Capítulo 26

─ ¡Creo que ya estoy embarazado de nuestro catorceavo cachorro! ─ Le gritó Yoongi a Namjoon mientras esperaban que el nudo se deshiciera.

El Alfa comenzó a reír mientras su Omega lo miraba empurrado.

─ Pero si ni siquiera tenemos el primero. ─ Le dijo acariciando la mejilla del pelinegro haciendo que éste relajara su expresión.

─ Si, pero lo hemos hecho tantas veces desde que llegamos que estoy seguro que ya tengo catorce cachorros ahí adentro. ─ Comentó casi ronroneando con la caricia de Namjoon.

─ Entonces amaremos a los catorce cachorritos por igual. ─ Dijo el Alfa.

Ambos voltearon a ver a la ventana de su habitación de hotel, ya tenían una semana de estar ahí con toda la familia de Jungkook y Hoseok. Reconocían aquel viaje como uno de los mejores de sus vidas. Nadie jamás podría olvidar lo emocionado que estaba Hoseok de ir en un avión, tomó fotos todo el viaje. Iban en primera clase por lo que comieron lo que quisieron y les atendieron muy bien.

Hoseok se mantuvo sobre la piernas de su Alfa casi todo el trayecto del avión, y es que no se podían separar por mucho tiempo, se necesitaban. Namjoon sonrió y entonces Yoongi besó uno de sus hoyuelos sorprendiendolo.

─ N-Namjoon... Sabes que te amo, ¿Verdad? ─ Preguntó, él Alfa lo volteó a ver notando la expresión de preocupación.

─ Lo sé, Yoongi. ─ Le dijo, ambos cerraron los ojos sintiendo una ola de placer por el nudeo de Namjoon, luego se sonrieron. ─ Me alegra que vinieramos a éste viaje.

Mientras ellos esperaban, en la habitación de al lado Hoseok estaba destrozando a Jungkook en un jueguito de celular de tetris, habían llegado al acuerdo que el que hiciera más puntos en una sola ronda ganaría. El pelirrojo colocaba las piezas sin problema, mientras que Jungkook estaba compitiendo a contra tiempo porque se le habían acumulado mal.

─ ¡Gané! ─ Gritó el Omega con sus orejitas bien paraditas cuando vió que Jungkook lanzó el celular sobre su hombro y se cruzó de brazos. ─ Amor es sólo un juego.

Hoseok se subió sobre las piernas de Alfa apegándose lo más que podía a su cuerpo. El Omega sonrió, él nunca había conocido el mar y ahora que podía escuchar tan claramente el sonido de las olas se sentía consolado. Las olas sonaban constantemente durante todo el día y la noche, llenando el pequeño vació que aquellos latidos habían dejado.

─ Ok, sé que perdí y teníamos un acuerdo. Ahora dime que quieres que haga. ─ Le dijo Jungkook llevando sus manos a la cintura del Omega y acariciando suavemente.

─ Creo... que me gustaría ir a caminar a la playa. ─ Pidió el pelirrojo.

Jungkook miró hacia afuera por la ventana de la habitación, la playa se miraba tranquila y el lugar era muy seguro aunque fuera tarde de noche. Asintió al Omega y entonces Hoseok salió corriendo al baño para colocarse ropas para ir a caminar a la playa. Salió luciendo una moda muy veraniega que hizo a Jungkook reír y caminar para abrazarlo, amaba la extraña forma en la el pequeño Omega vestía a veces.

Se preparó él también y, después de unos minutos, iban juntos de la mano a la par de la playa. El pelirrojo comenzó a pensar en lo que llevaban escrito de su historia. El Señor Jeon había pensado mucho al respecto ya que se mencionaría su empresa y no de una muy buena forma, pero Jungkook le convenció de que ya se había redimido lo suficiente como para que las personas se la agarraran contra él.

Hoseok escuchó un sonido desconocido a lo lejos en el mar, se detuvo de golpe escuchando otra vez hasta que localizó el lugar de donde venía, Jungkook lo observaba confundido. En el horizonte algo oscuro del mar a penas se podían notar gracias a la luz de la luna.

─ ¡Jungkook! ¡Ballenas! ─ Gritó señalando.

El Alfa se giró, hacia donde su Omega señalaba y entonces las vió a lo lejos. A penas podías notar cuando sacaban sus enormes colas de vez en cuando.

─ ¡Las escucho! ─ Le dijo el Omega escalando a Jungkook emocionado para poder ver desde las alturas.

─ ¿Cómo se escuchan? ─ Preguntó el Alfa con intenciones de ver a Hoseok hacer algo adorable.

El Omega no lo pensó dos veces al intentar imitar el sonido que estaba escuchando provocando risas en el Alfa. Se quedaron observando hasta que estaban demasiado lejos.

