Necesito tu amor
Necesito tu tiempo
Cuando todo está mal
Tú haces que vaya bien
Me siento tan eufórica
Cobro vida
Necesito ser libre contigo esta noche

La mano de Yeonjun extendida me ayudaba a bajar de la moto. Su sonrisa ladeada ya me decía que verdaderamente estaba tramando algo con esto de la cita, o, tal vez simplemente fue porque se me levantó un poco el vestido.

¿Tenía que jugar tanto la vida a mi contra?
La parada era exactamente en la misma heladería que asistía con mis padres. Y ya estaba sintiendo mi corazón martillando contra mi pecho con mucha violencia al ver que íbamos directamente hacia dentro.

- ¿Por qué te detienes?

Ante su pregunta, percibí que mis piernas se habían pegado al suelo enfrente de la puerta. Observé la puerta de entrada con temor. No quería volver a revivir ese pasado añejado. La última vez que asistí terminó muy trágico para mi persona.

- Alquilé este local solo para nosotros.

Ladeé la cabeza para ver a un Yeonjun con las orejas ardiendo y rascando su cabeza ¿Es que se sonrojaba por ahí?

Ni le pude contestar. Era obvio que Yeonjun se estaba esforzando para esta cita ¡Hasta había alquilado el establecimiento! Pero eso solo me hacía sentir peor.

- ¿No quieres entrar?

Y me siento tan indefensa aquí
Mira, mis ojos están llenos de miedo

Me coloqué a sus espaldas antes asentir lentamente. Él solo enalteció su ceja con una línea cortada, y caminó adelante mientras olvidaba el asunto.
Mis pasos se volvieron realmente pesados. Lentos. Débiles. Y temerosos.... Al pasar por esa puerta... Estaba abriendo otra en mi cabeza llena de recuerdos.

- Esperarme aquí. Iré por la comida y a encender las luces – Sonrió lleno de energía mientras se alejaba por los pasillos.

Respiro profundamente cada vez que paso por tu puerta
Sé que estás ahí, pero no puedo verte más
Esa es la razón de porque estas en la oscuridad
He sido una extraña desde que nos derrumbamos

Admiré a mis alrededores en el silencio perturbador del lugar. El único sonido que se escuchaba era los de la noche, esos que provocaban los grillos y el soplido del viento. La oscuridad era igual al estado frío de mi mente. Me estaba esforzando al máximo para congelar los recuerdos. Era extremadamente necesario como dificultoso hacerlo. No quería romperme a llorar. Sé que si empiezo a llorar, no me voy a detener.
Todo era iluminado por la tenue luz de la luna que se colaba por las ventanas. Ellas daban un hermoso vistazo al cielo estrellado de la noche. Pero a pesar de esforzarme en mantener los pensamientos afuera. Recordé que a mi hermano le encantaba este lugar porque podía comer desde la comodidad del local mientras admiraba la Osa mayor. El aire entrante era nocturno y acariciaba mi cara con su aliento frío.
Se sentía justamente como un sueño. Como esa parte de los sueños irreal que tomaba matices reales.

Mis piernas se movieron solas buscando algo que había olvidado. Se detuvieron enfrente de la mesa que no debía acercarme. Y mis manos palparon el lugar donde estaba rallado mi nombre con letras pequeñas, viejas e incoherentes. Recordaba que las había hecho de infante con un cuchillo de mesa cuando apenas sabía escribir, escondida de todos para marcar mi puesto. No quería que me robarán el lugar cercano a la mamá.

Mamá...

Ahora estoy soñando, ¿Te encontraré de nuevo esta vez?
Camino en círculos pero nunca lo sabré

Todo se detuvo en mí. Creo que hasta el corazón se detuvo ¿Por qué era tan difícil? Miré el espacio vacío e intuitivamente llevé una mano a mi pecho que comenzaba a atormentarse.

