Capítulo 32

Las risas de hoseok continuaron hasta la tarde de ese mismo día, Jungkook lo había estado acompañando aunque el Omega realmente no tenía ni idea de que sucedía a su alrededor debido a la droga. Ahora el pelirrojo se encontraba acostado en la camilla durmiendo.

Jungkook suspiró fuertemente observando como su orejita izquierda estaba pegas a su cabeza como normalmente lo hacía cuando dormida, pero la orejita derecha continuaba hacia atrás en aquella posición extraña, mirándose dañada. Debido a que aún esperaban que el lobo de Hoseok reaccionara aún no habían limpiado sus almohadillas dañada por la tortura de las agujas.

El Alfa acarició con algo de temor las manos de Omega y cuando levantó la vista, miró a Hoseok que lo observaba con una pequeña sonrisa.

─ Ahora ya sé fingir estar dormido. ─ Le dijo el pelirrojo hablando suave y cansado.

─ Realmente me engañaste. ─ Le respondió Jungkook aliviado por de que su Omega tuviera ganas de bromear.

Ya no sentía aquel dolor interno que sentía por el lobo de Hoseok, eso también lo hacía sentirse mejor. En cambio Hoseok aún se sentía nervioso por todo lo que había pasado, pero su lobo se mantenía calmado sintiendo que todo su cuerpo estaba lleno del aroma de su Alfa.

Hoseok se sentó en la camilla con algo de esfuerzo para quedar de frente a su Alfa.

─ Hoseok... yo... ─ Jungkook no podía dejar de pensar en lo que el pelirrojo le había dicho sobre que él merecía un mejor Omega. ─ Yo no soy suficiente Alfa para tí. ─ Le dijo y el Omega lo miró confundido. ─ Dijiste que yo merecía un mejor Omega, pero la verdad es tu eres demasiado para mí, yo no te merezco.

─ Estas loco. ─ Le dijo Hoseok sonrojandose. ─ Tu eres un muy buen Alfa.

─ Lo soy por tí. ─ Le dijo Jungkook. ─ Pero antes de volver a encontrarte he sido un idiota, jugando con los Omegas y haciendo cosas estúpidas. Ni siquiera quería trabajar... Sólo estar en fiestas y... cuando apareciste de nuevo yo, quise ser alguien que te mereciera pero aún no lo he logrado.

─ Jungkook... ─ El Omega bajó la cabeza pensando en ello, es que no podía aceptarlo pero sabía que Jungkook no le mentiría.

─ Tú eres increíble, Hoseok, incluso eres un genio en la carrera en tan sólo tu primer periodo. Te esfuerzas mucho a pesar de todo, dijiste que eres débil pero no lo eres, eres tan fuerte. ─ Jungkook tomó la mejilla del Omega levantando su rostro y ambos se sostuvieron la mirada.

─ ¿De verdad crees eso? ─· La voz de Hoseok se quebró un poco. Jungkook asintió.

El pelirrojo se sintió muy conmovido y su interior se llenó de paz con las palabras de Jungkook. Realmente el Alfa sabía cómo hacerlo sentir mejor. Jungkook se acercó a Hoseok y lo tomó en sus brazos colocandolo en su regazo. Comenzó a llenar de besos el rostro de su Omega y luego ambos se besaron suavemente en los labios. Un beso suave que ambos necesitaban después de lo que había sucedido.

Tae entró a la habitación pero al ver un momento tan íntimo y que la pareja no lo había notado, salió lentamente.

Jungkook comenzó a acariciar suavemente el cuerpo de su Omega provocando leves temblores en él. No quería parecer desesperado pero quería que Hoseok sintiera cuanto lo amaba y es que él realmente estaba tan enamorado del pelirrojo que ni siquiera sabía en qué momento cayó tanto por él.

Tal vez fue cuando me pateó.

Pensó provocando una leve sonrisa en su rostro, mientras continuaba aquel beso con su Omega. Hoseok fue el primero en separarse para recuperar el aliento, Jungkook lo sostuvo solamente observandolo.

En ese momento Tae regresó y esta vez si lo notaron, ambos se voltearon para ver al Omega ingresar. Jungkook colocó a Hoseok de vuelta en la camilla.

