo diablos iba a explicar esto ahora?
No quería buscar a un culpable, porque eso no sería útil en este momento, pero estaba casi seguro que mi padre tenía que ver con la noticia de mi tan repentino compromiso. ¿Qué acaso nunca me dejaría vivir mi vida?
Después de unos minutos nos detuvimos en un parque que lucía mucho más vacío, así que extendí un billete bastante alto al conductor que me miró sorprendido y después tomé la mano de Alexa para bajar del auto; caminamos algunos metros apartándonos de cualquier curioso que quisiera escucharnos y cuando estuvimos suficientemente lejos, se soltó de mi agarre con brusquedad y me miró con rabia.
En el pasado, las lágrimas solían sobresalir y el dolor era notorio, pero ahora el enojo era más fuerte y en sus ojos brillaba una furia que nunca antes había presenciado.
- Tienes un minuto, habla – ordenó
- Lo del compromiso es una mentira; ósea, es cierto que mi padre quiere que me comprometa con Chiara y sus padres están encantados con la idea, pero nosotros no aceptamos o bueno... no pensábamos aceptar – comencé a explicar enredándome más de lo que esperaba
- La trajiste contigo – soltó con seriedad
- Sí... bueno... quería ayudarla; no sabíamos como escapar de ese plan y ella tenía miedo, estaba nerviosa... así que pensé que si venía...
- ¿Quieres decir que no se negaron, simplemente escaparon y ya?
- ¡No! – exclamé frustrado – Es decir, no nos negamos en ese momento, pero no pensamos aceptar
- Si no pensaban aceptar, ¿Por qué no se negaron?
- Ya sabes como son las cosas, es difícil y...
- ¿Y como es difícil simplemente sales huyendo? – cuestionó fulminándome con la mirada
- ¡No! – negué rápidamente – No es lo que quiero decir, es solo que... necesitábamos ganar algo de tiempo; los padres de Chiara son... y mi padre... - empecé a murmurar
- Entonces ellos deciden y ustedes simplemente lo aceptan
- No hemos aceptado nada
- ¡Pues parece que sí! – exclamó furiosa - ¡No se negaron a ese compromiso y ahora para el mundo entero están comprometidos!
- ¡Lo arreglaré! ¡Diré que no es verdad!
- ¡¿Crees que es así de sencillo?! ¡Probablemente fue tu padre quien aseguró que estabas comprometido! ¡Sabes por qué! – volvió a gritar - ¡Por qué viniste aquí! ¡Por qué jamás permitirá que un Andreotti esté con una Pemberton! ¡Así fue hace cinco años y así es ahora!
- ¡No es lo mismo!
- ¡¿Cómo fui tan estúpida?! ¡Sigue dominando tu vida! ¡No eres capaz de decirle que no! ¡¿Qué pasará cuando todo vuelva a ponerse difícil?! ¡¿Volverás a irte y ya?!
- ¡No voy a irme! ¡Arreglaré esto! ¡Créeme por favor! – pedí intentando tomar sus manos
- No pienso ser quien se meta con un hombre comprometido y no sé si creerte, pero si quieres volver a verme fuera de la oficina, primero arregla tus asuntos personales – dijo apartándome de golpe – No soy la misma chica ilusa a la que le hacías promesas y por más que te quiera, no voy a caer ciegamente por amor
- Alexa...
- Tenías razón, huir era tonto; somos adultos, las cosas se hablan, pero ya no tengo más que decir, así que me voy
- Lo arreglaré todo
- Ya veremos – respondió con un suspiró y simplemente cruzó a mi lado para marcharse
Para ser francos, estaba convencido de la veracidad en las palabras de Alexa; ella no me permitiría el más mínimo contacto si yo seguía aparentemente comprometido con Chiara, no importaba que dijera para defenderme o que hiciera para demostrarle que estaba irremediablemente enamorado de ella, nada importaría si para el mundo yo continuaba siendo un hombre comprometido y por más difícil que fuera, iba a solucionar ese asunto cuanto antes.
