Capítulo 45
Aunque Hoseok había despertado guardaba silencio, como si estuviera ido, concentrado en algún otro universo paralelo. Aquello le heló la sangre al Alfa pensando que era lo peor, pero al ver a Taehyung suspirar con alivio su corazón se calmó un poco.
El Doctor Taehyung se acercó al rostro del pequeño Omega y colocó su mano en su frente quitando del camino todos esos flecos blancos y dejando su rostro al descubierto, por fín los ojos del pequeño se enfocaron en él.
─ ¿Qué sucedió? ─ Preguntó.
Aún iban camino de regreso al hospital y todas las personas estaban muy confundidas, escribiendo por las redes sociales, preguntándose si de verdad Hoseok había perdido a los cachorros y lamentándose, porque, claro, todos querían que él pudiera tenerlos, todos excepto aquel ministro.
─ Él... Él me amenazó. ─ Dijo y luego mordió su labio.
Hoseok sintió la furia de Jungkook a través del vínculo volteando a ver a su Alfa, Jungkook también estaba lastimado y ni siquiera parecía darse cuenta.
─ Pero no importan sus amenazas, no voy a rendirme. ─ Agregó rápido.
─ Hoseok... ─ Jungkook se acercó a él. ─ No puedo ponerte en riesgo, no podemos seguir si alguien quiere hacerte daño.
─ ¡No! ¡No podemos renunciar! ─ Hoseok se exaltó de tal manera que Taehyung tuvo que detenerlo en la cama.
─ ¡Hoseok! ¡Controla tus emociones! ─ Le ordenó y cuando el pequeño Omega respiró profundo continuó: ─ Recuerda que tus emociones afectan a los cachorros.
El peliblanco sabía que Taehyung tenía razón, después de todo el escuchaba los latidos de sus cachorritos acelerándose.
─ Está bien, pero no podemos abandonar ésto, Jungkook, el... ese ministro trafica Omegas y Alfas defectuosos. ─ Hoseok ya no pudo contener las ganas de llorar dejando las lágrimas y su aroma a tristeza salir.
Se sentía horrible, saber cómo ese Alfa lo había controlado tan fácilmente, él sabía que él no era precisamente el lobo más fuerte, pero ni siquiera ser capaz de llamar a Jungkook a través del vínculo, había sido completamente aterrador. No podía dejar de imaginar la forma en la que trataban a otros Omegas y Alfas. No podía dejar de pensar en su director Jimin y en cómo él también tenía que ver en todo ésto, en cómo él también, de alguna forma, se había logrado salvar de ese cruel destino. Hasta se preguntaba si Taehyung lo había sabido, si el Omega había sabido que Jimin corría más peligro que él mismo.
─ No lo dejaremos, si no quieres. ─ Le dijo Jungkook acercándose para limpiar las lágrimas que salían de sus ojos azules.
Tenía miedo por cómo las cosas habían salido, pero si Hoseok quería seguir luchando él debía mantenerse a su lado. Estaba seguro que Hoseok no estaba contando todo lo sucedido, tal vez era demasiado difícil por lo que tendrían que esperar a ver que habían captado las cámaras.
En lo que restaba del camino, el Alfa se dedicó a acariciar el cabello y las orejas agachadas de su pequeño Omega, y éste mantuvo sus ojos cerrados intentando controlar sus emociones como Taehyung le había pedido. Cuando salieron de la ambulancia, Hoseok se negó a ir en la camilla por lo que iba en los brazos de su Alfa.
No pudieron evitar que todos los detuvieran en su camino a la habitación, después de todo ellos creían la historia del ministro, por lo que tuvieron que detenerse a explicar un poco lo que pasó. Tal vez fue la cara de terror en los Señores Jung lo que más alteró a Hoseok, pues él nunca había visto a sus padres tan asustados.
─ Tienes que salir de ésta ciudad. ─ Le dijo su padre Omega. ─ Esconderte por un tiempo hasta que todo ésto pase.
─ Hoseok, ese hombre es muy peligroso, lo mejor es que hagas lo que tu padre te dice. ─ Agregó el padre Alfa.
Pero el pequeño Omega negó con la cabeza, esperaba que los demás no notaran cuanto temblaba, al menos, por que sabía que Jungkook podía sentirlo temblando en sus brazos.
─ Ahora que he sentido un poco de lo que sienten ellos, no puedo abandonarlos. Ya no es solamente por mi y mis cachorros... Es por todos los Alfas y Omegas defectuosos. ─ Les explicó Hoseok.
