12
- ¿Ya te he dicho que eres la mejor amiga del mundo mundial? – Me abrazó como si fuera a asfixiarme.
- ¿Lo dices por qué he venido a quedarme en tu casa? – Inquirí sonriendo.
- No, lo digo porque en verdad lo eres – Una sonrisa cuadrada se expandió por todo su rostro – A Jungwon va a encantarle la sorpresa.
Abrió la puerta de su casa. Ingresamos dentro sonriendo mientras buscábamos al pequeño Yang. La casa de Jeongin era una mansión de letra a letra. Todo relucía y era costoso. El suelo de mármol blanco relucía junto a las paredes perfectamente pintadas con colores que iban a juego con las decoraciones.
El menor estaba haciendo sus deberes en la mesa del comedor. Fruncía su ceño y despeinaba su cabello de la frustración. Al parecer lo que me contó mi mejor amigo era cierto y a mi pequeñín le estaba yendo mal con los exámenes. Nos vio, sonrió emocionado y corrió hasta mí. Abrí los brazos esperando el abrazo del adolescente de catorce años.
- ¡Noona! – Chilló abrazándome – ¡Te extrañe mucho, muchooo!
Le seguí el abrazo vehementemente. Jungwon casi era de mi tamaño. Su cabello era azabache y contrastaba con sus ojos castaños.
Cuando se separó apretó mis cachetes al igual que yo los suyos. Nosotros dos parecíamos más hermanos que él y Jeongin por ese lado físico. Éramos iguales en mejillas y ternura, según... todos los que nos rodeaban.
- Te han crecido las nalgas de la cara – Sonrió achicando sus ojitos.
Por un momento sus ojitos desaparecieron e se hicieron dos líneas. En ese sentido se parecía mucho a su hermano mayor.
- A ti también te han crecido esos glúteos – Piqué su naricita con mi dedo.
- ¿Dormirás conmigo? – Cambió de tema.
Abrí la boca para responder pero fui interrumpida por el peliazul.
- Te he dicho que ya no eres un niño. No puedes dormir con Khaleesi.
- ¡¿Pero tú duermes con ella?! – Vociferó señalándolo con su dedo acusador.
- Yo puedo hacerlo porque... – Frunció sus cejas mientras ponía a trabajar su cerebro – ¿Somos mejores amigos?
- ¡Yo también soy su mejor amigo! – Suspiró abrumado – ¡Es peor que sea contigo! ¡Ustedes tuvieron relaciones!
- ¡Jungwon, eso no es cierto! – Sermoneó su hermano.
- ¡Yo los vi! – Chilló abrazándome – Esa perturbadora escena jamás saldrá de mi mente – Lloriqueo dramáticamente.
- No saldrá porque a ti te encanta mencionarla.. – Crucé mis brazos con indignación – ¿No eres demasiado pequeño para recordárnoslo siempre?
- ¡No soy pequeño! ¡Tengo catorce años! – Se indignó.
- Sigues siendo el pequeño Yang – Canturreo su hermano.
Los dos chicos se enviaron dagas con la mirada. Jungwon no soportaba que lo llamaran pequeño. Él siempre se considera muy mayor ¿Ya he mencionado que lo molestábamos a propósito porque se ve muy tierno enfadado?
♡♡♡
La habitación de Jungwon era tal y como la recordaba. No había cambiado absolutamente nada. El pequeño Yang seguía teniendo el mismo desorden por todos lados, los mismos afiches de BTS y los mismos libros. Dudaba que entre esos libros hubiera alguno que allá leído.
La luz de su linterna alumbraba debajo de la sabana que nos encontrábamos. Habíamos decidido que al final dormiriamos juntos y haríamos una pijamada oculta de su hermano. Tampoco es como si no lo hubiéramos hecho antes. Conocía a Jungwon desde el día que nació y siempre hemos sido inseparables.
La situación es esta: El menor de los Yang sostenía una litera debajo de las sábanas para alumbrar en la oscuridad. La sabana se encontraba apoyada sobre nuestras cabezas como si hiciéramos una casa de campaña. Estábamos ambos sentado con las piernas cruzadas y hablando en voz baja.
- Lo quiero matar enserio – Admitió con una cara de asesino serial – ¿De verdad que tú vecino dijo que moría de ganas de follarte así como así y luego salió por la ventana como si nada? – Una vena salto en su cuello – Con razón tuviese que escapar de ahí. No te culpo. Fue una gran decisión quedarte en mi casa este fin de semana. Capaz que ese sin vergüenza troglodita se le ocurriera volverse a entrar a tu habitación.
- ¡Y lo peor de todo es que no tengo ni la mísera idea de cómo entró!