Intento luchar contra esto, pero sé que no soy tan fuerte
Y me siento tan indefensa aquí
Mira, mis ojos están llenos de miedo

- No encontré los encendedores ¿Debería llamar al dueño y preguntar?

El pelinegro se refrenó al verme en el suelo, con una mano sosteniendo el lugar donde se encontraba mi órgano palpitante. El otro brazo cubría mi boca para que los sollozos continuarán siendo silenciosos. Y por mis mejillas escurrían las húmedas lágrimas llenas de agridad.

- ¡Khaleesi! – Se agachó a mi tamaño, acarició suavemente mi espalda y quitó los cabellos que se habían adherido a mi rostro gracias al agua salada – ¿Te sientes bien?

Dime, ¿Sientes lo mismo?
Sujétame entre tus brazos de nuevo

Negué con la cabeza y me lancé abrazarlo. El chico perdió el equilibrio y cayó al suelo de espaldas. No fue un fuerte golpetazo, porque estábamos cerca del pavimento, pero si hizo un estruendo por el peso de ambos cuerpos.
Lloré contra su pecho como aquel día en el banco. Quería desahogarme completamente contra el aroma de su caro perfume masculino.

- Shhhh... – Mimaba mi espalda junto a ese susurro constantemente.

Hubo un momento en que me calme tanto que hasta la respiración había tornado su ritmo. Alce la cabeza para verlo, aún mantenía las mejillas húmedas y aspiré la nariz un poco tupida.

Necesito tu amor
Necesito tu tiempo
Cuando todo está mal
Tú haces que todo vaya bien
Me siento tan eufórica
Cobro vida
Necesito ser libre contigo esta noche
Necesito tu amor

¿Quién dijo que se necesitan palabras para expresar sentimientos? Una mirada puede ser el espejo del alma gracias a los ojos... y ayuda a ver a través de una persona.
El poder de una mirada es impresionante. Así como una sonrisa genuina.
La mirada que transmitió sus ojos eran dos órbitas llenas de galaxias. Con estrellas, planetas, soles y luceros cada una. Eran tiernas, tanto como claras en sentimos.

Dime, ¿Sientes lo mismo?
¿Qué significo para ti?

- Me gustas, Bizcochito.

Esas tres palabras eran un denotante nuevo en mí. El corazón se me detuvo por segunda vez en el día, y todo comencé a verlo en cámara lenta. Sus labios impactaron contra los míos suavemente.
Okey, admito que sus besos me ponían a otro nivel. Un nivel que estaba considerando en llamar «Nivel Dios». Pero esa mirada de antes, junto a esas palabras, y ese beso, habían sobrepasado el nivel Dios. Y lo sentí todo hasta que nos separamos los labios.

- A mí también me gustas, Yeonjun.

¿Siempre me gustó Yeonjun? ¿Realmente necesitaba está cita para confirmarlo? La respuesta siempre fue que sí. Estaba frente a mis ojos. Pero yo era tan ciega. El humano es tan ciego y cabeza dura para admitir lo que no quiero aceptar.

El chico sonrió gustoso con mis palabras, agarró una de mis mejillas para manejarlas directamente hasta provocar otro beso.
Con su otra mano comenzó a acariciar el escote en mi espalda.
Su mano era fría mientras recorría todo el lugar que exponía la tela. Envió corriente por todo mi cuerpo cuando su mano descansó su caminata, justo en el lugar donde la espalda cambiaba de nombre.
El beso comenzó a cambiar de ritmo. Adquiriendo ahora uno disparatadamente morboso.

Necesito tu amor
Necesito tu tiempo
Cuando todo está mal
Tú haces que vaya bien
Me siento tan eufórica
Cobro vida
Necesito ser libre contigo esta noche
Necesito tu amor
Necesito tu amor.

Ellie Goulding_-_I need your love.
   

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Sorry por las demoras mis pelucit@s☹️

Aunque preparence para el próximo capítulo😎

Ya estáis advertidas mis pelucit@s...🙃

K.