─ ¿Por qué crees que se hayan acercado a la orilla? ─ Preguntó el Omega.

─ Tal vez escucharon que aquí andaba el Omega más hermoso del planeta. ─ Respondió Jungkook provocando que el pelirrojo se sonrojara.

Hoseok se abrazó a sí mismo y luego se apegó a pecho del Alfa cerrando sus ojos con fuerza.

─ Me vas a matar si me sigues diciendo cosas así. ─ Le susurró.

Jungkook ya estaba sosteniendo al Omega entre sus brazos, aquello se había vuelto una costumbre. Especialmente porque Hoseok aún no estaba 100% recuperado de lo que había pasado, a veces lo miraba cansado y le preocupaba, pero luego Hoseok hacía algo que requería mucha energía, por ejemplo: Bailar como loco, salir corriendo a la playa de la nada, comenzar a saltar para celebrar algo que le gustó y más. Lo que hacía a Jungkook relajarse porque una persona enferma no haría esas cosas.

─ Jungkook... ─ Llamó el Omega, haciendo que el Alfa lo volteara a ver a los ojos. ─ Gracias por traerme, yo...

─ No tienes que agradecer, lo hice porque te amo y no quiero perderte. ─ Hoseok le sonrió.

Desde que habían llegado al hotel lo habían hecho muchas veces pero el Alfa se controlaba muy bien, teniendo cuidado de él y asegurándose de que él también lo estuviera disfrutando. Jungkook le había regalado flores y chocolates en la habitación. También lo había llevado a hermosas citas en restaurantes cercanos al hotel o en el mismo restaurante del hotel. El resto de tiempo lo habían pasado en familia en la piscina, donde Jungkook descubrió que cuando a Hoseok le da frió sus orejitas tiemblan y se pegan a su cabeza en busca de calor. También descubrió que mojadas se miran de un tono más oscuro y su descubrimiento favorito, Hoseok sacudía las orejas para secarlas.

Cuando lo vió hacerlo por primera vez se sorprendió tanto que le pidió hacerlo de nuevo, provocando un sonrojo en su Omega, el pelirrojo lo había vuelto a hacer para complacer a su Alfa, pero casi muere de vergüenza en el proceso.

Jungkook volvió a retomar la caminata a la orilla de la playa, pero esta vez con Hoseok en sus brazos y era el camino de regreso. Ambos escucharon un grito y al girarse vieron a Namjoon y Yoongi quienes iban acercándose a la playa de la mano. Sus amigos les habían ayudando leyendo y releyendo la historia que habían estado escribiendo. Esperaban poder terminarla para el final de las vacaciones.

─ ¿Fueron a caminar? ─ Preguntó Yoongi con sus mejillas sonrojadas y es que aún sentía la relajación después de haber estado con su pareja. Hoseok notó aquello pero prefirió no decir nada.

─ Sí y pude escuchar ballenas. ─ Le dijo emocionado. ─ Las logramos ver pero muy de lejos.

Jungkook asintió notando que Namjoon tenía ese tipo de aura que un Alfa tenía después de haber estado con su pareja, pero prefirió no decir nada. Ambos Hoseok y Jungkook comenzaron a sentir muchas ganas en su interior. Jungkook entonces notando las orejitas semi inclinadas del pelirrojo se despidió de la pareja alegando que habían caminado muchísimo y ya estaban cansados.

Yoongi y Namjoon se despidieron con la mano y se fueron caminando hacia la orilla mientras que Jungkook y Hoseok regresaban a su habitación.

Hoseok se bajó de su Alfa y tomados de la mano subieron las gradas de madera que los llevaba al segundo piso, donde estaba su habitación. Llegaron a la puerta, ambos se detuvieron para mirarse son las mejillas sonrojadas. Hoseok con sus orejas semi agachadas hacían que Jungkook se sintiera muy excitado, saber que era deseado por su Omega aún cuando no estaba en celo hacía a su Alfa saltar de emoción.

Entraron a la habitación y Hoseok fue el primero en llegar a la cama. Jungkook se quitó la camisa y el short que se había puesto, quedando solamente en boxer.

Estar en ese lugar, lejos de todo, era como un sueño para ellos, habían tenido tiempo para enamorarse aún más el uno del otro. También para conocerse mejor. Jungkook se acercó a su Omega quedando de pie frente a él. Tomó su orejita derecha y comenzó a acariciarla mientras Hoseok cerraba sus ojos, el Alfa comenzó a desnudarlo hasta que ambos estuvieron en boxer.

Se colocaron mejor en el centro de la cama y se mantenían mirándose a los ojos, con expectativa por lo que iba a suceder y es que cada vez que lo hacían se sentía demasiado bien para ambos. Aún después de haberlo hecho varias veces, ambos anticipaban escuchar y sentir al otro.

