Capítulo 38
La mente del Omega se aclaró cuando el domingo en la noche una alarma le recordó a Jungkook los supresores. El Alfa con mucho esfuerzo se lo llevó a su Omega y ambos esperaron juntos abrazados en la cama mientras las feromonas de Hoseok se controlaban por las pastillas.
Ambos sonreían mientras se daban mimos: Jungkook acariciando y masajeando las orejas del pelirrojo; y Hoseok acariciaba el pecho de Jungkook, tocando picaramente los pezones de éste de vez en cuando. Ambos reían hasta que Hoseok que recordaba bien el celo recordó el sentimiento que había tenido la primera noche. Jungkook parecía no haber notado nada porque continuó usando condón después de aquello, pero él no estaba tan seguro, no estaba seguro si aquello había sido un delirio del celo.
─ Estás preocupado. ─ Dijo Jungkook. ─ ¿Es por los exámenes? Te irá bien. ─ Le dijo acariciando más amorosamente para reconfortar.
─ Sí, estoy algo nervioso.─ Confesó Hoseok, pero omitió el verdadero motivo. No había porqué preocuparse antes de tiempo.
─ ¡Agh! Ojala tuvieramos libre mañana también. ─ Se quejó el Alfa con un puchero que hizo reír a Hoseok.
─ Y eso que mi próximo celo vendrá en tan sólo un mes. ─ Dijo, sonriendo, Jungkook aún así continuaba empurrado haciendo que el pelirrojo riera aún más.
El Omega fue el primero en salir de la cama sintiéndose cansado y algo adolorido. Marcar cansaba más que solamente dejarse marcar. Pensaba en aquello mientras sonreía suavemente. Volteó a ver a Jungkook recostado en la cama mirando el techo y sus ojos se dirigieron directo a la pequeña mordido en el cuello. Era pequeña, sí, y aquello le daba algo de vergüenza, pero no podía hacer más al respecto. Era obvio que su marca sería menos que la de un Alfa, pero jamás pensó que sería considerablemente más pequeña. Aún así su suave aroma se había instalado en ella y tapaba suavemente el aroma de su Alfa para otros Omegas, él aún lo podía sentir perfectamente.
─ ¿Qué miras? ─ Preguntó Jungkook.
Hoseok dió un saltito asustado, no se dió cuenta cuando Jungkook lo atrapó espiandolo.
─ Mi marca... es tan pequeña. ─ Dijo agachando sus orejas, tal vez aquello le molestaba más de lo que quería admitir.
─ Me gusta mucho. ─ Dijo Jungkook llevando sus dedos y tocando suavemente sobre la piel sensible. ─ Me gusta como me hace sentir y es pequeña y adorable igual que tú.
Hoseok se sonrojó y se metió de un solo al baño huyendo de su Alfa. Jungkook rió suavemente ante la actitud tímida del pequeño Omega. Siempre le era muy gracioso mirar a Hoseok actuar así, le encantaba tanto.
Pero sus sonrisa se borró recordando el condón de la primera noche, estaba roto, él estaba seguro de aquello; pero se preguntaba si éste se habría roto al quitarlo por que Hoseok aún no le había mencionado nada al respecto. Escuchó el agua de la ducha y decidió no pensar más en aquello. Tal vez estaba exagerando.
Se levantó y caminó al baño con una sonrisa. Abrió la puerta y caminó directo a la bañera, Hoseok se giró mirándolo entrar desnudo y compartir con él un baño relajante. Con sus manos Jungkook masajeó todo el cuerpo del Omega mientras le ayudaba a bañarse. Hoseok agradeció internamente sintiendo sus músculos menos pesados y suspiró con alivio. Luego hizo lo mismo por su Alfa, primero enjabonó sus almohadillas y luego las llevó al cuerpo del Alfa. Ambos rieron cuando Hoseok no alcanzaba bien el cabello de Jungkook, y éste lo tomó de la cintura, levantandolo para que alcanzara.
Rieron un poco más por aquello y después de lavar el jabón, Jungkook acicaló al Omega dejando su aroma en él aunque simplemente viajarían de regreso a la universidad. No podía evitar hacerlo ya estaba acostumbrado. Después de ordenar un poco y cargar sus maletas, ambos entraron al carro y Hoseok se despidió silenciosamente del mar. Se preguntaba si algún día podría vivir cerca de éste, o si ese sueño era demasiado descabellado para él.
Se sentó bien en el asiento y después de algunos minutos se durmió. Jungkook por otro lado, no sintió nada de sueño en todo el camino, no podía dejar de pensar en el mentado condon roto. ¿Será posible que haya sido tan estúpido de embarazar de nuevo a su Omega? No quería, no quería hacer sufrir a Hoseok. ¿Por qué tenía que haber pasado eso? ¿Era su culpa? Y si no lo era, ¿Lo culparía Hoseok de todas formas? ¿Acaso alguien podría tener la culpa de que un condón se rompiera?