─ Veo que tu lobo reaccionó bien al tratamiento. ─ Le dijo Tae caminando hasta el lado de la camilla. Hoseok asintió y suspiró. ─ Bien, en un rato vendrán a bañarte. ─ Le dijo señalando sus manos dañadas. ─ Después de eso curaremos tus almohadillas, pero no creo que puedas usar tus manos en unos días, sería mejor esperar hasta que la piel regrese a la normalidad.

─ ¿Y su orejita? ─ Preguntó Jungkook preocupado.

Tae se acercó tomando la orejita dañada con su mano y Hoseok se quejó. Jungkook soltó un pequeño gruñido y es que su Alfa se sentía sobreprotector.

─ Calma Jungkook, sabes que no le haré daño. ─ Le dijo Taehyung haciendo que el Alfa se sonrojara por haber reaccionado así.

Hoseok rió suavemente entre quejas por el dolor en su orejita.

─ La única forma es con masajes. ─ Explicó Taehyung. ─ Hasta que los músculos de la oreja sanen deberás darle masajes así.

Taehyung comenzó a acariciar la orejita desde la base hasta la punta, el dolor disminuyó y Hoseok sintió algo de placer en aquel masaje provocando que se sonrojara y después de un rato pequeños jadeos salía de su boca mientras se inclinaba hacía Taehyung para que éste no se detuviera.

El doctor Omega sonrió, aquello le pareció muy adorable, mientras que Jungkook tragó saliva porque aquello le parecía demasiado sexy. La forma en la Hoseok reaccionaba estaba causando sensaciones en él que lo hacían relamerse los labios.

─ Ahora prueba tú. ─ Le dijo Taehyung moviendose a un lado.

El Alfa se acercó al pelirrojo. Hoseok esperaba con las mejillas sonrojadas sintiéndose avergonzado porque le había gustado demasiado. A Taehyung siempre le intrigaba el hecho de que las partes de lobo parecieran ser más sensibles que el resto del cuerpo, recordaba a Jimin jadeando igual cuando él acariciaba su cola. Se sonrojó pensando en Jimin.

La mano de Jungkook temblaba un poco, tenía miedo de no hacerlo bien y terminar dañando más la orejita. Taehyung tomó la mano del Alfa y lo ayudó mostrándole cómo hacerlo. Luego lo dejó continuar sólo. Hoseok cerró sus ojos, que fuera Jungkook quien acariciar así su oreja era aún mejor.

─ Debes hacerlo seguido, hasta que la orejita se mantenga así por si sola. ─ Le dijo Taehyung y decidió dejarlos sólos otra vez.

Jungkook continuó masajeando la orejita y se sentía bien por poder ayudar en la recuperación del pelirrojo, ambos estaban apenados y es que aunque Jungkook tenía cierta confianza con las partes de lobo de Hoseok, nunca las había acariciado de esa forma. Sólo de una forma suave y por segundos cuando estaba en la cama. También se la había jalado, pero él simplemente nunca las había masajeado así.

─ ¿Te gusta? ─ Preguntó sintiéndose inseguro.

Hoseok sólo emitió un sonido que parecía un ronroneo muy profundo. Él mismo se sintió extraño, nunca había hecho un sonido así, pero se sentía tan bien. Jungkook se sonrió. Decidió jalar la silla y se sentó para continuar con aquella tarea, la haría lo mejor que pudiera.

Minutos después los enfermeros llegaron y se llevaron al Omega al baño de la pequeña habitación para ayudarlo a bañarse. Jungkook observó desde el marco de la puerta del baño, no estaba listo para que alejaran al Omega de él. No sabía cómo podría dejar a Hoseok separarse de él de nuevo, simplemente le daba miedo, tenía que protegerlo.

Le entregaron a Hoseok en su bata de hospital minutos después y los enfermeros salieron. El Alfa comenzó a olfatearlo sintiendo su aroma de Alfa bien suave en el pelirrojo, por la marca. Quería que el mensaje fuera más claro, así que sintió la necesidad de volverlo a llenar de su aroma. Comenzó a restregar a Hoseok contra él y movió sus manos por todo su cuerpo provocando algunos gemidos de gusto en el pelirrojo. Lo olfateó de nuevo sintiéndose mejor y entonces colocó al Omega en su camilla.

