Me dolía todo el cuerpo.

Mi primera reacción fue ponerme la mano en la herida que tenía en el estómago, pero no pude.

Abrí los ojos y no supe dónde estaba. Era un sitio oscuro, lúgubre y húmedo. Intenté moverme de nuevo y fue cuando me di cuenta de que estaba atada de pies y manos.

Me había capturado.

Quise liberarme usando la mayor fuerza posible, pero seguía demasiado débil, mi cuerpo no se había curado todavía.

Probé a usar el fuego, pero no salió nada más que unas pequeñas chispas que iluminaron la estancia, estaba en una celda.

Y no estaba sola.

—Veo que ya te has despertado. —De entre la oscuridad salió alguien. Alto, rubio, y con una expresión que no supe diferenciar con exactitud debido a la falta de iluminación—. Ya era hora. Tenía mucha curiosidad por ti y quería conocerte, después de todo, las informaciones que me han llegado son muy... divertidas. —Vi que sonreía de forma sádica. Peor de la que tenía Jake, esta daba miedo—. No te quedes callada, ¿te sientes cómoda?

—Déjame...

—No, no te voy a dejar, vamos a convertirnos en grandes amigos, lo sé. —Se acercó a una velocidad muy rápida, por lo que di por hecho que era un vampiro, y me clavó algo en el cuello—. Tenía muchas ganas de conocerte, sí. A todo esto, yo soy Kier. Un placer conocerte, hada de fuego.

Vale, no me matéis, ¿de acuerdo? xD Si me asesináis no va a haber tercera parte y no queréis eso, ¿cierto?

Muchos besos xx