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Dos meses más tarde todo cambió tan repentinamente que no me dio tiempo a reaccionar...
El sonido del frenazo de un auto frente de mi casa me hizo levantarme del sofá de la sala y correr efusivamente hacía la puerta para recibir a mi hermano. Pero paré en seco sin dar un paso más afuera.
No podía salir de casa ¿Y si sufriría un ataque de pánico al salir de mi lugar seguro? ¿Me moriría?
Me puse de puntillas en el lugar para visualizar el auto que terminó perteneciéndole a la señora Choi.
La rubia captó mi mirada para terminar sonriéndome zorramente ¿Y esa confianza de dónde la sacó? ¿Por qué me sonríe como si fuera superior a mí? Es esa misma sonrisa plástica que nos da Haeran en el aula. Por eso los odio a ambos. Los dos se creen Miss universo. Ash, no la soporto. Desde que me enteré lo que hizo con Yeonjun me dan ganas de arrebatarle todas las extensiones que trae y cortarle la yugular.
Valla, no sabía que dentro de mí había una chica tan ¿celosa?
Desde pequeña mi abuela me enseñó a nunca quedarme dada y a no permitir que se crean mejores que yo.
Aunque yo ante los demás soy aparentemente una chica muy tímida que no mataría ni a una mosca, y lo que no saben todos es que conozco los puntos débiles en los cuerpos humanos, puntos tan sensibles que con un simple pellizco sufrirán como si los torturarán con dagas ¿La razón de mis conocimientos? Pues soy fanática a los libros de psicópatas y asesinos seriales.
Sin embargo, todavía no he probado mis conocimientos con alguien ¿Y si lo hacía con ella?
Mec, error, la distancia que nos separa seguía siendo muy peligrosa para mí persona. Así que preferí cerrarle la puerta en la cara.
Pero y siempre hay un jodido "pero" cuando agarré la puerta para cerrarla, me detuve al ver a Yeonjun acercársele a la mujer y darle dos golpes en el cristal del coche mientras le gritaba barbaridades.
Yeonjun...
Era la primera vez que lo veía en dos meses. Y parecía que lo había conocido justo ayer.
Había pasado toda una semana bien pegada a él para que tan repentinamente pasaran dos meses sin verle.
Algo me decía que Yeonjun estaba bien molesto por algo y que no me iba a gustar cuando me enterara.
Eunsang bajó del coche para enfrentarlo. Y ambos comenzaron una guerra de palabrotas tan obscenas que fueron capaces hasta de asesinar al mismísimo diccionario.
De la nada se escuchó un alarido tan alto, tan agonizante y tan doloroso que me hizo temblar en mi lugar, irrumpió la pelea de los Choi e consiguió que Yeonjun voltear en busca del sonido.
Imité su acción y recaí la vista frente del auto.
Lo que vi me hizo dar un vuelco en sentimientos ¡Esto no podía estar pasando! Corrí hacía el cuerpo ensangrentado sin pensarlo.
- ¡Laika! – Solloce cayendo de rodillas frente al cuerpo de la canina.
Mi mascota abrió los ojos y clavó una mirada lastimera en mí. Mis ojos instintivamente se llenaron de lágrimas al ver como la vida se le iba a chorros frente de mí. Todo mi alrededor se quedó aturdido cuando mis temblorosas manos sostuvieron el agonizante cuerpo lleno de vida efímera y lo coloqué en mi regazo sin apartar la vista de sus ojos negritos.
- ¡Khaleesi reacciona! – Yeonjun clamó mientras me agarraba del brazo y me obligaba a pararme – ¡Hay que llevarla al veterinario, rápido!
Mi nivel de shock no cesó.
Pero el chico con los nervios a tal punto me hizo entrar al coche con rapidez. Yeonjun le quitó las llaves de la mano a Eunsang y la dejó fuera del coche.
El pelinegro entró en el lado del piloto y yo en el del copiloto mientras yo hipeaba con el cuerpo de Laika en mi regazo.
Al llegar, Yeonjun me arrancó la canina de las manos y corrió dentro gritando tan alto que movilizó velozmente – a los veterinarios – se la llevaron dentro de una sala urgentemente.
Segundos después, sus orbes cayeron sobre mí. Y me sentí indefensa fuera de mi zona de control.
- Khaleesi...
Negué con la cabeza a sus palabras. Aparté mi mirada de sus ojos y miré mis manos.
Todo mi interior erupción como un volcán al distinguir el líquido carmesí entré mis dedos.
- No, no, no, no, no – Enloquecí mientras comenzaba a pasar continuamente mis manos contra la blusa blanca que vestía – Esto no puede estar ocurriendo – Solloce sin obtener otro resultado que mi ropa aún más escarlata.
- Bizcochito...
Otro paso cerca de mí y mi pecho comenzó a doler.
- No te acerques, por favor... – Supliqué sintiendo mi respiración irregular.
- No pienso volver a cometer el mismo error que hizo que te pusieras así.
- No...
- No me voy a detener. Voy a llegar hasta ti está vez...
Sus pasos lo acercaron cada vez más a mí.
Y cada vez más fuerte se volvía mi ataque de pánico.
- Yeonjun no....
Como siempre la misma de mis manos se colocó contra el órgano palpitante tratando de retener algo que no nunca ha conseguido sin ayuda de alguien.
- Bizcochito tienes que tranquilizarme.. – Su voz era cada vez más lejana.
Cada segundo transcurrió para agobiarme más y torturarme hasta el punto de no saber si iba a sobrevivir está vez.
- No puedo respirar – Solté con dificultad.
Yeonjun estaba frente a mí y sus ojos estaban desorbitados de la preocupación.
- ¡Mierda! ¡¿Por qué demonios no sé qué hacer a parte del truco del beso?! – Llevó las manos a su cabeza con desesperación.
- Yeonjun...
- Bizcochito mírame y respira – Expresó hecho un manojo de ansiedad y miedo – No quiero tener que besarte solo por esto.
Ya no aguantaba más la falta de oxígeno ¿Voy a morir?
- Yeonjun, no quiero morirme...
El pelinegro agarró mis mejillas y impactó sus labios contra los míos. Abrí los ojos como platos debido a la sorpresa y al desenfreno que tomaron las "mariposas" en mi estómago.
Los labios de Yeonjun retomaron la sincronía que teníamos olvidada desde hace unos meses para besar vorazmente mis labios.
Y luego volví a respirar con normalidad...
Había sobrevivido una vez más.
Sin embargo, está vez se la debía a Yeonjun.
✧༺♡༻✧
¡Ya apareció el Yeonjunnie de vuelta!🙌🏻
Mío ¿Tú no puedes hacer acto de presencia sin robar un beso?😑
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