Hoseok sólo lo observaba sintiéndose enamorado, le encantaba cuando los instintos de Alfa de Jungkook salían a flote de forma tan obvia. Jungkook se acercó y comenzó a lamerlo, acicalandolo y es que su Alfa ya se había acostumbrado a tratar así a Hoseok, y ahora con la necesidad de cuidarlo aquello era un deseo aún más fuerte. El pelirrojo sólo cerró sus ojos dejándose de su Alfa.

Un pequeño quejido salió de su boca cuando su orejita derecha intentó levantarse por la alegría, intentó que falló. Jungkook se alejó asustado.

─ Lo siento... fue mi oreja. ─ Dijo Hoseok apenado de haber arruinado el momento.

Jungkook tomó la orejita y comenzó a masajearla otra vez con una sonrisa. Hoseok suspiró, hasta había olvidado porqué estaba en el hospital gracias a las atenciones de su Alfa, No lo recordó hasta que Tae regresó para curar sus almohadillas.

Aquello le dolió ya que éstas eran muy sensibles, pero cuando sus manos estuvieron envueltas suavemente sintió un pequeño alivio, y es que realmente le habían estado doliendo mucho sus manos.

Cuando Tae iba saliendo un gran grupo de Alfas y Omegas estaban esperando en el pasillo. Taehyung se sorprendió porque nunca había visto a esas personas antes. Parecía que venían a una fiesta con tantos globos y regalos.

─ ¿Podemos pasar? ─ Preguntó uno de ellos y Tae asintió aún confundido.

Entraron gritando emocionados de ver a Hoseok sentado en la camilla. Jungkook saltó a colocarle una sábana encima al Omega y es que sólo la bata le parecía muy poca ropa. Hoseok se sonrojo.

─ ¡Casi nos morimos! ─ Le dijo un Omega.

─ ¡No podíamos creer lo que te había pasado cuando nos contaron! ─ Explicó un Alfa.

─ Si hubiéramos sabido no te dejabamos sólo hasta que llegaras con Jungkook. ─ Dijo otro de sus colegas.

─ Bueno... realmente nadie lo sabía. ─ Dijo Hoseok algo apenado, no estaba acostumbrado a la atención y jamás pensó que sus nuevos amigos aparecerían en aquel pequeño hospital.

Comenzaron a platicar y también consolaban a Jungkook diciéndole que ellos ayudarían a no dejar nunca sólo a Hoseok. El pelirrojo se sintió muy agradecido cuando le dijeron que estaban tomando notas en su cuadernito por él.

Le entregaron todo lo que llevaban: Globos, tarjetas, chocolates, incluso helado.

Luego de una hora todos decidieron irse para dejarlo descansar.

Hoseok se sonrió, jamás pensó tener tantos amigos. Jungkook lo ayudó a recostarse en la camilla cuando vió que su orejita izquierda comenzaba a agacharse hacia adelante. Sabía que se estaba preparando para dormir. Le entregó un último beso en los labios y luego el pelirrojo se encontraba durmiendo.

Hasta ese momento Jin apareció por la puerta de la habitación y es que no querían que Hoseok tuviera que meterse en el juicio de la rubia. También Yoongi se había metido un poco en problemas por mandar a la chica aun hospital, pero Jin se había reído mucho de aquello y ya había preparado todo para sacar al Omega pelinegro de problemas.

─ Todo pasó tan rápido. ─ Le dijo Jin a Jungkook y éste asintió.

─ Me da miedo. ─ Confesó Jungkook. ─ Sólo me descuidé un poco y...

─ No es tu culpa que esa mujer estuviera loca. ─ Le dijo Jin con una sonrisa, Jungkook asintió aunque aún no se sentía muy convencido.

Comenzaron a hablar de cómo manejarían lo de la rubia mientras Hoseok soñaba, soñaba con su universidad y sus estudios, soñaba con Jungkook esperándolo en la cafetería, no podía esperar para volver a esa nueva vida que le estaba gustando tanto.

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