Regresé al hotel donde me hospedaba y subí de inmediato a la habitación donde sorprendentemente Pietro y Chiara ya me esperaban, aunque esta ultima parecía furiosa y gritaba como loca mientras caminaba frenética.
- ¡Viste esa noticia! – exclamó en cuanto entré
- No solo eso, estaba con Alexandra cuando salió la noticia de nuestro supuesto compromiso – respondí dejándome caer en una de las sillas
- ¡Uy! Por como lo dices, las cosas salieron mal – dijo Pietro apoyándose en una de las paredes
- Mal se queda corto
- Lo siento – murmuró Chiara
- No es tu culpa, pero el responsable va a oírme – respondí con tranquilidad y saqué mi celular para llamar a mi padre
Alexandra tenía razón al decir que él se oponía rotundamente a que me relacionara con ella y lo creía capaz de todo con tal de mantenernos separados, pero estaba harto de sus interferencias.
- Hola papá – dije en cuanto respondió – ¡Me quieres explicar porque rayos dijiste que estoy comprometido!
- ¿Por qué asumes que fui yo?
- Te conozco lo suficiente para saberlo – dije molesto – Así que déjate de juegos y sé franco
- Pensé que era el momento apropiado para dar la noticia – respondió como si hubiera sido algo sin importancia
- ¡No tenías derecho a hacer algo como eso!
- No me grites – dijo con brusquedad
- ¡Gritaré si me da la gana!
- ¿Todo esto es por la chica Pemberton?
- Tiene nombre, se llama Alexandra
- No me interesa su nombre
- ¡A mí sí!
- De todas formas, te casarás con Chiara Mancini, solo era cuestión de tiempo para dar la noticia
- ¡Chiara y yo no vamos a casarnos! – exclamé furioso - ¡Nosotros decidimos! ¡No ustedes!
- Ya se dio la noticia, no hay más que hacer
- ¡Siempre hay algo que se pueda hacer!
- Lucca, no te atrevas a... - empezó a amenazar, pero simplemente terminé la llamada
Mi padre por fin había conseguido agotar mi paciencia y aunque en estos años le permití muchas cosas, eso se acabó; todos tenían razón al decir que me manipulaba, pero ya no lo permitiría más; esta era mi vida y la viviría según mis decisiones.
- Fue él – dije frustrado
- Lo imaginaba – soltó Pietro y tanto Chiara como yo lo fulminamos con la mirada
- ¿Y ahora qué hacemos? ¿Cómo solucionamos esto? – preguntó Chiara con cansancio
- No sé...
- Podrían dar una entrevista – sugirió Pietro – Podrían decir que es solo un rumor y que no piensan casarse
- Tus padres enfurecerían – dije mirando a Chiara
- Lo harán pase lo que pase; además, en algún punto tendré que hacerles frente, porque no pienso casarme contigo
- Auch – dije llevándome la mano al pecho y haciéndola reír
- No te sientas mal, además, ya tiene a alguien más en la mira – aseguró Pietro y Chiara le tiró un cojín en la cara - ¡Oye!
- ¡Te lo buscaste! – exclamó y esta vez fui yo quien rio
Mis amigos comenzaron a discutir y a molestarse como siempre lo hacían, lo cual de alguna forma me ayudó a sentir que todo saldría bien; solucionaríamos este problema y tomaríamos las riendas de nuestras vidas; ya era hora de que lo hiciéramos.
En cuanto a Alexa, tendría que hacer muchos méritos para que dejara de estar enojada conmigo, aunque parte de mi sentía que me creía y que esperaba que todo el asunto del compromiso se solucionara pronto, pero por mi experiencia, sabía que si no tenía el cuidado suficiente, las cosas se complicarían con facilidad.
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Hola 🥰🥰🥰
¿Qué les pareció el capítulo?
Debo admitir que el padre de Lucca es terrible, siempre quiere arruinarlo todo
Pronto otro capítulo
Los leo 🥰
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PD: LEGADO está participando en los WATTYS
😱😱😱😱😱
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