Jungkook notó que la respiración de su pequeño ya se estaba volviendo trabajosa, por lo que se disculpó con todos y decidió llevarlo a la habitación sin esperar a que la conversación terminara. Fue Yoongi el único que lo siguió y sentó junto a él en la camilla. El Alfa tenía que ir a revisar las cámaras junto con Jin por lo que agradeció que el mejor amigo de su pequeño estuviera ahí.
─ Volveré pronto. ─ Le dijo a su lastimado pequeño y luego salió de ahí.
Ese maldito Alfa... cree que puede tocar a mi Omega sin pagar las consecuencias.
Pensó mientras apretaba sus puños, definitivamente hundirían a ese imbécil, lo haría por su pequeño Omega, lo haría por todos los pequeños Omegas y Alfas que sufrían en las manos de ese maldito desgraciado. Cuando encontró a Jin aún hablando con los demás, el Alfa mayor pudo notar la determinación en los ojos de Jungkook, por lo que no fueron necesarias las palabras para que ambos se fueran de ahí a trabajar rápidamente en lo que fuera que pudieran encontrar en las cámaras que Hoseok llevaba en su ropa.
El Señor Jeon y su futuro Omega se lamentaron, el día que parecía haber comenzado de buena forma no estaba terminando tan bien para la joven pareja y eso dolía de cierta forma. Pues realmente todos deseaban que ellos recibieran esa oportunidad, esa oportunidad de ser felices cómo es el derecho de todos los lobos. Pero de repente aparecían personas que parecían no entender que todos tienen derecho a la felicidad y atacan a los más débiles.
La sociedad si que podía ser una mierda... Al menos el Señor Jeon agradecía que de cierta forma, su hijo y Hoseok, habían conseguido apoyo de muchas personas buenas. Aún habían personas buenas en el mundo. Sí, y aunque cada minuto naciera un pendejo, tal vez cada medio minuto nace una persona buena dispuesta a ayudar a los demás.
Pos su parte Namjoon se mantenía abrazado a su pequeño padre Alfa, Jimin, escuchar que los Alfas defectuosos corrían más peligro no había caído bien en su sistema y ahora tenía miedo por su papi.
─ Tranquilo, amor. ─ Intentaba calmar a su hijo. ─ Yo ya no les intereso.
─ ¿Cómo lo sabes? ─ Le preguntó Namjoon entre lágrimas. ─¿Qué tal si te encuentran?
Apretó más al pequeño Alfa a tal punto que Jimin se quejó del dolor que le estaba causando y usó su cola para darle un pequeño golpe a su hijo Alfa. Creía que a veces Namjoon se olvidaba de que él era más debilucho. Respiró aliviado cuando el fuerte abrazo se liberó un poco.
─ Lo siento. ─ Dijo Namjoon usando una mano para limpiar sus lágrimas. ─ Es que no sé qué haría si te sucede algo malo.
Jimin le sonrió, aunque era raro que su pequeño hijo pudiera cargarlo, eso nunca le había molestado, era simplemente la forma en la que su familia funcionaba.
─ Ellos ya no están interesados en mí. ─ Repitió acariciando el cabello de Namjoon. ─ Tengo demasiadas marcas de Omega en mi cuerpo. ─ Confesó apenado y sonrojándose.
Namjoon se quedó en la luna, no tenía ni idea de que era una marca de Omega, pero claro podía imaginarse que tenía que ver con su padre Taehyung marcando a su padre Alfa Jimin.
─ No creo que les interese un Alfa con cicatrices y marcas. ─ Continuó.
La cola de Jimin comenzó a menearse tranquilizando aún más a Namjoon. Si su padre estaba tranquilo, él también debía estarlo y la cola de Jimin no mentía por lo que dejó a su padre por fín poner los pies en el piso.
Aunque volvió a tomar su mano, sólo para estar seguro de que no se le perdiera.
Jimin sonrió apenado, él era un Alfa después de todo y no apreciaba demasiado que se le tratara como a una persona desprotegida, pero tenía suficiente corazón para entender los sentimientos de su hijo. Por lo que no dijo nada y también sujetó aquella mano más grande que la de él con fuerza.
Taehyung suspiraba en su oficina, realmente creyó que todo estaría perdido, pero, ¿Quién iba a decir que la posición extraña que los cachorritos mantenían en el interior de su padre Omega les salvaría la vida? Él hubiera creído que ese era un problema a solucionar, no algo bueno. Pero ahora que aquellos Alfas que habían golpeado a Hoseok, habían golpeado directamente en su abdomen bajo sin saber que los pequeños cachorros estaban escondidos, por alguna razón extraña, un poco más arriba que eso, agradecía el hecho de que hubieran tenido ese extraño comportamiento.
No quería ver a Hoseok sufrir de nuevo por perder a sus cachorros.