Estás preguntas giraron en su cabeza una y otra vez. Volteaba a ver a Hoseok y se decía a sí mismo que el Omega se miraba cansado... igual que la primera vez... pero, ¿Era normal que se cansara después del celo?
Suspiró de nuevo cuando cinco horas se le hicieron nada por la angustia. Agradecía que Hoseok estuviera dormido tan profundamente que no lo había sentido a través del vínculo. Tuvo que mandar sus pensamientos a la mierda para poder levantar a Hoseok para ir a su habitación. Se mantuvo cantando una canción en su mente para distraerse mientras un adormilado Hoseok se preguntaba si el Alfa estaría también nervioso por los exámenes, olvidando que él mismo tampoco estaba nervioso por los exámenes; pero ninguno de los dos habló. Simplemente se acostaron a dormir para poder levantarse temprano al día siguiente y hacer sus exámenes.
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Kai observaba a Hoseok bostezar mientras movía su lápiz sin descanso sobre el papel de su examen. Había notado extraño al Omega, y, ¿Quién más que él podría notar aquello? Él observaba cada detalle del Omega y aunque se había dicho a sí mismo que ya no debía hacerlo, lo hizo en el instante que lo volvió a ver.
Hoseok se miraba agotado y unas suaves ojeras se notaban bajo sus ojos, se preguntaba si tal vez Hoseok estudio de más durante el fin de semana. Volteó a ver de nuevo a su propio examen para terminarlo a tiempo. No pasó desapercibido cuando Hoseok se puso de pie para entregar su último examen y luego salir del aula. Nadie más había acabado, así que se apresuró a terminar para poder salir tras él.
Terminó con un suspiro de alivio al saber que aún nadie más acababa, salió del aula y se encontró al Omega recostado en la pared, sentado en el piso, sus orejas completamente agachadas hacia adelante... estaba dormido.
─ Hoseok. ─ Susurró suavemente mientras se sentaba a su lado.
Su piel tocó la piel del Omega, pero aquello se sintió extraño. No sintió exactamente la misma excitación y atracción.
¿Será que lo he superado tan rápido?
Se preguntó a si mismo, pensando que solamente había pasado un fin de semana, pero no, no era posible. Él aún seguía mirando al Omega y no podía dejar de adorarlo, sólo que no entendía porque su cuerpo no reaccionaba igual.
─ ¿Hoseok? ─ Llamó un poco más fuerte.
Las orejas del pelirrojo se pararon de golpe y luego él levantó la cabeza mirando confundido a Kai.
─ Te quedaste dormido en el pasillo, sólo nosotros hemos terminado los exámenes. ─ Le dijo con una sonrisa, sintiéndose lo suficientemente inteligente.
─ ¿Te fue bien? ─ Preguntó el Omega restregándose los ojos con sus almohadillas. Kai asintió cuando Hoseok lo volteó a ver.
─ Te ves cansado. ─ Le dijo Kai y Hoseok se sonrojó.
─ Sí... bueno, yo... ─ Intentó explicar.
─ No deberías estudiar de más, si estás muy cansado también podría irte mal en los exámenes, tienes que descansar adecuadamente. ─ Dijo Kai con una pequeña sonrisa.
Hoseok llevó una mano a su corazón que se había acelerado por no saber explicar, se había sentido extraño, no es como si el mundo se vendría abajo por explicarle a Kai, pero se había sentido así.
─ Es importante para mi. ─ Le dijo siguiendo la explicación del Alfa.
─ Lo sé. ─ Le dijo Kai. ─ Hoseok, no me saques de tu proyecto, no importa lo que haya pasado la semana pasada, siempre quiero ayudar.
El Omega sonrió y asintió, él sabía que al final Kai no era una mala persona, simplemente era más joven incluso que Jungkook. A penas era un Alfa de dieciocho años, que aún le costaba comprender la vida. Pero él no podía hablar mucho ya que él era un Omega muy inocente para su edad. Aunque verse menor le ayudaba a disimular.
Hoseok sintió la necesidad de jadear, se sentía cansado pero soportó mientras su demás compañeros salían. La plática era amena y llena de risas mientras ahora todos se dirigían a su típica mesa, hablaban de sus notas y algunas preguntas también. Algunos se quejaban abiertamente al darse cuenta que se habían equivocado en algunas preguntas.
Hoseok pensó que todo estaba bien a pesar del cansancio. Al menos pensó eso hasta que comenzó a escuchar dos suaves martilleos extraños...
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