33
El camino por las escaleras hasta mi habitación fue algo arduo. ¿Por qué tan de pronto caminar al lado de mi amigo era tan difícil? ¿Será por qué sigo teniendo miedo a un regaño? Jungkook no me lo había dado, pero y sí Jungwon llegara increpar?
Entré a mi habitación y seguidamente de mí, Jungwon la cerró, encerrándonos dentro. El chico soltó una gran respiración y me miró con detenimiento para terminar negando con la cabeza.
- ¿Estas bien, noona? – Inquirió mientras me abrazaba.
- Jungwon… - Solté con un suspiro aliviado.
No estaba enfadado conmigo e eso me relajo. Lo que menos quería era que alguien tan importante para mí como lo es Jungwon estuviera enfadado conmigo.
- ¿Cómo ocurrió esto? ¿Por qué no me avisaste?
- No quería que-
- ¡Eres una tonta! Me he preocupado mucho más cuando Jeongin me lo contó.
- ¿Jeongin está…? – Inquirí dejando la frase al aire.
- Un poco magullado al igual que tu vecino – Respondió con una sonrisa dolorosa – Se pelearon luego que intentó volverse acercar a ti – Se separó del abrazo – Ese tal Yeonjun es un sinvergüenza.
- Yeonjun… - Me afligí de solo escuchar su nombre.
- ¡Ese mismo! – Se exasperó – ¿¡Cómo se le ocurre tirarte a la piscina!?
¿Tirarme a la piscina?
- ¿De qué estás hablando? – Pregunté suavemente.
En realidad mi voz está en un tono muy bajo y débil desde que hablé con Jungkook.
- Pues de cuando te tiró a la piscina.
- Yeonjun no me lanzó a la piscina – Renegué con la cabeza – Me caí por mi torpeza.
- Órale ¿Eso significa mi hermano le mimo la cara por un mal entendido?
- ¿¡Se pelearon!?
- ¿No estabas escuchando lo que dije?
Bueno, en realidad solo la parte que mencionó su nombre.
- De todas formas vengo a cuidar de ti – Movió uno de sus hombros, mostrando su mochila – También traje todo para ponerte feliz. Unos bombones, algunas florecillas naturales del patio de mamá y la máscara que tanto usamos para asustar a mi hermano.
Sonreí con sus ocurrencias. Jungwon nunca cambiaría definitivamente, ¿Para qué yo querría que cambiarla? Así es como yo lo quiero.
- Tengo que ir hoy a la escuela – Habló con la voz apagada – ¡Pero está tarde sin retraso estoy aquí para cuidarte!
- Jungwon, no hace falta. Hoy Jungkook está conmigo.
- Entonces mañana en la tarde? – Inquirió junto a un puchero.
- Pero Jungwonie que no hace falta-
- ¡Todas las tardes vendré! – Chilló, a paso rápido llegó hasta mí y me besó la frente para luego marcharse – Te quiero noona, nunca lo olvides – Y se fue...
Hay veces en la vida que nos sentimos las personas más desgraciadas de todas. Creemos que es mejor partir a otra vida ¿Será realmente así? Claro que no. Siempre, siempre, siempre... Hay alguien que nos cuida y que sufriría demasiado por nosotros. Por eso, esas veces en que el dolor te ahoga, tienes que mantenerte en lucha. Buscar más motivos. Luchar más. Esforzarte más en buscar esa razón de vivir.
De la tabla te vas a seguir cayendo, pero como dijo mi madre, lo importante es levantarse con más valentía.
♡♡♡
El resto del día transcurrió con normalidad. Pero en la noche, cuando entré a la ducha y el agua recorrió todo mi cuerpo, otro ataque de pánico se hizo presente. Tuve la suerte de que mi hermano estuvo conmigo y me ayudó a sobrepasarlo.
Pero seguí asustada grandemente. Y todo era culpa del agua ¡Todo! Ya ni siquiera podía acercarme a la baño.
Tenía miedo de morir...
Y todo parecía que iba a seguir empeorando.
Dos semanas trascurrieron y mi temor se volvió realidad. Dejé de ir a lugares de la casa en donde había sufrido más ataques, la casa era en partes mi lugar seguro y no me atrevía ni a poner en pie fuera. Algunos alimentos como la carne o alimentos sólidos salieron de mi dieta diaria porque temía que se atoraran en mi garganta y según me decían, parecía adelgazar con mucha velocidad. No me extrañaba. El miedo a vivir de antes, se había convertido en el terror a morir.
Todos los lugares o cosas, en donde había sufrido algún problema de ansiedad, estaban en mi lista negra al igual que la de Santa Claus.
Estaba terrible.
Me sentía terrible...
Ni el mísero día en que caí a la piscina estaba tan asustada como ahora. El tiempo pasaba y los temores solo incrementaban. Me azotaban con más fuerza. Me debilitaban. Ya ni siquiera me sentía viva. Simplemente existía. Respiraba. Hablaba. Pensaba. Recordaba. Me movía. Y me acordaba.
Mi estado del día había cambiado drásticamente al de un alma en desgracia.
Tirarse en la cama con la vista al techo se había convertido en mi pasatiempo ya que todo lo que me gustaba, hasta los pinceles, estaban ensombrecidos por una nube gris.
Y todo había ocurrido con los ataques de ansiedad que vivía a diario porque sí, estaban sucediendo muy usualmente.
Ese terror a la muerte me estaba consumiendo lentamente ¿Yo llegaría a sobrevivir al pavor a morir?
✧༺♡༻✧
Holi, vengo a aclarar que a partir de este capítulo a cada rato voy a hacer grandes intervalos de tiempo. O sea, el tiempo va a pasar más rápido.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top