Por un instante se sintió nervioso por Jimin, pero se repitió a sí mismo que sus marcas serían suficiente para protegerlo, aunque tenía las malditas ganas de ir y morderlo de nuevo, sólo para asegurarse de que su Alfa estuviera aún más seguro. No podía creer que aquella persona estuvo tan cerca de ellos todo éste tiempo, él siempre tuvo miedo de que algo le sucediera a Jimin, pero se repetía que su miedo era irracional, ahora, darse cuenta que no fue irracional estaba causándole muchas nauseas y mucho asco. No quería que los demás lo vieran así, él era el doctor de Hoseok, si lo miraban flaquear se sentirían inseguros.
Por eso se quedó descansando en su oficina mientras intentaba calmarse.
─ ¿Cómo te sientes? ─ Le preguntó Yoongi a su pequeño amigo. ─ Bueno a parte de sentirte una mierda golpeada.
Hoseok comenzó a reír.
─ ¡Ay! ¡No me hagas reír, Yoongi, duele! ─ Le dijo dándole una pequeña manotada, que le causó risa al Omega pelinegro.
No superaba que en realidad las manotadas de Hoseok fueran tan suaves y acolchadas, es como cuando te golpean con una almohada. Entonces se le formó un nudo en la garganta imaginando a Hoseok intentando defenderse de aquel Alfa, el nudo se convirtió en dolor en su pecho, pero intentó disimularlo con una sonrisa.
─ Esta bien, no más chistes, pero eres un aburrido. ─ Le dijo acariciando ahora su cabello.
Hoseok cerró sus ojos dejando que Yoongi lo consintiera.
─ Me siento mejor, si estás aquí. ─ Le dijo. ─ Pero, ¿Y Namjoon?
─ Esta con el director. ─ Le dijo Yoongi. ─ Quiero decir, con mi suegro. ─ Se sonrojó.
Las orejitas de Hoseok se levantaron, amaba ver a Yoongi enamorado, pero sentía que de alguna forma Yoongi se enfocaba demasiado en él. Él hubiera querido que el hermoso Omega a su lado estuviera en ese momento al lado de Namjoon.
─ ¿Y por qué no te quedaste con él? ─ Preguntó extendiendo su mano y ahora sí acarició la mejilla de aquel Omega.
─ Estaba preocupado por tí... él lo entiende. ─ Explicó Yoongi. ─ No te preocupes por nosotros, estamos bien.
─ ¿Seguro? ─ Yoongi asintió.
Lo aceptaba no era sencillo porque todos a su alrededor luchaban por algo tan importante que él no podía evitar sentirse egoísta si se enfocaba solamente en él y Namjoon, y es que él y Namjoon tenían todo lo que necesitaban para ser felices, pero los demás a su alrededor estaban sufriendo, por lo que él no podía simplemente aceptar esa felicidad sin ayudar a los demás a obtenerla también. Y aunque Namjoon lo entendía... no podía negar que tuvieran peleas y discusiones por ello.
─ Bueno... ─ Suspiró. ─ No puedo decir que todo está bien, pero lo estará. Solamente quiero ayudarte hasta que tu sueño se haga realidad. El que nosotros seamos diferentes a ustedes no quiere decir que no nos interese.
Hoseok ladeó su cabeza escuchando aquello y es que por su cabeza nunca pasó la idea de que Namjoon y Yoongi fueran diferentes. Pero si lo eran, eran la única pareja que pudo realmente salirse de toda la situación y olvidarse de todo el problema y seguir adelante por su lado. Pero no lo hicieron.
─ Yoongi, no olvides hacer feliz a Namjoon. ─ Le dijo pensativo.
Él asintió. Realmente... que al ser Yoongi y Namjoon una pareja "normal" los convertía en los "diferentes" del grupo, increíble cómo podía funcionar la sociedad.
Yoongi volvió a acariciar su cabello y ésta vez el sueño le ganó al pequeño Omega, dejando sus orejitas pegarse suavemente a su cabeza se durmió bajo el cuidado de su mejor amigo.
Yoongi suspiró, tal vez no debió contarle aquello a Hoseok, pero se sentía mejor ahora que su mejor amigo sabía cómo se sentía. Después de todo el pequeño Omega siempre le pidió ser honesto con él, por lo que él no rompería esa promesa, así cómo esperaba que Hoseok no rompiera la suya y se quedaran como mejores amigos, juntos para siempre.
Aunque tal vez era buena idea esperar un poco más antes de decirle a Namjoon y a Hoseok... que él también estaba embarazado... No había forma en que él pudiera confesar aquello en ésta situación. Aunque sabía que su aroma no tardaría demasiado en delatarlo, tal vez podría encontrar una forma de encubrirlo un poco...
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