El azabache puso su típica expresión de que estaba pensando a máxima velocidad. Era ese mismo rostro con el ceño fruncido que me encontré al llegar.
- Dices que te aseguraste bien de cerrar la ventana, y no lo pongo en duda, sé de sobra que eres muy cuidadosa por esa parte. Es extraño porque incluso ni Laika ladró.
- ¿Cómo sabes que Laika no ladró?
- Es una deducción bastante obvia de hecho. Si habría ladrado tú te hubieras despertado.
- Yo ni siquiera había pensado en eso – Afirmé.
- ¿Mi hermano lo sabe? – Inquirió confundido – Dudo que lo supiera y ese chico no estuviese muerto hace horas.
- No se lo he contado. Tengo miedo de que haga alguna locura – Jugué con mis dedos nerviosa – Nunca le he ocultado absolutamente nada a Jeongin ¿Estoy actuando mal? ¿Tal vez estoy siendo desconsiderada con nuestra amistad?
- Wou. Eso es nuevo – Estiró su rostro sorprendido – ¿Soy el primero en saberlo, no?
Asentí agachando la cabeza como si de un regaño se tratara.
- ¿Qué debo hacer? – Pregunté dubitativa.
- No lo sé, Khaly. En estos momentos estoy olvidando que soy menor que tú y tú eres mi noona. Es como si fuera el hermano mayor dándote concejos para tu "relación" – Ironizó la palabra relación junto a una mueca – ¿Has pensado que tal vez tengan mucha tensión sexual?
- ¿¡Qué!? – Escandalice colorada.
Jungwon cubrió mi boca y puso su dedo índice sobre sus labios en señal de silencio. Asentí más calmada y más roja. Darle vueltas al asunto hacía que pensara en todas las situaciones que me había encontrado con Yeonjun. Eso me ponía nerviosa y sonrojada.
- ¡¿Por qué dices eso?! – Inquirí susurrando alterada.
- Me has contado en las situaciones que te has visto con él y no sabes cómo actuar ¿No te parece raro?
- ¡No es cierto! Yo siempre me niego ¡Él me fuerza! – Acuse con gran indignación al pelinegro que no estaba presente – Me acorrala, me besa y me toca ¡Él es él quien tiene el deseo sexual por los aires, no yo! ¡Yo soy la víctima!
- Una víctima que prefiere no contarle nada a su mejor amigo, quien de hecho, si lo supiera acabara con toda esta situación y le pondría un punto final... – De la nada dobló una sonrisa – No mientas. A ti te gusta eso ¿Khaly te gusta ser la sumisa, eh?
Le pego un fuerte golpetazo en la nuca que inmediatamente soltó un quejido doloroso.
- ¡¿Khaleesi?! – Me dio una represaría con la mirada mientras acariciaba el lugar adolorido.
- ¡Te pasa por bruto! ¿¡Cómo se te ocurre decir algo así!?
- ¿¡Pues para qué demonios me pides concejos!?
- ¡Te estoy pidiendo un concejo que no involucré acostarme con mi vecino ni que Jeongin se vuelva un asesino!
Aventé la almohada a su pecho. El chico no espero mucho y me aventó la suya directamente a la cara. Así comenzamos una terrible pelea de almohadas donde hasta saltamos encima de la cama y correteábamos por toda la habitación. El silencio que tanto nos esmeramos cuidar transmutó a unas altas carcajadas que fácilmente debían escucharlas los vecinos.
Cuando la puerta de la habitación de Jungwon fue abierta de sopetón el rostro adormilado de Jeongin se hizo presente. El peliazul tenía un ojo abierto y uno cerrado, había una marca de baba en la comisura de sus labios, el cabello era un desastre marañoso y estaba semidormido como si todavía estaba procesando la despertación.
- ¿Qué hacen? – Inquirió más dormido que despierto.
Jungwon y yo compartimos unas miradas cómplices mientras a la par estrellábamos las almohadas al recién llegado como respuesta.
Una de las almohadas se rompió un su cara y el peliazul trago blancas plumas.
- ¡Iuhg! – Protestó como respuesta mientras tocía y escupía las pluma al suelo – ¡Esta me las pagan par de terrícolas!
El chico tomó la almohada sobreviviente y trepó sobre la cama para continuar lo que terminó con un desastre de plumas y desorden inexplicable.
✧༺♡༻✧
Holis. Por favor, quiero recordarles que si les gusta mi historia, boten por ella. No quiero forzar a nadie ni incomodarlo con esto. Pero estoy más que segura que ustedes no tienen idea de como me siento como escritora primerisa al ver un botico más en las notificaciones.
Plis, no se molesten con lo que he dicho.
K.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top