─ Ya sólo falta escribir la parte más difícil. ─ Le dijo Jungkook, Hoseok asintió, a eso se refería cuando pensaba que ojalá pudieran terminar la historia, aún no era lo suficientemente valiente para escribir todo lo que había sentido.

Levantó su mano acariciando la mejilla de su Alfa, y es que Jungkook también quería saber qué es lo que Hoseok sentía exactamente. Se inclinó para comenzar a besar los labios de su pequeño Omega y el pelirrojo correspondió entregando su lengua para que su Alfa hiciera lo que quisiera en su boca.

Sus manos comenzaron a recorrer la piel de Jungkook, acariciando suavemente con sus almohadillas. Hoseok pensó en ese momento que siempre era Jungkook quien le daba placer y satisfacción a él, había escuchado a algunas personas hablando sobre hacer cosas para su Alfa, pero no entendía bien a qué se referían esas personas hasta ahora.

Detuvo el beso con Jungkook y se sentó lentamente, haciendo que Jungkook se levantara y lo mirara algo confundido.

El pelirrojo quitó su bóxer y se subió al regazo del Alfa, Jungkook se sentó dejando a Hoseok estar sobre el. El pelirrojo no sabía muy bien que hacer por lo que estaba sonrojado. Jungkook lo observaba.

─ ¿Estás bien? ─ Le preguntó.

─ S-Sí.. yo... yo quiero ser quien te de placer hoy, Jungkook. ─ Le dijo y luego colocó sus frente en el pecho del Alfa. ─ Pero no sé muy bien cómo hacerlo... ¿Me puedes dirigir?

El Alfa de Jungkook saltaba de emoción por ver a su Omega tan sumiso y con tantas ganas complacerlo. Estaba tan emocionado que jadeaba suavemente sintiéndose demasiado excitado.

─ Puedes... moverte sobre mí.... ─ Intentó explicar Jungkook mientras acariciaba la cintura delgada de Hoseok.

Guardaron silencio mientras Hoseok se colocaba sobre el miembro de Jungkook y comenzaba a autopenetrarse, bajando lentamente sobre él. Jungkook lanzó su cabeza hacia atrás, pensaba en mover sus caderas, pero sabía que Hoseok quería hacerlo.

El Omega envolvió sus brazos alrededor de su cuello y él podía escuchar los claros jadeos.

─ Ahora, ¿Me muevo? ─ Preguntó el pelirrojo sintiendo mucho necesidad.

Jungkook asintió intentando ayudarlo un poco con las manos en su cintura. Hoseok comenzó a subir y bajar sobre el Alfa, impulsandose con sus piernas y sus brazos. Comenzó a sentirse cansado porque nunca había sido él quien se moviera, cerró sus ojos sintiendo cansancio y placer al mismo tiempo.

El Alfa comenzó a gemir con los rápidos movimientos de su Omega, no podía cerrar sus ojos y perderse la imagen de Hoseok moviéndose sobre él. Sus mejillas sonrojadas y su respiración agitada mezclada con gemidos, su cabello subía y bajaba a medida Hoseok se impulsaba, al igual que sus orejitas.

Hoseok se detuvo un poco respirando agitado en el pecho del Alfa, se sentía tan bien. Jungkook notó el cansancio en su omega porque con sus manos le ayuda a mover en círculos sus caderas. El pelirrojo gimió y siguió con su cuerpo los movimientos que Jungkook lo ayudaba a hacer. Hoseok se apegaba más y abría más las piernas a medida sentía el calor crecer y el placer golpearlo dándole pequeños espasmos.

Jungkook sintiéndose muy cerca comenzó a olfatear el cuello del Omega sobre la marca y a lamer, preparándose para remarcar. Hoseok gimió cuando sintió la lengua de su Alfa en su marca, apretó sus brazos alrededor del cuello de éste.

─ ¡Jungkook! ─ Gritó Hoseok mientras sentía la ola de placer recorrer su cuerpo, Jungkook lo mordió cuando el nudo comenzó a formarse dentro de su Omega. Ambos intentaron recuperar el aliento en ese momento.

─ ¿Te gustó? ─ Preguntó Hoseok, sintiéndose algo preocupado.

─ Me encantó. ─ Susurró Jungkook a su oído. ─ Tu me encantas.

El pelirrojo sonrió satisfecho apoyándose en el pecho del Alfa, se sentía agotado, gimió suave sintiendo el nudo y Jungkook sonrió. Le encantaba escuchar los pequeños gemidos que su Omega daba cuando estaban unidos por el nudo.

Ambos suspiraron con sonrisas, esperando.

Hoseok pensó que estaría bien escribir lo que faltaba de la historia, no debía tener miedo, su Alfa lo amaba. En su mente comenzó a redactar todo lo que planeaba escribir.

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