Capítulo 27

Al cabo de dos semanas, las cuales Hoseok reconocía como las dos mejores semanas de su vida, el tiempo de regresar llegó. Todos se sentían tristes de que las pequeñas vacaciones terminaran, pero la vida real los esperaba al regreso.

El único que estaba realmente aliviado era el Señor Jeon, ya que ser el único sin pareja no había sido lo mejor. Pero también aceptaba que tuvieron sus buenos momentos. Cuando los demás no estaban besándose y toqueteandose frente a él. La mayor parte del viaje la pasó en el bar, contándole su vida a un pobre Omega que solamente abría mucho los ojos cuando le decía cosas como: "esclavo sexual" y "mi hijo se tiraba a todos los Omegas que se encontraba".

La última noche, llegó al bar y le dijo al chico que para su suerte esa era su última noche en el hotel y que ya no tendría que escucharle sus locas historias. En ese momento el Omega sacó un lápiz y un papel, escribió algo y lo entregó al Señor Jeon. Cuando éste vio que el papel contenía el número de teléfono del Omega sintió sus mejillas calentarse. El Omega le regaló una sonrisa.

Pero mientras el Señor Jeon, ya sentado en su asiento de primera clase en el avión, abrazaba aquel papelito, que aunque ya había guardado el número en sus celular había decidido conservar, Hoseok sentía una gran nostalgia, se concentró escuchando cómo lentamente el sonido del mar se iba alejando y desapareciendo. Jungkook cuando la orejitas de Hoseok se bajaron y luego el aroma de tristeza también lo delató.

─ Amor, podemos regresar. ─ Le dijo tomando la mano de su pequeño Omega y acariciando las almohadillas.

─ Las olas del mar me consuelan. ─ Confesó Hoseok.

Después de que Jungkook leyera lo que había escrito para terminar su historia había llorado. Eso había conmovido el corazón de Hoseok, sabía que su Alfa lo amaba profundamente, lo suficiente para incluso llorar y mostrarse vulnerable ante un Omega como él.

Jungkook llevó su mano a la mejilla de Hoseok e inclinándose le dió un suave beso. Habían logrado una tarea muy importante en ese viaje. Y aparte de eso habían compartido muchas cosas juntos. Hoseok suspiró después de aquel pequeño beso.

El vuelo no era de tanto tiempo, por lo que a las dos horas ya se encontraban en el aeropuerto cercano a su ciudad subiendo a un carro. La mayoría de ellos se sentían cansados del viaje, pero Hoseok se sentía extrañamente hiperactivo, por lo que al ver a Jungkook bostezar agachó su orejas y se cruzó de brazos. Él no quería ir a dormir.

Jungkook estaba ocupado en ese momento, subiendo maletas al carro, y no había notado el mal humor de su pequeño pelirrojo.

─ ¡Jungkook! ─ Gritó Hoseok molesto después de un rato, haciendo que el Alfa golpeara su cabeza en el techo del auto.

Se giró sobandose la zona afectada y entonces notó a su pequeño.

─ ¿Qué tienes, Hoseok? ─ Preguntó abriendo los ojos sorprendido.

─ No quiero ir a dormir. ─ Dijo el Omega.

─ ¿No te sientes cansado? ─ Preguntó el Alfa y Hoseok negó rápidamente moviendo su cabeza. ─ ¿Y qué quiere hacer?

─ Llamemos a Jin. ─ Dijo el Omega. ─ Hay que enseñarle lo que hicimos, él dijo que quería participar.

Jungkook revisó la hora, por suerte el viaje había sido temprano y aún no era la hora del almuerzo. Ambos llamaron a Jin, con quien quedaron para almorzar.

El Alfa Jin se emocionó al escuchar que a la pareja se le había ocurrido una idea y estaba ansioso por escuchar sobre ella. Él se esperaba que pasara mucho más tiempo para eso, pero faltaban dos meses para que Hoseok entrara a clases por lo que era claro que intentarían hacer algo con el tiempo libre.

Comenzó a prepararse para ir al encuentro con ellos, incluso llegó unos minutos más temprano al restaurante. Hoseok y Jungkook fueron a dejar las maletas a la casa de los Señores Jung, quienes ya dormían cuando llegaron, se cambiaron a unas ropas un poco más formales y se dirigieron al restaurante.

El Alfa se sentía cansado, pero entendía que Hoseok se sintiera así, él debía apoyarlo. Así que manejó al restaurante, aún aguantandose las ganas de bostezar, decidió que en el restaurante pediría un café.

Al llegar al restaurante, se dieron cuenta que se habían olvidado de un pequeño detalle: las orejas de Hoseok. Cuando intentaron entrar les detuvieron, diciendoles que Hoseok no podía entrar. El pelirrojo bajó sus orejas, en ese tiempo en la playa había olvidado lo que era ser rechazado, las personas en costa parecían más abiertos a su condición, a diferencia del resto de la sociedad.

Jungkook se dió una bofetada mental por no haber recordado las palabras de Yoongi, tomó a Hoseok de la mano y lo llevó casi a rastras para evitar que lo siguieran viendo mal. Al llegar al carro lo ayudó a entrar a su asiento.

─ Lo lamento, Hoseok, yo lo olvidé... Es que para mí no hay nada malo contigo. ─ Explicó Jungkook.

El pelirrojo no pudo contener una sonrisa, escuchar a su Alfa decir aquello podía borrar cualquier sentimiento de rechazo de cualquier otra personas.

─ Llamemos a Jin. ─ Le dijo Hoseok.

Así fue como terminaron comiendo panqueques en aquel lugar.

─ Guau eshtos panquequesh shi que eshtan delicioshos. ─ Dijo Jin con la boca llena haciendo reír a la pareja.

Jungkook pidió un café en aquel lugar y con eso se sintió mucho mejor, más relajado y con la mente menos nublada. Comenzaron a platicarle a Jin sobre el plan de la historia. Jin estaba tan de acuerdo que incluso se puso de pie aplaudiendo. Hoseok se sonrojó porque el Alfa estaba llamando la atención de las personas que pasaban caminando por el lugar.

─ ¡Son unos genios! ─ Dijo el Alfa. ─ Si todo sale bien, incluso Taehyung y Jimin podrían contar su historia.

En ese momento Jungkook y Hoseok se voltearon a ver a los ojos. Por alguna razón nunca se les había cruzado por la mente que el Alfa Jimin y el Omega Taehyung tuvieran una "historia".

Jin asintió cuando Hoseok le preguntó al respecto.

─ No fue fácil para Jimin. ─ Le dijo Jin. ─ Pero creo que sería mejor que ellos les contaran su propia historia, es algo personal, pero estoy seguro que querrán contarles.

─ Jin, pero entonces, ¿Aún no recomiendas hacer la publicación? ─ Preguntó Jungkook, regresando al tema central.

─ Creo que sería mejor que Hoseok ya esté estudiando, así también los estudiantes universitarios querran apoyarlo. Escuchen, las personas jóvenes son quienes más los van a apoyar. ─ Explicó Jin.

─ ¿Cuanto tiempo? ─ Preguntó el Omega.

─ Un periodo, creo que eso sería suficiente. ─ Dijo Jin.

Hoseok pensó al respecto, y es que aunque él aún no lo había admitido, ahora tener un cachorro era su sueño. Él quería poder darle un cachorrito a su Alfa, aunque fuera uno.

Volteó a ver a Jungkook, que comenzaba a hablar con Jin sobre detalles de reuniones que podían hacer antes de la publicación y por mientras Hoseok cumplia el periodo de estudio, pero no estaba escuchando con atención, simplemente observaba a su Alfa y sentía un enorme deseo de poder lograr su sueño.

Salieron de ahí después de varia horas de reunión, Jungkook ya había notado que Hoseok estaba triste, pero no había querido preguntar frente al abogado Jin.

─ Hoseok, de repente te pusiste triste. ─ Le dijo cuando ya estaban en el auto de camino a casa. ─ El tiempo pasa rápido.

─ Jungkook... ¿Qué pasa si aún con ayuda médica no puedo tener cachorritos? ─ Preguntó con temor.

Jungkook pensó en la pregunta de su pelirrojo, quien lo miraba ansiosamente mientras él pensaba. Suspiró después de un rato.

─ Mi Omega... quisiera que entendieras que te amo tal y como eres. Si no puedes tener cachorritos, te seguiré amando, incluso más, Hoseok. Yo sólo quiero que seas feliz. Quiero que no tengas que pensar dos veces antes de intentar ir a un lugar por si te reciben o no. ─ Le dijo. ─ Quiero que no tengas que usar un gorrito para esconder tus hermosas orejas blancas.

Hoseok se sonrojó y movió sus manos nerviosamente una sobre la otra. Se sentía como cuando era chiquito y el Alfa se acercaba a guiñarle un ojo.

─ Gracias... ─ Le dijo Hoseok sonriendo.

El Alfa se sintió aliviado al notar que las orejitas se levantaban lentamente hasta llegar a su posición original. Sólo una mano del timón y le jaló una oreja al pelirrojo.

─ ¡Au! ─ Se quejó Hoseok.

Jungkook volvió a jalar su orejita haciendo que el Omega se cruzara de brazos y se empurrara bajando las orejas mientras lo insultaba internamente. El Alfa comenzó a reír.

─ Ya, no te enojes. Te llevaré por un helado. ─ Le dijo al Omega.

¡Helado! ¡Sí! ¡Helado!

Hoseok asintió con una sonrisa, volviendo a levantar sus orejitas y entonces Jungkook le volvió a jalar la oreja.

─ ¡Ya, Jungkook! ─ Le gritó.

─ Es que son demasiado lindas. ─ Le dijo el Alfa sonrojándose. Hoseok lo miró molesto pero por dentro su Omega celebraba.

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